miércoles, 28 de febrero de 2018

La Catrina nació en Tepito



La Catrina nació en Tepito, Agustín Sánchez González

0
144
Más allá de la Catrina…
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de noviembre (Quadratín México).- “La Catrina”, inmortal personaje de José Guadalupe Posada (1852-1913) que ha sobrevivido en la cultura popular mexicana, posiblemente fue realizado en Tepito, señaló hoy aquí el periodista e investigador Agustín Sánchez González (1956).
Entrevistado previo al paseo literario titulado “La ciudad de Don Lupe. Más allá de la Catrina. Imprentas, periódicos y casas donde vivió”, Sánchez considerado uno de los especialistas más importantes en la vida y obra del grabador hidrocálido, refirió que la “Calavera Garbancera”, bautizada así por el muralista Diego Rivera, se piensa fue creada en el llamado “Barrio Bravo”.
Dijo que en la Avenida de la Paz número 6, lo que hoy es Jesús Carranza, casi esquina con Granaditas, donde se encontraba una vecindad, hoy un complejo habitacional, Posada dibujó su obra cumbre, el grabado de La Catrina.
“Parece ser que fue ahí, pues fue de las últimas obras que realizó en ese lugar, pues murió en Tepito en enero de 1913”, detalló.
Acompañado por un grupo de personas y a propósito del centenario luctuoso de este artista popular, visitaron los lugares donde habitó este cronista gráfico en la Ciudad de México, desde que llegó a los 36 años de edad, en el año 1888, hasta 1913, año en que murió.
Se visitaron las distintas casas donde habitó, la vivienda donde murió en Tepito, pasando por las casas en donde estaban las imprentas y periódicos donde trabajó.
Es un recorrido por las diversas casas que he ido descubriendo a lo largo de casi 20 años de investigar a Posada. Por lo general se hablaba de la casa que está en la calle de Moneda y donde hoy se encuentra el Palacio de la Autonomía.
Según González, ahí, hubo una vecindad que Justo Sierra derrumbó en 1910 y ahí más tarde se creó la Universidad.
Enseguida se trasladaron a la calle de Moneda No. 5, hoy convertida en una tienda de accesorios y “chácharas”, entre Santa Inés y Correo Mayor. El recorrido continúo en la calle de El Carmen número 6, hoy también convertida en una tienda de accesorios de belleza.
Más tarde, se trasladaron a la calle Del Carmen 47, hoy un café de chinos y lugar en donde los grabadores Ángel Zamarripa y Erasmo Cortes, mandaron a poner una modesta placa de cemento en la que aseguraban que Posada había muerto en dicho lugar, lo cual es falso, a decir del propio González.
El recorrido entró en la recta final cuando se trasladaron hasta la calle de Nicaragua, entre Brasil y Perú, lugar donde murió su hijo, Juan Sabino, a los 17.
“Aquí tuvo su taller e hizo muchos de los carteles que hoy resguarda el Archivo Histórico del Distrito Federal”, señaló.
El paseo concluyo en el barrio de Tepito, en avenida de la Paz número 6, lo que hoy es Jesús Carranza, casi esquina con Granaditas, lugar donde dijo, murió el artista.
Para Sánchez, la idea de este paseo, es insistir en las facetas desconocidas de Posada, en tratar de desmitificarlo un poco en el sentido de su propia grandeza, en descubrirlo antes de que se convirtiera en un mito, cuando se le conocía simplemente como don Lupe, señor que hacía sus dibujos por doquier.
QMX/ntx/arm

martes, 27 de febrero de 2018

La portentosa vida de José Guadalupe Posada. Edición E-pub

Este sábado 3 de marzo,  a las 18 horas, presento la edición digital de mi libro La portentosa vida de José Guadalupe Posada, publicado por Ediciones Txto


 Esta es una historia basada en hechos reales; no pretende decir la última palabra sobre la vida de José Guadalupe Posada, pero sí abrir una brecha en torno a su desmitificación; tampoco pretende censurar al gran personaje, como quienes se erigen en jueces de un artista cuya genialidad estética y ética está por encima de cualquier etiqueta política. Es además, una historia de muchos olvidados –Ireneo y Arturo Paz, Manuel Manilla, Heriberto Frías, Francisco Montes de Oca– y de una época satanizada.

Este libro cuenta, también, las otras historias del resto de la producción artística de Posada e incluye más de cien de sus obras, pues hasta ahora, la sociedad no especializada, sólo reconoce sus calaveras.
Es también una historia de las ciudades donde vivió, de las habitaciones que moró, del mundo que soñó y dibujó, en un país que transitaba del siglo XIX al XX.

