martes, 8 de julio de 2014

2. Posada en el periodismo. León (segunda parte)



























José Guadalupe Posada llega a León en 1871, tenía 19 años. Existe  un vacío de incursión en la prensa de diez años. En 188 hubo una gran inundación que acabó con buena parte de la ciudad y, es muy seguro que arrasó con el archivo de Posada, así como su taller dado que estaba dentro de las manzanas en donde ocurrió ese desastre.
Tengo localizados los siguientes medios

La Gacetilla  (León, Gto.)
La Educación (León, Gto)
 El Pueblo Católico (León, Gto)
Monitor del Pueblo




Hace unos meses publiqué en El Cotidiano, de León, Guanajutao la siguiente nota:









La Gacetilla, publicación leonesa ilustrada por J. Guadalupe Posada
La Gacetilla, publicación leonesa ilustrada por J. Guadalupe Posada

Apenas leí un boletín de prensa convertido en nota “periodística” y no resistí la tentación de escribir cómo los guanajuatenses, por ignorancia, han desdeñado un gran homenaje a Posada, un hombre que les pertenecería por vivir muchos años en la ciudad de León.
El boletín, publicado en el periódico AM el 17 de julio, da cuenta de una exposición que se exhibe “en el Academus del Pueblo Mágico, en la comunidad de Jalpa de Cánovas”.
En veinticinco renglones da cuenta de la presencia de autoridades políticas y culturales del estado de Guanajuato y de la localidad, así como de Irapuato, Aguascalientes y León.
De Posada sólo mencionan las palabras del director de Museos del Instituto de Cultura de Guanajuato: “destacó que la obra se refleja en dos sentidos: retratar en sus grabados las costumbres de la época y la crítica social, especialmente del periodo del Porfiriato, al vivir entre los años de 1852 y 1913 que influyó en el trabajo de los artistas como Diego Rivera y David Siqueiros. Es un orgullo tener a Posada, en la cuna también de un genio que pudo interpretar su entorno, como es Hermenegildo Bustos, quien pintó el alma de su pueblo y de su gente”. No hay más, la nota remata una frase con lugar común.
Estoy seguro de que todos los funcionarios ignoran que Posada vivió de 1872 a 1888 en la ciudad de León, que participó en importantes publicaciones de esa ciudad, que fue profesor de litografía, que la obra de José Guadalupe Posada no se entiende si se ignora su paso por León.
Más aún, ignoran su matrimonio en León con una leonesa, María de Jesús Vela, y que aquí también tuvo un hijo llamado Juan Sabino, que murió muy joven en la ciudad de México.
Un verdadero homenaje, un inteligente homenaje, debiera partir de ese hecho: recuperar, además, la obra de Posada en León y no quedarse con las copias que les mandan de Aguascalientes de una obra, por cierto, que Posada no hizo en Aguascalientes sino en la ciudad de México.
Celebro cualquier homenaje dedicado a este genio del arte mexicano, pero no me cansaré de cuestionar la falta de contundencia, investigación e imaginación de los mismos.

lunes, 7 de julio de 2014

2. Posada en el periodismo. León, Guanajuato

El mito decía que Posada salió de Aguascalientes huyendo de la represión.
Se ha demostrado que no fue así. Su padre murió en 1871 y su maestro Trinidad Pedroza instaló su imprenta en León, una ciudad muy cercana a Aguascalientes, que avanzaba industrialmente mucho más rápido que su ciudad natal. Así, Posada partió con su mamá y su hermano menor buscando mejorar su vida profesional y personal. Tenía 19 años.
En León, Posada formó una familia al contraer matrimonio con María de Jesús Vela, con quien procreó al único hijo que se le conoce: Juan Sabino, hecho que tuve la suerte de descubrir, tras arduas pesquisas, y localicé su acta de defunción.
Así, León Guanajuato se convirtió en un punto fundamental en la vida de Posada, fue la ciudad donde adquirió la madurez personal y profesional; debido a una terrible inundación en León, que acabó con buena parte de la ciudad, en 1888, se perdió mucho del material realizado por Posada.
En León continuó su labor como dibujante de periódicos en La Educación, El Pueblo Católico La Gacetilla.
Esta última, cuyo lema era “Todo, menos política”, era dirigida por el periodista David Camacho quien puso en contacto a Posada con Ireneo Paz y más tarde, viajó con Lupe a la capital a probar fortuna.
En La Gacetilla, además del encabezado que contiene un dibujo de la plaza principal, encontramos una buena cantidad de material producido en esos años, como el retrato del doctor Francisco Leal del Castillo, que era director de la escuela secundaria, junto con cuatro alegoría sobre su fallecimiento, en 1884.
Otros trabajos que se publicaron aquí, fueron el Lago artificial formado entre el cerrito del Calvario y el Parque; los baños y lavaderos públicos a la entrada del Parque Manuel González.

El retrato del entierro del Doctor Leal es excepcional: sus alegorías retratan, al natural, la situación de los dolientes, en una especie de Víacrucis, con personajes reales de la sociedad leonesa.

Ciudad Crónica: Litro, no metro













La lluvia hace todo lento. El tráfico es brutal. Los coches, que no saben nadar, avanzan metro a metro, aunque, debiera decirse, litro a litro.
           En esos días, el transporte es pesado, vaporoso, cansado, caótico. Cuando llueve, se detiene a cada rato, deja de fluir, parece que se ahogara.
           La gente corre a cubrirse del agua. Otros ya no se inmutan, se han mojado tanto, que ya resulta inútil resguardarse. Y el "¡qué bonito es ver llover y no mojarse!", es un dicho falso ya que no es nada gracioso esperar largos minutos a que el metro avance, mientras se observan los embotellamientos de Tlalpan, por ejemplo.
           La lluvia no tiene horario ni fecha en el calendario. El otro día había un sol esplendoroso por la mañana; la gente dejó el paraguas en casa, volvieron las ropas primaverales y, cuando menos lo esperábamos, vino el chubasco brutal.
           Y el humor no se hace esperar. Hay quien dice que el metro pronto cambiará de nombre y habrá de llamarse... Litro.
           Y como vamos, no lo dude, así que tome su paraguas y no salga sin él, porque esto ya parece el diluvio. Sólo falta el buen Noé.

