Historias de José Guadalupe Posada, notas de prensa, crónica literaria y periodística
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viernes, 14 de junio de 2019
Adiós Apebas
Ayer 13 de junio se fue APEBAS, esta son las publicaciones del periódico donde un día nos conocimos y ahora lo despedimos
lunes, 3 de junio de 2019
Cartón del mes. La caricatura y el exilio en el Sinaia
En el número de julio de la revista Relatos e historias en México podrán mirar esta página realizada en mimeógrafo por los exiliados que veían en el barco Sinaia, en junio de 1939.
Este mes, se cumplen 80 años que llegaron miles de españoles a contribuir al engrandecimiento de nuestro país.
La caricatura se convirtió en la primera expresión artística que mostraron los exiliados y la cual trato en mi libro Los humoristas gráficos y el exilio en México.
sábado, 25 de mayo de 2019
Poemas de Ida Vitale
![]() |
Viñeta de Sciammarella |
Misterios
Alguien abre una puerta
y recibe el amor
en carne viva.
Alguien dormido a ciegas,
a sordas, a sabiendas,
encuentra entre su sueño,
centelleante,
un signo rastreado en vano
en la vigilia.
Entre desconocidas calles iba,
bajo cielos de luz inesperada.
Miró, vio el mar
y tuvo a quién mostrarlo.
Esperábamos algo:
y bajó la alegría,
como una escala prevenida.
Libro
Aunque nadie te busque ya, te busco.
Una frase fugaz y cobro glorias
de ayer para los días taciturnos,
en lengua de imprevistas profusiones.
Lengua que usa de un viento peregrino
para volar sobre quietudes muertas.
Viene de imaginaria estación dulce;
va hacia un inexorable tiempo solo.
Don que se ofrece entre glosadas voces,
para tantos equívoco, se obstina
en hundirse, honda raíz de palma,
convicto de entenderse con los pocos.
Gotas
¿Se hieren y se funden?
Acaban de dejar de ser la lluvia.
Traviesas en recreo,
gatitos de un reino transparente,
corren libres por vidrios y barandas,
umbrales de su limbo,
se siguen, se persiguen,
quizá van, de soledad a bodas,
a fundirse y amarse.
Trasueñan otra muerte.
lunes, 20 de mayo de 2019
Macuspana News
En 1987 viví un par de semanas en Cuba, becado por la Escuela de Radio y TV. En aquella época, parece la prehistoria hoy, revisé con entusiasmo militante los medios de comunicación cubana. Leía, es un decir, el Granma, Juventud Rebelde y un par de publicaciones del mismo estilo, cuyas noticias eran las mismas que el de la publicación madre.
Veía la Tv Cubana, había telenovelas mexicanas, soviéticas, húngaras, no recuerdo si chinas, pero los noticieros siempre empezaban con la palabra del Comandante en jefe. Claro, pasaban alguna película cubana, el béisbol y los seriales musicales, que eran, sin duda, lo mejor.
En la radio sonaba salsa con grupos no tan buenos como los que conocíamos en México (Celia Cruz, Sonora Matancera, etc.) aunque de pronto aparecía Oscar de León (que al poco tiempo lo vetaron), Willie Colón, Rubén Blades (también vetado, después, por el Comandante Silvio Rodríguez).
De cualquier forma, mi sueño de un mundo feliz, de una sociedad de ruptura no se rompía aún pues la gente fingía muy bien.
“Es un vino agrio, pero es nuestro vino", me dijo un amigo, citando a José Martí.
Había un chiste por las calles que decía que cuando querían ser optimistas, leían la prensa cubana para enterarse de que todo era maravilloso.
Aunque el Pejismo poco tiene que ver con esa izquierda, salvo la amistad de López con Silvio, me parece que si se emparenta con el sistema de comunicación que empieza a implementar el gobierno de AMLO, con programas de TV a modo como sucede los últimos estrenos de yanqui Ackerman con Sabina Berman, en un mano a mano de halagos al Señor; el programa de Nosotros los H. Gómez (menos digerible que el de su hermano Facundo), la deificación del ganso o el programa de los ilustradores de El Chamuco, encabezado por el director de Formación Política del PRIMOR.
