jueves, 2 de abril de 2015

La última cena. De Leonardo da Vinci a Posada



Hoy es Jueves Santo, se conmemora la última cena de Jesús con sus discípulos, tema que fue y ha sido desarrollado por grandes artistas de todo el mundo.

La obra más conocida, con ese tema, es el mural realizado por Leonardo de Vinci y que se encuentra en el refectorio del Convento de Santa María de la Gracia, en Milán, considerada como una de las obras maestras de la humanidad.

Sin embargo, por cuestiones técnicas ha sufrido pérdidas irreparables y un gran deterioro por las experimentaciones realizadas por Leonardo. 

Gracias  a la digitalización, la obra quedará a salvo para siempre y, lo mejor, gracias a una estupenda idea de la Televisión Italiana y de Renato Parascanadalo, curador de la exposición, podemos disfrutar en México, hasta el 12 de abril Leonardo, Rafael, Caravaggio. Una muestra imposible. Las obras de arte en la era de la reproducción digital.

57 obras de este excepcional trío, donde milagrosamente podemos mirar la Ultima cena y, frente a ella, La Escuela de Atenas, en una reproducción 1 x 1, es decir, al tamaño natural.
Esta es la verdadera democratización del arte, la posibilidad de enfrentarse a obras maestras con reproducciones de gran calidad. No se la pierdan, sólo quedan dos semanas para gozar una de las más excelsas muestras que sólo con una curaduría así podrían mirarse.

Y bueno, esta espléndida Última Cena, acabado de encontrar una copia en un periódico jesuita de 1902, llamado La Idea del Siglo, cuyos cabezales fueron realizados por José Guadalupe Posada. 

Este periódico no tiene más ilustraciones que los cabezales y esta copia de Leonardo, por lo que me atrevo a aventurar, de acuerdos a otras copias realizadas por Posada, que fue el genio mexicano quien copió la obra del genio italiano. 
Acá se las dejo.

miércoles, 1 de abril de 2015

Las mentiras de Héctor Suárez

Un personaje corrupto interpretado por Suárez es la mejor imagen del PES
Estupendo actor, crítico social en su tiempo, Héctor Suárez se asoma a la pólítica en este año y es la voz de un pseudo partido: Encuentro Social, conformado, según el actor de Qué nos pasa, por ciudadanos que no son políticos. Ello resulta una vil mentira de Suárez pues ese partiducho, del que nadie sabe nada, lo conforman politiqueros como:
1. Hugo Eric Flores Cervantes, que es su presidente, que fue Oficial Mayor de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en 2007, donde fue despedido e inhabilitado para ocupar plaza alguna en la  administración pública federal hasta 2020. Fue Director de Gobierno con Marcelo Ebrard, en 2012 y en los años 90 militante priista. http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2014/impreso/no-soy-ni-he-sido-pastor-asegura-flores-cervantes-212991.html
2.   Alfredo Ferreiro Velasco ,un priista hasta hace unos meses, partido que lo postuló y con quien ganó la alcaldía de Tecate, BC.
3. Luis Moreno Hernández, ex líder del prd en BC.
Entre muchas lacras más.

Cuenta en sus filas con otros personajes tan indeseables como los personajes de Suárez o como el candidato del PES en San Luis Potosí que declaró que gays y solteras embarazadas dañan la familia  http://ciudadanosenred.com.mx/gays-y-solteras-embarazadas-danan-la-familia-dice-candidato/


Vaya manera de quemarse del Señor Suárez


martes, 31 de marzo de 2015

La caricatura y la masonería. El cartón del mes

Cada mes publicó un cartón histórico y realizó un breve texto que lo contextualice. Es una experiencia muy interesante. Algunas veces elijo el cartón a sugerencia del editor; otras, a partir del tema central de la revista y otras, simplemente, porque a mi me parece interesante para los lectores de Relatos e Historias en México.

En esta temática, nunca me había sucedido que al leer la nota publicada encuentre un filón mayor por investigar: la caricatura, a partir de la masonería, resulta una caja de Pandora. Este es el cartón del mes de abril de 2015: la expulsión de la masonería del gobernador de Veracruz, Luis Mier y Terán, a partir de la ejecución, en caliente, a los secuestradores de un buque.
La caricatura, realizada por Santiago Hernández, puede leerse en la edición de abril de Relatos e Historias de México.
Una vez más, me convenzo de la importancia de la lectura de la caricatura como una historia en serio.

lunes, 30 de marzo de 2015

La Semana Santa por Posada

Rosario Perpetuo de 1897
Si Posada fue capaz de construir el imaginario de los mexicano,  evidentemente retrató la Semana Santa pues ella forma parte de nuestras tradiciones, aun ahora, cuando el catolicismo va de capa caída.

Posada nació en Aguascalientes, una ciudad católica y conservadora; peor aún, vivió muchos años en León, cuna de los Cristero y del catolicismo más conservador.

Cristo del Espino, venerado en Jojutla, Morelos
Posada fue bautizado en la fe católica, ya mostré en otra nota el acta de bautizo, y se conoce acerca de su catolicismo, al grado de cooperar mensualmente con una pequeña contribución para la construcción de la Parroquia de Martínez de la Torre, ubicada en la Colonia Guerrero, según descubrí, también, en una lista de donadores a esa iglesia.


Ilustró miles de imágenes religiosas, en cada casa de cada mexicano siempre existió una imagen dibujada por Posada. 
Señor de Chalmita
Es curioso, realizó más imágenes religiosas que calaveras y sin embargo, su fama es por las calacas y no por las imágenes religiosas.


Les regalo algunas de las imágenes de Semana Santa realizadas por don Lupe.

domingo, 29 de marzo de 2015

Jesucristo en el cine mexicano


Recupero viejos artículos. Esta nota la publiqué en
La Jornada, el 12 de abril de 2001. Por extrañas razones técnicas, no aparece en la hemeroteca web, pero acá está publicado el  texto que entregué en aquellos años.




Jesucristo en el cine mexicano
Agustín Sánchez González



En 1952 se estrenó en México la cinta El mártir del calvario, dirigida por Miguel Morayta, con la actuación del actor español Enrique Rambal en el  papel de Jesucristo, acompañado de Manolo Fábregas, como Judas, Consuelo Frank y Alicia Palacios. Esta película se convirtió en un fenómeno televisivo que cada Semana Santa es transmitida por televisión. De alguna manera, esta ha sido la imagen que generaciones mexicanas enteras ha tenido de Cristo.
Cabe recordar que durante esta época tras la caída del nazismo, se impuso en el mundo el macartismo, mientras que en México quedó atrás la época reformista del general Cárdenas, donde fue visible el triunfo del alemanismo, época señalada como el inicio de modernización del autoritarismo.
Curiosamente, en 1970 se estrenó otra cinta que, de alguna manera, nos muestra otro Nazareno: Cristo 70, de Alejandro Galindo, que tuvo como protagonista a otro actor hispano: Carlos Piñar; actúan también Karla, José Roberto Hill, Gabriel Retes y Enrique Novi, entre otros. En ella, un grupo de jóvenes irresponsables que eran perseguidos por la policía, llegan a una pequeña población donde les toca revivir la pasión de Cristo.
Estos años marcan el fin de una época, a través de la crisis de ese autoritarismo, no hay que olvidar que poco tiempo atrás ocurrió el movimiento estudiantil de 1968.
Esta película no es la única que, con ese tema, se filmó durante esos años. En 1965, Julio Bracho filmó El proceso de Cristo, llevando a Enrique Rocha en el papel de Cristo; mientras que Miguel Zacarías, en 1969, realizó una trilogía con el mismo tema: Jesús, el niño Dios, con el niño Alfredo Melhem; Jesús, María y José, con los niños Jorge Espada y David Bravo; finalmente, Jesús Nuestro Señor, donde Claudio Brook hace el papel del redentor.
Estas cintas no son las únicas. En 1942, el director español José Díaz Morales, filma Jesús de Nazareth. Con esta película, dice Emilio García Riera, “inicia la moda, continuada por Luis Alcoriza y Enrique Rambal en otras películas, de que Jesús fuera interpretado por españoles en el cine mexicano”.
En 1945 se filmaron dos cintas dirigidas por Miguel González Torres, donde Alcoriza hace el papel de Cristo: María Magdalena y Reina de Reinas.
Desde un punto de vista ideológico, no es una moda; durante los años posrevolucionarios se generó tina lucha ideológica entre los hispanistas y los nacionalistas, vinculándose, los primeros, con la derecha cristiana, y cristera, en contraposición de los gobiernos revolucionarios.
El historiador Ricardo Pérez Montfort ha estudiado seriamente la lucha política e ideológica que se establece en el ámbito cultural, donde el discurso de la Revolución mexicana encuentra una respuesta en las tesis conservadoras españolas; de ahí que la imagen de un Cristo español pueda no resultar una simple coincidencia.
Cristo ha sido una de los personajes con mayor número de representaciones cinematográficas. El sitio www.ociototal.com, en internet, da cuenta de los diez personajes que han tenido una mayor presencia en el cine, donde Cristo ocupa el cuarto lugar, con 152 películas. Atrás de Sherlock Holmes, con 207; Napoleón, 196, y Drácula, 164. Del personaje de Frankestein se han realizado 116 películas; de Tarzán, 98; Lenin, 88; Hitler, 76; el Zorro, 70, y Robín Hood, con 62.
Según Miguel Barbachano Ponce, “México es el único país hispanoparlante
que ha tratado la historia de Jesucristo”. Aún así, quizá la película clásica por excelencia en México, gracias a la televisión, sigue siendo la mencionada al principio, El mártir del calvario, donde el ceceo de Rambal y su imagen ya forman parte de la iconografía de Jesucristo.





viernes, 27 de marzo de 2015

El día que murió Benny Moré

Recupero viejos artículos.
Esta nota la publiqué en La Jornada, el 1 de febrero de 2001. Por extrañas razones técnicas, no se lee muy bien en la hemeroteca del diario, como pueden ver en el link, pero acá está publicado el  texto que entregué en aquellos años.



http://elhumordelacoste.blogspot.mx/p/caricaturas-personales.html






El día que murió Benny Moré

         
"En tanto permanezcan insepultos los restos de Benny Moré, se considerará al país en estado de duelo musical, permaneciendo suspendidos los shows en los cabarets”, anunció Radio Rebelde el 19 de febrero de 1963.
Otra estación, la CMQ, informaba que “desde horas tempranas habían estado desfilando por su lecho del hospital para interesarse personalmente de su salud, cientos de músicos y compositores que amaban entrañablemente al Benny. En estos momentos, según se nos informa, al conocerse el triste acontecimiento, centenares de personas del pueblo se están congregando masivamente al fondo del antiguo hospital de emergencias, junto a las que ya estaba congregadas ahí desde las primeras horas de la tarde, en espera del acostumbrado boletín médico acerca de la salud de su ídolo musical...”

Toda la Isla estaba pendiente del deceso del Bárbaro del ritmo. Por las calles de La Habana miles de cubanos  vieron pasar el cuerpo del Benny y lo acompañaron desde el Instituto Nacional de Cirugías, antiguo hospital de Emergencias, hasta el Sindicato Nacional de Trabajadores de Artes y espectáculos, ubicado en Prado y Animas, donde desfilaron ante el féretro.
El Benny, nacido en 1919, había muerto a las 9.15 de la noche. La causa: cirrosis hepática que padecía hacía un buen tiempo; tenía, además, un tumor en el hígado a la altura del ombligo, por eso usaba tirantes y pantalón tan largo, ya que le molestaba el cinturón.
La tragedia fue seguida por miles de fanáticos. Los micrófonos y las cámaras de las radioemisoras y televisoras del país, así como toda la prensa, habían seguido paso a paso todo el acontecimiento; el adiós a la capital cubana se dio a la media noche de ese mismo día; a pesar de la hora, 12.20 de la noche, la gente salió a las calles para acompañarlo desde Prado hasta la estación Central, para emprender el viaje por tren a hasta su natal Santa Isabel de las Lajas, un pequeño pueblo, conocido en todo el mundo gracias a la canción de su hijo pródigo.
Llegó a Santa Isabel muy temprano y ya era esperada por un pueblo consternado ante la pérdida del hijo pródigo; el comercio cerró sus puertas todo el día, se declaró Duelo Musical y fueron suspendidos todos lo shows en los cabarets. La radio no cesaba de tocar las canciones del Benny, y en las tiendas de discos los acetatos desaparecieron porque todo mundo quería tener al Benny en su casa, cuando menos en un fetiche.
http://cubahumor.blogspot.mx/2011_02_01_archive.html
Nunca una muerte había paralizado prácticamente a toda la Isla; a su funeral acudieron los comandantes Efigenio Amejeiras, José Ponce y René de los Santos; el presidente Osvaldo Dorticós y el entonces primer ministro, Fidel Castro enviaron sendas coronas. Las campanas de la iglesia de Santa Isabel redoblaban; la banda del ejército marcaba paso lento, mientras decenas de milicianos precedían el cortejo, mientras los pioneros se asombraban ante tal ceremonia. En el Casino de los Congos, con los suyos, con aquellos cuyas raíces eran las mismas de él, se le tocó el tambor mientras un coro de mujeres cantaba una marcha coné. Se le dio el trato de un hijo privilegiado, un hombre que llevaba en sus venas sangre de un rey de una tribu del Congo: su abuelo.

Había muerto el Bárbaro del Ritmo y el poeta Roberto Fernández Retamar escribió:
Oyendo un disco de Benny Moré
Es lo mismo de siempre:
¡Así que este hombre está muerto!
¡Así que esta voz
delgada como el viento,
hambrienta y huracanada como el viento
es la voz de nadie!
¡Así que esta voz vive 
más que su hombre,
y que ese hombre
es ahora discos, retratos, lágrimas.
un sombrero
con alas voladoras enormes
- y un bastón!...

Bartolomé Maximiliano Moré, que era su nombre completo no existía más.

Otra poeta, Barbara Milanés, le escribió:

“Para mí ya no eres bárbaro
simplemente antropófago, sollozos...
Has comido mi carne vestida de estribillos.
Esta sangre la bebiste varias veces
en bailes de ensueños
celebrados un domingo o un lunes
en la sala y el baño. 
El corazón ya no es mío
porque tu le perteneces...
Bartolomé Maximiliano Moré, 
devuelve mi corazón”.

El locutor de Radio Progreso, al despedir la transmisión, en vivo, de las exequias, señaló: “Ayer, eran aplausos enfebrecidos; hoy eran pañuelos y lágrimas. Benny Moré, desde entonces, entonces pertenece a la categoría de los grandes muertos cubanos, de él nos queda, su voz, su memoria entrañable y entre otro montón, unos buenos versos del poeta Fernández Retamar, pues Benny Moré señoreaba por igual entre la gente de cultura, como entre la gente del pueblo, sin que esto signifique, en forma alguna, divorcio entre ambas gentes, pues he aquí que el Benny mismo, forma parte de la mejor parte de nuestra cultura..."

La muerte de Bartolomé Maximiliano Moré sacudió toda Cuba, la música del Bárbaro, empero, continúa, sigue vigente y es insuperable; es por ello que su muerte caló muy hondo; aquellos que siempre le habían aplaudido, lo despidieron hasta su tumba y a todos esos que había llenado de felicidad con su música, ese 19 de febrero, pero sólo ese día, derramaron más de una lágrima; después volverían a gozarlo, a sentirlo, a aplaudirlo.
Había muerto Bartolomé Maximiliano, pero el Benny ya era, ya es, dueño para siempre de nuestras vidas y nuestros placeres musicales y Hoy como ayer sigue vivo, deleitándonos y haciéndonos vibrar con su música.

Benny Moré, el nieto de rey Conga, el bárbaro del ritmo, el genio musical que no estudió música, el más grande sonero, ya era leyenda.




http://www.jornada.unam.mx/2001/02/19/07an1esp.html


miércoles, 25 de marzo de 2015

Isidoro Ocampo: una mirada grabada en México


Inventar a un país, o darle las formas adecuadas, es una tarea donde el arte juega un orden primordial. Mucha gente siempre se pregunta qué ganamos con la Revolución Mexicana de 1910 (queda clara la Independencia y hasta la Revolución liberal de Juárez), pero la Revolución. ¿Qué nos dejó?

Sin duda, expresiones estéticas de gran calidad que nos permitieron cohesionarnos como Nación.

La creación de lo mexicano debió pasar por el arte, donde tuvimos, tenemos, granes artistas que generaron una visión a favor del pueblo, de la vida, del ser del mexicano.

Lejos de reflectores como artistas inventadas (Frida, por supuesto)  existen hombres y mujeres que crearon las imágenes que mostraron lo que somos y el potencial crítico que hoy, por lo menos, está dormido.

Hay que leer la historia, hay que conocer nuestras imágenes, nuestras creaciones estéticas para entender lo qué somos. Por eso, vale la pena echarse una vuelta por el Museo Nacional de la Estampa que desde este fin de semana alberga la obra de uno de estos grandes artistas cuyo nombre no suele ser muy conocido, aunque muchos de nosotros tenemos muy presentes sus imágenes: Isidoro Ocampo, un grabador que usó la imagen como una arma de conocimiento social y de lucha política.

Ocampo nació en Veracruz, en el año crucial de 1910 y murió en 1983. Perteneció a La Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y al Taller de Gráfica Popular (TGP), instituciones que conformaron las grandes asociaciones artísticas de entonces y se convirtieron en referente de nuestro arte, asumiéndose, además, como continuadores de la obra de Posada. Ahora mismo recuerdo la muestra que curé sobre este artosta y que titulé justamente La línea que definió el arte mexicano.

Vayan al Museo Nacional de la Estampa a encontrarse con uno de los grandes artistas del arte mexicano en lo que es la más completas colección que se ha mostrado hasta ahora.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...