ABSOLUTO AMOR: Efraín Huerta

Me impresiona, gratamente, la respuesta al sitio dedicado a Efraín Huerta. Pensaba dejarlo pero no es posible. Seguiré compartiendo con ustedes la poesía del gran Cocodrilo.




Te gusta · 29 de abril 




ABSOLUTO AMOR

Como una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.

Amada inmensa
como una violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.

Gota de anís en el crepúsculo
te amo con aquella esperanza del suicida poeta
que se meció en el mar
con la más grande de las perezas románticas.

Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.

Es la primera vez que un absoluto amor de oro
hace rumbo en mis venas.

Así lo creo te amo
y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.

domingo, 6 de julio de 2014

Me impresiona, gratamente, la respuesta que hubo al sitio abierto en facebook dedicado a Efraín Huerta. Pensaba dejarlo pero no es posible. Seguiré compartiendo con ustedes la poesía del gran Cocodrilo.



BUENOS DÍAS A DIANA CAZADORA

Muy buenos días, laurel, muy buenos días, metal, bruma y silencio.
Desde el alba te veo, grandiosa espiga, persiguiendo a la niebla,
y eres, en mi memoria, esencia de horizonte, frágil sueño.
Olaguíbel te dio la perfección del vuelo y el inefable encanto de estar quieta,
serena, rodilla al aire y senos hacia siempre, como pétalos
que se hubiesen caldo, mansamente, de la espléndida rosa de toda adolescencia.

Muy buenos días, oh selva, laguna de lujuria, helénica y ansiosa.
Buenos días en tu bronce de violetas broncíneas, y buenos días, amiga,
para tu vientre o playa donde nacen deseos de espinosa violencia.
¡Buenos días, cazadora, flechadora del alba, diosa de los crepúsculos!
Dejo a tus pies un poco de anhelo juvenil y en tus hombros, apenas,
abandono las alas rotas de este poema.

1. Posada en el periodismo. El Jicote (3a. parte)

Resulta obvio que las once litografías realizadas por Posada, en El Jicote, no pudieron ser las primeras, pues debió ejercitarse desde algún tiempo atrás; es probable, también, que las ideas hayan sido proporcionadas por sus colegas o por su propio hermano Cirilo.
Pero más allá de cualquier otra cosa, es claro que estas litografías, son una muestra que ya vislumbraba la grandeza de Posada. 
Primera función de maroma
El fraude electoral
En ellas se denotaba la influencia de publicaciones como La Orquesta y de otras más, como El Padre Cobos, de Ireneo Paz, con quien colaboraría más adelante.
En esos años, artistas como Constantino Escalante, Santiago Hernández y Alejandro Casarín eran referencias fundamentales en su vida artística, lo mismo que José María Villasana, que por esos tiempos había vivido en la vecina San Luis Potosí, realizando las litografías en La Ilustración Potosina.

El Jicote se convirtió en una publicación emblemática en la historia de la prensa ilustrada gracias a la presencia de ese joven de 19 años que iba a convertirse en uno de los grandes ilustradores del mundo.

El histórico cómic mexicano Familia Burrón viaja a la Universidad de Alcalá (1910)

martes, 2 de noviembre de 2010


El histórico cómic mexicano Familia Burrón viaja a la Universidad de Alcalá


(MÉXICO) CULTURA-ESPECTACULOS 07-09-2010 / 4:30: h
México, 6 sep (EFE).- La Universidad madrileña de Alcalá de Henares dedicará una exposición al dibujante mexicano Gabriel Vargas, creador del cómic La Familia Burrón, muy célebre por su retrato de la familia típica de México.

La muestra estará compuesta por 55 portadas de los cómics del maestro Vargas, cuyo fallecimiento en mayo desató muchas y variadas muestras de condolencia y homenaje.

Según dijo hoy a Efe el responsable de la muestra, Agustín Sánchez, del Instituto Nacional de Bellas Artes mexicano (INBA), el material ha sido cedido por la viuda del dibujante, la escritora y periodista Guadalupe Appendini.

La exposición se presentará del 9 al 19 de septiembre en La Fábrica del humor, una de las salas de exposiciones de esta universidad situada a unas decenas de kilómetros de Madrid.

El historietista mexicano Vargas (1915-2010) logró el reconocimiento con esta crónica en viñetas de la vida en varias capas sociales de la capital mexicana, considerada una de las referencias más importantes del cómic patrio.

Con La Familia Burrón, que comenzó a editarse en 1948 y cesó en agosto, el autor se convirtió en narrador por antonomasia de los problemas y situaciones de Ciudad de México.

Entre los personajes que cautivaron a los mexicanos figuran Borola Tacuche de Burrón, su esposo el peluquero Regino Burrón, y sus hijos, la joven Macuca Burrón y su hermano Regino Burrón, además del niño adoptado Foforito Cantarranas.

La Universidad de Alcalá de Henares, que acoge esta muestra, fue fundada en 1499 y en ella estudiaron grandes nombres como Lope de Vega, Francisco de Quevedo e Ignacio de Loyola. Hoy cuenta con cerca de 25.000 alumnos y ofrece casi un centenar de titulaciones. EFE

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...