miércoles, 11 de enero de 2017

MIS LIBROS: La vida en México 1910-2010

Vuelve la gustada sección Mis libros


Una serie de notas acerca de los treinta y pico de libros que he escrito y publicado, la mayoría están agotados y los H editores, por extrañas razones de la vida, no los han reeditado, a pesar de que muchos de ellos se vendieron rápidamente.


Por cierto, nunca he entendido a los editores, se quejan de que la gente no compra libros y hay muchísimos que se agotaron hace tiempo y jamás aparecen de nuevo; otros se quedaron en las bodegas ante la ineficiencia de las editoriales (o de las distribuidoras, como Colofón, por ejemplo) que jamás distribuyen como dios manda. Sé que hay muchos libros, pero no todos tienen la gracia y el privilegio de la reedición.
En fin.
Con mi amigo Humberto Musacchio que presentó
el libro en la Sala Manuel M. Ponce,
del Palacio de Bellas Artes

Hoy les cuento de uno de los libros que me han gustado más: La vida en México 1910-2010, que originalmente se había concebido como una antología de crónicas pero que al final, gracias a un estupendo editor y lector como Gerardo de la Cruz, lo convertimos en una miscelánea de textos, para que pudieran caber muchas historias.

En el prólogo señalo: "este libro no es sólo un recuento de sucesos encadenados por el mismo pretexto: convertir la memorias de la ciudad  en una gozosa lectura conformada por una colección de artículos y textos fuera de contexto; en una revista de obsesiones y encuentros de una vasta metrópoli, capaz de leerse sin caer en la tentación temática, sino en la busca de la pluralidad de su propio ser en un siglo que empezó una década después".

Este fue el boletín de prensa: 

Apunta Agustín Sánchez González en el prólogo de La vida en México (1910-2010) que fue una ardua y compleja tarea compilar las múltiples visiones y memorias que sobre la Ciudad de México tienen (o han tenido) periodistas, cronistas, escritores, músicos y poetas.

Los más de cincuenta artículos que reúne este volumen reflejan con exactitud y amenidad las muchas ciudades que conjuga la capital de la nación, espejo de un país que es muchos países a la vez. Algunos de los autores seleccionados son Federico Gamboa, Alfonso Reyes, José Juan Tablada, Ricardo Garibay, Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Juan Villoro, Fabrizio Mejía Madrid y muchos más.

El objetivo fue integrar una selección fresca rica y diversa que mostrara con viveza la cotidianidad de la ciudad durante un siglo, un siglo que comenzó tarde ─con la celebración del Centenario de la Independencia y el fin del porfiriato─ y que terminó con la conmemoración del Bicentenario. El resultado: un mirador de las transformaciones de México y el mundo.

El curioso lector encontrará en este libro lo mismo la puntual crónica de la Decena Trágica que la del culto a san Juditas, los días 28 de cada mes, en la iglesia de San Hipólito, a la que bandas de chavos acuden para cumplir con una dinámica tradición “mazahua-skatopunk”, en la que santería y drogas se juntan abigarradamente.

Se lee aquí cómo ha evolucionado el consumo de drogas y la venta al menudeo en unos cuantos años, y también cómo se ha degradado el queso, sí, el queso que se consume ahora no se compara con el que probara el periodista José Alvarado en su época.

Está en el libro la dinámica puntual que se vivió en las calles de Madero, 5 de Mayo y Masaryk, en las colonias Roma y Anáhuac, en el Hipódromo, la Merced, Lecumberrri y en Xochimilco, o en el famoso festival de rock en Avándaro y en el Centro Histórico el 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas de la mañana. A fin de cuentas, este libro producirá fascinación y espanto, un efecto como el de la misma ciudad, según lo expresa Juan Villoro: México es una suerte de mujer barbuda, de cuyo abrazo sus habitantes no se pueden desprender.

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