Un municipio de Nuevo León vio nacer a uno de los grandes caricaturistas universales y su ingratitud ha sido vergonzosa.
Ni el gobierno ni la sociedad, ni los cronistas, nadie ha sido capaz de levantar una piedra y decir que ahí nació don David hace casi 96 años.
Son una vergüenza las autoridades municipales de Villadama, del gobierno estatal y de la sociedad de Nuevo León.
Allá ellos y su cara dura.
