sábado, 11 de enero de 2020

Centenario de Chava Flores/ 1

Una entrevista que me hizo un gran reportero, Manuel Bello, en NOTIMEX y publicó La Jornada, hace 7 años.

Hoy se cumplen 26 años de la muerte del juglar moderno de la ciudad de México
Chava Flores fue un crítico políticamente incorrecto, afirma Agustín Sánchez
Foto
Chava FloresFoto Notimex
Periódico La Jornada
Lunes 5 de agosto de 2013, p. a13
Salvador Flores Rivera, conocido como Chava Flores, es un compositor crucial para comprender un momento de gran relevancia en la sociedad mexicana, pues en sus canciones retrató los primeros pasos del desarrollo urbano del Distrito Federal. Hoy cumple 26 años de muerto.
Nació en La Merced, en la calle de La Soledad, aunque sus biógrafos señalan que creció en Tacuba, la colonia Roma y Santa María la Ribera. En la Unidad Cuitláhuac vivió hasta 1986, año en que se mudó a Morelia, Michoacán. En 1933 falleció su padre, por lo que desde muy joven empezó a trabajar. Tuvo infinidad de empleos: fue costurero, encargado de almacén, cobrador, vendedor ambulante, administrador de una ferretería, propietario de una camisería y una salchichonería, así como impresor.
Para Agustín Sánchez, investigador e historiador, Chava Flores fue un cronista con varios rostros, “pues en su caso este término se aplica de manera muy eficaz, como lo señaló en su momento Carlos Monsiváis, quien lo pone junto con Gabriel Vargas, como uno de los grandes narradores de la vida del país.
Con su música se convirtió en un juglar moderno que hablaba de la vida en una ciudad achaparrada, de quinto patio cuando todavía no había condominios de quinto piso. En ese contexto el compositor retrató de manera magnífica el acontecer ciudadano, pero también ejerció la crítica política en un momento muy complejo, de mucha represión. Lo hizo con una elegancia enorme.
Maravilloso manejo del albur
Con sus canciones hizo críticas al regente de la ciudad de México Ernesto Uruchurtu Peralta, quien estuvo en el cargo entre 1952 y 1966. Temas como Las gladiolas hacen escarnio de las políticas aplicadas durante su mandato, refirió Sánchez.
“Este es un aspecto de su vida que poco se ha valorado. La parte de cronista es la más difundida, pero la de crítica casi no se ha estudiado, a pesar de que regaló temas como La vecindad de la Lupe, en la que es evidente la postura que asume frente al gobierno del mencionado gobernante. En otro sentido, está también el manejo maravilloso que hizo del albur, como La tienda de mi pueblo.
Chava Flores fue un crítico políticamente incorrecto que defendió a la ciudad de México –la cual le perteneció– ante las arbitrariedades que cometió Uruchurtu Peralta. Compuso canciones críticas muy fuertes; desde luego, incluyó a los granaderos de 1968. Las antologías musicales dedicadas a esa época no pueden estar completas sin sus canciones”.
Por los trabajos que realizó en su juventud, tuvo la oportunidad de conocer todos los aspectos de la ciudad, entrar en contacto con sus habitantes y acumular la experiencia necesaria para luego desarrollar su labor como compositor. Los barrios, calles y colonias de la ciudad de México son sus personajes centrales, con las cuales creó hermosas imágenes de la vida cotidiana del pueblo.
El tema que le dio popularidad al inicio de su carrera fue Dos horas de balazos, al que siguió La tertulia, ambas grabadas por la compañía RCA Victor en 1952. A la par de este proceso, comenzó a presentarse en carpas y cabarets de la ciudad, lo cual favoreció su fama en el resto del país, en América Latina y en Estados Unidos.
Para 1976 ya había grabado siete discos de larga duración, y era dueño de la disquera Ageleste. Apareció en siete películas, entre ellas Mi influyente mujer, La esquina de mi barrio, Rebeldes sin causa, Bajo el cielo de México, El correo del norte, La máscara de la muerte y ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano? Sus canciones fueron interpretadas en diversas películas por actores como Germán Valdés Tin Tan y Pedro Infante (por ejemplo El gato viudo y La tertulia, respectivamente).
Agustín Sánchez refirió que “Chava Flores es un personaje múltiple que como muchos otros grandes de nuestro país aún está por descubrirse y estudiarse, realmente creo que no se ha hecho lo suficiente en ese sentido, no hay un recuento de su obra que vaya más a allá de la forma mítica con que en ocasiones se presenta a este tipo de creadores. En su caso hace falta un estudio muy serio y objetivo para mostrar su grandeza.
“Junto con Gabriel Vargas, Carlos Monsiváis y Salvador Novo, Flores es uno de los artistas que conceptualizaron la forma de ser de los habitantes de este país y específicamente de la ciudad de México.
Su legado ha permanecido a través de los años, aunque fue mayormente difundido en los 70, cuando abundaron los grupos en las peñas que interpretaban sus canciones. Intérpretes como Amparo Ochoa y Óscar Chávez, tomaron como punto central los temas del cantautor.

No hay comentarios:

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...