martes, 23 de julio de 2013

MONEROS VS FOX

por Patricio Cortés
•  Él actúa las caricaturas, nosotros sólo lo dibujamos: Naranjo
•  El presidente se ha vendido como una marca: El fisgón
•  Él tiene la culpa por ser tan cómico: Rius
•  Es el más agredido en su vida privada porque lo ha provocado: Agustín Sánchez González.
La caricatura es y ha sido uno de los géneros más críticos de la prensa mexicana; con el desvanecimiento de aquella figura presidencial omnipotente e intocable, Vicente Fox es el centro de los embates fundados e infundados de los moneros. El tema cobra actualidad ahora que medio mundo se desgarra por cuidar la investidura presidencial.
Si bien en 1976 provocaba escándalo un dibujo de Naranjo del entonces saliente mandatario Luis Echeverría parado sobre un país en ruinas, publicado por Proceso, hoy es común ver caricaturas donde el actual presidente de México aparece lamiéndole las botas a George W. Bush o con cuerpo de perro paseado por empresarios. Aunque el término "cachorro del imperio" le ofendió bastante cuando vino de Hugo Chávez, presidente de Venezuela.
Si vemos las caricaturas publicadas en El Universal por Naranjo en los años 80, rara vez hacen alusión directa al presidente, pues sus críticas se centraban básicamente en el sistema donde, por ejemplo, aparecen las manos de los empresarios aplastando a los trabajadores.
Esa figura presidencial que fue decreciendo en las caricaturas a partir de los 70 y que antes estaba prácticamente ausente en cuanto a críticas, excepción hecha de los semanarios Política y La Voz de México, hoy es el ojo del huracán. Después de décadas de censura, la apertura de los últimos sexenios, sumada a lo pintoresco de nuestro actual presidente, han generado una avalancha de cartones que van desde la crítica justificada, hasta las burlas e insultos.
Tal vez Fox lo propició, pero la caricatura es un género de alta penetración que también inconscientemente puede desviar atenciones, ya hemos visto viajes presidenciales donde sólo se habló de unas botas de charol en lugar de los acuerdos.
Agustín Sánchez González, investigador sobre la historia de la caricatura, reconoce que hay una banalización de la caricatura a partir de la desmitificación de la figura presidencial. Sin embargo, advierte que es el mismo Fox quien lo ha propiciado con actitudes como imitar a Ponchito en su programa de radio y burlarse de Andrés Manuel López Obrador en anuncios de radio y televisión.
"Él ha sido el más agredido en el sentido de meterse a la vida privada, pero porque él lo ha provocado. La falta de respeto que ha habido hacía sí mismo ha partido de Fox, cuando él saca a su nieto haciendo la V de la victoria. Si tú no quieres que se metan con tu familia, no la metas al juego. Cuando empieza la toma de posesión y lo primero que hace es saludar a sus hijos, es meterlos al juego; y luego además se casa con su vocera, la mete al juego", agrega.
Explica que el mismo Fox afecta la imagen presidencial con las declaraciones que hace; lo cual contrasta con mandatarios de antaño como Adolfo Ruiz Cortines, quien cada vez que soltaba una palabrota decía, perdón investidura. Ejemplifica: "El caso patético fue el de (Fidel) Castro, escandaloso. Mientras Castro todo el tiempo, con la formalidad de un mandatario y con el callo de 40 años de dictador, hablándole de usted y éste nunca se da por enterado. Castro lo llevó por donde quiso, esto denota la crisis del presidencialismo, la crisis de las instituciones históricas".
En este sentido Rafael Barajas, El fisgón, comenta: "Yo creo que criticar las botas de Fox, sin criticar la esencia no tiene caso. Lo que pasa es que las botas de Fox son criticables porque Fox se ha vendido como una marca y las botas son parte de la envoltura, siendo el cinturón la etiqueta. Fox se vendió como una mercancía, esta frivolización o trivialización de la imagen presidencial se corresponde muy claramente a lo que ha hecho el propio Fox".
Al cuestionarlo sobre si en este sexenio se facilita la caricatura, Rafael Barajas responde: "Yo creo que cada sexenio tiene su chiste. Aquellos sexenios donde hubo realmente presión por parte del Estado para que no se dijera nada, tenían su chiste porque en aquel momento, los caricaturistas buscaban mecanismos divertidos fuera de lo común y ahora pueden hablar directamente sin tapujos de todas estas historias. Entonces tienen sentidos diferentes, chistes diferentes".

