sábado, 21 de diciembre de 2019

Bartlet-Obrador. La infamia cabe en una fotografía

Si algo ha caracterizado a este gobierno es su autoritarismo. Este rasgo no es nuevo.

"Al diablo con las instituciones" es una frase que ha quedado para la historia, al mismo nivel que "mátalos en caliente", "No pago para que me pegues", "No traigo cash", o "Ni los veo ni los oigo".

López Obrador sedujo a 30 millones de mexicanos con su discurso mesiánico, autoritario y anticorrupción.

Trece meses después de tomar la presidencia, sigue la seducción, aunque no sabemos cuántos han despertado, pero muchos siguen embelesados con su bravuconería demagógica.

Hoy 19 de diciembre se nos adelantó con la noticia de la inocencia de corrupción de Bartlet. La señora Ackerman superó al anterior contralor que dejó una casa impune: ella dejó 21 casas, y declaró inocente a Bartlet, el autor del mayor fraude electoral de la historia, en 1988.


LO peor no fue eso: la impunidad con que López Obrador se retrató al lado de Bartlet, comiendo barbacoa y teniendo como testigo mudo al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (seguro para terminar de borrar cualquier vestigio de su inocencia).

Como la frase "Al diablo las instituciones", esta foto queda como testimonio histórico de la impunidad y autoritarismo del presidente y que, sin duda, es el mejor regalo navideño para los 30 millones votos que tuvo.
La visión del único caricaturista que, como tal,
sigue en La Jornada



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