Canal 11 empieza a convertirse en TV Macuspana y Radio UNAM va corriendo el mismo preocupante proceso y perdiendo la pluralidad y el perfil universitario que debería tener.
RTC aun no muestra sus garras y NOTIMEX se ha convertido en el aparador de una señora enfermiza que parece odiar al mundo entero.
Es pronto para evaluar, sólo es una muestra de lo que empieza a suceder en un mundo donde no hay más ruta que la vereda que conduce a Macupana
sábado, 4 de mayo de 2019
Cartón del mes. Gabriel Vargas y la Guerra civil española
Este mes de mayo, en mi cartón del mes, presento una historieta rarisima de Gabriel Vargas, el genial creador de La Familia Burrón, se trata de La Guerra de España que publicó durante varias semanas en el periódico Excélsior.
Como dato curioso, Vargas aún no cumplía veinte años y firmaba como Velo.
Como dato curioso, Vargas aún no cumplía veinte años y firmaba como Velo.
viernes, 19 de abril de 2019
José Guadalupe Posada y la bicicleta
El 19 de abril se conmemora el viaje realizado por el científico Albert Hofmann al descubrir los efectos del LSD y se le conoce como el Día Mundial de la Bicicleta.
Este medio de transporte, tan popular hoy en día, llegó a México en el siglo XIX y, como fiel retratista de la vida cotidiana, José Guadalupe Posada dejó plasmadas varias imágenes de la bicicleta.
jueves, 18 de abril de 2019
¡¡VIva la UAM!! Abrir la casa. Es hora de levantar la huelga
Preocupante.
Han pasado más de cien días y la huelga sigue y no sé ve cuándo terminará.
Algo resulta sospechoso.
Me pregunto qué se estará jugando durante este largo periodo en el que, por ejemplo, se ha perdido ya un trimestre.

Recuerdo en 1972, recién acaba de ingresar al CCH cuando el STUNAM congregó a una serie de personajes nefastos que medio siglo después siguen cabalgando la UNAM, encabezados entonces por Evaristo Pérez Arreola e hicieron una larga huelga que trajo consigo la renuncia de don Pablo González Casanova, el único rector de izquierda que ha tenido la UNAM y la coronación del grupo de médicos que curiosamente, como los actuales charros de STUNAM, siguen en el poder.
En estos tiempo en que gobiernan el país grupos conservadores enmascarados de izquierda resulta preocupante la pasividad académica y estudiantil ante una huelga que parece interminable y ante el "error" del mal llamado gobierno de izquierda que sigue ocultando la palabra autonomía en las universidades.
Preocupa.
Por la educación que se pierde para miles de jóvenes, por el amor que le tengo a esta universidad de la que fui alumno y después profesor.
Señores de SITUAM, levanten la huelga ya. No sigan lastimando un gran proyecto.
Han pasado más de cien días y la huelga sigue y no sé ve cuándo terminará.
Algo resulta sospechoso.
Me pregunto qué se estará jugando durante este largo periodo en el que, por ejemplo, se ha perdido ya un trimestre.

Recuerdo en 1972, recién acaba de ingresar al CCH cuando el STUNAM congregó a una serie de personajes nefastos que medio siglo después siguen cabalgando la UNAM, encabezados entonces por Evaristo Pérez Arreola e hicieron una larga huelga que trajo consigo la renuncia de don Pablo González Casanova, el único rector de izquierda que ha tenido la UNAM y la coronación del grupo de médicos que curiosamente, como los actuales charros de STUNAM, siguen en el poder.
En estos tiempo en que gobiernan el país grupos conservadores enmascarados de izquierda resulta preocupante la pasividad académica y estudiantil ante una huelga que parece interminable y ante el "error" del mal llamado gobierno de izquierda que sigue ocultando la palabra autonomía en las universidades.
Preocupa.
Por la educación que se pierde para miles de jóvenes, por el amor que le tengo a esta universidad de la que fui alumno y después profesor.
