martes, 4 de diciembre de 2018

Cartón del mes. Impopularidad

Como cada mes, en la gran revista Relatos e historias en México, cerramos el año con un cartón dedicado a Francisco I Madero que apenas tenía dos meses de presidente y su popularidad caía a pasos agigantados. Este cartón es, también, un homenaje a Ernesto García cabral que este año cumplió medio siglo de habernos dejado, aunque su obra, como esta, es eterna y, por cierto, bastante actual


Renato Leduc, siempre tan actual

Tiempo en que era Dios Omnipotente
Y el señor don Porfirio presidente
Tiempos ¡ay...! tan iguales al presente


Renato por Rius



¡Cuánto usurero barbón..!
¡Ay jijos… cómo les vuela
de la levita el faldón…!
¡Ay jijos… ya se nos hizo:
triunfó la revolución…!

Ya se están muriendo todos
¡Jesús qué desilusión…!
se está volviendo gobierno
¡Ay Dios…! La revolución.

¡Quién te lo había de decir
gritona Revolución
que hincada habías de asistir
hasta la Coronación…!

¿Qué haremos en esta casa
cuando queramos hablar…?
nos van a poner mordaza
canónica y secular…

La Cultura en el ASÍ ES

En 1985, Gustavo Hirales me invitó a editar la página cultural del periódico Así es, el órgano oficial del Partido Socialista Unificado de México, entendiendo algo que pocos políticos han valorado: la importancia del arte y la cultura en la política.

Durante cerca de dos años viví esa gran experiencia donde tuvo la dicha de compartir con algunos personajes notables (y otros no tanto) de la izquierda mexicana, como José Woldenberg.

En esa sección invité a los periodistas culturales que, a pesar de ser jóvenes, ya brillaban con luz propia como Víctor Roura, que era editor de cultura en la novísima La Jornada, entonces un excepcional diario, moderno, atractivo, inteligente; Andrés Ruiz, coeditaba la sección de cultura en El Universal, con don Paco Ignacio Taibo como editor y que abrió el periódico a un grupo de jóvenes escritores e ilustradores y que mostró un rostro poco usual en los medios (y en la política): sin sectarismo ni censura, y con gran inteligencia nos brindó la oportunidad de escribir en un gran medio como es este periódico centenario; Víctor Ronquillo, colaboraba en varios medios, o el espléndido cronista Emiliano Pérez Cruz. Lo interesante es que este grupo sigue en activo hoy, sin dejar se hacer lo que hacen muy bien: escribir.

El escritor Salvador Castañeda me regaló un fragmento inédito de su novela La patria celestial y colaboró un par de veces más. También participaron la poeta Frida Varinia, la hoy promotora de ópera Sylvia Rittner; el poeta Arturo Trejo Villafuerte; los rockeros Armando Vega-Gil y Francisco Barrios, de Botellita de Jérez, que estaba en pleno auge; Jorge Pantoja, Martha Arrieta, Adán Atayde y Javier Cadena, amigos del Museo del Chopo, Ariel Martínez y otros más que ahora no recuerdo.

Fue un gran aprendizaje, sin duda, y una aportación al periodismo que se hacía en la hoy desaparecida izquierda, con una idea ajena a los patrones dogmáticos y sectarios, pues las páginas de Así es se abrieron a profesionales de los medios como el mencionado Roura que publicó, entre otras cosas, una Breve autobiografía en la prensa rockera. Todo esto, ante el azoro y rechazo de quienes se creían dueños de la cultura del partido desde el viejo PCM.

Me tocó cubrir la nota del fallecimiento de uno de los grandes escritores comunistas: Juan de la Cabada, a la par que rescate un texto de Heraclio Zepeda, que había grabado de un programa de Radio Educación, dedicado a Juanito.

Una de las partes que contribuí fue la publicación de una serie de textos escritos por los niños (que hoy deben ser cuarentones), que participaron en el Taller de expresión escrita, del curso de verano, Suelte a sus fieras, en el Museo del Chopo, por cierto que ahí escribí un cuento infantil que ni siquiera recordaba (y que publicaré más adelante).

Con ese número prácticamente se acabó la sección cultural pues se suprimieron páginas ante el nacimiento del gran fracaso que fue el Partido Mexicano Socialista, antecedente de lo que sería el otro grandísimo fracaso: el PRD.

