Me recuerdo caminando por 5 de Mayo, rumbo a Eje Central, cuando sonó mi celulary era un reportero del periódico Reforma, pidiendo mi opinión acerca de la petición de retirar la estampilla postal de Memín debido a que, según los ignorantes gringos, era racismo. Ya en una nota anterior puse la entrevista. Seguí caminando y llegué al maravilloso Palacio Postal y compré dos planillas como esta.
Al día siguiente fue la locura, colas de ciudadanos llegaba a comprar las estampillas. Los 750 mil timbres que se tiraron se agotaron en el acto. Fue tanto el furos que debieron dosificarlos. "En la página de remates Ebay.com, este viernes había más de 60 ofertas para comprar timbres postales, revistas o colecciones enteras de Memín, que iban de los 10 dólares por una estampilla hasta más de 300 dólares por cinco planillas completas", publicó La Jornada ese día.
Historias de moneros.
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