La obra de José Guadalupe Posada se encuentra por todas partes, es una caja de sorpresas permanente.
Hace tiempo publiqué acerca del vínculo que tuvo con Barcelona al publicar, en esa maravillosa ciudad, La Biblioteca del Niño Mexicano; también, en esa ciudad me topé con una escultura dedicada al maestro Mariano Fortuny, el pintor catalán del que Posada realizó algunas copias.
Pero ahí no termina todo, ahora encontré un retrato que hizo a Paulino Pallas y que publicó el el periódico El Tiempo, de Victoriano Agüeros.
Pallás fue un anarquista que realizó un atentado en Barcelona, en 1893, contra el general Martínez Campos, en las Ramblas.
El anarquista fue atrapado al instante, condenado a muerte y ejecutado diez días después del atentado.
Este intento frustrado fue el primero de una serie de hechos violentos por los anarquistas a finales del siglo XIX.
Posada hizo un espléndido retrato que muestra su maestría, como pueden ver.
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