martes, 29 de marzo de 2016

E. Gómez en el Museo de la Caricatura

Exposición de E. Gómez en el Museo de la Caricatura. 


Hace unas semanas publiqué este texto sobre E. Gómez que hoy vuelvo a poner en circulación pues mañana miércoles 30 de marzo se inaugura una muestra de este gran caricaturista en el Museo de la Caricatura, en Donceles 99.

 

E. Gómez. Un grande de la caricatura contemporánea

A veces, la gente piensa que sólo existen los caricaturistas que publican en La Jornada o El Chamuco y se quedan con esa falsa idea. Hay grandes caricaturistas que desde hace varias décadas están ahí, en lo medios, bregando, luchando contra los malos sueldos, el ninguneó, el desdén. 




Y ahí están, como verdaderos héroes de la prensa diaria. Tal es el caso de Eduardo Gómez  que empezó firmando como “El nene”.
Este caricaturista tiene medio siglo haciendo trazos de gran calidad. Comenzó a publicar en la revista La Gallina. Órgano  de los revolucionarios pobres,fundada por Gila, el comediante español que vino a México en la década de los cincuenta ydirigida por Rius. Ahí debutaron, además de “El Nene”, Helioflores y Dzib.
Gómez nació en la ciudad de México el 23 de noviembre de 1933. Estudió el bachillerato en ciencias y artes de la Universidad de las Américas y ha tenido un largo recorrido por diversos medios de comunicación; empezó como guionista e la naciente televisión, donde hacía una tira cómica y de ahí saltó a  la revista de Gila.
En los años sesenta, dibujando con la mano izquierda, hizo cartones para Ja-já, La voz de la calle, Pueblo, Notitas musicales, El Fígaro, Ser, Hoy, Nosotros, Jueves de Excélsior, Revista de revistas, Excélsior, Ultimas Noticias, Caballero, El Universal, Lapiztola Al Tiro entre otros. 
Desde hace más de veinte años publica en El Sol de México.Fundó y dirigió la revista turística Anfitrión.
Gómez es uno de los pocos caricaturistas que han incursionado en la televisión en programas como Operación convivencia, con Paco Malgesto, y en el noticiero 24 horas, de Jacobo Zabludowsky; también estuvo en Canal 11 en Tizas en trazos, y en Los Ángeles de la noche, de Canal 13.
En 1973, editorial Novaro le  publicó el libro Cursi es.


Su obra es de una gran calidad y se ha mantenido así durante cinco décadas. Eduardo Gómez ya tiene un lugar en la historia de la caricatura mexicana.

Cumpleaños de Sixto Valencia

Don Sixto Valencia cumpliría, cumple, 82 años. Publiqué varios textos de su obra, pero hay dos que me gustan mucho: el libro Tesoros del Registro Civil que, aunque recogía a los autores del DeFectuoso, decidimos abrir espacio a los caricaturstas que se matrimoniaran o fallecieran en esta ciudad; presentamos el acta de matrimonio de Sixto; el otro libro fue Póquer de ases (caricaturistas del Estado de Hidalgo)
Sirva este nota como un nomeoolvides, al inolvidable Sixto Valencia 

Oriundo de la Villa de Tezontepec, Hidalgo, Sixto Valencia nació el 28 de marzo de 1934. Desde niño, con su lápiz dibujaba en cualquier pedacito de papel que tuviera. Cuenta que esperaba a que terminase el mes para usar las hojas del calendario que se iban recortando.
A los once años llegó a la ciudad de México y al concluir la primaria ingresó a la Academia de San Carlos para estudiar dibujo publicitario, pero sólo permaneció ahí un año pues estaba muy avanzado, de manera autodidacta.
En 1955 comenzó a trabajar como ayudante de Guillermo Marín, uno de los historietistas más importantes del momento, y de ahí comenzó a trabajar en ese ámbito; su consagración llegó cuando comenzó a dibujar a Memín.
A pesar de ello, Sixto ha dirigido la versión mexicana de la revista Mad; veintisiete millones de historietas fue el tiraje de su ilustración a El periquillo sarniento, de José Joaquín Fernández de Lizardi, considerada la primera novela escrita en América, y uno de sus proyectos consentidos.
Tuvo innumerables reconocimientos como la medalla al Mérito Autoral, en 2003, además de ser nombrado hijo predilecto de Villa de Tezontepec, su tierra natal, en septiembre de 2007.
En 2014 recibió el Premio La Catrina, otorgado por la Feria internacional del Libro de Guadalajara, uno de los más importantes reconocimientos a los caricaturistas de todo el mundo.

