La muestra, que lleva el título 'Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana' y organizan el Instituto Quevedo del Humor, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Embajada de México en España, se inaugura el próximo martes 23 de septiembre a las 13:00, y estará abierta al público hasta el próximo 2 de noviembre.
El ilustrador mexicano José Guadalupe Posada fue un cronista excepcional de la historia cotidiana de su país entre finales del siglo XIX y principios del XX. Por medio de sus dibujos y viñetas, el autor, a quien admiraba profundamente el muralista Diego Rivera, captó la marginalidad, la tragedia, la risa, la fe o la muerte, para transmitir una imagen de su cultura que aún hoy está presente en los artistas mexicanos de las generaciones más recientes.
La muestra Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana, que ya fue expuesta entre junio y septiembre en Cádiz, con gran éxito, se encuentra dividida en once núcleos temáticos: los primeros años del artista; sus ilustraciones de cuentos infantiles, los juegos que ilustraba, las fantasías y los horrores; las imágenes religiosas, las tragedias, lo chusco y cómico, la vida cotidiana, los personajes, las fiestas y, finalmente, las famosas calaveras del autor.
De esta manera, en palabras del comisario de la exposición, Agustín Sánchez González, que durante más de quince años ha realizado una profunda investigación alrededor de Posada, "se pretende destacar que la fama e inmortalidad de este artista radica en que su obra estaba presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana, que fue el gran ilustrador de lo mexicano y que su obra sentó las bases del arte mexicano contemporáneo".
De familia muy humilde, José Guadalupe Posada tuvo, desde muy pequeño, una clara afición por el dibujo. Su hermano Cirilo lo animó a apuntarse, siendo todavía un niño, a la Academia Municipal de Artes y Oficios de Aguascalientes. Con quince años ya era considerado un artista, y enseguida comenzó a colaborar en la revista El Jicote. Con 19 años creó la primera de sus famosas calaveras, y tras mudarse a León (México), diversificó su producción: trabajó en publicidad diseñando etiquetas de puros, cigarros o cerillas, y también realizó estampas religiosas. Posteriormente, se trasladó a la ciudad de México, ya como un artista de prestigio, conocido como ilustrador de periódicos y revistas, y allí comenzó a trabajar con el impresor comercial Antonio Vanegas Arroyo, casa impresora que hoy en día conserva el mayor número de sus trabajos, y en cuyo taller Posada elaboró miles de ilustraciones sobre los acontecimientos que impresionaban al pueblo mexicano: catástrofes, milagros, crímenes, escándalos... Y si bien Posada no fue un retratista político en sentido estricto, hizo caricaturas en torno a acontecimientos políticos de su tiempo, a favor y en contra de Porfirio Díaz, a favor y en contra de la Revolución.
La exposición Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana forma parte del programa de la XXI Muestra Internacional de las Artes del Humor. La organizan el Instituto Quevedo de la FGUA, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Embajada de México en España, en colaboración con el Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM y la Universidad Autónoma de Aguas Calientes. Será inaugurada el próximo 23 de septiembre, a las 13:00 horas, con la presencia de Fernando Galván, rector de la Universidad de Alcalá; Javier Bello, alcalde de Alcalá de Henares; Agustín Sánchez González, comisario de la exposición; y Roberta Lajous, embajadora de México en España. Estará abierta al público hasta el próximo 2 de noviembre en el Antiguo Hospital Santa María La Rica de Alcalá de Henares.
La muestra Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana, que ya fue expuesta entre junio y septiembre en Cádiz, con gran éxito, se encuentra dividida en once núcleos temáticos: los primeros años del artista; sus ilustraciones de cuentos infantiles, los juegos que ilustraba, las fantasías y los horrores; las imágenes religiosas, las tragedias, lo chusco y cómico, la vida cotidiana, los personajes, las fiestas y, finalmente, las famosas calaveras del autor.
De esta manera, en palabras del comisario de la exposición, Agustín Sánchez González, que durante más de quince años ha realizado una profunda investigación alrededor de Posada, "se pretende destacar que la fama e inmortalidad de este artista radica en que su obra estaba presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana, que fue el gran ilustrador de lo mexicano y que su obra sentó las bases del arte mexicano contemporáneo".
De familia muy humilde, José Guadalupe Posada tuvo, desde muy pequeño, una clara afición por el dibujo. Su hermano Cirilo lo animó a apuntarse, siendo todavía un niño, a la Academia Municipal de Artes y Oficios de Aguascalientes. Con quince años ya era considerado un artista, y enseguida comenzó a colaborar en la revista El Jicote. Con 19 años creó la primera de sus famosas calaveras, y tras mudarse a León (México), diversificó su producción: trabajó en publicidad diseñando etiquetas de puros, cigarros o cerillas, y también realizó estampas religiosas. Posteriormente, se trasladó a la ciudad de México, ya como un artista de prestigio, conocido como ilustrador de periódicos y revistas, y allí comenzó a trabajar con el impresor comercial Antonio Vanegas Arroyo, casa impresora que hoy en día conserva el mayor número de sus trabajos, y en cuyo taller Posada elaboró miles de ilustraciones sobre los acontecimientos que impresionaban al pueblo mexicano: catástrofes, milagros, crímenes, escándalos... Y si bien Posada no fue un retratista político en sentido estricto, hizo caricaturas en torno a acontecimientos políticos de su tiempo, a favor y en contra de Porfirio Díaz, a favor y en contra de la Revolución.
La exposición Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana forma parte del programa de la XXI Muestra Internacional de las Artes del Humor. La organizan el Instituto Quevedo de la FGUA, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Embajada de México en España, en colaboración con el Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM y la Universidad Autónoma de Aguas Calientes. Será inaugurada el próximo 23 de septiembre, a las 13:00 horas, con la presencia de Fernando Galván, rector de la Universidad de Alcalá; Javier Bello, alcalde de Alcalá de Henares; Agustín Sánchez González, comisario de la exposición; y Roberta Lajous, embajadora de México en España. Estará abierta al público hasta el próximo 2 de noviembre en el Antiguo Hospital Santa María La Rica de Alcalá de Henares.
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