viernes, 22 de febrero de 2019

Rius y los milicos

Ahora que se ha puesto a discusión la creación de la guardia nacional, viene a mi memoria los cartones de 1968, los escasos trabajo que mostraban el rechazo a su presencia en la vida civil.

Uno de ellos, apareció en la revista Sucesos para todos, y fue realizado por Rius, donde muestra la peligrosidad de tener al ejército metido en la vida cotidiana. (Aunque pareciera una etapa superada, me parece que está latente). 

Entre decenas de soldados, un solitario hombre levanta una pancarta pidiendo diálogo; otro grupo se acerca a un estudiante en un pupitre mientras pisotea la Constitución, mientras un campesino pasa por delante tarareando el fragmento del himno nacional Un soldado en cada hijo te dio...

Curioso, aunque no tanto, que los viudos de Rius (que se sienten sus herederos) no dibujaran nada sobre este lamentable momento de nuestra historia, embelesados por el cacique que nos gobierna.

miércoles, 20 de febrero de 2019

2019 en 1829. 190 años. Hoy igual que ayer

La caricatura es un retrato de la realidad. Claro, me refiero a esos dibujos que mueven y conmueven, no a las ilustraciones neobananeras que, jornada tras jornada, se publican para complacer al cacique.

En 1829, hace 190 años, se publicó esta caricatura: Progresos de la República Mexicana, en un panfleto político llamado El Toro, que mostraba la farsa de la nueva república.

La caricatura muestra una águila desplumada, sobre un cangrejo. Una primera lectura es sencilla: se trata de un país en ruinas, desplumado, cuyo progreso consiste en... ir para atrás.

Una caricatura de un ruso

llamado Alexey Kivokurtsev.

En octubre pasado, estuve en Alcalá de Henares, en el 25 aniversario de los encuentros internacionales de humor gráfico, uno de los eventos más importantes, sin duda, de la caricatura.

Antaño, había decenas artistas de todo el mundo y uno podía conocer a grandes personajes como Quino, Ziraldo, Palomo, entre muchos otros grandes del humor.

Este año pasado, octubre 2018, conocí a personajes de otras altitudes, como el egipcio Fawzy Morsy, un chino que no tengo su nombre,  el genial portugués Antonio Antunes (de quien quedé asombrado por sus caricaturas en el metro de Lisboa) y una de las mpás geniales humoristas que he conocido, Marilena Nardi, una italiana que ya había conocido, una semana atrás, en Venecia.

Estábamos comiendo, y todos tratando de entendernos en esa torre de babel del humor, pero el dibujo decía todo. 

Un ruso, que todos interpretamos pues no conocía más que el idioma ruso, dibujaba como ametralladora; le di un pedazo de hoja del menú y me retrató. 

Esta es la caricatura de esa tarde-noche de Alcalá; de esos días que uno se siente privilegiado por estar al lado de estos grandes artistas.
La hoja del menú en donde me retrató Alexey

domingo, 17 de febrero de 2019

Nuestras vidas son los Rius

El 3 de octubre de 2004, publiqué en La Jornada semanal este texto dedicado a Rius, con un retrato excepcional de un caricaturista poco conocido a pesar de ser uno de los más geniales caricaticaturstas: RAM



