sábado, 12 de mayo de 2018

Un basurero en Xochimilco o el Edén pérdido

Hace años que no visitaba Xochimilco.
Hoy amanecí con animo tlacoyero, así que me fui con mi mujer y mi hijo al mercado de Xochimilco con la intención de saborear unas quesadillas y después, de postre, una rica nieve de frutos rojos.
Tomé el coche y lo dejé en las Torres, pasando Tasqueña y de ahí me encaminé al Tren ligero para viajar a Xochimilco.
Siempre he pensado que en lugar de dejar vivo al pulpo transportista los gobiernos tendrían que estimular el transporte colectivo, no contaminante, como es el tren ligero y sería, sin duda alguna, una ciudad más amable. 
López Obrador estimuló el uso de automóvil al crear, con la complicidad de Claudia Sheimbaum el segundo piso del periférico en vez de generar transporte colectivo; quien sí lo hizo, pero sólo para saquearnos, es Marcelo Ebrard al que todos recordaremos por el gran robo dorado de la línea 12.
Desde hace tres años gobierna esa delegación MORENA. Uno pensaría, con tanta alaraca que prometen, que si bien en 3 años es complicado transformar una ciudad, por lo menos sería un poco mejor pero... no.
Calles sin pavimentar, banquetas rotas, ambulantes a diestra y siniestra. 
Desde la terminal del Tren ligero hasta el Jardín centenario, todo parece un muladar. Sucio, desagradable, asqueroso.
En esas diez calles que caminamos, no hubo una sola, UNA, que estuviera en condiciones medianamente aceptables. Debe ser imposible caminar por ahí con muletas y ni siquiera pensar en silla de ruedas.
Y qué decir del embarcadero, un robo en despoblado, sin precios al público, como estaban publicados antes, mostrando una hoja con los servicios y, supongo, intentando cobrar como se deje el cliente. El colmo, en las trajineras, un letrero gigante pidiendo propina de cien pesos. Y los alrededores del embarcadero, también, rechinantes de mugre.
Xochimilco, el lugar donde se cultivan las flores, debería llamarse Suciomilco.
La Plaza Xochimilco, que era un jardín hermoso, en donde parecía que se vivía la tranquilidad provinciana, en el mejor sentido de la palabra, es un basurero más, lleno de mugre por todas partes y, lo peor, prostitutas que pululan por ahí a las 15 horas. 
Uno pensaría que el nuevo gobierno sería capaz de mejorar el entorno de Xochimilco, cuando menos un poco pero no.
Es lamentable el muladar en que se ha convertido Xochimilco a pesar de las promesas del edén, con un gobierno que promete mucho pero cumple muy poco. Parece que el águila fue a cagarse ahí antes de irse volando al zócalo.

4 comentarios:

Ivonne dijo...

Hace 22 años que soy asidua a Xochimilco por la universidad y hace 6 que decidí radicar aquí y es lo mismo, no es el partido el responsable de la limpieza, me consta que limpian por las mañanas las personas encargadas, es la falta de cultura cívica he vivido en 4 delegaciones y es la más sucia, lamentablemente son las personas quienes creen que las calles son un basurero gigante, soy de Azcapotzalco y también gobierna Morena la diferencia son las personas no se necesitan botes en la calle la gente se lleva su basura y la tira en casa, aquí mi vecina saca sus bolsas a la calle y el único que se las lleva son los perros que merodean causando un basurero, mi hija visito un parque en Azcapotzalco y maravillada mencionaba que las calles estaban limpias, es grave la falta de cultura cívica si y se nota en las calles 😖

AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ dijo...

Muchas gracias por su respuesta. Lo sé, justamente buscaba provocar respuestas como la suya para mostrar que aunque viniera Dios a ocupar la presidencia de la república, si la sociedad no modifica sus hábitos culturales, nada cambiará. Saludos

PANCHOFRANCISCOPACO dijo...

Nací hace 70 años en el D.F., hoy CDMX y me avecin dé en Pto. Vallarta, Jal; desde niño era mágico ir a visitar los Canales de Xochimilco, era una aventura ir de paseo a ese lugar era de sueño saber que el sábado teníamos que dormir y que al día siguiente nos parábamos tempranito para irnos a Tlálpan a tomar el tranvía desde la Villa de Guadalupe... se hacía el esfuerzo familiar por pagar el costo de subirse a las trajineras y comer lo que nuestra madre llevaba(arroz, frijoles machacados, huevos duros, salsas, aguacate mexicano-negro "era relativamente Barato" y mucha tortilla, ah!! y agua de limón con harta azúcar... a veces llevaba milanesas empanizadas y claro que era un manjar... bueno pues hace casi 20 años fuí con mi esposa e hija y pues todavía nos tocó encontrar un lugar con ese sabor mexicano que era extraordinario!!, único en el mundo, quién sepa sus orígenes sabrá que tenemos un rincón de historia y que se podía disfrutar.
Hace 2 años lo volví a visitar y ya no era seguro, imposible de sentirse a gusto, nada más viendo por el hombro que persona se acercaba a nosotros, indagar precios antes de tomar un servicio ya que los prestadores de alimentos u otra actividad nada más ven como aumentar el costo exhorbitante, la basura donde quiera se acumulaba y la embriaguez de los hombres con una verdadera alegría, como deporte, feo, muy feo sitio y no se tiene orden ni reglamentación y lo más preocupante, es un asalto cotidiano al turismo por todos lados y desde luego ya no es un sitio que se pueda recomendar con amplitud.
Sr. Sanchez Gonzalez, muchas gracias por su blog... claro que nos permite externar nuestra opinión o al menos nuestras añoradas experiencias... que tenga un buen día y lo mejor de lo mejor para Ud. gracias mil!!..

AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ dijo...

Muchas gracias, don Francisco Javier. Feliz navidad

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...