miércoles, 27 de mayo de 2015

Vencidos. Poema de León Felipe


León Felipe es una de nuestros grandes poetas. Exiliado en México murió en 1968, para ser inmortal. Les comparto un gran poema, leído por él y cantadio por Serrat.
Les regaló, tambuién, una gran caricatura de Ras, otro caricaturista exiliado en México y luego en Venezuela.


VENCIDOS


Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...



Escuchen en la voz de León Felipe





En la voz de Serrat



martes, 26 de mayo de 2015

León Felipe. Un poema

COMO TÚ... -
Poema de León Felipe                 
Dibujo de Elvira gazcón


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...



sábado, 23 de mayo de 2015

Historia de la historia de la caricatura

 UN texto de hace once años

Domingo 22 de octubre de 2006 Num: 607         
Agustín Sánchez González
La historia de la historia de la caricatura













Hasta hace un cuarto de siglo parecía que a nadie importaba el estudio de la caricatura, luego de que a mediados del siglo XX se dio un movimiento con la publicación de una serie de libros hoy convertidos en clásicos y prácticamente imposibles de conseguir, como el de Rafael Carrasco Puente, La caricatura en México (1953), el de Manuel González Ramírez, La caricatura política (1955), y el de Salvador Pruneda, La caricatura como arma política (1958) que reimprimió en 2002 el inehrm, así como los libros de José Guadalupe Zuno (entre 1959 y 1960). Después de ello, sólo Rius retomó ese tema.
Pero en los últimos veinte años la caricatura ha comenzado a tener una mayor presencia en los estudios, tanto académicos –en centros de investigación de todo el país– como periodísticos.
Las investigaciones se han plasmado en obras importantes. Un caso que lamentablemente parece haberse truncado es la colección del círculo de arte, del cnca, que llegó a publicar cinco títulos dedicados a grandes personajes de la caricatura: Posada. Un artista en blanco y negro; José María Villasana, Constantino Escalante, Manuel Manilla; y, además, La caricatura en el siglo XIX.
Asimismo, el cnca publicó hace seis años otro importante libro: Historia de un país en caricatura, realizado por Rafael Barajas, el Fisgón. De este caricaturista-investigador, el fce acaba de publicar su libro El país de los ahuizotes.
Otro trabajo sobre el tema fue la publicación, en 1987, de los dos tomos 70 años de caricatura en El Universal, que este diario regaló a sus suscriptores. Y aunque en sentido estricto no sea sobre la caricatura, en 1998 comenzaron a publicarse los tres tomos de Puros cuentos, de Armando Bartra y Juan Manuel Aurrecoechea, dedicados a los cómics, género hermano de la caricatura y en donde han participado varios caricaturistas. (En la revista Artes de México, en 1972, hubo un primer acercamiento.)
En cuanto a la investigación, en 1997 se publicó el Diccionario biográfico ilustrado de la caricatura en México, del que urge una reedición que corrija innumerables errores y algunas ausencias notables, como la de Marius de Zayas.
La lista de publicaciones es extensa; va desde los trabajos de Emma Helia Bonilla, en los Anales de investigaciones estéticas, o de Esther Acevedo sobre las obras sobre Manilla y Posada, y el de Mercurio López, pasando por los excelentes facsimilares de varios periódicos del siglo XIX, como Gil Blas, La Carabina de Ambrosio, Tío Nonilla o El Padre Cobos, que publicó el Senado de la República en 2000; o el de El Coyote, de la Sucesión Cortina del Valle, en 1999. También en este rubro la lista es muy larga, con autores como Thelma Camacho, Sylvia Navarrete, Antonio Saborit, o los libros de Abel Quezada, que prologó Alfonso Morales, etcétera.
En los últimos diez años, además de Rius, que es un fenómeno editorial, otros moneros han publicado buen número de libros, algunos poco agraciados, comoHistoria del humorismo gráfico en México, de Apebas, publicado en España y que resultó una copia del folleto informativo, bastante elemental, del Museo de la Caricatura.
En cuanto a estudios universitarios, en una bibliohemerografía de la caricatura en México realizada en el cenidiasp del inba, inédita, hemos registrado cerca de treinta tesis de diversos grados y de varias escuelas y facultades, tanto de la unam como de la uia y otras universidades.

Los más importantes museos mexicanos han cedido su muros a la caricatura, como el Museo Tamayo con la muestra Abel Quezada. Dibujante; el mam con El mejor de los mundos posibles, de Abel Quezada, y Aire de familia. La Colección de Carlos Monsiváis; el munal con La litografía mexicana del siglo XIX Posada y la prensa ilustrada: signos de modernización y resistencia; el Museo Carrillo Gil con sendos homenajes a Orozco y a Miguel Covarrubias, y el Museo Mural Diego Rivera ha presentado la obra de Posada y de Manilla. En 2005 el Museo de Historia Mexicana, de Monterrey, realizó un exposición-homenaje a David Carrillo, que a los ochenta y cinco años de su edad sigue haciendo caricatura, y este año dedicará otro a Abel Quezada. La lista no es completa pues el espacio no lo permite, pero ello nos muestra el nivel de excelencia que ha ido alcanzado la caricatura. En 1984 la unam también organizó la muestra Humor y Política, en 1994 y, finalmente, está la exposición permanente La caricatura en la historia; historia de la caricatura, en el Museo de la Caricatura, donde se han dado muestras importantes como la de Las moneras llegaron ya, que es la primera en el mundo que rescató la obra de las mujeres caricaturistas; La ilustración periodística de Carlos Neve y los homenajes a caricaturistas como Ernesto Guasp, Alberto Isaac, Guerrero Edwards y Gabriel Vargas.
Éste último, el genial creador de La familia Burrón, ha sido objeto de diversos homenajes por parte de la Cámara de Diputados, la Asamblea Legislativa del df, el Seminario Mexicano de Cultura y la Feria del Libro de Guadalajara. En esta última, desde hace cuatro años se lleva a cabo el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, donde se ha privilegiado más a los autores y a la historieta, sin que haya una presencia académica acorde al nivel de una feria de esa envergadura, ni estudiosos que tengan una obra sólida al respecto, lo que es una verdadera lástima. Al mismo tiempo se ha entregado el Premio de Caricatura La Catrina a cuatro grandes: Aragonés, Quino, Rius y Gabriel Vargas.
En donde ha habido un importante retroceso es en cuanto a las revistas de humor con circulación nacional, pues hoy prácticamente no existe ninguna, luego de que hace pocos años circulaban El Chahuistle, El Chamuco, Chocarreros, Rhumor, La ley de Herodes, Lapiztola y Anfitrión,así como el periódico Al Tiro.
Otras actividades importantes han sido a través de cursos y ciclos de conferencias, como la realizada en el Instituto José María Luis Mora, o en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey.
El uso del ciberespacio comienza a ser utilizado por los caricaturistas. Un sitio como cartonista.com, contiene buena información tomada en su mayoría del Diccionario biográfico ilustrado de la caricatura en México.Existen también varios blogs con información de moneros, lo que permite un acercamiento a su obra. Finalmente, hay que señalar los libros multimedia, como el de José Guadalupe Posada.

Es claro que no es un recuento exhaustivo, es sólo una aproximación de lo que ha sido la caricatura en los últimos veinticinco años, lo cual, por cierto, no es poca cosa.

miércoles, 20 de mayo de 2015

De racismo a racismo y medio

La filtración de la llamada privada de Lorenzo Cordova a puesto en la mesa, nuevamente, tres discusiones:

1. La impunidad con que se manejan quienes graban con absoluto desparpajo las llamadas telefónicas y las filtran a los medios con la misma arbitrariedad.

2. La impunidad del Partido  Verde, a ellos apunta el filtrado, para desviar la atención ante sus fechorías

3. La hipocresía nacional, capaz de burlarse de los muertos del terremoto, de los quemados en San Juanico o de los desaparecidos de Ayozinapa, pero escandalizarse de inmediato ante una grabación en donde "se ataca" a los grupos indígenas.



Es curiosa la caricatura de Helguera, el día de doy, donde pone a Lorenzo Córdova como Custer que dice: "Acepten su kit del verde o ríndanse pinches indios".

Esto viene a cuento porque he escuchado varias veces la grabación y no encuentro NADA que ofenda a los grupos indígenas. Sería tanto como burlarse de Peña Nieto y decir que nos ofenden a TODOS LOS MEXICANOS.

Si se analiza lingüísticamente lo que dijo Lorenzo Córdova se puede ver que menciona a un tipo que habla como indio, se expresa como indio y chantajea pidiendo una diputación a nombre de una etnia que no existe.

Es impresionante como la gente se rasga las vestiduras, desde los que se sienten dueños del país por pertenecer a los "pueblos originarios”, con lo que ello signifque, hasta los que juran y perjuran nunca burlarse de los demás, como un  amigo rockero  que se pitorreaba de que un amigo en común. el rockero Rockdrigo, había muerto por un pasón de cemento (aplastado e¡por el terremoto), hasta los que no cesan de insultar a Cordova en aras del respeto a los indígenas:


Un gringo, no tan viejo, por ejemplo, diciendo: Pueblos indígenas son corazón de la patria. Urge quitarle el poder a monolingues racistas y sus instituciones "democrática.

Un discurso nazi: Norma  @normarsolis2  9 hHace 9 horas #LorenzoCordova PRESIDENTE ARIO DEL INE DENIGRA Y DISCRIMINA A INDIGENAS #TuRenunciarLorenzo =>http://bit.ly/1Bavrbl 

“Indigenistas” Alberto @alberto197040  18 hHace 18 horas Lorenzo Cordova.....tienes que renunciar, en México todos somos indígenas. #INE #LorenzoCordova

En fin, ello me hizo recordar dos cosas: en los años setenta fui a ver al auditorio Che Guevara (tomado por los porros desde hace años, ubicado en mi Facultad de Filosofía y letras) a escuchar cantar a Mercedes Sosa  “Dale tu mano al indio".
 Salimos felices y congraciados con los indígenas. 
Al subir al trolebús, subieron tres indígenas y la cara de asco de mis dos amigos fue de antología.
La segunda: uno de los amores de mi vida era una chica que recaudaba fondos para las indígenas de la Merced. Un día nos encontramos a una de ellas cerca de mi casa, nos dio la mano y ella , mi ex, presuroso me llevó a mi casa que quedaba en la otra esquina, pensé ilusoriamente en la urgencia amorosa pero no, me pidió alcohol para desinfectarse las manos.
Esa doble moral tan made in mexico.


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martes, 19 de mayo de 2015

El que este libre de burlas que cuente el primer chiste


Somos una sociedad tan hipócrita, tan doble cara. Nos reímos de todo y de todos. Hace tiempo escribí que teníamos el síndrome de Pedro Infante (Al final de la  película ATM, cuando choca la ambulancia, quedan heridos Pedro Infante y Luis Aguilar y éste le pregunta si le duele: Sölo cuando me río contesta el otro. Entonces le contaré más chistes para que le duela más, dice el único héroe a la altura del Sétimo arte)
Hace un rato le demostré a un amigo que decía que él no hacía chistes ni se burlaba de nadie y sin embargo, cuando murió Rockdrigo González aplastado por el terremoto de 85, que era amigo de ambos, nos reímos del chiste que había muerto de un pasón de cemento.
Tengo más de veinte años estudiando el humor mexicano. Trágico, perro, racista, discriminante, homofóbico, terrorífico. Es lo peor de la humanidad, no sólo de los mexicanos.

Heredamos la mala leche mexica y la mala leche hispana-judía-árabe-africana. Quevedo es nuestro maestro inconsciente, aunque en estas polemicas de fb alguien salió a relucir, de una manera igualmente racista: “NOSOTROS LOS INDIGENAS TENEMOS UNA CULTURA DE RESPETO A TODAS LAS PERSONAS Y NO ACEPTAMOS QUE ALGUIEN QUE DEBE DE SALVAGUARDAR PARTE DE NUESTROS DERECHOS NOS TRATE DE ESA MANERA. MEXICO ES GRANDE EN SU INICIO POR LO QUE NUESTROS ANTEPASADOS INDIGENAS HICIMOS. NOSOTROS SOMOS LOS DUEÑOS ORIGINALES DE ESTA TIERRA Y NO ACEPTAMOS QUE SE NOS TRATE DE ESA MANERA.”.
Tengo más de veinte años estudiando el humor mexicano y uedo afirmar que el 90% de los mexicanos hacemos chistes crueles y el otro 9.9% se caga de la risa.

Así que, el que esté libre de burlas, que cuente el primer chiste.

domingo, 17 de mayo de 2015

El Nuevo


 Otro texto del Cronista de Guardia de la sección cultural de El Universal (Junio 18 de 1994)