Falleció el año pasado, en abril de 2015.

domingo, 27 de marzo de 2016

Póquer de ases

Póquer de Ases. Cuatro caricaturistas hidalguenses


El libro contiene una semblanza de cuatro caricaturistas nacidos en el estado de Hidalgo que mantuvieron durante muchas décadas una influencia en publicaciones mexicanas, tanto en revistas como en periódicos y diarios de alcance nacional.
El trabajo se debe a la investigación que realizó Agustín Sánchez González, quien es considerado por la crítica de la caricatura mexicana como uno de los más importantes investigadores en el tema.
Agustín Sánchez es oriundo de la Ciudad de México; cursó la licenciatura en historia y estudios de maestría en la Facultad de Filosofía de la UNAM. Es autor de más de una veintena de libros entre los que destacan La banda del automóvil gris, La caricatura del 6, Las moneras llegaron ya. De manera cotidiana el autor participa en secciones y suplementos culturales de periódicos tales como La Jornada y El Universal. Ha recibido múltiples reconocimientos, como el que le otorgó el Instituto Nacional de Bellas Artes en 2009, el premio al desempeño de la investigación.
Con la autorización de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas, y con imágenes del acervo del Museo de la Caricatura de la Ciudad de México, publicó bajo el sello editorial de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo el libro Póquer de Ases. Cuatro caricaturistas hidalguenses, en el que da cuenta de cuatro grandes caricaturistas: Armando Guerrero Edwards, Gabriel Vargas Bernal, Alejo Vázquez Lira y Sixto Valencia Burgos. De cada uno de ellos se introduce de manera particular en el quehacer de la caricatura para descubrir algunos detalles que caracterizaron a estos artistas del lápiz que destacaron y cuya obra permanece como fiel testigo de la crítica, en algunos casos mordaces, de los momentos que les tocó vivir y sufrir en este México.
El libro inicia con la biografía de Armando Guerrero Edwards, quien vivió 94 años y su obra reflejada en la caricatura fue publicada durante siete décadas, desde 1924. Unas de las obras más conocidas de este artista es Chicharrín y el Sargento Pistolas, que apareció en 1936. Algunos críticos de su época lo consideraron como “un precursor de la historieta cuyos personajes se definen desde las primeras décadas del siglo pasado y se mantienen hasta en los años 90. Chicharrín, el Sargento y Pirrucha son fósiles vivientes y testimonio de historietas mexicanas…”; así lo hace notar Agustín Sánchez quien, dentro de sus investigaciones, logra descubrir que el caricaturista Guerrero Edwards nació en el barrio minero El Mosco, localizado en pleno centro histórico de la ciudad de Pachuca, el 20 de diciembre de 1903, y que a corta edad y en plena Revolución mexicana se trasladó a la Ciudad de México, donde se desarrolló profesionalmente.
