martes, 29 de septiembre de 2015

Sobre la muestra de Jesús Martínez Carrióm

JESÚS MARTÍNEZ CARRIÓN, OTRO PERIODISTA VÍCTIMA DEL PORFIRIATO

La historia expresada de forma pícara por medio de litografías vuelve a ver la luz después de varios años de olvido

El Colmillo Público, diario feroz
ANUNCIOS
El Museo de la Estampa de la Ciudad deMéxico dio a conocer un legado histórico de acuarelas y litografías realizadas por Jesús Martínez Carrión, caricaturista y litógrafo que en tiempos del Porfiriato se mofara del general Díaz y su gabinete en diferentes periódicos entre los que destacan los periódicos El hijo del Ahuizote y El Colmillo Público donde fungiera como ilustrador y editor; además de gestar con su amigo y colega Daniel Cabrera capítulos de la historia de forma satírica. Sus trabajos por un lado crearon conciencia y por otro, propiciaron que ambos pisaran la cárcel de Belem en repetidas ocasiones al desacatar el articulo séptimo de la Constitución Mexicana de ese tiempo (sobre libertad de prensa).
La exposición no podría haberse dado sin la donación de señor Francisco Gutiérrez, nieto de don Jesús y familia que con ayuda del curador Agustín Sánchez González, experto en la caricatura política del siglo XX, la cual esta compuesta de cerca de cincuenta litografías muy detalladas y quince acuarelas logradas con gran talento y detalle.
Durante la inauguración de esta muestra se reunieron familiares de importantes personajes del pincel y la litografía como la señora Guadalupe Rivera (hija de Diego Rivera), Venustiano Carranza (nieto del presidente Carranza), Francisco Gutiérrez y familia de don Jesús Martínez, Rogerio Melgoza (tataranieto de Daniel Cabrera) y Diego Flores Magón (nieto de Enrique Flores Magón)
Martínez Carrión, gracias a su talento y gran cultura, se atrevió a exponer cientos de pasajes históricos el gabinete porfiriano de forma ridícula hasta encontrar la muerte por las repetidas ocasiones en que estuvo recluido en una de las cárceles más insalubres e indeseables de la época. Sin duda este gran artista es considerado junto con Daniel Cabrera y los Hnos Flores Magón como detonantes ideológicos de la Revolución Mexicana.
La muestra estará exponiéndose del 24 de septiembre al 29 de noviembre de 2015 en el “Museo de la Estampa” ubicado en la calle de Hidalgo 74 a un costado de la sala de exposiciones Franz Mayer.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Lo Hecho en México | México en una Imagen 2015 - GABRIEL MATEO Sánchez

Lo Hecho en México | México en una Imagen 2015 - GABRIEL MATEO Sánchez

Martínez Carrión en el Museo Nacional de la Estampa


INBA INAUGURÓ DOS EXPOSICIONES EN EL MUSEO NACIONAL DE LA ESTAMPA


Banners Web 2015
Por: Gabriela Espinoza
Un grupo de obras aceptadas en donación en años recientes de artistas mexicanos conforman las exposiciones La ceiba gráfica: Estampas de una década. Colección Museo Nacional de la Estampa y Jesús Martínez Carrión y El Colmillo Público. Del trazo costumbrista a la línea revolucionaria, las cuales fueron inauguradas por el Instituto Nacional de Bellas Artes, en el Museo Nacional de la Estampa.
Con la muestra La ceiba gráfica: Estampas de una década. Colección Museo Nacional de la Estampa, el museo, celebra los 10 años del taller La Ceiba Gráfica este emblemático taller, donde se presentan 102 obras.
El taller fue fundado por Per Anderson y Martín Vinaver en la ex hacienda de La Orduña, en Coatepec, Veracruz, el cual se ha posicionado como un espacio referencial en la producción de gráfica contemporánea, tanto a nivel nacional como internacional.
José Luis Cuevas, Gilberto Aceves Navarro, Francisco Aceves Humana, Saúl Villa, Demián Flores, Irma Palacios, Francisco Castro Leñero, Gilda Castillo, Rubén Maya, Humberto Valdez y Roberto Turnbull, son algunos de los destacados artistas que han colaborado en el taller.
Bajo la curaduría del especialista Agustín Sánchez González, la segunda exposición Jesús Martínez Carrión y El Colmillo Público retrata la vida y obra del artista guanajuatense. 114 trabajos, entre acuarelas, impresos y materiales documentales, presentan las líneas del costumbrismo decimonónico hasta la caricatura del Porfiriato.
Jesús Martínez Carrión fue magonista y colaborador de El Hijo del Ahuizote, fue director, fundador y caricaturista de El Colmillo Público, que dio cuenta de los abusos del poder durante los últimos años del gobierno de Porfirio Díaz, con la cual fue recluido en la cárcel de Belén, de la cual fue liberado para morir gravemente enfermo en el primer día de 1906.
Las dos muestras se pueden visitar de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, en el Museo Nacional de la Estampa, ubicado en avenida Hidalgo 39, en la Plaza de la Santa Veracruz, en la colonia Centro Histórico, delegación Cuauhtémoc. La entrada tiene un costo de trece pesos.

Banners Web 2015 70

viernes, 25 de septiembre de 2015

Buen viaje, querido y chipocludo poeta

En el cielo de los grandes, acaban de encontrarse el poeta Hugo Gutiérrez Vega con el genial escritor Gabriel Vargas. 
En un gran palique, Hugo recordó el verso chipocludo aquel, el dedicado a Borola Tacuche, el gran personaje creado por Vargas.
Recordemos a Hugo y su poema



Oda a Borola Tacuche de Burrón
(Escrita en versículos chipocludos y dedicada a la Barda Chachis Pachis Palomeque)
Foto
Portada del suplemento La Jornada Semanal del 10 de mayo de 1998, dedicado al historietista Gabriel VargasFoto Collage Marga Peña
Hugo Gutiérrez Vega
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de mayo de 2010, p. 8
a Carlos Monsiváis en su chorrocientos cumpleaños
Forzada, sí, por lo inmisericorde y por los años de la tripa mala,
maestra en al arte de ir tirando, santa señora del descuajaringue,
buscando la fortuna o, por lo menos, un magro desayuno,
tu vida y tu escenario comunal forman la desazón regocijada
de la diaria miseria y de su desastrosa escapatoria
(aquí nos tocó y otras periclitadas transparencias).
Debías burlar la estricta vigilancia de las moralidades burronianas,
tan sin matices, ay, siempre tan planas
sin el aire gracioso de la imaginación.
Don Regino, ejemplar, tan apocado por propia voluntad,
censuraba tus planes, frenaba tu aventura, aunque sabía
que al final, una bondad profunda e involuntaria
negaba tu discurso malandrín, y hundía tus pasos
en las obligaciones solidarias.
Sucede igual a veces con la errática y siempre impredecible sociedad vecindaria.
Llamo en mi auxilio para encomiar tu vida y tus trabajos
al mismo Don Regino con todo su civismo conformista,
a Regino chico, Macuca y Foforito; a Wilson, el amigo del hombre, el compañero de sus estrecheces;
a Avelino Pilongano, destacado colega
(el Fonca de la santa Gamucita lavaba ajeno
para patrocinar sus odas inmortales,
más chipocludas, ay, lo reconozco con rencor enconado,
que éstas que usted, lector querido, tiene
ante esos sus oclayos soñadores);
al Tractor pretencioso
y a Chagoya, rijoso y vulgarón diputadazo,
tan parecido, ay, a los gobernadores
buscando los regresos del pasado.
A lo lejos, allá¡ en San Cirindango, Briagoberto Memelas y Juanón Teporochas
levantan las banderas del sistema,
mientras Dick Epifanio O’Connor y Audrey Petra Chagoya
lanzan los de apipizca rumbo al norte.
Esta ciudad desparramada y rota, tiene en usted, Borola,
la cumbre de la risa exasperada;
los chorromillonarios (veo a Cristeta, Boba Licona y al sofocado Pierre)
evitan que el encomio boroliano se vista de colores maniqueos.
Van más allá sus pasos, mi señora,
pues el humor más hondo cala y pinta
el turbio panorama que revela la aurora de Nonoalco.
El que esto canta ha visto sus cantares incrementar la producción del huevo,
tal lo hizo Sinfónico Fonseca, compositor de pro;
el que esto canta piensa en Satán Carroña y sus fracasos;
piensa, en fin, en la noche de noviembre y en esa vecindad
que ha renovado hambres, humillaciones y formas solidarias.
Para acabar, regreso a usted, Borola, y pienso en don Gabriel y en su comedia humana.
Con humor candoroso y vengativo, ya casi derrotada la ilusión
nos aferramos a esta furris vidorria
tan poderosa, sí, que sigue y sigue a pesar de morirnos.
Sigue en esta ciudad, fuerte señora, pues pase lo que pase
la vecindad enorme, México-Tenochtitlan, seguirá en pie
y este su sueño ilustre seguirá bailoteando el Cuchichí.
Texto publicado en La Jornada Semanal, el 10 de mayo de 1998




