lunes, 20 de mayo de 2019

Macuspana News




En 1987 viví un par de semanas en Cuba, becado por la Escuela de Radio y TV. En aquella época, parece la prehistoria hoy, revisé con entusiasmo militante los medios de comunicación cubana. Leía, es un decir, el Granma, Juventud Rebelde y un par de publicaciones del mismo estilo, cuyas noticias eran las mismas que el de la publicación madre.
Veía la Tv Cubana, había telenovelas mexicanas, soviéticas, húngaras, no recuerdo si chinas, pero los noticieros siempre empezaban con la palabra del Comandante en jefe. Claro, pasaban alguna película cubana, el béisbol y los seriales musicales, que eran, sin duda, lo mejor.
En la radio sonaba salsa con grupos no tan buenos como los que conocíamos en México (Celia Cruz, Sonora Matancera, etc.) aunque de pronto aparecía Oscar de León (que al poco tiempo lo vetaron), Willie Colón, Rubén Blades (también vetado, después, por el Comandante Silvio Rodríguez).
De cualquier forma, mi sueño de un mundo feliz, de una sociedad de ruptura no se rompía aún pues la gente fingía muy bien.
“Es un vino agrio, pero es nuestro vino", me dijo un amigo, citando a José Martí.
Había un chiste por las calles que decía que cuando querían ser optimistas, leían la prensa cubana para enterarse de que todo era maravilloso.
Aunque el Pejismo poco tiene que ver con esa izquierda, salvo la amistad de López con Silvio, me parece que si se emparenta con el sistema de comunicación que empieza a implementar el gobierno de AMLO, con programas de TV a modo como sucede los últimos estrenos de yanqui Ackerman con Sabina Berman, en un mano a mano de halagos al Señor; el programa de Nosotros los H. Gómez (menos digerible que el de su hermano Facundo), la deificación del ganso o el programa de los ilustradores de El Chamuco, encabezado por el director de Formación Política del PRIMOR.
Canal 11 empieza a convertirse en TV Macuspana y Radio UNAM va corriendo el mismo preocupante proceso y perdiendo la pluralidad y el perfil universitario que debería tener.
 RTC aun no muestra sus garras y NOTIMEX se ha convertido en el aparador de una señora enfermiza que parece odiar al mundo entero.
Es pronto para evaluar, sólo es una muestra de lo que empieza a suceder en un mundo donde no hay más ruta que la vereda que conduce a Macupana

No hay comentarios:

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...