jueves, 4 de enero de 2018

98 años de la muerte de Benito Pérez Galdós

Caricatura de Loredano
Hay autores que resultan de una riqueza inagotable. Pérez Galdós es uno de ellos. 

Escritor infatigable, con una vasta obra que ya forma parte de la literatura universal y que sigue tan vigente, inspirando a muchos autores contemporáneos como Almudena Grandes que, de alguna manera, le rinde homenaje a través de su Historia de una guerra interminable.

Pérez Galdós, también, fue modelo de muchos autores mexicanos desde el siglo XIX, como Ireneo Paz, el abuelo de Octavio Paz, quien escribió sus Episodios nacionales, como lo hizo Galdós.

A mi me encanta.





A uno de los grandes cineastas, Luis Buñuel, sirvió de inspiración para crear dos joyas de la cinematografía universa: Nazarín y, o Tristana.

Este 4 de enero, se cumplen 98 años de su muerte que aconteció en el barrio de la Moncloa, a la vuelta del emblemático café Van Gogh.


Hace unos meses me encontré una placa afuera de la casa en que vivió en el Barrio de las Letras, en Madrid, al lado de la Plaza del Ángel, que Octavio Paz menciona en su magistral poema Piedra de sol. 





También me tomé una cañita en La Fontana de Oro, que sirvió de inspiración para la novela del mismo nombre. Todo Madrid está permeado de su obra.

Sean estas caóticas notas un recuerdo de uno de nuestros grandes autores que no necesita ser recordado, pues su obra lo mantiene vivo ya para siempre.

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