Invitamos a los Medallistas Olímpicos mexicanos a la inauguración y ahí ocurrió la feliz idea de hacer un libro con las caricaturas de los deportistas ganadores a lo largo de nuestra historia.

El resultado fue maravilloso: 54 caricaturas realizadas por caricaturistas contemporáneos, la mayoría, pero además, de mi archivo personal rescaté otras caricaturas de antaño, de autores como don Ernesto Guasp, o de Ras, dos espléndidos caricaturistas del exilio.
Hace cinco años repetí la experiencia en Guadalajara, no se logró reeditar el libro, pero hicimos una exposición y sumé a los nuevos medallistas y a los grandes moneros de Jalisco, como Qucho, Alejandro y Osvaldo.
Nuestros brillantes críticos nacionales han denostado a nuestros atletas sin ningún rubor, con el síndrome de la derrota. Al contrario, aplaudamos a nuestros atletas, pero cuestionemos una vez más la pésima estructura directiva, con una mafia que tiene años apoderada del sector y un representante del gobierno que fue incapaz de encontrar un cuerpo de una niña en una espacio de 2 metros cuadrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario