martes, 14 de octubre de 2014

Aguascalientes sigue en deuda con Posada

Aguascalientes sigue en deuda con José Guadalupe Posada: Agustín Sánchez

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  • El historiador de la UNAM presentó su libro Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana
  • Sánchez González habló de la necesidad de difundir la vasta obra de Posada, donde las calaveras sólo son un mínimo fragmento de su aportación
Durante su visita por Aguascalientes, con motivo de la presentación de su libro Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana, Agustín Sánchez González, historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especializado en el aporte gráfico de José Guadalupe Posada, aseveró que Aguascalientes sigue en deuda con el grabador, al argumentar que la amplia obra del más importante grabador mexicano y aguascalentense requiere contar con un santuario que sea reflejo de todo su aporte a la historia gráfica de México, y no sólo se acote a las calaveras, las cuales consideró como la parte más pequeña de toda la herencia artística de Posada.
Sánchez González habló de su nueva obra como producto de una exposición que fuera presentada recientemente en la ciudad de Cádiz, España, que logró reunir hasta a 47 mil visitantes y que fuera trasladado a la ciudad de Alcalá, para luego visitar la Embajada de México en dicho país.
La obra, detalló, da cuenta de la importante influencia del pintor Goya en Posada y explicó que la misma es producto de una amplia gestión, caracterizado por ser práctico más que pomposo. Además, criticó que siempre se crea que su principal aportación fueron las calaveras, cuando éstas, subrayó, no son siquiera el uno por ciento de la obra de Posada, y agregó que el autor de origen aguascalentense nunca se propuso producir para los museos y galerías, sino para que sus grabados estuvieran en cada uno de los hogares de México.
El especialista en estudios sobre la vida y obra de Posada recordó que éste ilustró una importante cantidad de textos de varios autores, tanto mexicanos como extranjeros, referentes a la poesía y hasta la gastronomía, editando también 72 periódicos y realizando la crítica a los propios políticos y revolucionarios. José Guadalupe Posada, estableció, fue un trabajador que se trasladaba de imprenta en imprenta, produciendo carteles para diversos eventos de carácter público.
Calificó a Posada como un gran editor visual, por lo que afirmó, siempre se van descubriendo nuevas cosas del mismo, cuestión que hace percibir que no se sabe todavía mucho de él. Indicó también que es necesario releerlo en lo que respecta a las calaveras, al argumentar que su énfasis en dichos grabados lo pudo haber adquirido al haber vivido el “miedo católico”, ya que nació en 1852, le tocó observar los resultados de una epidemia, y al vivir cerca de un cementerio, siempre observó el paso de la muerte y las posteriores guerras civiles libradas en el país.
Sobre la deuda de Aguascalientes con Posada, el autor del libro hizo un llamado a redescubrirlo, recuperar su trabajo y dar cuenta de su carácter como gran creador y divulgador de la cultura mexicana, precursor de los principales muralistas, quienes se asumen como herederos del mismo.
http://www.lja.mx/2014/10/aguascalientes-sigue-en-deuda-con-jose-guadalupe-posada-agustin-sanchez/

sábado, 11 de octubre de 2014

domingo, 5 de octubre de 2014

Posada en León

Cada vez que afirmo que Posada está por conocerse no falta quien lo duda, sin fundamento, en la mayoría de los casos. El paso que tuvo Posada por la ciudad de León, por ejemplo, es prácticamente desconocido para el gran público.

Posada vivió en la Ciudad de León, Guanajuato, de 1871 a 1888. José Guadalupe  estuvo en esa ciudad 16 años. Llegó a los 19 años y se marchó a la  ciudad de México a los 36.

Ahí se casó con una leonesa, María de Jesús Vela; ahí nació su único hijo Juan Sabino, en 1883. 
En León fue profesor de litografía y ahí consolidó su obra. Contrario a los mitos, Manilla no le enseñó nada que no supiera (si es que se conocieron)

De todas las exposiciones realizadas, fue en la ciudad de Monterrey, en el Museo de Historia Mexicana donde se mostró, en el contexto de su historia,  la mayor colección de obra realizada por Posada en León.
En esta foto se puede ver una de las vitrinas que mostraron esa grandeza hecha en León.
El pueblo y las autoridades de León, siguen en deuda con Posada.


viernes, 3 de octubre de 2014

El cartón del mes

La revista Relatos e historias de México.

Es tan contundente una buena caricatura, que nos retrata, literalmente, el momento histórico, como en este caso en que la Convención de Aguascalientes se realizaba hace 100 años.


miércoles, 1 de octubre de 2014

José Guadalupe Posada. Maestro de obras, con obras maestras


José Guadalupe Posada. Maestro de obras, con obras maestras
museografo 26/02/2014 Noticias
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Imágenes de revolucionarios, manifestaciones anti reeleccionistas, la famosa detención de Los 41, personajes como Doña Caralampia Moldongo y sus inmortales calaveras, entre éstas la Catrina, forman parte del libro José Guadalupe Posada. Maestro de obras, con obras maestras.


Se trata de una nueva edición a cargo del Instituto de Cultura de Aguascalientes en la que se muestra un total de 209 imágenes del ilustre grabador mexicano, realizadas entre 1890 y 1913. La primera edición de esta libro se publicó hace cincuenta años, y desde entonces no se había reeditado.


Agustín Sánchez González, historiador y biógrafo de Posada, aseguró que la obra, además de ser un rescate de la obra del grabador, forma parte del “proceso que comenzó con el centenario de la muerte del artista hidrocálido el año pasado, pero es también, una demostración de que la posadamanía, es un hecho que va más allá de fechas y efemérides, es un artista que sigue latente.” Además, Sánchez González señaló que, en parte, la importancia de este libro recae en la crítica de Luis Cardoza y Aragón, “una de las plumas más brillantes que han estado en México, quien hace una serie de observaciones a la estética de la obra del grabador mexicano”.


Cuando la recopilación se editó por primera vez, Cardoza y Aragón dijo que “Posada creó la comedia humana en México; mostró cómo era la vida de los mexicanos. La serie de estampas que se recogen en el libro, es una recreación de la obra más conocida de Posada que sigue siendo a la fecha muy valiosa”.
Las celebraciones por los cien años del natalicio de Posada continúan. Actualmente hay exposiciones del grabador mexicano en las ciudades de Colima y Morelia, además del Faro Tláhuac.


*Con información de Notimex 

En un lugar de la Mancha

Don Miguel de Cervantes nunca quiso decirnos en qué lugar de la Mancha "vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda".
Decenas de estudios, miles de imágenes han mostrado lo que el imaginario colectivo ha querido creer.
Don Quijote y Sancho Panza son parte de la iconografía universal, sueño de muchos, encanto de quienes lo leen aunque, hay que decirlo, no son muchos los lectores de hoy. 
Claro, todos repiten la frase que no dijo, "Ladrán, Sancho", hasta el más analfabeta de los presidentes mexicanos lo repitió.
Pero no es eso lo que quería contar.
Quise buscar el lugar de la Mancha o, cuando menos, caminar, andar por los campos cervantinos, y andando por la vieja Hispania, me encaminé con dos grandes amigos, Manolo Junco, uno de los grandes artistas gráficos de España, tal vez quien más ha teorizado en el mundo sobre el diseño gráfico y el humor, y mi editor favorito de España, José Manuel Martín, quien publicó mi más reciente libro y con quien inicié el sueño de llevar a Posada a España.
Andar por la vieja Iberia con estos amigos es sentirse mimado, apapachado, casi como en casa, bueno, casi, porque no me dejan lavar trastes.
Mis amigos complacientes me llevaron a los campos de la Mancha, y muchos sitios más, pues quería andar por esos sitios mágicos, anhelados.
España siempre ha sido un sueño, una obsesión para entender mejor lo que somos los mexicanos. Recuerdo la primera vez que fui, viajaba en el tren de París a Madrid, toda la noche y desde la litera del vagón me asomaba a cada rato pues anhelaba encontrar esas tierras de donde vinieron mis otros antepasados.
Era una tierra roja. Era una llanura. 
Paisaje de fábula, de literatura, de ensueño.
Ese sábado 27 de septiembre resultó inolvidable. Rolar por la Mancha, por los campos de Castilla, andar por los montes de Consuegra donde existe un conjunto de molinos que evocan el sueño y mito de Don Quijote.
En Consuegra, también, se tiene noticias de que fue uno de los primeros sitios poblados por los iberos, ese pueblo nómada que a la postre daría nombre a toda una Nación.
Andar en la Mancha fue parte de esos sueños que uno va buscando por la vida.
La magia de José Guadalupe Posada, una vez más, me ayudó a caminar por ese mítico sitio y guardar celosamente en la memoria, ya para siempre, ese lugar.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...