El autor de Póquer de Ases también abordó a uno de los genios universales de la historieta, que nació en Tulancingo, Hidalgo, el 5 de febrero de 1915. Don Gabriel Vargas Bernal llegó a la Ciudad de México en 1921. Su familia se instaló cerca de la Academia de San Carlos y el taller de Antonio Venegas Arroyo, sitios clave en los que aprendió a crear imágenes e historietas, siendo la más conocida La familia Burrón, compuesta histriónicamente por personajes tales como don Regino Burrón, su esposa, la aristócrata Borola Tacuche de Burrón, el Tejocote y Macuca, Foforito Cantarranas, entre otros. El investigador Agustín Sánchez da cuenta de estos iconos culturales mexicanos nacidos del ingenio y la pluma de don Gabriel Vargas Bernal. En el libro destaca que La familia Burrón tuvo tanto éxito que alguna vez alcanzó un tiraje de 500 mil ejemplares semanales y que la obra estuvo en el mercado e hizo reír y llorar a la sociedad por más de 55 años.
Este libro también da cuenta de Alejo Vázquez Lira, quien nació un 17 de julio de 1928 en Santiago Tulantepec, Hidalgo. Su obra la dejó plasmada en periódicos nacionales como Excélsior, Diario de México, El Heraldo de México y Unomásuno. También colaboró don Alejo Vázquez en la revista Comunidad Conacyt, donde tuvo compañeros de la talla de Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska. Trabajó a lado de Raúl Prieto Río de la Loza, mejor conocido como Nikito Nipongo, y sus perlas japonesas, donde se aprecia su crítica mordaz e inteligente.
El cuarto caricaturista hidalguense que presenta Agustín Sánchez nació el 28 de marzo de 1934 en Villa de Tezontepec: Sixto Valencia Burgos, quien sin duda será recordado por generaciones que compartieron durante muchos años la revista semanal Memín Pinguín y sus personajes inseparables, que por 372 capítulos fueron vistos por miles y miles de familias mexicanas. Su obra permanece en la memoria de quienes nos forjamos en una cultura de la lectura de las revistas editadas en México.
Gabriel Vargas recibió de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo la distinción de doctor honoris causa el 20 de agosto de 2008, y don Sixto Valencia fue reconocido en la Feria Universitaria del Libro que organiza la máxima casa de estudios del estado.
El libro puede consultarse en las bibliotecas de la UAEH, en Carácter Librería del Pabellón Universitario de la Ciudad del Conocimiento UAEH y en la dirección de ediciones y publicaciones. La obra forma parte del patrimonio cultural que produce la Autónoma de Hidalgo y que comparte con la sociedad.
Los cuatro
personajes recordados en este libro merecen ser conocidos por su trayectoria artística y por la acuciosa observación que realizaron de la sociedad en el México de contrastes que les tocó vivir

viernes, 25 de marzo de 2016

Los Judas en la historia

Esta nota la publiqué en el periódico Reforma, en abril de 1998. 
Las ilustraciones son de Jesús Martínez Carrión y de José Guadalupe Posada y no aparecieron en la nota original


Evocan los Judas la historia
Reforma
(11-Abr-1998).-


"¿A quién vendiste, Judas, que traes tanto oro?", dice uno 
de los personajes de Los Agachados, la revista que realizaba el caricaturista Rius en la década de los 70.
      Judas es sinónimo de traición, maldad e ingratitud desde tiempos lejanos en nuestro país.
      El Sábado de Gloria es la tradicional quema de los Judas, figuras de cartón con armazón de popote, rellenos de pólvora y con una larga
mecha que, año con año, por diversos rumbos de la ciudad, son quemados por la gente como una muestra de repudio al traidor que vendió a Cristo por 30 monedas.
Estas figuras, por lo general, simbolizan los males sociales: el político corrupto, el policía, el agiotista, el coyote, el abarrotero, etcétera.
   No es gratuito que hoy día, la figura de Carlos Salinas de Gortari ocupe un lugar privilegiado en la iconografía del Judas. 
    Allá en el siglo pasado, en el Sábado de Gloria era una costumbre esperar el repique de diez campanadas en todas las iglesias, a la diez de la mañana, que anunciaba la ejecución del Judas. En ese momento, empezaban a descorrerse los velos y por diversas calles tronaban cohetes y música, anunciando la ejecución del traidor.
    Es Guillermo Prieto quien señala que "los coheteros, que también tienen su genio, como que pertenecen al humo y a la industria, hicieron una aplicación arbitraria, personalizando en los Judas los entes ridículos y aborrecidos universalmente, forman muñecos de cartón encohetados y vendiéndolos después de sacarlos a la vergüenza en luengos morillos".
   Uno de los sitios preferidos para la quema ha sido la Plaza de Santo Domingo, acaso como evocación de los tiempos en que la Inquisición sentaba su reales ahí. 
     Otro lugar privilegiado para la quema de Judas fue el Jockey Club, en la Casa de los Azulejos que hoy ocupa el Sanborns, en la calle de Madero. En 1890, se cuenta, hubo una gran tragedia debido a que se quemaron tres figuras que representaban: un "ricachón", que portaba
tres monedas de oro de uno, cinco y diez pesos; un charro, elegantemente vestido que llevaba lo mismo que el anterior, tres monedas, pero de plata, además de una botonadura con pequeñas monedas y cadenillas de plata, anillos en todas las manos y un reloj "Remomtoir"; la tercera figura representaba a un "pelado", que cargaba reluciendo monedas de cobre, de distinta denominación y en cantidades abundantes. 
    Grandes multitudes se congregaron en ese sitio, atraídos por la posibilidad de llevarse a casa algunas monedas; la policía fue incapaz de contener la avalancha en que muchas personas, niños y adultos, perdieron la vida aplastados por 
los ambiciosos que se lanzaron, como si fuera piñata, a atrapar alguna de las monedas. 
A pesar de la tragedia, el resultado, según consigna Germán Andrade Labastida, en su libro México a fines del siglo pasado, fue la absolución de los responsables de ese acto, dado que quienes formaban parte del Jockey 
Club eran personas influyentes.
    No obstante, todo este pasado histórico, la quema de 
Judas, es una costumbre que se ha ido perdiendo, entre otras cosas, debido a la prohibición de quemar cohetes y "palomas" en la calle, para evitar una mayor contaminación.  

martes, 22 de marzo de 2016

Blas de Otero cumple 100 años

En estos tiempos de miserias y analfabetismo es tan difícil encontrar buenos poetas. Esos seres que nos regalan imágenes de lo que somos, de lo que vivimos, de lo que gozamos, de lo que sufrimos.
Los poetas son un gran regalo al mundo. (Claro, los poetas de verdad)
Hace unos días, el 15 de marzo, Blas de Otero cumplió cien años de llegar al  mundo.

Como a muchos otros poetas, lo conocí gracias a Paco Ibañez y desde entonces busque su obra a la que vuelvo cada vez que lo necesito.


Poemas como Me queda la palabra, Me llamarán,
 ("aquí no se salva ni Dos, lo asesinaron") fueron musicalizados por Paco Ibáñez, y nos dejan un impacto crítico de un mundo donde el poder cumple con su funciòn cotidiana:  aplastarnos.
Leamos a Blas de Otero.

lunes, 7 de marzo de 2016

Marco Rascón al Constituyente

Este país necesita cambiar.
Los partidos políticos son un lastre.

Los ciudadanos de a pie necesitamos ponernos en marcha, no sólo criticar, hay que actuar en nuestra calle, nuestro edificio, nuestra escuela, la escuela de nuestros hijos, en nuestro trabajo.

Hay que levantar la voz en todas partes y decirle a los partidos o se ocupan o nos ocupamos.

No basta decir que los políticos son una mierda, hay que actuar.

MI voto y mi apoyo para Marco Rascón para que vaya al Constituyente y lleve la dignidad ciudadana.

Los invito a todos a firmar y a recoger firmas para Marco.