Nuestras vidas son los Rius

 
Así como Calzonzin o Nopalzin ya forman parte irremediable de nuestra iconografía nacional, el güerito de rancho y ojo azul que en su infancia respondía al nombre de Eduardo, y hoy al de Rius, es parte de nuestras vidas, es un personaje mexicano que se ha convertido en universal.Con medio siglo dedicado a los monos, y con setenta años de edad, ha dejado un reto enorme a los artistas mexicanos: más de cien libros, miles de cartones, decenas de personajes. Su obra sólo puede equipararse con el trabajo de José Guadalupe Posada, Gabriel Vargas o Abel Quezada, tanto en calidad como en cantidad.
Además, como este trío, su presencia abarca un universo genial: autor de historietas como Los Supermachos Los Agachados, donde plasmó con una gran eficacia, así como un amplio sentido didáctico, una generación crítica capaz de criticar... hasta al mismo Rius.
Porque más allá del aspecto subversivo que siempre se le ha reconocido, literariamente hablando hay que mencionar su gran capacidad para generar diálogos inteligentes y con sentido del humor.
Si bien se ha criticado la superficialidad en muchas de sus historietas y libros, Rius ha sido un precursor de todo: el marxismo (de Karl, no de Groucho), el feminismo, el vegetarianismo y muchos otros ismos, y a veces, pero sólo a veces, ha rectificado y asumido sus errores de concepción, como en el caso de la dictadura castrista, hecho que los ultras le reprochan, como si no hubiésemos un buen número de arrepentidos de haber aplaudido alguna vez (o muchas) al viejo patriarca.
Rius, como Posada, ha participado en innumerables revistas, desde Ja-Já (una excepcional revista que merece un estudio serio), hasta El Chahuistle y El Chamuco, pasando por La Garrapata; muchas de ellas han sido creación suya, como La Gallina, Marca Diablo y El Mitote Ilustrado, entre una larga lista.
Y qué decir de sus libros. Eduardo del Río es unos de los pocos autores mexicanos que, a pesar de los editores, puede vivir de las regalías que recibe por más de cien libros publicados en México y en el mundo, en un hecho totalmente insólito dentro de la creación artística. Vaya, ni la literatura chatarra ha logrado igualar ese fenómeno. Así es que Rius es el papá de los monitos, sin duda.
La estela que ha dejado tras de sí ha generado un mito que habrá que romper para que crezca aún más su presencia. No lo haremos hoy, que estamos de fiesta por su setenta años, por las miles de páginas que hemos disfrutado y (hasta) padecido durante cinco décadas.
Eduardo del Río, seguramente sin proponérselo, ha cruzado el umbral de la historia, colocándose al lado de genios de la caricatura como el trío mencionado antes, o como otros grandes moneros como el Chango Cabral, Andrés Audiffred, Carlos Neve o Marius de Zayas, por mencionar otro cuarteto del santoral monero.
Como genial caricaturista, Rius no ha estado exento de errores, retracciones o falsas visiones. Bien escribió un día que "la historieta lo absolverá".
Y si no, cuando menos lo absorberá.
 

viernes, 15 de febrero de 2019

¡Qué pena!, poema de León Felipe

León Felipe, por Ras
Este año se cumplen 80 años del arribo de miles de españoles que llegaron a México tras el arribo al poder del enano dictador Francisco Franco. 
León Felipe, ese gran poeta zamorano llegó a nuestro país en ese grupo de exiliados.
Este es uno de sus poemas, es tan actual y tan presente.


¡Qué pena!

¡Qué pena si este camino fuera de muchísimas leguas
y siempre se repitieran
los mismos pueblos, las mismas ventas,
los mismos rebaños, las mismas recuas!

¡Qué pena si esta vida nuestra tuviera
—esta vida nuestra—
mil años de existencia!
¿Quién la haría hasta el fin llevadera?
¿Quién la soportaría toda sin protesta?
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos, los mismos poetas!

¿Qué pena,
que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!

martes, 12 de febrero de 2019

Dos historias de Walt Disney: con Rockefeller y con Cri-Cri

Caricatura de Luis Carreño
No tengo idea de cuántos artículos he publicado en la prensa nacional. De pronto aparecen en la red y no deja de sorprenderme que, algunos, ni recordaba haberlos escrito. 
Este texto lo publiqué en La Jornada, el miércoles 5 de diciembre de 2001.




Dos historias de Walt Disney: 
con Rockefeller y con Cri-Cri
Agustín Sánchez González

Ahora que se cumple el centenario del nacimiento de Walt-Disney, cabe mencionar dos capítulos poco conocidos en su vida. 
         
Hace 50 años, en 1941, fue contratado por la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos del Gobierno de Estados Unidos, Nelson Rockefeller, con el objetivo de contrarrestar la propaganda fascista en América Latina.
         Rockefeller resaltó la importancia de México en la lucha contra el fascismo y como cabeza de los países de Latinoamérica. El papel de Walt Disney era encontrar un enfoque más eficaz para el tema del panamericanismo, como señala José Luis Ortiz Garza en su libro México en guerra, cuya tesis principal era buscar la unión fraternal de las naciones del hemisferio.