Señores de SITUAM, levanten la huelga ya. No sigan lastimando un gran proyecto.
miércoles, 10 de abril de 2019
¿Cómo retrató José Guadalupe Posada a Emiliano Zapata?

¿Cómo retrató José Guadalupe
Posada a Emiliano Zapata?
Por: Agustín Sánchez González
En este centenario del asesinato de Emiliano Zapata,
hay que decir que en su época no tuvo la
glorificación que tendría años más tarde. De
hecho, los caricaturistas lo criticaron de una
manera cruel, acusándolo de bandolero.
En una de sus últimas calaveras, José Guadalupe
Posada, en el periódico Gil Blas, dibujó a Zapata
al lado de treinta personajes que formaban parte
del acontecer político de entonces. El caudillo
suriano aparece con el ceño fruncido y un rostro
de maloso, imagen que es acompañada por la
letra de una parodia de los versos del Juan
Tenorio de José Zorrilla, obra que por esos días,
como aún hoy se hace, se representaba
en los teatros de la capital mexicana
La imagen y los versos están muy lejanos al
Zapata mítico que hoy se venera y que, sin duda,
merece una mirada diferente a través del humor.
"El Cartón del Mes" de Agustín Sánchez González
domingo, 7 de abril de 2019
Emiliano Zapata: la metamorfosis del maloso al héroe
Mi artículo de este domingo 7 de abril de 2019, en Confabulario, de El Universal
/
El trabajo de José Guadalupe Posada,
José Clemente Orozco y “el Chango” Cabral, son testimonios de las lecturas
críticas que la prensa humorística hizo de la Revolución mexicana y de Emiliano
Zapata
/
POR AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ
Si
una persona que vivió hace cien años resucitara, quedaría desconcertada al
mirar las estatuas, el nombre de calles, las películas, decenas de libros y
otros homenajes que, año con año, se le dedican a Emiliano Zapata y es que hace
un siglo se le consideraba un bandolero, “El Atila del sur”, se le llamaba. La
prensa, durante la revolución, lo miraba así, como un bandolero, un asaltante,
un asesino, sobre todo cuando rompió con Francisco I. Madero, ante los embates
del gobierno de Francisco León de la Barra, que asumió la presidencia tras la
renuncia de Porfirio Díaz.
Las
caricaturas de entonces muestran al morelense ajeno al personaje al que el
gobierno mexicano ha homenajeado al nombrar 2019 como el año de Zapata. “El
caudillo del sur”, cuya turbulenta vida tuvo ataques militares de envergadura,
pues su rebeldía nunca cesó, es una caja de sorpresas y, como muchos otros
personajes, es más lo que se ignora de lo que se conoce.
El villano de la Revolución
Zapata nació en Anenecuilco, Morelos, un pequeño poblado que tenía siglos luchando por la defensa de la tierra comunal. Pocas veces se ha mencionado que, pese a compartir el panteón de los héroes nacionales, esta visión choca con la de Juárez que, al contrario, buscó romper las tierras comunales y generar la propiedad privada. De hecho, la frase con que empieza el libro Zapata y la Revolución mexicana, de John Womack Jr., es una verdadera revelación. Dice así: “Este es un libro acerca de unos campesinos que no querían cambiar y que, por lo mismo, hicieron una revolución”.
Zapata nació en Anenecuilco, Morelos, un pequeño poblado que tenía siglos luchando por la defensa de la tierra comunal. Pocas veces se ha mencionado que, pese a compartir el panteón de los héroes nacionales, esta visión choca con la de Juárez que, al contrario, buscó romper las tierras comunales y generar la propiedad privada. De hecho, la frase con que empieza el libro Zapata y la Revolución mexicana, de John Womack Jr., es una verdadera revelación. Dice así: “Este es un libro acerca de unos campesinos que no querían cambiar y que, por lo mismo, hicieron una revolución”.
