Recupero viejos artículos.
Esta nota la publiqué en La Jornada, el 1 de febrero de 2001. Por extrañas razones técnicas, no se lee muy bien en la hemeroteca del diario, como pueden ver en el link, pero acá está publicado el texto que entregué en aquellos años.
http://elhumordelacoste.blogspot.mx/p/caricaturas-personales.html |
El día que murió Benny Moré
"En tanto permanezcan insepultos los
restos de Benny Moré, se considerará al país en estado de duelo musical,
permaneciendo suspendidos los shows en los cabarets”, anunció Radio Rebelde el
19 de febrero de 1963.
Otra estación, la CMQ,
informaba que “desde horas tempranas habían estado desfilando por su lecho del
hospital para interesarse personalmente de su salud, cientos de músicos y
compositores que amaban entrañablemente al Benny. En estos momentos, según se
nos informa, al conocerse el triste acontecimiento, centenares de personas del
pueblo se están congregando masivamente al fondo del antiguo hospital de
emergencias, junto a las que ya estaba congregadas ahí desde las primeras horas
de la tarde, en espera del acostumbrado boletín médico acerca de la salud de su
ídolo musical...”
Toda la Isla estaba pendiente
del deceso del Bárbaro del ritmo. Por las calles de La Habana miles de cubanos vieron pasar el cuerpo del Benny y lo acompañaron
desde el Instituto Nacional de Cirugías, antiguo hospital de Emergencias, hasta
el Sindicato Nacional de Trabajadores de Artes y espectáculos, ubicado en Prado
y Animas, donde desfilaron ante el féretro.
El Benny, nacido en 1919, había
muerto a las 9.15 de la noche. La causa: cirrosis hepática que padecía hacía un
buen tiempo; tenía, además, un tumor en el hígado a la altura del ombligo, por
eso usaba tirantes y pantalón tan largo, ya que le molestaba el cinturón.
La tragedia fue seguida por
miles de fanáticos. Los micrófonos y las cámaras de las radioemisoras y
televisoras del país, así como toda la prensa, habían seguido paso a paso todo
el acontecimiento; el adiós a la capital cubana se dio a la media noche de ese
mismo día; a pesar de la hora, 12.20 de la noche, la gente salió a las calles
para acompañarlo desde Prado hasta la estación Central, para emprender el viaje
por tren a hasta su natal Santa Isabel de las Lajas, un pequeño pueblo,
conocido en todo el mundo gracias a la canción de su hijo pródigo.
Llegó a Santa Isabel muy
temprano y ya era esperada por un pueblo consternado ante la pérdida del hijo
pródigo; el comercio cerró sus puertas todo el día, se declaró Duelo Musical y fueron
suspendidos todos lo shows en los cabarets. La radio no cesaba de tocar las
canciones del Benny, y en las tiendas de discos los acetatos desaparecieron
porque todo mundo quería tener al Benny en su casa, cuando menos en un fetiche.
http://cubahumor.blogspot.mx/2011_02_01_archive.html |
Había muerto el Bárbaro del Ritmo y el poeta Roberto
Fernández Retamar escribió:
Oyendo un disco de Benny Moré
Es lo mismo de siempre:
¡Así que este
hombre está muerto!
¡Así que esta voz
delgada como el viento,
hambrienta y
huracanada como el viento
es la voz de
nadie!
¡Así que esta voz vive
más que su hombre,
y que ese hombre
es ahora
discos, retratos, lágrimas.
un sombrero
con alas voladoras enormes
- y un
bastón!...
Bartolomé Maximiliano Moré, que era su nombre
completo no existía más.
Otra poeta, Barbara Milanés, le escribió:
“Para mí ya no eres bárbaro
simplemente antropófago, sollozos...
Has comido mi carne
vestida de estribillos.
Esta sangre la bebiste varias veces
en bailes de
ensueños
celebrados un domingo o un lunes
en la sala y el baño.
El corazón ya
no es mío
porque tu le perteneces...
Bartolomé Maximiliano Moré,
devuelve mi
corazón”.
El
locutor de Radio Progreso, al despedir la transmisión, en vivo, de las
exequias, señaló: “Ayer, eran aplausos enfebrecidos; hoy eran pañuelos y lágrimas.
Benny Moré, desde entonces, entonces pertenece a la categoría de los grandes
muertos cubanos, de él nos queda, su voz, su memoria entrañable y entre otro
montón, unos buenos versos del poeta Fernández Retamar, pues Benny Moré
señoreaba por igual entre la gente de cultura, como entre la gente del pueblo,
sin que esto signifique, en forma alguna, divorcio entre ambas gentes, pues he
aquí que el Benny mismo, forma parte de la mejor parte de nuestra
cultura..."
La muerte de Bartolomé
Maximiliano Moré sacudió toda Cuba, la música del Bárbaro, empero, continúa,
sigue vigente y es insuperable; es por ello que su muerte caló muy hondo;
aquellos que siempre le habían aplaudido, lo despidieron hasta su tumba y a
todos esos que había llenado de felicidad con su música, ese 19 de febrero, pero sólo ese día, derramaron más de
una lágrima; después volverían a gozarlo, a sentirlo, a aplaudirlo.
Había muerto Bartolomé
Maximiliano, pero el Benny ya era, ya es, dueño para siempre de nuestras vidas
y nuestros placeres musicales y Hoy como
ayer sigue vivo, deleitándonos y haciéndonos vibrar con su música.
Benny Moré, el nieto de rey
Conga, el bárbaro del ritmo, el genio musical que no estudió música, el más
grande sonero, ya era leyenda.
http://www.jornada.unam.mx/2001/02/19/07an1esp.html