        El gobierno mexicano asumió con entusiasmo esa doctrina y celebró, el 14 de abril, el Día del Panamericanismo, al igual que en el resto del continente, "para defender la causa de América".
En 1941, Disney emprendió una gira para descubrir el enfoque de los propios latinoamericanos. Producto de este viaje es el corto Saludos, amigos, de 43 minutos de duración, que tuvo un formidable éxito. En México alcanzó una gran popularidad.
            Dos años después, en 1943, Walt Disney regresaría a México para recibir la medalla Águila Azteca, la máxima condecoración que otorga el gobierno mexicano a los extranjeros distinguidos. Junto con otros dos propagandistas, James Fitzpatrick y Louis Meyer, recibió ese "reconocimiento a sus méritos y como testimonio del aprecio que nos inspiran y el espíritu de sincera cordialidad con que han sabido acercarse a nuestro país y el fervor de su panamericanismo".       
      La ceremonia fue un claro respaldo a la propaganda estadunidense en el país, señala José Luis Ortiz Garza.
Fitzpatrick había filmado una serie de documentales sobre México, y Meyer era vicepresidente de la firma Metro Goldwin Mayer.
En 1944, Walt Disney realizó la película Los tres caballeros, calificada comercialmente de "fantasía panamericanista con dibujos animados y acción viva". En ella aparecen tres personajes, bastante estereotipados, de América: el estadunidense Pato Donald, Pepe Carioca, un loro que representaba a Brasil, y Pancho Pistolas, un gallo vestido de charro, obviamente mexicano.
Se trataba de mostrar la camaradería de tres personajes que representaban otras tantas lenguas que se hablan en América.
Cri-Cri es para los niños mexicanos
Por esa época, Walt Disney buscó a Francisco Gabilondo Soler para unirlo "a la causa de la democracia". Disney buscó persuadirlo de vender su personaje para hacer una película monumental, como Pinocho, filmada en 1940, basada en un cuento del escritor italiano Carlo Collodi, en la que curiosa y Coincidentemente aparece un personaje llamado "Pepe Grillo".
            Francisco Gabilondo le respondió: "Es un halago que se haya molestado en venir personalmente desde tan lejos, y es un honor querer y admirar a Cri-Cri. Créame que yo siento lo mismo por su obra, señor. Sin embargo, no deseo para mi grillito ese futuro que usted me ofrece. En México es la única inspiración libre y sana que han tenido los niños, sería injusto traicionarlos."
Ante la insistencia de Disney, Gabilondo recalcó: "De verdad, señor, le pido me comprenda, no soy egoísta, quiero dejar algo limpio cuando me vaya de este mundo, algo que me sobrepase, que viva por sí solo, que siga animando a los niños aun cuando pase el tiempo. Eso es lo que deseo para mi Cri-Cri".
Sería en 1963, ya en otro momento histórico, cuando por conducto del productor Carlos Amador, Walt Disney y Gabilondo Soler unieran su obra a través de la película, supuestamente autobiográfica, Cri-Cri el grillito cantor, en la que la canción Los cochinitos dormilones fue realizada en dibujos animados por el estadunidense.


https://www.jornada.com.mx/2001/12/05/09aa1esp.html

viernes, 8 de febrero de 2019

Posada y el Chisme


Una nota de La Jornada Semanal del 18 de mayo 
del 2008,  hace poco más de diez años. 

