viernes, 7 de noviembre de 2014

Alta traición

Alta traición

José Emilio Pacheco

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
     es inasible.
Pero (aunque suene mal)
     daría la vida
por diez lugares suyos,
     cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
     fortalezas,
una ciudad deshecha,
     gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
     montañas
-y tres o cuatro ríos.

Posada y sus fotos

Por muy extrañas razones, desde hace tiempo circula en la red una falsa fotografía de José Guadalupe Posada. No se sabe quien la subió por primera vez pero ahí está, incluso en la falsaria wilkipedia.


De Posada solamente se conocen  dos fotografías:

La primera parece una foto de estudio en donde aparece con su hijo Juan Sabino. Debe ser como 1895 y apareció por primera vez en  el libro Monografía de José Guadalupe Posada





La segunda foto la dio a conocer Antonio Rodríguez, en 1952. En ella, Posada aparece a las puertas de su taller en la Calle de Moneda. Se la ha fechado en 1904, pero debe ser de 1897, pues en 1900, año en que murió Juan Sabino, el hijo de Posada, que aparece enmedio, vivía en el Cuadrante de Santa Catarina, de 1900 a 1906. 



domingo, 2 de noviembre de 2014

El preludio de mi primer Posada, en el lejano 1996

En 1996 terminé mi libro sobre don Lupe, se llamó  José Guadalupe Posada. Un artista en blanco y negro. Cada domingo, el gran caricaturista Apebas, publicaba en la histórica y emblemática sección cultural de El Universal, que dirigía mi querido Paco Taibo.
Ese domingo 27 de octubre fue muy especial al verme en la primera plana de sección, rodeado de dos gigantes: Joan Manuel Serrat, mi cantante favorito  y de siempre, y Carlos Fuentes.


sábado, 1 de noviembre de 2014

La Catrina y las botargas

Hace un año, en 2013, escribí esto:
Calavera publicada en La Patria Ilustrada, periódicio dirigido
 por Ireneo Paz,  abuelo del Premio Nobel, en  1888
.



Estamos a punto de celebrar la Fiesta de Todos Santos y Día de los Fieles Difuntos, una tradición que corresponde al mestizaje mexicano, con aportaciones tradicionales indígenas pero, creo, con una fuerte influencia católica, europea. Queda por aclarar e investigar, más allá del "indigenocentrismo", el peso de las danzas macabras renacentistas, más que los viajes al inframundo mesoamericanos. En fin, también, queda el gigantesco mito de Posada como un fenómeno dedicado sólo a la muerte y, sobre todo, a la Catrina con una exageración tal, que la han convertido, es real, en la Diva de México (así lo nombró el Municipio de Aguascalientes), y corriendo el riesgo de convertirse en una botarga como el Dr. Simi.

El cartón de noviembre. Zapata en caricatura



En el número de noviembre de Relatos e historias de México, publiqué un cartón aparecido en  la revista Multicolor con un Emiliano Zapata vestido de Juan Tenorio, con una crítica feroz y una cuarteta que dice:

Por doquiera que fuí
la razón atropellé
la virtud escarnecí
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.

Yo a las cabañas bajé
yo a los palacios subí
yo os claustros escalé
y en todas partes  dejé
memoria amarga de mi.

Como se puede ver, es un Zapata alejado de la imagen mítica de hoy.



viernes, 31 de octubre de 2014

La historia verdadera de la vida de la Calavera Catrina

La vida de la Catrina es muy reciente


El Fandango del 1 de noviembre de 1894
La Catrina fue impresa por primera vez en día de muertos de 1913, cuando José Guadalupe Posada llevaba casi un año de haber fallecido. No se sabe a ciencia cierta porque razón no apareció en noviembre de 1912. Tal vez la había dibujado y se quedó guardada en su casa de Tepito y cuando echaron las cosas alguien se la llevó al Taller de Vanegas Arroyo.

Esta hermosa y perfecta calavera, una obra maestra, sin duda, llevaba por título original Remate de calaveras alegres y sandungueras. Lo que hoy son empolvadas GARBANCERAS, pararán en deformes calaveras.


Los grabados que realizaba Posada, se los entregaba al impresor con el que trabajaba, en este caso Antonio Vanegas Arroyo quien las imprimía y las utilizaba como mejor le pareciera siempre, claro, está, pensando en el negocio de la imprenta.

En 1919 apareció otra vez una hoja volante pero ahora se llamaba La calavera Fifi (La única estampa original que conozco pertenece a la colección de Mercurio López y la exhibimos en la exposición Posada. La línea que definió el arte mexicano, que se exhibió en el Museo Nacional de Arte y en el Centro Cultural Clavijero, de Morelia.

Cabe decir que Posada no hacía calaveras todo el tiempo, sólo las ejecutaba en las fechas cercanas al Día de Muertos. 


En el tiempo que le tocó vivir, finales del siglo XIX y principios del XX,  las festividades de Día de Muertos consistían en ir al cementerio a "llorarle al hueso", donde hacían una suerte de día de campo, llevaban comida y bebida que les gustaba a los difuntos y así los recordaban.

No había eventos públicos ni masivos en las calles, no había calaveras desfilando, ni muchos menos ridiculeces como las de la delegación Cuauhtémoc de hacer su Fest Mx.


En aquella época, y hasta los años sesenta del siglo XX, toda esta faramalla de las calaveras no existía.

miércoles, 29 de octubre de 2014

La obra de Posada y la Revolución Mexicana

La obra de Posada y la Revolución Mexicana

Miércoles, 5 de noviembre a la(s) 19:00

Participan:

Agustín Sánchez González
Luciano Ramírez Hurtado
Andrés Reyes Rodríguez


Teatro Morelos de AguascalientesEntrada libre


Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...