sábado, 21 de abril de 2018

Bolitas para robar incautos

Todos los robos son malsanos, pero estos, que juegan con la ingenuidad (y con el sueño de hacer rico sin trabajar) no tienen abuela. Esta historia sucedió en 1994, y ha vuelto a suceder cada equis tiempo pues, nunca faltan los que caen.




Hace unas semanas hablaba del ejército de pobres que aparece todos los días por la ciudad y el país entero; su uniforme es la miseria y su futuro, a pesar de los discursos triunfalistas y duros de pelar y creer, está por verse, como diría alguno de los cantantes invidentes que andan por el Metro.
No es que uno sea vidente, más bien, es tan evidente para quienes estamos atentos al cielo urbano; así, uno puede darse cuenta de cómo anda la cosa. Digo esto pues acaba de descubrirse un enorme fraude con unas bolitas de PH de las que hablaba en aquella crónica y que ahora se encuentra que la mejor definición de PH es, obvio, la pura histeria de lo que se transaron.
Vaya usted a saber cuántos cientos de incautos clasemedieros cayeron en el complejo fraude. Resulta que los sueños de tercera mano, de riquezas inmediatas, de dejar la pobreza, pagar las deudas con los agiotistas bancos y sus modernas tiendas de raya, se hicieron realidad a través de las tarjetas de crédito. Pero aprovechando sus ilusiones un grupo de vivales se dedicó a vender materia prima dizque para elaborar unas bolitas de PH.
 Todo era muy sencillo: unos laboratorios norteamericanos las compraban y debían producirse de manera artesanal, dejándolas al sereno durante varios días y ya. La riqueza en forma de bolita se dejaría venir. El costo del material era de setecientos cincuenta nuevos pesos y, a cambio, recibirían más del doble.
Para algunos parece que así fue... al principio, para que se confiara y para calentar el ambiente, pero después se encontraron con la triste realidad: "la empresa", con varias sucursales, desapareció tal como vino al mundo y no dejó rastro, o al menos así parece.
Las bolitas para salir de pobre se transformaron en bolitas para robar incautos, para endeudar más a nuestra pobre pícara soñadora clase media, capaz de perder los setecientos cincuenta, o más. Porque está claro que los pobres-pobres, los que viven la economía   de la oferta y la demanda (todo compran en oferta y les cobran con demandas), no tenían la capacidad de invertir en este ultra fabuloso negocio del primer mundo.
Así que ahora se quedaron como novias de pueblo, el sueño desapareció, se esfumó como pompa de jabón.
La pobreza seguirá, las deudas aumentaron y ya deben hasta el aguinaldo del 94, mientras los genios que inventaron las bolitas fueron a tirar éstas a Xochimilco, dicen, y andarán por Andorra del Norte, Madagascar o vaya usted a saber dónde, disfrutando de la lana que robaron, decentemente, eso sí, a los incautos que cayeron.

martes, 17 de abril de 2018

Sor Juana, siempre Sor Juana

Sin autor. Tomado de
http://www.revistaelhumo.com/2017/04/sor-juana-ines-de-la-cruz.html

El 17 de abril de 1695 murió Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, a quien el mundo conoce como Sor Juana Inés de la Cruz, una de las primeras grandes escritores en la historia de la literatura universal.






Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba

[Poema - Texto completo.]
Sor Juana Inés de la Cruz


Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, 
como en tu rostro y tus acciones vía 
que con palabras no te persuadía, 
que el corazón me vieses deseaba.
Y Amor, que mis intentos ayudaba,  
venció lo que imposible parecía, 
pues entre el llanto que el dolor vertía, 
el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste, 
no te atormenten más celos tiranos,  
ni el vil recelo tu quietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos: 
pues ya en líquido humor viste y tocaste 
mi corazón deshecho entre tus manos.

sábado, 14 de abril de 2018

El futuro: ese inexistente fantasma

En el viejo periódico El Financiero hubo una de las secciones culturales más abiertas al diálogo. Colaboré varias veces gracias a la invitación de mi amigo Víctor Roura, el editor de esa sección. El 3 de mayo de 1995, hace casi 23 años, publiqué este texto acerca del futuro. 