POSADA
y El Chisme

AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ


Durante quince años he seguido minuciosamente la vida y obra de 
José Guadalupe Posada Aguilar, un hombre maravilloso, cuya obra sigue 
asombrando a propios y extraños. En este mes de mayo ha comenzado 
a circular un nuevo libro, producto de este seguimiento.
     Existen miles de páginas en internet; decenas de artículos periodísticos, 
una docena de libros publicados en México; unas cinco tesis en la UNAM y, 
sin embargo, su leyenda va en aumento.
    Este libro sobre Posada, publicado por la Editorial Martínez Roca, contiene
muchas novedades, una nueva mirada, así como un buen número de imágenes
inéditas (como la caricatura de Heriberto Frías para el vespertino El Chisme; 
o las imágenes de un Rosario publicado en 1897) Por cierto que este
vespertino, El Chisme, es un tesoro de imágenes realizadas por don Lupe.
    Cuento algunas nuevas historias, como la de su hijo Juan Sabino, muerto a 
los diecisiete años, cuya acta de defunción descubrí al toparme con una escueta
nota en El Chisme, de la tarde del sábado 20 de enero; un día después lo
hicieron El Diario del Hogar, de Filomeno Mata, y El Popular, de Francisco 
Montes de Oca. La nota decía:
                     DEFUNCIÓN.- A las dos de la madrugada del día 18 del corriente,
dejó de existir en esta capital el joven Juan Sabino Posada, hijo del Sr.
D. José Guadalupe Posada, antiguo grabador y litógrafo muy estimado
en México por sus cualidades. Enviamos nuestro más sentido pésame al
Sr. Posada, deseando el eterno descanso para el alma del finado.
     Juan Sabino era tipógrafo y con su familia vivía en el cuadrante de
Santa Catarina (Hoy Nicaragua y Brasil), en un edificio muy grande con planta
alta, una escalera tipo y griega, que debió ser oficina de las “carmelitas”; 
es un barrio que antaño conformó una de las primeras congregaciones de la
Nueva España.
     En 1900, aquella era una zona sucia y peligrosa. El 21 de diciembre de 1899,
el periódico El Chisme publicó el “Testamento del año 1899” , donde se
describe la herencia para las calles de Santa Catarina: “Santa Ana y adyacentes,
convertidas en un hervidero de rateros, mesalinas desgreñadas
apestando a refino y consuetudinarios dando resbalones, como una muestra
de la actividad mexicana y de los progresos de nuestra industria”.
    En el “Testamento”, se describe una terrible radiografía: “Dejo a las casas
sin agua, las calles sin empedrado (pero llenas de cáscaras de plátano para
romperse todos los huesos), las pulquerías con unos mingitorios más
hediondos que una atarjea, y el pulque bautizado sin necesidad de cura,
sacristán y compadres. Dejo las fondas llenas de moscas, los guisos
llenos de pelos, la carne oliscada, los pescados manidos, y los
mendrugos con que líos marchantes se limpian los bigotes, sirviendo
para empanizar las costillas a la milanesa.”
    Otra historia que cuento es sobre La Biblioteca del Niño mexicano,
110 cuadernillos de pequeño formato e impresos en Barcelona, por la Casa
Maucci , escritos por Heriberto Frías e ilustrados por Posada.
     La Casa Editorial Maucci llegó a México en 1882 y fue un espacio
fundamental para nuestra literatura, ante la inexistencia de casas editoriales
en América Latina. Fundada por Manuel (Emanuele) Maucci, un emigrante
italiano que llegó a Buenos Aires en 1872, como vendedor de libros; Se
convirtió en editor y obtuvo gran éxito al producir libros en gran escala.
     Aprovechando la conmemoración del Cuarto Centenario del Descubrimiento
de América en 1892 se trasladó a Barcelona, donde formó parte de la gran
producción de libros en castellano destinada al mercado internacional. Se
trataba de literatura publicada para las masas: largas series de novelas
traducidas del francés, inglés o italiano; libros de medicina popular y de
“conocimientos útiles” como diccionarios, enciclopedias, textos escolares y
obras de espiritismo y ciencias ocultas.
     En las colecciones Maucci de los “grandes maestros” y “grandes pensadores”,
se podía leer a autores clásicos como Miguel de Cervantes o Shakespeare.
Además, la Casa Maucci comenzó a distribuir aleluyas y romances, hojas
multicolores de gran formato, con historias hechas a través de cuadros
que son consideradas como precursoras del comic; también exportaba
novelas románticas y costumbristas, diversos folletos, etcétera.

      La Biblioteca del Niño Mexicano tiene un gran valor cultural pues es uno de
los primeros esfuerzos por acercar la historia a los infantes, a quienes se
comenzó a valorar a partir del triunfo de los liberales. Historias como éstas
podrán leerse en este libro que comienzo con la crónica de la muerte de don
Lupe, en 1913 y cuya leyenda comenzó una década después, pues en vida
nadie le hizo caso; murió en el abandono y la miseria total, en un pequeño
cuarto de una vecindad de Tepito; sus restos fueron depositados en la fosa
común y, siete años después, sus huesos terminaron como calaveras del
montón.



150 años del nacimiento de Luis G. Urbina


Luis G. URBINA (1868-1934)

Este 8 de febrero se cumplen 150 años del nacimiento de uno de los grandes escritores mexicanos: luis G. Urbina.
      Poeta, cronista, periodista, crítico e historiador de la literatura. "Tanto como un gran poeta, escribe Carlos González Peña, es magnifico prosista en las letras patrias".
     Urbina fue un escritor precoz. A los veinte años se nombre ya figuraba al lado de los modernistas a quienes sobrevivió, pues murió cuando el siglo veinte había pasado su primer tercio.
   Es uno de los grandes cronistas mexicanos, continuador de la obra de Gutiérrez Nájera cuya lectura es imprescindible para entender el México que transitó al nuevo siglo.
     Este es uno de sus poemas:

  HUMORISMOS TRISTES


Mientras tocan Chopin el buen maestro,
o el poeta neurótico recita,
yo charlo con la hermosa señorita,
en voz baja, del último siniestro.

¡Y sufro mucho!... ¡Bah! Pero soy diestro
en sonreír y en ocultar la cuita;
mi tristeza es amarga, es infinita…
mas ¡qué apacible regocijo nuestro!