Zapata
fue su líder y ante el nacimiento del movimiento armado, se lanzaron a la
revuelta con la esperanza de conservar sus tierras ante los terratenientes
porfiristas que las querían. Los zapatistas pronto se adhirieron al Plan de San
Luis, pero al mirar que Francisco I. Madero sólo buscaba la democratización del
país, y poco le importaba la tierra, siguieron su lucha y se le enfrentaron,
como hicieron después con Victoriano Huerta y con Venustiano Carranza, hasta
que el gobierno de este último lo traicionó y fue asesinado en Chinameca.
Los diarios anunciaron su muerte como un
triunfo: había muerto el “Atila del Sur”. Como pocos personajes ajenos al poder
del Estado, Zapata fue encarnizadamente caricaturizado. La revista Multicolor,
una de las más importantes publicaciones de humor gráfico en nuestra historia,
fue una piedra en el zapato para el gobierno maderista y para Zapata. Las
caricaturas de Ernesto García Cabral, “el Chango”, son unas joyas desde el
punto de vista estético y unos dardos desde el punto de vista político. Existe
una docena de obras que Cabral dedicó al caudillo del sur que son de un gran
trazo, que lo muestran siempre cargado de armas, cartucheras y cadáveres. Con
la caricatura podemos dar continuidad tanto a su proceso de rebeldía, como al
de la institucionalización.
No tenía un año de comenzar la
revolución cuando la “opinión pública” tenía una idea clara de lo que era
Emiliano Zapata. Publicaciones como El Mero petatero, Sucesos
Ilustrados, El Ahuizote, entre otras, lo mostraban con una
característica en común: un bandolero que asolaba los pueblos. Mirar una imagen
de ese momento, ante la santificación posterior de Zapata, tal vez resulta
incomprensible. No lo es cuando se sabe que la prensa de entonces lo criticó
con saña. En estos años, los medios de comunicación fueron usados para instigar
a sus lectores para avivar la nostalgia del porfirismo. En una sociedad cuyo
analfabetismo alcanzaba un porcentaje enorme y por tanto, casi analfabeta, el
humor fue utilizado para la contrarrevolución.
En la prensa se dio una campaña
anti-maderista, que tocaba con frecuencia a Zapata; las publicaciones
humorísticas se multiplicaron. En mi Diccionario biográfico Ilustrado de la
caricatura en México (Limusa, 1998), muestro que entre 1911-13 hubo quince
publicaciones y al año siguiente, siete más: ¡Ahí va!, El
Ahuizote, Don Quijote, El Mero petatero, Juan
Panadero, Multicolor, El Padre Eterno, El
Padre Padilla, El Perico, Rigoletto, Ypiranga, La
Porra y Ojo Parado. Es un fenómeno único, pues nunca han
existido tantas publicaciones de humor en ningún periodo histórico (hoy sólo
existe una revista de humor acrítica y con tendencia gubernamental).
Empero, es Multicolor la
que destacará, pues durante tres años se mantendrá en la palestra y contará en
sus filas con grandes caricaturistas como Ernesto García Cabral, Santiago R. De
la Vega, Clemente Islas Allende y Atenedoro Pérez y Soto, entre otros.
García
Cabral es quien realizará caricaturas donde retrata a Zapata como un juguetito
para distraer a Madero, que se muestra como bebé en brazos de León de la Barra
ante los nubarrones que se aproximan (el general Bernardo Reyes), mientras el
Plan de San Luis yace descuartizado en el suelo. “No te duermas, Panchito, que
viene el coco”.
![]() |
“La nana”. Revista Multicolor. 10 de agosto de 1911 |
Un año después, a Zapata ya se le mira
siempre con espadas, pistolas, calaveras y siempre se le relaciona con la
muerte, con el crimen. Se da hasta la parodia de los versos de Don Juan Tenorio
que retrata el momento y la imagen del zapatismo en noviembre de 1911: “y en
todas partes dejé memoria amarga de mí”. Esta obra, e incluso estas frases, se
vuelven rutinarias en muchas caricaturas, de hecho, Posada también las
utilizará). En otro, aparece una pulquería con nombre La Piedad,
donde Zapata le comenta a Madero “pacificando, D. Panchito”, mientras se miran
cuerpos mutilados.
