No
sé cuántas veces he caminado por sus calles.
Madrid es una ciudad que siento tan mía.
Caminarla es un placer.
Hace años tengo la suerte de visitarla por la menos una vez al año. Esta
vez, 2018, en octubre 20 me despedía de ella.
Llegue a la Plaza mayor y escuché una canción muy conocida: Madrid, de
mi tocayo Agustín Lara quien la compuso sin conocer la capital española y que
se ha convertido, prácticamente, en el himno de esa ciudad.
"En México se piensa mucho en tí".
Tocaba la Banda
Sinfónica del Ayuntamiento.
Debía recoger la maleta a dos
calles de ahí, en la Plaza de Oriente, donde estaba hospedado.
Con los aplausos me marchaba
lentamente cuando otros acordes me detuvieron: Suspiros de
España:
Tierra gloriosa de mi querer
tierra
bendita de perfume y pasión
España en toda flor
a tus pies
suspira un corazón.
Ay de mi pena mortal
porque me alejo
España de ti
porque me arrancan
de mi rosal
Algunas personas bailaron ese dulce y nostálgico paso doble.
Algunas personas bailaron ese dulce y nostálgico paso doble.
Me marché entonces sin voltear
a mirar, para no convertirme en estatua de sal. A lo lejos, seguí escuchando a
esa la banda:
En mi corazón
España te miro
y el eco llevará de mi canción
a España en un suspiro.
Privilegios de la vida.
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