Tenía muchos años coleccionando chistes de presidentes mexicanos. Una de los tabúes existentes en México es el respeto a la "investidura presidencial". De hecho, todos los periodistas de antaño, cuando comenzaban a escribir tenían la consigna de no meterse ni con al Virgen de Guadalupe, ni el Ejército ni el presidente.
Pero yo sabía, o intuía, o quería, que ello terminara. Tenía años coleccionando chistes de presidentes mexicanos y le propuse a Jaime Aljure, mi editor en Planeta, esta compilación que titulé Usted me da risa, Señor presidente y que ellos bautizaron como Los mejores chistes de presidentes.
Había un antecedente importante: el libro Los presidentes dan risa, escrito por una de las grandes periodistas mexicanas: Magdalena Móndragón, que hizo una edición de autor, pues nadie quería publicar un libro, en pleno alemanismo, que criticara tan fuerte el presidencialismo mexicano.

Se tiraron cinco mil ejemplares y no hubo más; ni una presentación, ni ejemplares en las librerías. Todo fue muy raro.
Por cierto, el epígrafe era:
"Dios mio
si con el PRI
te ofendo
cada sexenio me sales debiendo".
POr