lunes, 19 de junio de 2017

La ciudad de los prodigios, in situ

Los sueños que genera la literatura a veces se convierten en realidad. Muchos de los viajes que he emprendido han buscado llegar a esos pasajes literarios que me han marcado. Hace días llegué a Barcelona buscando los espacios que Eduardo Mendoza describe en La ciudad de los prodigios, publicada en 1986 y que es una de las grandes novelas de la historia.

Estamos hospedados muy cerca de la Plaza España, a unos cuantos pasos, sitio donde culmina la obra, donde se llevó a cabo la Exposición Universal de 1929, y ayer mismo estuve en La ciudadela  donde se realizó la Exposición Universal de 1888, en lo que era la vieja ciudad del siglo XIX que conserva el aire antiguo, una ciudad otrora encerrada y que, sin embargo, abría sus puertas al mundo en ese momento.


Mendoza es un prodigio de escritor que debe ser leído por todos los amantes de la literatura y Barcelona una ciudad prodigiosa, imprescindible para conocer el mundo.

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