Contrario a lo que se piensa, las calaveras hechas por Posada son muy poquitas, en relación al total de su obra.
No se ha inventariado aun, pero no existen, o se conocen, más de cincuenta calaveras.
Se calcula que Posada realizó alrededor de dos mil obras o sea....
Menos del tres por ciento de su obra, dedicada a las calaveras.
Así pues, la industria de la Catrina, que como se puede ver en la estampa original que aquí se muestra, se ha convertido en un fenómeno comercial curioso.
Habrá que estudiar esa historia, esa conversión de algo que en sentido estricto no existió y que ahora se ha vuelto algo tan burdo como las catrinas en tanga, en fiesta de disfraces, y en tantos absurdos y ridículas como "las catrinas que enseñan el vientre" (curioso que Posada ni cuerpo le dibujara), o como un francés oportunista que hace unos meses presentó un espectáculo de calaveras en caballo, o como la patética delegación Cuauhtémoc que busca establecer Récord guinness, en un festival con nombre anglosajón: Fest Mx.
Lo más ridículo, es que su convocatoria señala que no se aceptará ningún maquillaje que no sea referente a las catrinas. ¿Sabrá el ignorante redactor de esta convocatoria cuál es ese maquillaje?
No pretendo ser un puritano de las festividades pero creo que el fenómeno de la Catrina se está convirtiendo en algo tan burdo que nada tiene que ver, pues, con lo que se supone que se promueve: la tradición nacional que, por otra parte no es tal.
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