sábado, 25 de abril de 2015

Cómo se pasa la vida. Un poeta Max Rojas

No he podido morir, pero no importa. Me quedan otros trozos
de pellejo y otros dientes, y a lo mejor mi traje funeral
no está bien hecho. 



Ahora que lo recuerdo, vuelvo a lamentar, como uno va perdiendo los amigos cada día. A Max lo conocí sin saber que era poeta, hombre sin poses ni mamarrachadas de otras personas que se dicen poetas o escritores en un país  analfabeta y lleno de farsantes.



Fuimos compañeros en el Ateneo Español hace ya un cuarto de siglo y desde que nos conocimos comenzó un diálogo sobre la literatura española. Sobre todo, los poetas del exilio.





A mí me duele el silencio
con que resguardo mis penas;
mucho más me duele el grito
con el que quiero acallarlas:
que si el silencio me quema,
el grito me desbarata
y entre la lumbre y el miedo
me están matando a pedazos:
que a mí me duele el silencio
bajo el que escondo mis penas,
pero más me duele el grito
con el que quiero acallarlas.



Hombre de un sano conocimiento, sin aspavientos, con sabiduría. Solíamos regresar a nuestras casas en el metro, juntos, charlando sobre las tragedias de la vida, los amores y sin sabores.

Por esos días recién había muerto su madre y le ocurrían, además, otras desgracias que hacían que Max, con esos ojitos pequeños que se le veían con los lentes de fondo de botella, levantara los brazos y se lamentara de la vida, sonriendo, tras un trago y otro y otro y con una tos perruna producto de las fumadas de un cigarro tras otro.



"Esto del palabreaje humano es cosa mala, Perro; uno trae su silencio, y los demás nada más van oyendo el aullido; uno trae su alarido, y los demás nada más van oyendo el silencio. Esto del palabreaje humano es cosa mala, Perro. ¿De qué carajo sirven las malditas palabras?; tanto que nos costó aprender a hablar, para poder decirle hurañas palabras de ternura, y nada, Perro, sólo pedazos de trozadas palabras de ternura nos quedaron. Esto del palabreaje humano es cosa mala, Perro."

Otra vez lamento perder la pista a una gente que valía la pena cultivar, aprender, gozar sus charlas con ese vozarrón de Dios griego recitando en el Olimpo.

La última vez que lo vi, en la Feria de Minería, ya muy flaco, rodeado de chamacos veinteañeros, estaba contento pues un grupo de chicos lo apapachaban, lo seguían, era SU POETA.

Recordar  a Max, leerlo.
Me acordé de nuevo de las Coplas de Jorge Manrique: "Como se pasa la vida, tan callada".

Adiós Max, te vas, pero te quedas en esta marcha...

"...una espiral de miedo que crece de tamaño 
y desentona con la encubierta pequeñez de los objetos 
que disfrutan
de una vista considerablemente vaga de la tierra,
casi del subsuelo pero mirado desde más abajo
como un sótano
que se quedó escondido adentro de otro sótano
para evitar que lo mordieran los insectos
pero quedó sin solución posible su poco entendimiento
con la luz
que no percibe la claridad que suena
como una rígida columna heterodoxa
dispuesta a traicionar cualquier principio
con tal de concebirse doncella pura y santa,
dechado de virtud o testimonio enfebrecido
de que dejar pasar el tiempo
que empuja a recorrer las viejas travesías
donde la muerte espera, con toda su paciencia,
a que alguien se aproxime,
llame
le escriban su epitafio,
se conduelan de su muerte próxima,
lo embellezcan como a una golondrina
en trance de emprender el vuelo
y no volver más nunca,
le corten el plumaje como para asistir a una ceremonia
que parece no tener un fin preciso,
el mero gusto por estar contento
y beberse unas cuantas copas
en memoria de los cuerpos idos,
los muy pocos que pasan lista de presente todavía
y ven en el espejo el corto temporal
que falta por cumplirse,
finales de un final que se avecina
entre silentes marejadas
y barcos que ya no emprenden largas travesías,
viajes cortos o, de plano,
se amarran a los muelles y dormitan
bajo el furor de los recuerdos..."




Las cursivas son fragmentos de su obra que bajé de
su página de fb, al igual que las fotos

viernes, 24 de abril de 2015

Los memines o un Memín en cada hijo te dio

Una de las historias más interesantes del Memín famoso, del único que guardamos en nuestra memoria y que tras una larga lucha de Sixto Valencia se le reconoció su autoría, es que hubo otro Memín, antes que el de Sixto, que no tuvo, ni con mucho, el impacto de éste.


