domingo, 31 de marzo de 2019

Historia para principiantes

Mi texto de Confabulario, del domingo 31 de marzo de 20119

Historia para principiantes


Desde el inicio de este sexenio, la historia de México ha sido un tema recurrente los discursos de López Obrador, siempre desde una visión maniquea, nutrida por la obra del monero Rius
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  POR AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ

Tal vez fue Carlos Monsiváis el primero que escribió que Rius era la verdadera secretaría de educación pública. No estaba errado, mi generación creció y se nutrió de las historietas, primero, y de los libros, después, escritos por Rius. Hace unos años, pude convivir de cerca con el monero, en la Universidad de Alcalá. Fuimos a una escuela primaria y vi la cara de asombro y terror de los niños españoles que eran acusados, con dedo flamígero, pues sus antepasados habían violado mujeres, asesinado a niños y explotado a nuestros antepasados durante varios siglos. Tuve que entrar al quite para aclarar que ello no era tal, que se trataba de fenómenos históricos y que ni ellos, ni nosotros, éramos responsables de un hecho así. Nos salvó la campana y nos fuimos a comer, sin mayores comentarios. He manifestado mi admiración por Rius, pero siempre he dicho que hay un pendiente: la revisión de su visión histórica y política.

En uno de sus últimos libros 2010 ni independencia ni revolución queda claro el maniqueísmo que nos brindó durante décadas. El propio título lo dice, negar esos movimientos equivale a negar que respiramos. Durante décadas mi generación lo leyó; en los CCH miles de estudiantes tuvieron como texto de consulta Marx para principiantes (creo que ese es uno los pilares de la visión errónea de Marx, en nuestra izquierda derrotada hoy, por ejemplo), a los cual me negué a dejar leer a mis alumnos cuando fui profesor de historia, en el plantel Vallejo.

López Obrador es parte de esta generación de lectores de una historia maniquea, anti-hispana, como la manifestada por Rius, quien señala que la base de nuestra nacionalidad “es la violación de las indias por los españoles, que somos hijos no deseados, de padres desconocidos, hijos, no del amor, sino de la fuerza bruta y animal, hijos rechazados por ambos lados. Esa fue la base de nuestra nacionalidad”. Este libro, como muchos otros, muestra una enorme ignorancia del momento histórico: “curiosa y alarmante reacción de aquellos pueblos mexicas ante el temor de los gallegos… en vez de unirse a Cuauhtémoc para combatir contra Cortés, ¡se unen al pinche conquistador!”.

Los mexicanos no hemos entendido que el territorio sobre el que hoy vivimos, fue un espacio fragmentado por decenas de pequeñas (y no tanto) nacionalidades en donde los mexicas, a quienes tenemos en un nicho, generaron una masacre y opresión a otros pueblos originarios a quienes aplastaron y esclavizaron, contrariamente a la visión que nos dio la historia oficial, en donde los llamados aztecas eran nuestros antepasados, la raíz de lo que somos, una historia que mi generación, la misma que AMLO, aprendió de los maravillosos libros de texto gratuito y que Rius machacó con mayor fuerza en toda su obra. Recuerdo que en 1992 me invitaron a un evento en la Universidad de Campeche, junto con un náhuatl, un maya, un hijo de exiliados españoles; el primero planteó la exigencia de que e idioma náhuatl se convirtiera en la lengua oficial, le respondí que me parecía una osadía enorme decirlo en tierras mayas y le aclaraba que todos le habíamos entendido gracias que hablábamos el castellano.

La historia de la antigüedad mexicana se ha leído así. Una historia donde sólo hay dos sopas, donde todo es blanco y negro, donde hay bueno y malos, fifís y chairos. Una graciosa historia a partir del verbo chingar lo demuestra: “Hace un chingo de años los indios éramos bien chingones, Cuauhtémoc era el gran chingón, pero llegaron un chingo de españoles y nos chingaron y desde entonces nos llevó la chingada”. La historia no puede leer con ojos contemporáneos; hacerlo así, no es historia, es hacer política, es mantener la mirada en una campaña política permanente.

Ojalá que los nuevos libros de texto sean realizados con una visión desde la nueva historia reflexiva e inteligente, y no desde el neopostivismo rencoroso, que busca el enfrentamiento, en lugar de entender que la historia es una manera de encontrarnos con nosotros mismos desde nuestro pasado.

jueves, 28 de marzo de 2019

Entre España y México. Poema de Pedro Garfias

Entre España y México



Este poema fue escrito por Pedro Garfias, hace casi 80 años, cuando viajaban a México a bordo del Siania, huyendo de la derecha fascista que parece renacer en el mundo. 

Es un poema clave para entender el amor entre dos pueblos: México y España, España y México.




A bordo del Sinaia

Qué hilo tan fino, qué delgado junco
—de acero fiel —nos une y nos separa
con España presente en el recuerdo,
con México presente en la esperanza.
Repite el mar sus cóncavos azules,
repite el cielo sus tranquilas aguas
y entre el cielo y el mar ensayan vuelos
de análoga ambición, nuestras miradas.

España que perdimos, no nos pierdas;
guárdanos en tu frente derrumbada,
conserva a tu costado el hueco vivo
de nuestra ausencia amarga
que un día volveremos, más veloces,
sobre la densa y poderosa espalda
de este mar, con los brazos ondeantes
y el latido del mar en la garganta.

Y tú, México libre, pueblo abierto
al ágil viento y a la luz del alba,
indios de clara estirpe, campesinos
con tierras, con simientes y con máquinas;
proletarios gigantes de anchas manos
que forjan el destino de la Patria;
pueblo libre de México:
como otro tiempo por la mar salada
te va un río español de sangre roja,
de generosa sangre desbordada.
Pero eres tú esta vez quien nos conquistas,
y para siempre, ¡oh vieja y nueva España!

sábado, 23 de marzo de 2019

El humor y los gatitos o la primera rechifla en serio

El poder desgasta. Hablar todos los días, sin decir nada, también.
     Ningún presidente en el mundo puede presumir de haber arrasado con una votación abrumadora, como AMLO. Pero la realidad es única.
     Tras prometer y prometer, la realidad empieza a imponerse a la demagogia de la campaña y hoy, lejos de cumplir, cada día anuncia nuevas medidas contrarias a sus promesas.

Recuerdo un chiste de hace dos décadas, dedicado a Fox que hoy se hace vigente, apenas cien días después de que tomara posesión.

En los últimos días de junio nacieron unos gatitos (según la página https://www.curiosfera.com/cuando-abren-los-ojos-los-gatitos-recien-nacidos/  Los gatitos recién nacidos no ven, ya que nacen con los ojos cerrados y es por eso que dependen completamente de su mamá. Pero no só

lo no pueden ver, sino que tampoco pueden oír, es por todo ello que no se alejan de la cama o el cobijo en el que han nacido ni se separan de su madre)

Ese día les preguntaron por quién votarían y en coro dijeron "Por Andrés Manuel, por Andrés Manuel". Uno de ellos dijo: no es perfecto, más se acerca a lo que siempre soñé.

Ciento diez días después, ya en la realidad, les preguntaron: La respuesta fue, no sabemos, pero por Andrés, desde luego que no.

El entrevistador preguntó la causa:

"Es que ya abrimos los ojos".

¡¡Play ball!

jueves, 21 de marzo de 2019

El humor en tiempos de AMLO y de Salinas

Nuestra historia es un terrible círculo bastante vicioso, que suele repetirse una y otra vez, y siempre de manera cada vez más trágica.
Cuando uno piensa que el futuro será mejor, que no habrá nada peor, aparece otro presidente que lo empeora.
Me recuerda entonces un poema del escritor catalán Jaime Gil de Biedma, llamado Triste historia, que dice:

De todas las historias de la Historia

la más triste sin duda es la de España, 
porque termina mal...

Solamente hay que cambiar España por México, obvio.

Pues bien, esto viene a cuento porque el día de hoy, 21 de marzo, aniversario del nacimiento de Benito Juárez, un luchador contra las fuerzas oscuras nacionales y extranjeras, el actual presidente, conservador emboscado, se inclinó ante la familia Trump y en una vergonzosa entrevista en lo oscurito lo recibió sin informar en absoluto a la sociedad. 

Este infame hecho, me recordó el chiste de la época de Salinas de Gortari, que recogí en mi libro Los mejores chistes sobre presidentes:


El presidente de la república, acompa­ñado de
su ministro Serra, acudió a la Casa Blanca.
Este llevaba los zapatos sucios, por lo que
el presidente le orde­nó que se los limpiara. 
     Un limpiabotas ofreció sus servicios. Levantó un poco la valenciana del pantalón para no ensu­ciarlo y lustró el calzado del ministro.
    Recién terminó, cuando se vio la figura del presidente gringo.
   Salinas miró que Serra tenía el pantalón levantado y, en voz baja, le dijo al oído: 
- ¡Bájate los pantalones!
A lo que el ministro replicó:
 ¡Ah, también eso!



martes, 19 de marzo de 2019

El humor en tiempos de López y de Porfirio Díaz

Hace unos años publiqué una compilación de chistes de presidentes. Fueron años de hurgar en la memoria colectiva, pues antes la represión a la caricatura, que se dió durante las décadas en que el PRI fue partido hegemónico, era imposible criticar al presidente, sólo quedaba la palabra.

Ahora siento un regreso a ese pasado cuando la intolerancia de AMLO busca evitar la crítica, por un lado, y por otro la perversidad de firmar un compromiso de no reelegirse, cuando ello está plasmado en nuestra Constitución.

Recordé un chiste del porfiriato:


Luego de terminar su primer período presidencial el general Díaz fue susti­tuido por Manuel González.
Una tarde llegó Díaz a visitar a su compadre, el presidente de la república, y le comentó:


—La verdad es que no tengo ambiciones presidenciales, compadre.
El presidente González no contestó nada, pero comenzó a buscar entre los cajones de su escritorio.
—¿Qué busca, compadre?
—Al pendejo que se lo crea, compadre.

sábado, 16 de marzo de 2019

La reelección que Porfirio Díaz no quería

En mi gustada sección del Cartón del mes, que publico en la revista Relatos e historias en México, hace apenas unos meses presenté un cartón de Santiago Hernández que muestra a Porfirio Díaz, dando la espalda a Protasio Tagle y diciendo "No quiero, no quiero échamelo en el sombrero", mientras Tagle, entonces ministro de justicia, deposita la boleta de aprobación de la reelección.

El poder es seductor y a personajes obsesivos de la presidencia seguro no lo dejará dormir pensando en cómo lograr seguir en la silla embrujada y maldita, aunque firme lo que firme. (Ya lo sabemos, más de una vez dijo que lo dieran por muerto).

Aunque diga lo que diga, no quiere, pero si quiere.

La eternidad es su sueño.

Aguas.

viernes, 15 de marzo de 2019

Presidente que se reelige se muere: Portes Gil


El poder enloquece a los gobernantes.
     No hay duda. 
    Christian Anderson hizo un excepcional retrato en su cuento El traje nuevo del emperador, donde muestra como el rey suele ser ajeno a la realidad. 
      En México, cada determinada época aparece un mesías que quiere salvarnos y quedarse en el poder para la eternidad, sobre todo cuando escucha el canto de las sirenas, lease sus súbditos, que le dicen lo hermoso que es, lo maravilloso que resulta.
     Emilio Portes Gil, que fue presidente de México, de manera interina al ser asesinado el general Álvaro Obregón, quien acaba de reelegirse, realizó un frase que sigue (y seguirá siendo vigente) 


Presidente que se reelige se muere

     La historia de los afanes reeleccionistas de Obregón la cuento en mi libro El general en la Bombilla.
     Ojalá que los nuevos mochos, no por falta de brazo, como Obregón, sino ideológicamente, logren entender ese fenómeno de nuestra historia.

viernes, 8 de marzo de 2019

Homenaje a Palmira Garza. Mujer caricaturista

Suelo afirmar que soy un privilegiado al poder investigar y escribir sobre muchos temas novedosos que han quedado impresos en periódicos, revistas y libros, listos para que alguien se anime y les dé continuidad.
Hoy leí en Twitter al humorista-escritor Bef hablar sobre Palmira Garza, una excelente caricaturista que tuvo una fugaz presencia en la prensa, suficiente para pasar a la historia de la caricatura como la primera humorista mexicana que tuvo frente a sí a una importante generación de caricaturistas como Rius, Vadillo, Heras, Almada, Rruizte, Aragonés, Helioflores y E Gómez, estos tres son los únicos que se mantienen activos y, junto con Heras, vivitos y coleando.
Palmira formó parte del grupo de mujeres caricaturistas que tuvieron cabida en mi libro Las moneras llegaron ya (2003), que tendría una segunda edición, corregida y aumentada, con otro título Siete moneras (2004)
El Museo de la Caricatura acogió esa exposición, con el apoyo del Instituto de Mujeres del Distrito Federal.
Me costó mucho trabajo dar con Palmira, que vivía en Cuernavaca. Mi amigo Eduardo Gómez encontró entre sus antiguas agendas su teléfono, la localicé y allá fui a dar. Estuve varias horas platicando y convenciéndola de que me diera permiso de publicar su obra. Al final aceptó, y vino incluso a la presentación del libro y a la inauguración de la exposición.
El despliegue de los medios fue impresionante: hubo notas en La Jornada Semanal, en Doble Jornada, en Reforma y en El Universal le dio tres planas, las páginas centrales y la primera plana del diario, hecho inusitado pues es muy raro que una noticia de cultura se convierte en casi la de ocho, como suele decirse en la jerga periodística.
Lo impresionante es que en esta, apareció el autorretrato de Palmira, que quedó conmovida, pues hacía años había abandonado la caricatura.
Me pidió no seguir promoviéndola más pues había sido demasiado. Cuando hice la segunda edición se negó a venir a presentarlo en la feria del libro y desde entonces le perdí la pista.

