sábado, 6 de mayo de 2017

Nocturno A, de Carlos Pellicer

Un poema del tabasqueño Carlos Pellicer
Pellicer por Rogelio Naranjo


NOCTURNO "A"

Noche. Mar de silencio. Van las meditaciones 
desenrollando lentas sus claras devociones. 
El faro del espíritu clarea esas ondas suaves 
que van ampliando el círculo de sus evoluciones 
para regir el curso sereno de las naves. 
La paz del alma que sabe cantar sus horas 
vela esa vida íntima de tramas seductoras 
en que el dolor se ama. ¿Por qué? ¿Resulta acaso 
que ese dolor es sombra de un cariño? Las horas 
te dirán en silencio: camina paso a paso. . . 
Mienten las horas. Mienten. Mata la indiferencia 
que no sabe del triunfo de una linda cadencia; 
si paso a paso vas por la vida, jurando 
que has vencido, te engañas: esa pobre creencia 
guardamos los que siempre vivimos adorando. . .

Adora el desaliento de esa melancolía; 
no huyas de la grata penumbra que concede. 
El ave del crepúsculo canta la melodía 
¡de lo que pudo el alma, de lo que el alma puede! 

Alegría, una gota, que esa gota bendita 
habrá caído al vaso que gozará la flor... 
¡Bríndasela a tu alma para toda la vida
en el regio festín que presida el dolor!

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