El 23 de diciembre de 2006, publiqué este artículo en Confabulario, de El Universal, es una historia que pareciera repetirse cada siglo.
CARTOGRAFÍAS
El Presidente Chocolate
EN LA ÉPOCA PORFIRIANA,
DON NICOLÁS ZÚÑIGA Y MIRANDA, abogado y científico, se colocó, en paños menores
y frente a la luna de su ropero, una banda presidencial; así se autonombró
presidente del pueblo. A continuación, la historia.
AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ (c)
En 1880 un excéntrico
personaje llamado Nicolás Zúñiga y Miranda comenzó una larga carrera que asombró
a los mexicanos. La primera vez que supe de él fue a través de la película México de mis recuerdos (1943), de Juan
Bustillo Oro, donde Joaquín Pardavé realiza una de sus grandes interpretaciones
como Don Susanito Peñafiel y Somellera. En una reunión de bohemios, se anuncia
la aparición del presidente y don Susanito piensa en don Porfirio, pero para su
sorpresa aparece ni más, ni menos, que "el presidente" Zúñiga y
Miranda, interpretado por Max Langler.
En
1931, El Universal Gráfico obsequió a
sus lectores el libro Don Nicolás de
México (El eterno candidato). Vida, aventuras y episodios del caballero
andante, Don Nicolás Zúñiga y Miranda, una espléndida biografía de este
personaje tragicómico escrita por Guillermo Mellado, autor de libros como En la Cárcel de Belén.
Zuñiga
y Miranda nació en Zacatecas y era hijo de una familia "de bien";
desde pequeño alcanzó un especial talento para la lectura y el conocimiento,
por lo que en cuanto tuvo edad razonable se le mandó a la ciudad de México a
estudiar abogacía.
Las matemáticas y la astronomía eran también
sus aficiones. De tal suerte que en 1887 logró predecir, por casualidad o por
estudios, un temblor. Tras convencer al director del periódico El Siglo XIX, se
publicó la noticia que, por supuesto, causó gran alarma en la población. Ese
día tembló y la fama de Zúñiga se acrecentó.
Se
la pasaba leyendo día y noche tratando de adivinar nuevas catástrofes, anunciando
inclusive el fin del mundo lo que, por supuesto, nunca sucedió, por lo que su
fama de erudito se fue desvaneciendo, la gente comenzó a burlarse de él,
llegando inclusive a mantener un duelo del que salió ileso.
Pasado
ese momento se olvidó de sus predicciones y se tituló de abogado, al tiempo que
Porfirio Díaz daba inicio a la campaña para su reelección. El grupo de
compañeros de Zúñiga acordó formar un partido político y postular a la presidencia
a don Nicolás. A partir de entonces comenzó a llamarse "el candidato del
pueblo".
A
pesar de sus escasas posibilidades de perder la presidencia, el dictador inició
una persecución que condujo a la cárcel al candidato. A los pocos días fue
sacado de Belén y marchó a su casa desde donde empezó a modificar su conducta.
Escribe
Mellado: "Cierta mañana, encontrándose en paños menores, de improviso fue
a sacar del cajón de una cómoda una banda tricolor, la que con todo respeto
cruzó al pecho, para después ir a contemplarse en una luna que había en el
ropero. Se erguía su figura, mirábase cómo le caía aquella insignia, daba paso
a un lado y a otro y monologaba a sí Mismo". Entonces se percató de la
presencia de doña Ramona, su casera, a quien dijo: "No se vaya usted, la
he llamado porque he querido que sea la primera dama que reconozca en mí al Presidente
de la República. Como ve usted, puesta la banda tricolor en mi pecho, llevo la
representación más alta del país. De Porfirio Díaz no me ocupo, es un
usurpador".
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El
libro de Mellado es una delicia. La historia del eterno perdedor, quien
"sentía nostalgia por la derrota", se repitió una y otra vez, cada
cuatro años, e incluso ya concluida la revolución se postuló contra Venustiano
Carranza. Esta nostalgia, para nuestra desgracia, es la misma que siempre
acompaña a la izquierda.
Zúñiga
y Miranda fue un hombre solo, no tenía esposa pues, según su creencia
espiritista, no existía ninguna mujer que fuera "uno", como él o como
"sus pares, Aristóteles, Moisés o Jesucristo".
Aquel
buen hombre terminó siendo el hazmerreír de la sociedad entera, aquel distinguido
científico y noble abogado se volvió motivo de risa, como es hoy otro "candidato
del pueblo" que se ha autonombrado Presidente de México.