Anda por allí. Por más que se quiera correr, a diario lo alcanzamos y siempre, inevitablemente, nos sorprende.
Apenas hace unos diez años cuando preguntaba a mis alumnos ceceacheros acerca de lo que harían cuando llegara el siglo XXI, ellos especulaban y, alguna vez, una alumna, llena de terror, pidió cambiar de tema. Y es que el futuro siempre da miedo.
La incertidumbre es lo más cruel. Ya lo cantaban los hermanos Martínez Gil: "iay! cómo es cruel la incertidumbre.
El pasado no siempre es mejor. Nuestro cerebro lo guarda celosamente como en un archivo de computadora que, muchas veces, no deseamos abrir.
Claro, hay fragmentos del pasado que uno recuerda con agrado. El primer beso, como decían los poetas del pasado, es inolvidable.
Pero nada, lo único que cuenta es el presente. Los letreros de las viejas misceláneas de otros tiempos eran muy claros: "Hoy no fío, mañana sí".
Nadie puede imaginar el acontecer, el devenir; el pasado, en cambio, puede ser manipulable para nosotros.”
Ayer maravilla fui y ahora ni sombra soy". La canción de "La llorona" que hoy queda tan bien para ciertos psicópatas que no valen la pena mencionar, aunque andan por gringolandia pregonando sus grandes éxitos.
 "Nosotros somos quienes somos, basta de historia y de cuentos". Todo sucederá este día. La vida, tan difícil, tan complicada, acontece a veces a cuentagotas y cuando nos damos cuenta ya es pasado.
¿Quién nos diría que muchos de los viejos comunistas, luchadores incansables, se han replegado al poder? Piensa en aquellos que cantaban una canción de José de Molina: "a parir madres latinas, a parir más guerrilleros, ellos sembrarán jardines, donde había basureros". Increíblemente, de pronto, su canto se hizo realidad y, efectivamente, a sembrar jardines, aunque los basureros ahí quedaron.
Pensar el pasado, en cambio, nos muestra la rudeza de una vida que ha transcurrido; con él, por cierto, podemos jugar, imaginando cosas que nunca fueron.
La sorpresas se acumulan todos los días, y resulta que el pasado no es tan aleccionador y que tampoco lo podemos cambiar. Quien la riega, la regó y ya. Lo que pasó, ya sucedió y no hay cambio alguno.
Tampoco podemos desgastamos con el tiempo que vendrá. "El presente es de lucha, el futuro es nuestro", decían las viejas consignas, pero el futuro, ese al que se refería la frase, nunca ha sido nuestro.
El futuro es completamente inexistente y se encuentra lleno de incertidumbre; es un fantasma que nos espanta, se convierte en pesadilla, hace buuu por las noches y algunas veces, sólo logra hacemos llorar, mientras el presente, lo único real, lo olvidamos pues es tan sólo, parte de la vida cotidiana.

viernes, 13 de abril de 2018

Viernes: el amor bajo el reloj del metro. Semana inglesa

Termina la semana inglesa, estas cinco crónica publicadas en el libro Para leer de boleto en el metro.



Me gustaría tener una cámara de video para captar las dulces, y a veces no tanto, parejas de enamorados.
Hombres y mujeres para quienes el mundo no tiene otro sentido, cuando menos en ese momento, que él, o la, compañero (a) que llevan al lado, a la que entregan y de la que reciben, el amor solicitado.
Los enamorados que transitan por el metro son fáciles de identificar. Casi siempre, se citan bajo el reloj de cualquiera de los andenes. (A pesar de que los relojes suelen no estar a tiempo. Como tampoco lo está alguno de los dos).
En el momento crucial, la hora de la cita, se les puede observar con la chamarra bajo el brazo, si es hombre, y el rostro angustiado porque han pasado dos minutos y no llega la esperada.
En cuanto se marcha el metro, caminan con desesperación a lo largo del andén. Al asomar un nuevo convoy, vuelven presurosos a situarse bajo el reloj, mientras otean las puertas de los vagones, deseando encontrar el rostro añorado.
Cuando han pasado diez minutos, la angustia aumenta. A veces, al transcurrir más tiempo, es frecuente encontrar una discreta lágrima en los ojos.

 El reloj es testigo de grandes pleitos que no esperan otro sitio. Reclamos, enojos y demás; aunque también sucede lo contrario: el encuentro de manos, rostros iluminados, la felicidad.
Ya juntos, esperan el siguiente tren abrazados, o salen a la calle a mostrar al mundo que ellos, por lo pronto, son felices y saben que hoy es viernes y podrán estar juntos mucho tiempo más que el resto de la semana.