Jesús Martínez Carrión. Del Trazo costrumbrista a la línea revolucionaria/ 1


El pasado  jueves 24 de septiembre de 2015 inauguramos una muestra dedicada a un hombre olvidado: Jesús Martínez Carrión.
Creador excepcional, desde el punto de vista estético, pero también desde la trinchera politica. Un magonista que fue capaz de cuestionar al poder político desde su trinchera, pero tambiñen legarnos obras en medios como El Mundo Ilustrado que, aparentemente, nada tenian que ver con su obra en El Hijo del Ahuizote o en El Ahuizote Jacobino.
Hoy que los suspirantes porfiristas se rasgan las vestiduras por el dictador, valdría la pena que vieran esa muestra y se eenteraran de las caricias de Don Perfidio o don Porfiriopochtli.
Los invitamos a que vean esta gran obra en el Museo Nacional de la Estampa, hasta mediados de noviembre.
Este es el folleto que se presenta en la muestra.



































jueves, 24 de septiembre de 2015

El Colmillo Público

Colmillo Público y La Ceiba muestran la gráfica mexicana poco conocida
Víctor García Esquivel | Cultura | Fecha: 2015-09-24 | Hora de creación: 22:52:15 | Ultima modificación: 22:52:15 



Preparativos. Curadores dan los últimos arreglos para abrir las exposiciones sobre la gráfica mexicana en el Munae.