Hace algunos años, el caricaturista Soto quería su teléfono pero al marcar para pedir su autorización, nadie contestaba; ahora Bef escribe que falleció hace dos años y lamenté mucho no seguir su pista, pero quise respetar su deseo de no volver a tener reflectores.
Ahora, empero, me sumo al twitter de Bef: “Palmira Garza es una estupenda caricaturista. Su obra no merece ser olvidada. Hoy la recordamos en el #DiaInternacionalDeLaMujer como una precursora del cómic autoral en nuestro país”.
Así es, la obra de Palmira queda como enorme testimonio del humor gráfico de las mujeres mexicanas, al lado de otras grandes artistas como Cecilia Pego, que muestran su grandeza estética y la necesidad de seguir en el rescate de su quehacer como creadoras.

martes, 5 de marzo de 2019

Cartón del mes. Son los mismos

Este es mi cartón que, como cada mes, aparece en la revista Relatos e historias en México. Una espléndida obra del caricaturista regiomontano Santiago R. de la Vega un autor al que no le ha hecho justicia la historia de la caricatura, a pesar de ser uno de nuestros grandes artistas.
Su cartón, Dicen que son, retrata la diferencia entre los ministros porfiristas y los maderistas, dicen que son: LOS MISMOS PERROS. 
Cualquier diferencia de hace cien años con el hoy, no es coincidencia, es realidad



sábado, 2 de marzo de 2019

Consecuencias de la muerte de Obregón

Dibujo que le hizo León Toral antes de asesinarlo
Pasado mañana, 4 de marzo, el viejo PRI cumple noventa años; acabo de encontrar una entrevista, de hace una década, acerca de uno de mis libros, El General en la Bombilla, donde menciono este hecho. 





Hablan de consecuencias de 
la muerte de Obregón

Además del nacimiento del Partido Revolucionario Institucional, la muerte de Álvaro Obregón en 1928 trajo a México un sistema político que tuvo una vigencia muy sólida hasta el año 2000.
30/12/2008 | 00:00 AM
MÉXICO (NTX)._ Además del nacimiento del Partido Revolucionario Institucional, la muerte de Álvaro Obregón en 1928 trajo a México un sistema político que tuvo una vigencia muy sólida hasta el año 2000, cuando ese partido perdió la presidencia de la República, afirmó el investigador Agustín Sánchez González. 
A propósito de la tercera reedición de El general en la Bombilla, un ejercicio de documental en torno a la frustrada búsqueda democrática de los mexicanos, el especialista señaló que el deceso de Obregón significó la institucionalización de la Revolución Mexicana. 
A través de una ágil crónica, en el texto de 249 páginas y ocho capítulos editado por Planeta en su colección de bolsillo, Sánchez González presenta un mosaico de opiniones y anécdotas que recrean el contexto que rodea al crimen de quien fuera el 48 presidente de México. 
En cada una de sus páginas, vuelven los fantasmas de aquellos días que marcaron un parteaguas en la historia mexicana. 
"El libro es como una crónica de buenos y malos, lo que hago es detallar la vida de Obregón como la vida de su asesino José León Toral; la idea fue hacer un trabajo prácticamente policiaco. 
"Narro todo, desde el encuentro entre Obregón y Toral, hasta el asesinato del Presidente; se trata de una historia que está plasmada como un trabajo cinematográfico", explicó. 
El rumor de una conspiración de alto nivel y de una libre asociación de actores en un drama escandaloso, hace de este texto una pieza fundamental en la construcción de la memoria histórica de la Revolución y de sus componentes populistas. 
Y es que para el escritor, historiador y periodista, la idea era hacer una crónica narrada, en la que el lector vaya encontrando y sacando sus propias conclusiones. 
"No se trata de juzgar al asesino ni al asesinado, es más bien presentar lo que ocurrió. Obregón es un personaje que seduce mucho porque fue el único Presidente que fue solemne, capaz de hacer chistes por sí mismo", indicó. 
"Muchos de los capítulos se refieren a bromas y obras de teatro como La muerte de Don Adolfo, Las calles de Don Plutarco, El mocho muerto por un mocho, La concha madre, De calles y deportes y El desmoronamiento, es decir, juego mucho con el humor de la época", indicó. 

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...