
En ese sentido, durante años he hurgado en la vida de muchos personajes y he realizado muchas lecturas de los mismos.
Uno de los casos donde me siento más afortunado, y tal vez el más notorio, es el descubrimiento de el acta de defunción del hijo de José Guadalupe Posada.
La historia de Posada fue manipulada durante muchos años, con lugares comunes, con historias falsas. En 2007, en un golpe de suerte y tras buscar durante años pistas de Posada, me encontré una breve noticia en El Diario del Hogar, que decía:
DEFUNCIÓN.-
A las dos de la madrugada del día 18 del corriente, dejó de existir
A las dos de la madrugada del día 18 del corriente, dejó de existir
en esta
capital el joven Juan Sabino Posada, hijo del Sr. D. José
Guadalupe Posada, antiguo grabador y litógrafo muy estimado
en México por sus cualidades. Enviamos nuestro más sentido
pésame al Sr. Posada, deseando el eterno descanso para el
alma del finado”.
Guadalupe Posada, antiguo grabador y litógrafo muy estimado
en México por sus cualidades. Enviamos nuestro más sentido
pésame al Sr. Posada, deseando el eterno descanso para el
alma del finado”.
Busqué la noticia en otros medios y, como si fuera boletín de prensa, la encontré en otros dos periódicos: El Popular, y en El Chisme.

La alegría fue intensa, una entrevista en el periódico El Universal, del 12 de septiembre de 2007 da cuenta de ello. http://www.eluniversal.com.mx/cultura/54020.html
Juan Sabino, pues, murió hace 115 años en la hoy calle de República de Nicaragua, entonces llamado Cuadrante de Santa Catarina, en un punto equidistante entre el Zócalo y Tepito.
Esta es la historia de ese descubrimiento, mismo que más de uno han querido escamotearme.