Resulta
obvio que las once litografías realizadas por Posada, en El Jicote, no pudieron ser las primeras, pues debió ejercitarse
desde algún tiempo atrás; es probable, también, que las ideas hayan sido
proporcionadas por sus colegas o por su propio hermano Cirilo.
Pero
más allá de cualquier otra cosa, es claro que estas litografías, son una
muestra que ya vislumbraba la grandeza de Posada.
Primera función de maroma |
El fraude electoral |
En ellas se denotaba la
influencia de publicaciones como La Orquesta y de otras más, como El
Padre Cobos, de Ireneo Paz, con quien colaboraría más adelante.
En esos
años, artistas como Constantino Escalante, Santiago Hernández y Alejandro
Casarín eran referencias fundamentales en su vida artística, lo mismo que José
María Villasana, que por esos tiempos había vivido en la vecina San Luis
Potosí, realizando las litografías en La
Ilustración Potosina.
El Jicote se convirtió en una publicación emblemática en la historia de la prensa
ilustrada gracias a la presencia de ese joven de 19 años que iba a convertirse
en uno de los grandes ilustradores del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario