29 de mayo de 2011
Ángel González MÉXICO, D.F., mayo 29 (EL UNIVERSAL).-
A un año de haberse ido a vivir al Callejón del Cuajo, en ese mundo imaginario pero real de nuestra ciudad, el dibujante Gabriel Vargas, creador de la historieta que llegó a vender 500 mil ejemplares, La Familia Burrón, dejó un legado que podrá ser visto por las nuevas generaciones; eso porque en el Instituto Mora fue ofrendada su biblioteca personal, que incluye mil 600 números de su obra.
“Está toda la colección de la segunda época de La Familia Burrón”, dijo el escritor Agustín Sánchez, quien participó en la inauguración de una exposición —que estará hasta el 25 de junio— con dibujos y portadas del cómic en esa institución.
Además, aseguró, “es una desgracia, el 95% de la caricatura en el mundo, está perdida y para siempre; porque los caricaturistas no valoraron lo que tenían, no valoran lo que tienen.
“Lupita Appendini (viuda de Vargas) como es historiadora y periodista empezó a recoger todo esto.
Muchas de las obras que hoy conocemos, son porque ella las rescató”.
Sánchez González dio a conocer que la obra del maestro Vargas que guarda ahora el Instituto Mora parte de 1976, y que sólo son libros, pues “las originales las tiene Lupita.
Aún no sabe el destino (que tendrá).
La colección que sacó Porrúa y la suya que tiene seis mil volúmenes”.
Si bien la colección es vasta, desveló Agustín Sánchez, “hay una prehistoria antes de La Familia Burrón, que todas esas obras las está todavía resguardando Lupita”.
—¿Y pronto las veremos? —Pues hay que hacer casi una fundación porque la obra de Vargas es eterna, no la conocemos.
Es curioso, pero él nunca vio un libro sobre él en vida; apenas el año pasado salió un libro que sacó una chica en la Universidad del Estado de Hidalgo (Gabriel Vargas, Cronista Gráfico de Maira Mayola Benítez) y dos libros que hice, Una historia chipocluda y La prehistoria de La Familia Burrón, que esperamos que la Asamblea Legislativa tire 10 mil ejemplares.
El autor de José Guadalupe Posada: un artista en blanco y negro, reconoció que también hace falta hacer un recuento de textos sobre Gabriel Vargas y su obra.
“Hay que recordar que sobre Vargas habló Alfonso Reyes, Monsiváis, Pitol; Sergio Pitol, cuando le dieron el Premio Cervantes dijo que la gran influencia de su vida era Gabriel Vargas.
Después de eso no hay nada más que decir.
Gabriel Vargas tiene una incidencia enorme.
Es el único héroe a la altura de la historieta”.
Sobre la razón de que fuera el Instituto Mora, el depositario de la obra del dibujante, Sánchez González apuntó que “de hecho hay poco interés por la historieta, hay un desdén enorme por la historieta, es una vergüenza, porque incluso en el estado de Hidalgo no hay mucha respuesta a todo esto”.
Así también, reveló que “Gabriel Vargas había dicho que quería donar su obra a la Universidad de Hidalgo, pero la Universidad nunca fue (por ella).
Entonces yo le sugerí a Lupita tres sitios, el Centro Nacional de las Artes, éste y la Biblioteca Nacional”.
Historias de José Guadalupe Posada, notas de prensa, crónica literaria y periodística
lunes, 30 de mayo de 2011
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