Reitero mi satisfacción de abrir las páginas a periodistas culturales, jóvenes y en activo lo que permitió su profesionalización. 

Con el nuevo partido, el PMS  (o Medio Socialista, le decíamos) salimos de la redacción y la cultura también desapareció.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Volver a marchar, volver a empezar

Cuando muchos de los personajes que hoy están en el poder militaban en el PRI y perseguían a opositores, en los primeras marchas después del 68, empecé a participar en las movilizaciones en contra de la represión, el autoritarismo, el control sindical y campesino; nuestra marchas clamaban por la democracia.

Personajes como AMLO era un ferviente militante del PRI, igual que Monreal, Ebrard, Camacho Solís (ambos base y sustento de Carlos Salinas de Gortari) y muchos más, aunque había peores: Manuel Bartlet era jefe de gobierno de la Secretaría de Gobernación desde donde se daban las órdenes de espionaje y de represión, por ejemplo, para la masacre del 10 de junio de 1971.

En esas marchas salíamos con miedo pues halcones y granaderos amenazaban sutilmente, y no tanto, a  quienes se atrevían a protestar en las calles.

En 1976 participamos por vez primera en las elecciones con un candidato sin registro, Valentín Campa, uno de los héroes de la clase obrera que, ni por asomo, menciona el presidente actual y que había sufrido cárcel y represión durante muchos años por el delito de disentir.

En 1982 ya tuvimos un candidato desde la izquierda histórica, Arnoldo martínez Verdugo, otro héroe de la izquierda mexicana, un gran promotor de la democratización de este país y al que, tampoco, se le menciona por AMLO. Ese año, por vez primera, desde 1968, recuperamos el Zócalo. Jaime Avilés dejó testimonio de esa historia en su libro Zócalo Rojo.

Comenzaba una normalidad democrática que permitió, incluso, excesos de grupos ultras y de infiltrados que robaban y saqueaban impunemente, al lado de grandes manifestaciones por las más diversas causas.

Este año, gracias a una alianza con los grandes capitales, con grupos de derecha y ultraderecha y con la mermadas fuerzas que quedaba de la izquierda, tras 18 años de campaña política, ganó la elección presidencial de manera legítima y contundente, Andrés Manuel López Obrador.

Desde su campaña empezó a mostrar un talante autoritario y anti democrático, ilegal a todas luces, expresado, de manera especial, a través de consultas ilegales que generaron malestar social; hubo una protesta hace unas semanas y, hoy, una más.

Miles de personas salimos a la calle a protestar contra el autoritarismo, en una rara mezcla de ideologías, sin una cabeza clara;  personas que acudían a rechazar por las medidas implementadas por AMLO, por el futuro del país. Era encabezada con una manta en contra del autoritarismo

Pero también contra la militarización, en contra de la suspensión de las obras del aeropuerto de Texcoco o contra el Tren Maya.

La inexperiencia se veía a leguas, las consignas escasas, los gritos también.

Fui, inmerso en una masa anónima, preocupado por el autoritarismo que se nota en estos primeros meses de un gobierno que se siente por encima de todo, incluso de la ley.

Este país, tan amante de los caciques requiere tener un gobierno de contrapesos y hoy los partidos están tan mermados que necesario confirmar nuevas fuerzas, por eso hoy estuve ahí, a volver a empezar un movimiento que puede prender o no, pero que puede ser la expresión social del malestar que, muy pronto, comenzará a notarse pues el autoritarismo amlosiano, continuará, sin duda alguna

sábado, 1 de diciembre de 2018

AMLO y el asunto de la reelección

"El humor no dice la verdad, pero devela la mentira", señala el doctor Juan Manuel Álvarez Junco, un gran artista y un excelente teórico del humor. Esta frase vino a mi mente después de escuchar a Andrés Manuel López Obrador, al tomar posesión como presidente, su insistencia en negar que no va a reelegirse.

 ¿Había necesidad?Lo pensé a la par que recordé un chiste que compilé en mi libro Los mejores chistes sobre presidentes: 



Luego de terminar su primer período presidencial el general Díaz fue susti­tuido por Manuel González.
Una tarde llegó Díaz a visitar a su compadre, el presidente de la república, y le comentó:
 —La verdad es que no tengo ambiciones presidenciales, compadre.
     El presidente González no contestó nada, pero comenzó a buscar entre los cajones de su escritorio.
—¿Qué busca, compadre?
—Al pendejo que se lo crea, compadre.