Cartón del mes. Porfirio no quiere no quiere pero bien que quiere

Como cada mes, este es mi cartón de abril de 2018, de la revista 

Relatos e historias en México

No quiero, no quiero, 

échenmelo en el sombrero

El Cartón del Mes
Por: Agustín Sánchez González
La seducción del poder es inmensa, siempre lo ha 
sido. En 1879, en su primer mandato formal,
el presidente Porfirio Díaz decía en público 
que no quería reelegirse. Sin embargo, en este 
dibujo se le representa ofreciendo su sombrero
de manera disimulada para que Protasio Tagle,
entonces ministro de Justicia e Instrucción
Pública, ponga el papelito donde le piden la
reelección. Al año siguiente, el que ganó la
candidatura presidencial fue el compadre
de Díaz: Manuel González.

El cartón fue realizado por Gaitán, seudónimo 
de Santiago Hernández, uno de los
caricaturistas más importantes que ha dado
 México y con una calidad enorme en su trazo.


"El Cartón del Mes" del autor Agustín Sánchez 
González se publicó en Relatos e Historias número

jueves, 12 de abril de 2018

Dante se detuvo en Pantitlán. Semana inglesa.


En Pantitlán la historia es otra, todo es tan distinto. Es más, hasta arquitectónicamente la estación es fea: una mole de concreto oscurecida por el smog.
Hay policías y vigilantes por todos los pisos de este inframundo al que, de haber nacido Dante en esta época, seguramente trasladaría acá su escenografía.
Pantitlán recibe a toda la gente que llega del oriente a trabajar a la ciudad; también a los desempleados, que revisan las posibilidades de chamba que ofrece "El aviso oportuno".
Mateo se siente como personaje de novela de ciencia-ficción, marcado por una clave, como autómata, avanzando por donde los ojos de un verdadero Big Brother naco, los vigilan y les ordenan los pasos a seguir, los inciertos caminos de la vida; hay largas filas para caminar, para pasar de un pasillo a otro, para comprar boletos. Todo el mundo, sin excepción alguna, se la pasa así; claro, si se quieren evitar, hay que comprar boletos más caros con los revendedores que portan gruesos fajos de boletos.
La lentitud que se percibe, contrasta con el ritmo cotidiano de estos lugares.
Las rejas que colocan los vigilantes impiden el paso, y aunque las rejas no matan, si atarantan, desesperan a los que buscan transitar rumbo a los vagones por haber cometido el error de caer en el mismo lugar y con la misma gente, y es que las señales existentes son tan confusas, tan irregulares y tan escondidas, que en esos momentos, todos los transeúntes caminan por inercia.
Ahí están, enrejados, deteniéndose a cada rato, a cada momento. Nadie voltea hacia atrás, para no correr el peligro de convertirse en estatua de sal (recordemos que es una zona lacustre). Son notorios los rostros angustiados de las personas que transitan por ahí, que deben esperar a quienes van adelante, y los miran avanzar, mientras aguardan su turno.
La separación incluye los sexos: mujeres y hombres transitan cada cual por un lado distinto. En la sección masculina, sólo hay mujeres cuando van acompañadas de su pareja.
Por una ventana, en el puente superior, pueden verse los famosos chimecos asesinos, los peseros azules que van al estado de México, los verdes "ecológicos", del Distrito Federal y la contaminación galopante.
 Al pasar los torniquetes, todos se apresuran y al mirar los vagones corren más rápido, se alejan del infierno para llegar al paraíso, a la gloria.
Sin saber qué hacer, Mateo sube (o lo suben); intenta descender dos estaciones adelante, la aglomeración se lo impide; discute con alguien y cuando logra bajar, escucha que le dicen, "Ora, cabrón, al averno".

miércoles, 11 de abril de 2018

León Felipe

León Felipe Por Ras
Un 11 de abril del año 1884 nació Felipe Camino Galicia de la Rosa, León Felipe, quien se convirtió en un ser inmortal gracias a su poesía. Este año se cumplen cincuenta años de su fallecimiento.
El mejor homenaje es leerlo.

Su poema Vencidos fue musicalizado magistralmente por Joan Manuel Serrat.


Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar..


                                   

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...