En 1943, la Revista Pepín era parte fundamental de la vida mexicana, ahí aparecían y desaparecían decenas de personajes que hacían las delicias de los personajes. 

En Pepín, por ejemplo, apareció por primera vez La Familia Burrón, con el título Vida de Perro. El Señor Burrón.


Pero, también, comenzó una historia por demás curiosa, nació Almas de niño, donde aparece el Primer Memín y su pandilla.


Dibujado por Alberto Cabrera, apareció durante varios años hasta que un día se acabó.


En 1963, apareció la nueva versión de Memín, ahora dibujado por Sixto Valencia y en una nueva empresa Editorial Argumentos.

Este es el Memín con el que vivimos la última década del siglo XX y la que ha quedado como parte de nuestra cultura iconográfica.




José Guadalupe Posada Un cervantino


Entre las miles de obras de Posada, destaca su calavera de Don Quijote, obra maestra del genio mexicano. Es de tal calidad, que pareciera que cabalga. No tengo duda que Posada conoció la obra de Cervantes, sólo así pudo lograr captar esa gran perfección de su Don Quijote.


Les regalo tres versiones:

La primera, la original, en hoja volante.










 La segunda en impresión de la plancha, 



y la tercera, una peli de Don Quijote, en calavera, cabalgando






jueves, 23 de abril de 2015

Los timbres de Memín


Me recuerdo caminando por 5 de Mayo, rumbo a Eje Central, cuando sonó mi celulary era un reportero del periódico Reforma, pidiendo mi opinión acerca de la petición de retirar la estampilla postal de Memín debido a que, según los ignorantes gringos, era racismo. Ya en una nota anterior puse la entrevista. Seguí caminando y llegué al maravilloso Palacio Postal y compré dos planillas como esta.
Al día siguiente fue la locura, colas de ciudadanos llegaba a comprar las estampillas. Los 750 mil timbres que se tiraron se agotaron en el acto. Fue tanto el furos que debieron dosificarlos. "En la página de remates Ebay.com, este viernes había más de 60 ofertas para comprar timbres postales, revistas o colecciones enteras de Memín, que iban de los 10 dólares por una estampilla hasta más de 300 dólares por cinco planillas completas", publicó La Jornada ese día.
Historias de moneros.



Memín y el racismo

En junio de 2005 el Servicio Postal Nacional emitió una estampilla postal con 5 sellos dedicados a Memín que provocó la protesta negra de Estados Unidos debido a unas recientes declaraciones del  más tonto e ignorante presidente que hemos tenido en México: Vicente Fox, que declaró que los mexicanos hacían trabajos que ni los negros quería hacer. Esta fue una nota de Reforma que rescató muy bien el problema.

Piden no retirar estampilla postal

Edgar A. Hernández, Patricia Cordero y Sergio R. Blanco
(01-julio-2005).-
México debe mantener en circulación la estampilla postal con la imagen de Memín Pinguín, coincidieron investigadores y caricaturistas, quienes señalan que el rechazo que ha generado el personaje de historieta entre los grupos afroamericanos de Estados Unidos no nace de su aspecto, sino de "los comentarios desafortunados sobre la gente negra" que hizo en mayo el Presidente Vicente Fox.
"Hay que defender la permanencia de Memín Pinguín en las estampillas postales, ya que es un símbolo de lo mexicano, el cual está construido en el imaginario de lo nacional y no tiene nada que ver con el racismo, por lo que está por encima de los políticos y de sus absurdas declaraciones", afirmó Agustín Sánchez, investigador del Cenidiap-INBA y autor del Diccionario biográfico ilustrado de la caricatura mexicana.
Manelick de la Parra, hijo de la desaparecida creadora de Memín Pinguín, Yolanda Vargas Dulché, aseguró que resultaría "catastrófico" que México actuara a partir de las afirmaciones hechas por el secretario de prensa de la Casa Blanca Scott McClellan o de líderes afroamericanos como el reverendo Jesse Jackson, quien declaró al Washington Post que, de no detener Fox la circulación del sello, promovería manifestaciones frente a los consulados mexicanos en Estados Unidos.
"Lo que sería catastrófico es que nuestro gobierno acatara estas peticiones. Pero hasta donde tengo entendido, ha sido categórico y Memín seguirá circulando en su estampilla. Y ojalá impriman muchos miles y millones de estampitas para que escribamos una carta a (George W.) Bush y se la mandemos con el timbre de Memín, para que sepa lo importante que es un personaje tan positivo y tan justo, aunque sea negrito y caricaturesco", indicó el también director general de Editorial Vid, que edita la historieta.
El presidente de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas, José Luis Diego Hernández, "Trizas", también apoyó la permanencia de la estampilla y negó que Memín sea un personaje ofensivo para la comunidad afroamericana.
"Es un personaje popular muy arraigado en nuestra cultura. Me gustaría deslindar este personaje tan querido por todos los mexicanos de los asuntos políticos y las declaraciones desafortunadas del Presidente Fox, que es lo que ha venido a identificar a Memín en la política", señaló.
Arturo Said, presidente de la Sociedad Mexicana de Historietistas, consideró que uno de los motivos para no sacar de circulación la estampilla de Memín es que el personaje fue realizado por sus autores, Vargas Dulché y el dibujante Sixto Valencia, con el fin de promover los valores en la sociedad. "Es una historieta familiar que resalta los valores morales y fraternales de la familia mexicana y ha divertido a varias generaciones de lectores".
El dibujante de la historieta de El Hijo del Santo coincidió en que no se trata de un estereotipo afroamericano.
"Su aspecto de niño negrito no es lo que nos interesa, ya que nunca hemos sido racistas en nuestro país. Cualquier publicación u homenaje que se le haga al autor o a su personaje, no es ofensivo para nadie, sino que así reconocemos su valor", subrayó.
En nombre de la sociedad que preside, Said apoyó la circulación de la estampilla y adelantó que en octubre se realizará un homenaje a Memín, en el marco de una exposición de historieta mexicana en el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. "(Memín) Es un personaje muy sano y admirado por los lectores, que han comprado millones de historietas, álbumes y pósters durante más de 30 años, y seguirá siendo leída por muchos más", indicó Said.
Sánchez explicó que es necesario que la sociedad defienda la imagen de Memín, que identifica dentro de los 20 símbolos más importantes de la iconografía mexicana, igual que se hizo cuando el gobierno de Fox cambió el símbolo de la Presidencia del águila devorando la serpiente sobre el nopal por la llamada "águila mocha".
"Igual que nos inconformamos por el águila mocha del Presidente, ahora debemos pedir que el gobierno no doble las manos ante la censura de Estados Unidos, que como todo sensor se debe medir en función a su propia ignorancia", afirmó Sánchez. Los estadounidenses son tan ignorantes que pueden confundir a Letonia, Estonia y Lituania con las tres hermanastras de la Cenicienta. Ese desconocimiento generalizado de lo que está afuera de sus fronteras provocó todo este gran chisme que nació de las declaraciones desafortunadas del Presidente Fox".



Lo que significa

El investigador Agustín Sánchez considera que la figura de Memín Pinguín remite a tres conceptos de lo mexicano:


Negritud. Retoma la raíz negra del mexicano, que se ha ido desdibujando con el mestizaje.
Picaresca. Al igual que el Negrito Poeta del Siglo 18 y el Periquillo Sarmiento del 19, simboliza la tradición de la picaresca mexicana.
La vecindad. Retrata la vida en las vecindades, un microuniverso que vive la transición entre lo rural y lo urbano.



El origen

Memín Pinguín fue concebido por Yolanda Vargas Dulché (1923-1999) como un personaje cargado de rasgos de su propia biografía, explicó Manelick de la Parra (1952), hijo de la creadora que, de niña, al igual que la caricatura, padeció pobreza.
Los rasgos físicos de Memín, nacido en 1945, se inspiraron en un viaje que Vargas Dulché realizó a Cuba, donde quedó prendada de la simpatía de la población negra.
El nombre es en realidad el apodo que tenía su marido (Guillermo de la Parra) en la infancia.
"'Memín' por Guillermo, y 'Pinguín' porque mi padre era un pingo", cuenta De la Parra.
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Adiós a Sixto Valencia

Se fue Sixto Valencia, creador de uno de los personajes que se conviertieron en parte de nuestra iconoografía sentimental: Memín Pinguin.



Hace unos años, en 2006, publiqué una pequeña biografía de homenaje en el libro Tesoros del Registro Civil.




Antes, en 2009, también le rendí un homenaje en el libro Póquer de Ases. Cuatro caricaturistas hidalguenses. 

Es una lástima que ambos libros no circularan comercialmente, el primero porque fue una edición del Gobierno de la Ciudad de México, y el segundo de una Universidad de la que no quiero acordarme, pero cuyos libros sirven sólo para alimentar a las ratas, entre otras cosas, porque nunca circulan.




Posada en Madrid



Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...