En estos tiempos de miserias y analfabetismo es tan difícil encontrar buenos poetas. Esos seres que nos regalan imágenes de lo que somos, de lo que vivimos, de lo que gozamos, de lo que sufrimos.
Los poetas son un gran regalo al mundo. (Claro, los poetas de verdad)
Hace unos días, el 15 de marzo, Blas de Otero cumplió cien años de llegar al mundo.
Como a muchos otros poetas, lo conocí gracias a Paco Ibañez y desde entonces busque su obra a la que vuelvo cada vez que lo necesito.
Poemas como Me queda la palabra, Me llamarán,
("aquí no se salva ni Dos, lo asesinaron") fueron musicalizados por Paco Ibáñez, y nos dejan un impacto crítico de un mundo donde el poder cumple con su funciòn cotidiana: aplastarnos.
Leamos a Blas de Otero.
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