Vino a mi mente después de escuchar a Andrés Manuel López Obradora, en su toma de posesión como presidente, su insistencia en negar que no va a reelegirse.

¿Era necesario decirlo? Creo que no, pero no me sería raro que en el inconsciente lo estuviera ya tramando lo cual, a decir verdad, resulta muy peligroso en un país en donde suele suceder tragedias que nadie desea.


Las innumerables reelecciones de Benito Juárez gestaron el levantamiento armado de Porfirio Díaz bajo el lema "Sufragio efectivo, no reelección", frase que se le aplicaría al mismo Díaz al estallar la dolorosa revolución mexicana, encabezada por Francisco I.Madero.


En 1928, Álvaro Obregón busca una reelección y fue asesinado hace noventa años, por un fanático religioso en una historia que nunca quedó muy clara pero que, de nuevo el humor, resolvió. Cuando alguien preguntaba quién mató a Obregón, la respuesta era muy sencilla: Cálles... e la boca.


Afanes reeleccionistas han existido en todo el siglo XX, Migue Alemán o Carlos Salinas de Gortari fueron dos ejemplos de una soterrada campaña que buscó la reelección.


Ojalá me equivoque y no terminemos actuando como Manuel González para empezar a buscar, "al pendejo que se lo crea".


sábado, 24 de noviembre de 2018

Discriminación y sexismo en la caricatura del Tren Maya (te)


Desde que se volvió figura pública, hace más de dos décadas, Andrés Manuel López Obrador ha mostrado ser una persona misógina. Recuerdo el primer debate, para candidato a Jefe de Gobierno, cuando a Tere Vale, la desdeñó groseramente y le dio valor en tanto era esposa de un secretario de estado.

Años después, descalificó a la Diputada Ruth Zavaleta, diciendo "que el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, “le agarra la pierna a todo el que se deje, políticamente hablando”, la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, quien el lunes se reunió con el funcionario federal, respondió molesta: “me extraña este tipo de comentarios de un político que consideré podía dar un salto a ser un estadista y que con sus comentarios, pues se rebaja a ser, pues un buscapleitos de taberna”.

Y así, hay decenas de ejemplos de su machismo soterrado.
Ahora, mientras lanza una espuria consulta, pone en circulación un anuncio para promover el Tren Maya (te), donde los personajes son hombres, blancos y barbados, estilizados (incluso él, que se molesta tanto que lo retraten con la edad que tiene).
Las mujeres que aparecen son estereotipadas, pareciera sacados de un mitin de la clase media folclórica y no de la zona maya; el colmo es que el hombre que utiliza el tren, trae un sombrero norteño que nada tiene que ver con el sombrero de esa región. Creo que no fisgonearon bien el tema.

AMLO confirma que su gira por el país, pagada por nosotros, los contribuyentes, durante 18 años, no sirvió más que para atragantarse de mole, pero no para conocer el país pues hasta ahora se dio cuenta de la violencia y de que es necesario continuar con su militarización.


 (Para Dulce María_chica fifí, que me dio la idea sin enterarse de ello)



La caricatura como premonición


1. Hace algunos meses había publicado como la sumisión acepta y aplaude los insultos. me refiero a AMLO cuando dijo a sus partidarios Solovino y, casi nadie de ellos sabía a qué se refería. Era un perro triste y solo cuyo futuro le era lejano.

2. Ahora, un anacrónico personaje llamado Félix Salgado Macedonio, famoso por sus borracheras y por permitir que Acapulco aumentara ostensiblemente la violencia cuando fue alcalde y que ahora, gracias al milagro de la reproducción de la canalla, es Senador.
Pues bien, Salgado recuerda a un diputadete llamado Briagoberto Memelas, personaje de Gabriel Vargas, famoso por sus borracheras, andar de pistolero y ser un cacique  gandalla y prepotente que este borrachín, con menos gracias, imita.




3. Los Simpson son geniales.
 En uno de sus capítulos más inteligentes, el alcalde realiza una consulta para ver como gasta el presupuesto y aparece un charlatán (no es riobó, pero se le parece) para venderles un monorriel, tal como sucede ahora con el proyecto del tren Maya-te y que algún caricaturista del infierno, seguramente, dibuja una campañita de historietas para convencer al público de la maravilla de ese proyecto.

La caricatura, ahora convertida en una ilustración a favor del poder por parte de otrora críticos.



Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...