¿Fox es más fácil de caricaturizar?
-Todos son caricaturizables, lo que sí es cierto es que Fox da más oportunidad, porque declara con más frecuencia y se da menos cuenta de lo que declara.

Eduardo del Río, Rius , en el mismo sentido manifiesta: "Él tiene la culpa por ser tan cómico, yo creo que la caricatura ha evolucionado muchísimo en comparación a la que se hacía en mis tiempos porque no había manera de decir las cosas que se están diciendo ahora; entonces los caricaturistas, dependiendo del medio donde trabajen, tienen libertad absoluta y además les pagan".
Rogelio Naranjo recalca que "muchas veces nos hace el favor de actuar las caricaturas, nosotros ya nada más dibujamos". Al cuestionar al caricaturista de Proceso y El Universal sobre las quejas del Presidente contra los presuntos ataques de la prensa, estalla contra el mandatario: "Pues si, y qué esperaba, es uno de los peores presidentes que ha tenido México, ¿que no lo tocaran?".

¿Cómo hace Naranjo para que su caricatura política no caiga en lo banal, la burla en lugar de la crítica?
-Es un resultado de muchos años, primero de politización y posteriormente de irse cuidando en el ejercicio de la prensa. Se exigía que fuéramos muy cuidadosos en algunas cosas para que se pudieran publicar, lo que finalmente resultaba en denuncias un poco tibias y con el tiempo se fueron haciendo más profundas.
Al referirse a aquellos moneros cuyo trabajo se centra en la adjetivación, opina: "Las cosas se van dando solas y si alguien abusa con la caricatura o hace insultos o dice cosas infundadas, solito se va cayendo. Esa persona no va a tener peso ni valor su crítica".
Al hablar de la caricatura de este sexenio existe un caso, el de Eko, destacado no por su calidad sino porque se trata de un caricaturista presuntamente despedido a petición de la Presidencia tras insultar a la primera dama. Este personaje a través de su cartón, en el ya desaparecido El Independiente, había dedicado gran parte de sus espacios a simples insultos al presidente mostrando en una tira que las ideas del Ejecutivo salen de donde la espalda pierde su nombre y en otras utilizó un sinnúmero de adjetivos contra los integrantes del gabinete. La gota que derramó el vaso fue cuando llamó a la esposa del presidente "mediatriz, bígama, divorciada"; resultado: su inmediato despido, no sin antes ofrecer la respectiva disculpa pública del dibujante y del periódico.
Al respecto Agustín Sánchez reconoce que existen casos donde se cae en la mera adjetivación, aunque no son la regla. "Se cayó en el exceso cuando Eko saca las caricaturas contra Martha Sahagún en El Independiente (diario desaparecido propiedad de Carlos Ahumada). No puedes caer en el insulto, o sea: la caricatura debe tener la calidad, elegancia y el discurso visual político contundente".
Sobre este mismo caso El fisgón opina: "Fue una cadena de errores. Los insultos a Martha Sahagún en esa tira fueron gratuitos y siento que fue un error publicarla, no tenía mucho sentido. Si lo que se dice es cierto, que el gobierno ejerció presión, el gobierno hizo mal".
Ante toda esta ola de caricaturas sobre y contra el Ejecutivo se ha comparado a Fox con Francisco I. Madero en cuanto al trato que ha recibido de la prensa; no obstante, Agustín Sánchez advierte que son momentos históricos distintos y que incluso el mismo Porfirio Díaz fue muy caricaturizado, al igual que Sebastián Lerdo de Tejada.
Frente a dicha comparación Rafael Barajas comenta: "De hecho hay un paralelo histórico entre Sebastián Lerdo y Madero mucho más claro que el que hay entre Fox y Madero. Tanto Lerdo como Madero fueron muy atacados por la prensa en su momento y hay quien manejó que habían caído por la presión de la prensa, esto es totalmente falso".
Agrega: "Yo creo que Madero y Lerdo fueron atacados esencialmente por la prensa porfirista, por un sector que estaba muy vinculado a un grupo de poder, este no es el caso. Hay muchas diferencias, Fox es apoyado por los grupos de poder que tienen medios informativos".
