Hace unos años, mi hijo Mateo participó en esta obra musical, escrita para chicos con Síndrome de Down e interpretada con un instrumento persa, una de las culturas más antiguas.
La obra se llama De repente. Resurreción.
Buen título para estos tiempos difíciles,
por eso le vuelvo a reproducir.
La obra se llama De repente. Resurreción.
Buen título para estos tiempos difíciles,
por eso le vuelvo a reproducir.
Hace algunas semanas mi hijo Mateo fue invitado a participar en un proyecto del músico iranie Mehdi Moshtagh.
Se trata de una composición para setar (un instrumento antiguo, de origen persa) que es "un tipo de laúd de mástil largo con tres órdenes de cuerdas", un instrumento muy antiguo cuyo sonido genera una dulce sensación de belleza y paz.
De repente, resurreción es una obra compuesta especialmente para ser tocado por el setar, saxofon y percusiones y con un coro de chicos con síndrome de down que acompañan con piedra, como coro, la composición. Piedristas, ese fue el crédito en la grabación.
La obra fue compuesta y producida por el propio Mehdi Moshtagh. El saxofón es magistralmente interpretado por Carlos Pichardo y la interpretación de percusiones de Francisco Bringas.
Disfrutenlo, tiene que ver con una suerte de homenaje a nuestros chicos que viven y vuelven a vivir y son parte de nuestras vidas, de todos.
Esto es la resurrección, es la vida.
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