Esta es la portentosa historia de José Guadalupe Posada Aguilar.


jueves, 22 de febrero de 2018

Adiós Antonio Fraguas ¡Viva, vive, vivirá siempre Forges!

Desde hace años conozco la obra de uno de los gigantes de la caricatura: Forges, cuyo nombre real fue Antonio Fraguas de Pablo. 
A pesar de ser de los más importantes humoristas gráficos en el mundo, fue un hombre sencillo, que con su obra retrató el último medio siglo español, sobre todo el proceso de transición de la dictadura a la democracia.
Desde 1994 mantenía su chiste diario en el diario El País, con un humor inteligente que gestó, sin duda, el pulso de un país entero.

Hoy me enteré de su muerte por un mensaje que me envío un amigo en común.
Lamento la muerte de Antonio Fraguas, sin embargo sé muy bien que la obra de Forges permanecerá como parte del patrimonio universal del humor gráfico.
Más aun lamento haber cruzado apenas unas cuantas palabras con él, en los encuentros de humor gráfico que año con año se desarrollan en Alcalá de Henares, en el Instituto Quevedo del Humor, de donde era Director técnico.

Forges ya no estará con nosotros, se suspende su colaboración diaria, su obra, eterna, permanecerá para siempre, como estos cartones que tomé de su página de twitter. 

viernes, 16 de febrero de 2018

El historiador de la "Roja"

Hoy 16 de febrero, Ricardo Ham publicó esta nota en torno a mi trabajo. Gracias Ricardo



La literatura y el periodismo mexicano han tenido un idilio histórico muy sólido, relación esta que se ha vuelto madura con los escritores que de alguna u otra forma han fijado su mirada en las diferentes desgracias y hechos policiacos cuya singularidad han traspasado las barreras del tiempo.
La nota policiaca, en su transitar entre la pena y el análisis, ha servido como escuela para los jóvenes periodistas y como reto ante las plumas consagradas; no son pocos los escritores y pensadores mexicanos que en algún momento de su quehacer literario se han detenido a documentar o abordar algún tema extraído de la nota roja.
Esos mismos pasos los ha seguido Agustín Sánchez González, consolidado escritor, exitoso analista y activo participante en redes sociales, que ha centrado su aguda mirada en documentar personajes y revivir crónicas policiacas que recoge a través de su oficio de historiador que lo ha llevado a ser autor de más de 30 libros. Su gusto por la caricatura mexicana lo acercó y convirtió en un respetado biógrafo de Gabriel Vargas y José Guadalupe Posada, éste último personaje imprescindible en la prensa dedicada a la criminalidad, incluso, Agustín reunió  en un solo tomo todo un siglo de historia de los caricaturistas de El Universal. 
La vivaz mirada del historiador lo ha orillado al estudio de otros temas: Los magnicidios, la corrupción, el humor, además de una serie de libros dedicados a la compilación de casos extraídos de la nota policiaca nacional. Uno de los primeros es el publicado en 2007 “La Banda del automóvil gris” editado por Ediciones B, en el que revisa el famoso caso de la banda delictiva más importante del México revolucionario, sin dejar pasar la polémica versión cinematográfica que incluye el fusilamiento de la banda.
De igual forma, Ediciones B lo acompaña en el libro “Terribilísimas historias de crímenes y horrores en la Ciudad de México en el siglo XIX” amplio texto que aborda 77 años de prensa policaca mediante la crónica de cerca de 80 casos distintos, el autor se da el lujo de explicar el origen del término “nota roja” que según el historiador se origina por un pliego de papel marcado con una mano color rojo que anunciaba el homicidio de un alto mando militar.
Una versión actualizada y aumentada de este texto llegó a las librerías bajo el título de “Crímenes y horrores en el México del siglo XIX, nuevamente en el sello de Ediciones B, Sánchez González retoma las crónicas de autores como Guillermo Prieto, Federico Gamboa y Juan de Dios Peza, textos de nota roja pura que, a decir de Agustín Sánchez: “reflejan otra forma de ver a México, desde los bajos fondos, desde la cañería”