Si quieren apoyar a Marco Rascón, en esta dirección se encuentra el formato


http://alconstituyente.mx/


sábado, 20 de febrero de 2016

Se recordó al caricaturista David Carrillo en la Feria del Libro de Ocasión

Se recordó al caricaturista David Carrillo en la Feria del Libro de Ocasión

El querido caricaturista David Carrillo González fue recordado en una amena charla-conferencia efectuada por el acucioso investigador Agustín Sánchez González, como parte de las actividades de la Feria del Libro de Ocasión, que en estos días se presenta en su XXVIII edición en la calle de Tacuba número 15.
El maestro Carrillo murió el pasado 17 de diciembre y llegó a ser, por un breve lapso, el caricaturista decano de México, ya que anteriormente había fallecido, por diferencia de unos cuantos días, el también querido Rafael Freyre “La Ranita”, quien partió al viaje sin retorno el 6 de noviembre de 2015 y era un genuino sobreviviente de épocas pretéritas en el periodismo nacional.
A David Carrillo se le recordó como un hombre amable, cordial, buen amigo que se hacía querer por quienes lo trataban. Un aporte fundamental en su vida es que fue el fundador, presidente y presidente honorario de la Sociedad de Caricaturistas de México, ya que tuvo el buen tino de resguardar la obra de muchos de sus compañeros caricaturistas y con esa visión, junto con otros compañeros, logró hacer esa institución que es uno de los puntos importantes de la difusión y apoyo a la labor del gremio de los también llamados “moneros”. Al respecto, Agustín Sánchez nos dejó muy claro que Carrillo fue “un hombre que hablaba poco, pero que hacía mucho”.
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Su obra fue muy vasta y abordó prácticamente todos los temas que le tocó presenciar en el México que vivió. David nació en Villaldama, Nuevo León, el 29 de octubre de 1920. Caricaturizó y retrató a políticos, toreros, cantantes, actores, líderes y todos los personajes que había que caricaturizar en su época, “sin llegar a ser panfletario”, como acotó el experto Agustín Sánchez.
Se recordó que estuvo casado con una de las cantantes que formaron parte de la época dorada de la canción romántica en México, Marina Herrera, mejor conocida como Marilú “La muñequita que canta”, y alguien del público hizo la observación de que generalmente los caricaturistas tienen esposas verdaderamente muy guapas, como lo es el caso de Marilú.
Un punto importante es que el investigador Sánchez destacó que al prolífico caricaturista norteño no se le ha valorado en su justa medida, pero que afortunadamente se le hizo una exposición homenaje hace aproximadamente 5 años en uno de los lugares más importantes de Monterrey para este tipo de asuntos, el Museo de Historia Mexicana. El propio Agustín Sánchez, amigo del finado maestro Carrillo, fue el curador de la muestra, que se montó prácticamente en todas las salas que para ese fin tiene destinadas el museo. El estado natal de David Carrillo, de esta manera, rindió un merecido homenaje a uno de sus hijos destacados.
Alguien del público preguntó si Carrillo copió o tuvo una marcada influencia de alguno de los caricaturistas señalados como grandes maestros en su especialidad, como el genial “Chango” García Cabral. El experto Sánchez González señaló que, para él, David Carrillo desarrolló un estilo propio, muy bien definido y acertado. Y en la conferencia apoyó su discurso con la proyección de ejemplos de portadas de revistas y caricaturas hechas por don David.
David Carrillo estudió arte en Monterrey y más tarde llegó al Distrito Federal, donde se incorporó a la Academia de San Carlos.
En 1939 publicó su primera portada, en la importante Revista de revistas. También publicó en El Universal Ilustrado y en el periódico La Tarde. Sin olvidar sus trabajos en El Heraldo de México, Novelas de la pantalla y la revista El Impresor.
Juan Terrazas, Agustín Sánchez, Israel Caleón y Edmundo Cruz
Juan Terrazas, Agustín Sánchez, Israel Caleón y Edmundo Cruz
En el homenaje pudimos saludar al amigo Juan Terrazas, directivo de la Sociedad de Caricaturistas de México, así como al también amigo Edmundo Cruz, quien del mismo modo llegó a publicar sus caricaturas en Revista de revistas y en Selecciones del Reader’s Digest.
Frida en interpretación de Carrillo
Al cordial investigador Agustín Sánchez se le otorgó un reconocimiento por su participación en la charla-conferencia, reconocimiento muy original diseñado al estilo antiguo, letra de imprenta añeja de tipos movibles, con amplio texto que explica puntualmente el motivo por el que se otorga y que es un sello distintivo de la organización de libreros de ocasión que expone cada año en ese espacio.
Redacción Voces del Periodista

Redacción Voces del Periodista

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...