Para una nueva de ahora


Se despertó temprano. Apenas si durmió un rato. Fue al baño y probó el agua fría. Al principio fue difícil, después el agua recorrió su cuerpo. Estaba nervioso, era su primer día de trabajo. La noche anterior su madre le había puesto la bastilla al pantalón del uniforme nuevo. Lo cargó en su mochila y marchó presuroso rumbo a la Industrial Vallejo. Esperó el autobús un buen rato. Faltaban diez minutos para las siete de la mañana cuando recibió una tarjeta con su nombre que debía checar en el reloj.
            Le asignaron un casillero. Miró que lo veían sus nuevos compañeros. Entró a la planta. Parecía un hermoso escenario teatral, lleno de un gran colorido. Pastillas amarillas, blancas y rojas. Máquinas pintadas de verde pistache. Hombres y mujeres vestidos de diversos colores. Los mecánicos de azul marino, los obreros de blanco, los supervisores de azul cielo, gris los de intendencia. A los pocos minutos el silencio fue cediendo su lugar a un sonido que nunca olvidaría: chacapum, chacapum.             El supervisor le ordenó sentarse en una banca desde donde debía mirar que las etiquetas llevaran correctamente la marca y el sabor de producto.
            Apenas había transcurrido media hora cuando tuvo deseos de orinar. Los olores de mentol y eucalipto le llenaban los pulmones, le descubrían aromas y le irritaban los ojos. La vejiga le reventaba tiempo después. No podía preguntar a nadie pues estaba aislado de todos. Ni siquiera lograba percibir más allá de las decenas de cajas que pasaban ante sus ojos. Una y otra vez miraba la marca, veía el color que pasaba, cada determinado tiempo, de un color, de un sabor a otro, mientras en su cerebro se mezclaba el sonido permanente.
            Chacapum, chacapum, chacapum. El aroma, el viento, los colores, la vejiga, el sueño de ir al baño, el dolor, los ojos llorosos.
El nuevo, con su uniforme limpio, con su timidez, con su nerviosismo cada que el supervisor le echaba un vistazo.
            La espalda comenzó a dolerle. Al principio pensaba que era demasiado sencillo el trabajo. La vista que ya no reconoce las letras, el movimiento incesante, la vejiga, otra vez.
            Al medio día salió a comer. Antes, corrió a orinar al baño y respiró al subir el cierre de su pantalón.
            Vuelve al trabajo. Al encender la máquina se llenó los dedos de grasa. Busca algo con que limpiarse y siente un frío en el asiento. También tiene grasa. Se ha manchado el uniforme nuevo. Se indigna, busca al supervisor y se queja:
-          ¿Y qué? ¿Pensabas que te salvarías del bautizo?
            Cabizbajo vuelve a sentarse, a esperar la hora de salida, a aguantar la vejiga. Es el nuevo.


domingo, 10 de mayo de 2015

Once de mayo

De mi paso por El Universal, en la época que don Paco Taibo coordinaba esa maravillosa y añorada sección cultural. Increíble, es de hace 25 años.






Doña Mariana no sabe por dónde empezar.

Hay platos tirados por doquier. Alguien quemó la alfombra con el cigarro.

Se detiene a mirar la figurita de porcelana que le rompió uno de sus nietos.

Está preocupada por el pleito de Carlos, su hijo mayor, con Raúl, el esposo de su hija. Pero siempre es así. Nunca se han podido ver y cada fiesta familiar en que éstos se encuentran, se convierte en un pleito.

Solita, mira la foto de su desaparecido esposo. Lo extraña. Sabe que de haber vivido podría evitar esas absurdas cotidianas. También sigue preocupada pues le dijeron que su hijo menor se droga. Piensa que debe vigilarlo más de cerca, no dejarlo salir tanto y hacerse obedecer.

Pero ¿cómo? Nunca le hace caso, la insulta, y sus hijos mayores tampoco reparan en ello.

Se siente extraña con tanto plato en el fregadero; hace mucho que no hay tantos, pues ya sólo habitan, en la enorme casa, ella y su Luismi, que casi nunca va a comer, que casi nunca está y que, cuando llega, se encierra en su recámara y le habla sólo para pedirle dinero o pedirle compre los productos que a él le gustan. Es un NINI de sesenta años.

Doña Mariana a veces ni come, ni ganas le da hacer de comer para ella sola.

Por ello el 10 de mayo estaba contenta cocinándoles a sus hijos. Hizo varios platillos, se esmeró y esperó ansiosa los regalos.

Pero después se decepcionó. Primero porque le rompieron la figurita de porcelana que su finado marido le regaló cuando eran novios y, al llamar la atención a su nieto, la hija le armó un escándalo; luego vino el pleito del yerno y del hijo, que casi se agarraron a golpes.
Hoy es once de mayo y no está muy segura si es bueno o malo el día de las madres.
Pero al final de cuentas siempre ha sido así. Cuando vivía el esposo eran los pleitos por los hijos y el tiradero de siempre y los regalos que no sirven de nada o que, más bien, eran para la familia: un refrigerador, una lavadora, una licuadora; un aparato de sonido que nunca pudo escuchar, pues sus hijos lo usaban todo el día, lo mismo sucedió, en 1970, cuando le regalaron un televisor, el que sólo podía ver cuando no había futbol, sobre todo ese año que coincidía con el campeonato mundial.
Se entristece un poco al recordar todo. Y como cada once de mayo se lamenta no haber ido al panteón a dejarle flores a su madre.
Suspira mientras empieza a recoger la recámara y mira el perfume que le regaló su hija para poderlo usar todas las mañanas que ella pasa por su bendición. 

La etiqueta es clara: “Mamá lo merece todo”.


Sonríe entonces.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...