El debate presidencial empieza, los candidatos hablan y en cuestión de minutos Internet se inunda de memes: Andrés Manuel López Obrador y su álbum del Mundial, Ricardo Anaya pidiendo que no le digan “Chicken Little” o Jaime Rodríguez con hacha de carnicero para “mochar” las manos de los ladrones.
No importa cual sea la situación. Si López Obrador dice que se llama “Andrés Manuelovich” por una supuesta injerencia rusa en su favor,
en las redes sociales aparecen imágenes de él vestido como zar o abrazando a Vladimir Putin; si Anaya le responde a Donald Trump
en inglés, los memes se burlan de su acento.
“Is insoltin an onacseptabol” es una de las leyendas irónicas que más aparece junto a las imágenes de Anaya. El candidato, en uno de sus
spots, aseguraba que había defendido a México ante Estados Unidos diciendo en inglés “it’s insulting and unacceptable” (es insultante e inaceptable). El momento se volvió viral.
Pero los usos de memes no se limitan a buscar risas. Si un internauta quiere votar por el oficialista José Antonio Meade, usará memes para atacar a los candidatos contrarios y seguramente otros le responderán
con burlas sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la corrupción.
“La gente hace memes en contra de enemigos, en contra de un contrincante”, sintetiza Agustín Sánchez González, investigador de la caricatura mexicana. Según él, los memes son la forma en la que la sociedad expresa sus frustraciones y su malestar.
Y en un país como México, con severos problemas como el narcotráfico,
la violencia, miles de asesinados y varios casos de corrupción, la burla
y el humor negro vertidos en la red pueden ser el desahogo de los mexicanos y su enojo.
Ese malestar se hace más visible en tiempo de elecciones. Si Peña Nieto fue durante mucho tiempo el protagonista -o víctima- del “bullying” en redes sociales, ahora los internautas miran hacia los “nuevos próximos villanos”.
Es la tercera candidatura de López Obrador, el izquierdista que es temido por muchos y que lidera las encuestas. Sus respuestas, sus gestos y sus propuestas han sido aprovechadas en Internet. Todo, absolutamente todo, es material para meme.
“Cuídame como AMLO a su cartera”, dice una de las imágenes que se divulgó tras el segundo debate presidencial, en el que el veterano político dijo que iba a cuidar su cartera porque Anaya, el segundo entre los favoritos, se acercó a él para hacer una réplica.
“Escuché que alguien quería robar una cartera”, reza otra imagen,
esta vez mostrando con un machete al independiente Rodríguez “El Bronco”, que propuso cortar la mano a los ladrones.
De hecho, hay quienes afirman que prestaron atención a los debates por los memes en Facebook y Twitter. “Vi varios y pensé: ‘me estoy perdiendo de algo importante’”, contó un usuario.
Es tanta su repercusión de esta forma de comunicación que López Obrador llegó a llamar a sus seguidores a defenderlo con memes. La contienda electoral se disputa en Internet a “memazos”.
Antes del inicio de las campañas ya se vaticinaba algo así. “Vamos a reírnos mucho”, dijo a “Milenio” el catedrático de la Universidad Regiomontana, Manuel Yartro, quien descartó, sin embargo, que esa batalla pueda influir en el voto.
Sánchez opina de forma similar y dice que al no pasar ningún filtro, los memes no tienen “ningún sentido de reflexión, ningún sentido inquisitivo”, lo que los diferencia de la caricatura política.
“El meme es efímero, es volátil”, explica. “La caricatura no es solo para reírse, sino también para reflexionar”.
Los memes pueden llegar a otro tipo de sectores. Rodríguez, por ejemplo, aunque va de último en los sondeos de intención de voto, podría sumar adeptos jóvenes gracias a las bromas cibernéticas.
Una imagen suya como Elmo, el personaje de Calle Sésamo, con la leyenda de “Elmo chamanos” puede generar más curiosidad en un adolescente que votará por primera vez que un largo mitin de Meade.
“Los memes me hicieron querer votar por ‘El Bronco’”, contó a la agencia DPA Tabata Marinez, una joven de 19 años de Nuevo León, estado norteño en el que Rodríguez fue elegido gobernador en 2015. “A partir de ahí empecé a leer sus propuestas y su plan de Gobierno y me convenció”.
Sin embargo, Sánchez advierte que los memes, en su mayoría, son usados como un ataque. “Por supuesto que hay algunas cosas maravillosas, pero de cien serán cuatro o cinco. No creo que haya
muchos inteligentes, es más, la mayoría son burdos”, añade.
Imágenes en las que comparan a Meade con Leono de los “Thundercats” para hacer burla de su vitiligo, por ejemplo, le dan la razón. “Un meme es como una mentada de madre (insulto en relación a la madre), cualquiera puede hacer uno, cualquiera con mala leche”, manifiesta.