El grabado y la caricatura en México no sólo fueron producidos por José Guadalupe Posada (1852-1913). Para presentar otros nombres importantes, desde principios del siglo XX hasta la actualidad, se reúne una selección de grabados, acuarelas y dibujos en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).
Se trata de dos exposiciones: Jesús Martínez Carrión y el Colmillo Público. Del trazo costumbrista a la línea revolucionaria y La Ceiba Gráfica: Estampas de una década. Colección Museo Nacional de la Estampa, montadas a través de donativos hechos al museo.
Las muestras serán inauguradas en el Munae esta noche a las 19:30 horas y abiertas al público hoy; la primera integrada por 114 obras (entre acuarelas, impresos y páginas de El Colmillo Público) sobre la producción de Martínez Carrión (1860-1906).
Jesús Martínez Carrión es uno de los artistas fundamentales para México dentro del rubro de la caricatura, de acuerdo con Agustín Sánchez, curador de la muestra.
“Su obra es fundamental para la caricatura y el arte en México, para muestra están las caricaturas que hizo en el semanario de crítica política El Colmillo Público, desde donde retrata al pueblo mexicano pero también al gobierno de Porfirio Díaz”, detalló el curador.
Agregó que el caricaturista fue uno de los más críticos militantes que ha tenido el país, razón por la cual sus trabajos se distribuyen a lo largo de la exposición en diversos temas, con la intención de que el público lo conozca.
“Posada ha opacado a toda una generación de caricaturistas, y uso el término para decir que hay muchos que hicieron grandes trabajaos a nivel discursivo y técnico, pero que están olvidados”, concluyó Sánchez en un recorrido con la prensa.
Entre los elementos del trabajo de Martínez Carrión, el curador destacó su crítica, nacionalismo y su paso por El Hijo del Ahuizote y fue fundador y director de El Colmillo Público que circuló de 1903 a 1906.
NUEVOS DISPOSITIVOS EN EL GRABADO. Mientras tanto, la segunda exposición es para celebrar los 10 años de trabajo del taller la Ceiba Gráfica, fundado en Coatepec, Veracruz, por Per Anderson y Martín, la cual reúne 102 obras.
Pero también esta muestra exhibe obras de artistas como Rafael Ruíz, José Luis Cuevas o José Castro Leñero, por ejemplo, quienes han colaborado en los talleres
El taller fue fundado en 2005 como un proyecto colectivo a través del cual la comunidad se sumara para poder elaborar grabados o dibujos con diferentes materiales, como la creación de algodón.
Entre las metas de Anderson al fundar este colectivo, está en la recuperación de la producción litográfica, a través de recursos locales y en la creación e implementación de materiales o soportes alternativos.
LOS DONATIVOS. Santiago Pérez Garci dijo a Crónica que ambas exposiciones tienen su origen en el Programa de Revisión Curatorial de los Acervos Artísticos del recinto, que se favoreció con un par de donaciones. El director del Munae detalló que el museo ahora tiene 113 cartones sobre la revista El Colmillo Público, que fueron donados por el arquitecto Francisco Javier Gutiérrez Martínez.
Mientras que la asociación civil Artistas Veracruzanos Bajo La Ceiba A.C. entregó al museo un total de 65 obras de los diversos colaboradores.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

El maestro Narro

FA-Narro

Por Agustín Sánchez González
Cuando estuvo de moda el marxismo, se decía con frecuencia que sabíamos más de la prehistoria que de las luchas obreras, lo cual era una gran verdad; parafraseando aquello, hoy podemos decir que conocemos más de la frivolidad televisiva o de cualquier efímera estrellita, que de los caricaturistas de todo el mundo.
Es una pena cómo los “festejos” bicentenarios y centenarios desperdiciaron la oportunidad de hacer un análisis serio de nuestra historia, a través del humor; por un lado, en el ámbito oficial se omitió ese tema, y por el otro “contestataria”, se cayó en el lugar común de buenos y malos, con textos humorísticos plagados de epítetos y descalificaciones.
Desde hace muchos años se vienen investigando diversos trabajos sobre la caricatura y los caricaturistas. Sin embargo, no deja de sorprender situaciones como el caso del más grande autor mexicano del siglo XX, Gabriel Vargas, un fenómeno único en el mundo que trabajó, profesionalmente de los dieciséis a los noventa y cuatro años, y del que sólo hay una tesis en la UNAM, por ejemplo.
A pesar de los avances en torno a la investigación del humor gráfico, con una bibliografía que se ha ido extendiendo poco a poco, aún existen no lagunas, sino océanos de información.
Tal vez en ello estriba la importancia del libro El maestro Narro, que recientemente dio a conocer Eduardo del Río, mejor conocido como Rius, y publicado por Editorial Panorama, donde el michoacano rescata la historia personal de José Narro Celorrio, un catalán que llegó a México como parte del importante grupo de exiliados de la Guerra civil española. (Aunque no llegó con el grupo original, sino fue de los que llegaron posteriormente, en 1952).
A estas alturas resulta increíble que José Narro Celorrio nunca sea mencionado entre los documentos y en los estudios dedicados al exilio; no es raro este desdén, pues autores como Tisner (Avel.lí Artis Gener) o Pere Calders, un par de geniales escritores y humoristas gráficos catalanes exiliados en México, nunca son mencionados (paradoja: tampoco Rius los alude en este libro ni a muchos otros humoristas gráficos exiliados como López Rey,
Antoniorrobles, Ras y una media docena más).
Basta revisar algunos títulos como El exilio español en México (Fondo de Cultura Económica, 1982) o inclusive sitios de internet sobre el exilio o, más aún, de los exiliados catalanes, para darse cuenta de esas omisiones.
Por ello, reitero, el rescate que hace Rius de este autor tiene un gran valor dentro del rompecabezas para reconstruir la historia del exilio catalán en México.
Una explicación acerca de por qué el olvido estriba, de alguna manera, en que el maestro Narro pasó buena parte de su vida en Guadalajara, la capital de Jalisco, y cabe recordar que vivimos en un país centralizado, donde se registra únicamente lo que sucede en el DeFectuoso.
Pero la explicación de la omisión no sólo se debe al lugar de su residencia, también se debe a que la profesión de ilustrador y, sobre todo, la de caricaturista han sido frecuentemente menospreciadas.
Cabe decir que el nombre de Narro ya había sido mencionado y configurado en una de las listas utilizadas por la Fundación de la Universidad de Alcalá de Henares (FGUA), para ubicar a los humoristas gráficos exiliados en América Latina y que me llegaron como parte de un apoyo en esa investigación.
Aunque encontré algunos libros ilustrados por Narro (uno muy curioso que ilustra, es la autobiografía de Antonio Rius Facius, un cristero que escribe sus memoria enUn joven sin historia), nunca localicé caricaturas entre esos trabajos y por ello Narro no fue incluido en la antología que se publicó en larevista Quevedos, publicada por la FGUA, en el número 30, aparecido en 2006.
De cualquier forma, aunque Rius recibió algunas caricaturas de parte del historiador José María Muria, que fueron publicados en el Butlletí d’informació dels paisos catalans, una revista que circulaba clandestinamente en Cataluña, podemos decir que Narro es un estupendo ilustrador que incursionó incidentalmente en la caricatura.
Lo mejor de El maestro Narro es, sin duda, la cantidad de imágenes que acertadamente Rius incluyó pues la mejor forma de conocer la obra de un artista es a través de ellas, pues ni la mejordescripción se iguala a la mirada del dibujo.
Buena parte de su producción la realizó con una técnica llamada scratch board, que consiste en “una cartulina recubierta de una pintura blanca especial que al ser rascada con una navajita o punzón, hasta que aparezca el negro que hay debajo de la capa de blanco”. Así, el dibujo parece un grabado.
La virtud de José Narro, además de la calidad estética, es ese retrato de nuestra vida cotidiana y sus trabajos de ilustración en muchos libros de historia mexicana.
Narro llegó a publicar decenas de libros de los que Rius da una lista incompleta tanto de los publicados en España, como de los impresos en México; en las bibliotecas mexicanas se encuentran muchos de ellos, como Las cartas a las golondrinas, de Ramón Gómez de la Serna (Barcelona, Juventud, 1949) o en México, como Pels camins d’utopia, de J. Soler Vidal (Méxic, Club de Llibre Catala, 1958), por poner sólo un par de ejemplos.
Destacan las innumerables ilustraciones para la editorial Panorama, que van desde 1980 hasta 2007.
José Narro murió en Guadalajara, en 1994. Para su fortuna, después de tantos años de olvido, Rius ha rescatado sus trabajos y hoy conocemos de su existencia, sobre todo con un autor tan leído.
Libros como El maestro Narro son una muestra de lo mucho que falta por rescatar tanto de la caricatura, como de la ilustración o del exilio español.
El maestro Narro,
Eduardo del Río Rius.
Panorama,
México, 2010

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...