El poder enloquece a los gobernantes.
No hay duda.
Christian Anderson hizo un excepcional retrato en su cuento El traje nuevo del emperador, donde muestra como el rey suele ser ajeno a la realidad.
En México, cada determinada época aparece un mesías que quiere salvarnos y quedarse en el poder para la eternidad, sobre todo cuando escucha el canto de las sirenas, lease sus súbditos, que le dicen lo hermoso que es, lo maravilloso que resulta.
Emilio Portes Gil, que fue presidente de México, de manera interina al ser asesinado el general Álvaro Obregón, quien acaba de reelegirse, realizó un frase que sigue (y seguirá siendo vigente)
Presidente que se reelige se muere
La historia de los afanes reeleccionistas de Obregón la cuento en mi libro El general en la Bombilla.
Ojalá que los nuevos mochos, no por falta de brazo, como Obregón, sino ideológicamente, logren entender ese fenómeno de nuestra historia.
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