Algo que si está claro, es que hay una mayor libertad de expresión que durante el presidencialismo omnipotente, misma que se consolidó, según coinciden los experimentados caricaturistas Rius y Naranjo, durante el sexenio de Ernesto Zedillo; no obstante esto no fue gratuito, ni de la noche a la mañana.
El investigador sobre la historia de la caricatura, Agustín Sánchez González, refiere que desde el nacimiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta la desaparición del Excelsior de Julio Scherer, las críticas a la Presidencia a través de los moneros era prácticamente inexistente. Fue a través de este último suceso que se originó la apertura de nuevos medios y a su vez a la crítica al Ejecutivo, explica.
El investigador relata que el gran parteaguas fue La Garrapata (publicación en la cual participaron personajes como Naranjo y Rius), surgida en 1968, donde incluso se hizo referencia a la masacre de Tlatelolco, aunque con nombres disfrazados.
Eduardo del Río, decano de los moneros mexicanos, nos relata: "Antes, en los periódicos era imposible hacer un cartón contra el presidente y contra el PRI. Era dificilísimo meterse con ellos, eran los que pagaban".
Rememora la represión gubernamental que sufrió al ser uno de los primeros en criticar abiertamente al gobierno: "Cuando hacíamos La Garrapata nos quitaban el papel, no distribuían los números, teníamos intervenidos los teléfonos, nos perseguía la policía abiertamente, llegaban al taller y amenazaban al dueño que si seguían imprimiendo ahí La Garrapata le iba a ir mal. ¡Ésas son represalias!".
Resulta interesante ver cómo, aunque sea de manera algo velada, los caricaturistas ya hacían fuertes críticas a los gobiernos priístas cuando muy pocos columnistas se atrevían. En ese sentido, El fisgón comenta: "Como es un género de locos, es un género irracional, como género de dibujo, como género de humor, como género periodístico y porque trata de políticos mexicanos; entonces como se veía como género irracional, pues era más difícil censurar. Lo que es cierto es que quien abrió la libertad de prensa en México es gente como Rius, Naranjo y Helioflores".
Tan la palabra era más censurada que el dibujo, que el mismo Rius fue despedido de La Prensa, a pesar de ser de los pocos caricaturistas críticos, no por un cartón sino por una declaración que hizo en una asamblea como secretario de la Asociación Mexicana de Periodistas, contra Humberto Romero quien era el jefe de prensa de Adolfo López Mateos, según cuenta el caricaturista.
Eduardo del Río opina: "Fueron muy pocos los que dieron el brinco, yo creo que fue con Proceso y bueno antes con la revista Política. No fue tanto el régimen sino el medio, cuando se hizo una revista independiente de izquierda como Política; entonces ya había mucho más libertad, porque el dueño (Manuel Marcué Pardiñas) estaba mucho más interesado en hacer ese tipo de periodismo de combate, de crítica".
Regresando a este sexenio, Agustín Sánchez considera que lo mejor es que los caricaturistas ya realizan críticas incluso a la izquierda, lo cual no se veía antes a pesar de todos los años de dictador de Fidel Castro, nadie lo criticaba, ahora vemos incluso a Andrés Manuel López Obrador como blanco de los moneros.
Rius concluye, picaresco, refiriéndose a los nuevos caricaturistas "se les ha facilitado mucho porque cada día tenemos peores presidentes. No había habido un presidente que diera tanto material para vacilarlo, para mecerle los colmillos, como éste. Espero que me haya portado correctamente".

Lo cierto es que la caricatura es un género periodístico de gran tradición combativa y que destaca con agudas críticas, pero hoy ante una apertura como la que vivimos corre el riesgo de una simplificación hacia lo banal, de burlase más de los errores protocolarios que criticar los excesos y desaciertos gubernamentales.


*Forum 152 - Febrero de 2006 - Páginas 12-14 (pcortesc@yahoo.com.mx)

No hay comentarios:

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...