Otro
autor, José Clemente Orozco, más conocido como un gran muralista, retrata a
Zapata y a Gustavo A. Madero como dos personajes que entorpecen la revolución.
Orozco es único como caricaturista y sus trazos son desgarradores y de una
belleza estética, a pesar de la fealdad, que lo muestra como un vanguardista.
Hizo una corta carrera como caricaturista, que suspendió para dedicarse al
muralismo. Habría de reconvertirse para ser uno de los artífices de la
mitificación de Zapata al retratarlo ya como el héroe inmaculado que hoy
conocemos.
![]() |
José Clemente Orozco, “Tal para cual”, El Ahuizote, 18 de noviembre de 1911. |
.
La obra de José Guadalupe Posada es una
muestra de cómo el monstruo se convierte en héroe gracias al trazo genial de un
autor. En la Monografía publicada en 1930 aparece una cincografía
basada en la fotografía de Zapata de pie, tomando sus rifle, portando
cartucheras y que a la postre se convertiría en una suerte de icono del
morelense (Diego lo pinta en un nicho dentro de los murales de la SEP). Ese año
de mitificaciones, Diego Rivera coloca a Posada como precursor de Flores Magón,
Zapata y Santanón.
Hay otras cincografías más en un tono
mitificador. Sin embargo, existen muchas otras caricaturas realizadas por
Posada donde Zapata está muy lejos de esa imagen idílica. No sabemos si Rivera
no las conoció o las omitió para no interrumpir el mito que se comenzaba a
gestar. Posada realiza media docena de caricaturas donde se ensaña con el
Caudillo del sur. En una lo dibuja montado en el rostro del presidente Madero,
se le sube a las narices; en otra, terrible, se le mira con Madero y con Pino
Suárez en un texto que dice: “¡Trinidad sombría!… álzanse los muertos como
ebrios de susto, de sangre y de vino”. Finalmente, el fiero rostro de Zapata
asoma entre una veintena de personajes que recoge el periódico Gil Blas,
en las calaveras de 1911, una imagen acompañada de una parodia con los versos
de Don Juan Tenorio.
“Don Juan
Tenorio”. El ChangoCabral. Revista Multicolor, 2 de
noviembre de 1911.
Las
imágenes de Posada muestran, igual que las de García Cabral y José Clemente
Orozco y muchos grandes artistas más, un rostro sanguinario de un bandolero que
estaba muy lejos del héroe que hoy se venera. Estas caricaturas críticas
conjugan un medio centenar. Son cartones olvidados, suprimidos ante la
oficialidad, ajenos a la visión contemporánea que se puede mirar en la estación
del metro Zapata, donde el héroe morelense aparece inmaculado, con trazos
excepcionales de artistas como David Carrillo o Rogelio Naranjo, entre una
veintena más. Una imagen que, como decía al principio, sorprendería a uno de
sus contemporáneos que viajara en el tiempo cien años después.
Leer
la historia a través de la caricatura muestra como el héroe se convierte en
villano, y viceversa, como el caso de Emiliano Zapata. Ello nos enseña cómo los
personajes, al final de cuentas, son seres humanos cuya glorificación, por
cierto, sale sobrando.
FOTO: José Guadalupe Posada, “Los
fantasmas de la noche nacional”, Gil Blas, 3 de noviembre de 1911.
/ Archivo Agustín Sánchez González
lunes, 1 de abril de 2019
Zapata en el Cartón del mes
Como cada mes, presentó mi cartón en la revista Relatos e historias en México. Este abril se conmemora el centenario del asesinato de Emiliano Zapata y muestro como o vio José Guadalupe Posada hace 100 años, no el grabado-retrato que es casi un icono, sino desde un punto de vista crítico.
Este centenario se ve ensombrecido por el asesinato de Samir Flores que ha pasado desapercibido y que no debemos dejar de mencionar pues fue asesinado en tierras zapatistas antes de la farsa de consulta del gobierno de AMLO.
¡Justicia para Samir!
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