martes, 13 de febrero de 2018

José Guadalupe Posada y el amor


La obra de Posada es de una riqueza inagotable, pero la flojera intelectual la ha restringido a las calaveras, generando una vulgarización de su obra. La Catrina, por ejemplo, se ha convertido en especie de botarga.
Lamentablemente las autoridades culturales, plagadas de personajes ignorantes, como por ejemplo el caso de Aguascalientes, siguen promovido visiones sobre la Catrina y dejando de lado la majestuosa obra de Posada.
Por ser día del amor y la amistad, quiero mostrar las portadas de las cartas de amor de Posada.
Hace unos años, en 1984, se publicó un pequeño libro para iluminar llamado José Guadalupe Posada y el amor, de Carlos Haces y Marco Antonio Pulido, que recogía algunas de estas imágenes, acompañadas de canciones de antaño y de bolero de Gonzalo Curiel y Luis Alcaraz.
El amor, como el humor, es inexplicable, como el propio ser humano lo es. Posada, para quien nada de lo humano le era ajeno, como escribió Terencio, no pudo dejar de lado este tema en su obra y lo retrató una y otra vez.
Vaya pues, este legado de este gran artista que está más allá de la Catrina y de las ignorantes autoridades (y algunos creadores) ignorantes de la vastedad de obra de Posada.

domingo, 11 de febrero de 2018

Fenomenología de lo prieto o quema mucho el sol



Para mantenerse en el poder, el PRI ha recurrido a miles de trampas, miles de prestaciones, miles de controles y/o miles de transformaciones.
Ha tenido dirigentes históricos de excepción, como don Jesús Reyes Heroles, un genial historiador, un verdadero liberal, no como el mamarracho que se asume como tal mientras engendra un amasiato con la ultraderecha. Pero también ha tenido presidentes como Ochoa Reza que me recordó la anécdota de Fidel Velázquez al opinar sobre equis político de quien dijo que tenía un solo defecto: ERA TONTO.


Vivimos en una sociedad que sataniza, bombardea, pontifica, agrede, jode y que, a la par, mantiene una actitud sumamente hipócrita. A Meade le han dicho Queso de puerco, Manchado, Pinto o Meado. Todos nos reímos por el problema físico del candidato priista y nadie se ofende. Guardan repetuoso silencio.

López insulta a su grey llamándole Solovino, como el perro triste y abandonado que retrató Abel Quezada. Y no sólo no se ofenden, se sienten felices de que su líder les llame así.


Pero llega un político como Ochoa, suelta un mal chiste y las redes lo acusan de todo. No he leído aun si lo demandarán ante CONAPRED.

¿Es malo decir prieto? Hoy un amigo me decía “A ti por qué no te llaman racista por llamar prietos a los prietos?
Mi respuesta es que yo nunca he llamado prietos a los solovinos; llamo PRIeta al partido que representa la refundación del PRI y al que no pusieron prieta por pudor. Y no me dicen racista, aunque ya lo intentaron algunos caricaturistas tendencia pejesús, hace meses.

¿Es malo ser prieto? En miles de hogares mexicanos, durante años, prieta es un sobrenombre de cariño, jamás de insulto; una hermosa canción del siglo XIX se llama La prietita Clara y era interpretada por la inolvidable Amparo Ochoa; hubo una gran cantante de ranchero, Queta Jiménez, que portaba orgullo el sobre nombre de La Prieta Linda; Miguel Aceves Mejía, cantaba Prieta linda que decía: “Nuestras vidas son ahora muy distintas tu eres de otro y yo sigo siendo tuyo, el cariño que me diste mi prietita, no lo niegues prieta linda no lo niegues..”

Mejor aún, es la interpretación de Octavio Paz a la invención que hizo José Guadalupe Posada en torno a la magia blanca y magia negra al afirmar que Posada había creado un término estético diferente: la magia prieta.

jueves, 8 de febrero de 2018

Cartón del mes: La obra temprana de José Guadalupe Posada

Ya está circulando la gran revista Relatos e historias en México y como cada mes, presento el cartón del día: uno de los primeros dibujos de José Guadalupe Posada, uno de nuestros grandes maestros.

Se trata de una litografía realizado en 1871, cuando Posada tenía apenas 19 años y donde ya denota la gran maestría.

Es una pena que las autoridades culturales de Aguascalientes sigan dormidos y mantenga una gran deuda con la obra de Posada, pues en su Museo nunca se han montado estos trabajos que, por cierto, son de los pocos conocidos realizados en esa ciudad.

Es por ello que siempre digo que Posada es un chilango, pues ni Aguascalientes ni León, la otra tierra donde ejerció su arte, han tenido la  inteligencia de mostrar su obra como se debe.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...