Estoy vencido al fin; cesó la lucha;
yo quedo triste y ella indiferente;
su amor fue poco y mi desgracia es mucha;

y entre tanto, burlona y sonriente,
ella, en el fondo del salón, escucha
del joven barbilindo el flirt corriente.



José Guadalupe Posada: retrato de un anarquista catalán






La obra de José Guadalupe Posada se encuentra por todas partes, es una caja de sorpresas permanente. 
Hace tiempo  publiqué acerca del vínculo que tuvo con Barcelona al publicar, en esa maravillosa ciudad, La Biblioteca del Niño Mexicano; también, en esa ciudad me topé con una escultura dedicada al maestro Mariano Fortuny, el pintor catalán del que Posada realizó algunas copias.
Pero ahí no termina todo, ahora encontré un retrato que hizo a Paulino Pallas y que publicó el el periódico El Tiempo, de Victoriano Agüeros.

Pallás fue un anarquista que realizó un atentado en Barcelona, en 1893, contra el general Martínez Campos, en las Ramblas.

El anarquista fue atrapado al instante, condenado a muerte y ejecutado diez días después del atentado.

Este intento frustrado fue el primero de una serie de hechos violentos por los anarquistas a finales del siglo XIX.

Posada hizo un espléndido retrato que muestra su maestría, como pueden ver.


sábado, 2 de febrero de 2019

El nacimiento de José Guadalupe Posada

Este capítulo forma parte de mi libro La portentosa vida de José Guadalupe Posada, que puede adquirirse en versión e-book, o en libro tradicional








De muertes y vida

En este pueblo, que con el correr de los años se convirtió en uno de los cuatro barrios de la ciudad, nació José Guadalupe, a las diez de la noche del día 2 de febrero de 1852. Llegó al mundo en una pequeña y humilde casa de la entonces calle de Los Ángeles,
Era el día de la Candelaria, cuando se celebran las candelas, las velas que iluminan de alegría al mundo pues se conmemora la presentación del Niño Jesús en el Templo, al celebrarse los cuarenta días de haber nacido, según la tradición católica. Es pues, en el ritual católico, día de fiesta en muchos lugares de México y del mundo.
Pero no había luz, sino tinieblas.
Aguascalientes era azotada por el llamado "cólera grande" que había provocado, en los últimos veinticuatro meses, cerca de diez mil muertes.
En la Historia de Aguascalientes, Agustín González anota que tan sólo en 1850 sucumbieron cinco mil personas, la quinta parte de la población. “Por lo mismo y por haber cundido el pánico, no se vieron en esta época los actos de abnegación, de caridad cristiana que hemos visto durante las invasiones de matlazáhuatl y de viruela... Algunos enfermos sucumbían en el abandono y en medio de los más intensos dolores. La vista de las montañas de cadáveres que se formaron en los cementerios era pavorosa y se llegó a decir que, a causa de la precipitación y el temor al contagio, muchas personas  fueron enterradas vivas”.

Prácticamente no hubo una sola familia que no perdiera cuando menos a uno de sus miembros; hubo casos extremos en que la familia entera desapareció.
A finales de la década de los cuarenta la cifra de muertos se había duplicado; a esa calamidad se sumó la crisis económica y comercial; el abandono de las cosechas o la pérdida de las misma debido a la propia crisis.
El periódico La Imitación, en su “Conclusión del año de 1850”,  se leía:
 “El año de 850 acaba, pero su memoria quedará  perenne en el corazón de tantos y tantos pobres que han quedado en la orfandad; hará época en los anales de la vida humana, porque sus días de execrado recuerdo serán siempre el objeto del “llanto lastimero”  de las viudas, del gemir prolongado de los huérfanos.”
Tal vez esa fue uno de esos recuerdos imborrables que quedaron para siempre en la memoria de un niño que padeció este dolor o escuchó de gente muy cercana, con tristeza.
¿Y quien explicaba lo que pasaba? ¿A quién se responsabilizaba?

viernes, 1 de febrero de 2019

Cartón del mes. La constitución y los últimos constituyentes


En este número de febrero rescato -en mi sección del "cartón del mes", que aparece publicada en la revista Relatos e historias en México-, una caricatura atribuida a Daniel Cabrera que muestra a los constituyentes sobrevivientes de la constitución de 1857, al lado de una mujer que representa la carta magna, toda parchada y pobre, como la han dejado con tantos cambios.




ADIÓS querido Ziraldo

 El 6 de abril falleció uno de los grandes caricaturistas de este mundo: Ziraldo Alves Pinto, que firmaba como Ziraldo, Premio Quevedos, 200...