viernes, 23 de noviembre de 2018

Suspiros de Madrid


No sé cuántas veces he caminado por sus calles.
Madrid es una ciudad que siento tan mía.
Caminarla es un placer.
Hace años tengo la suerte de visitarla por la menos una vez al año. Esta vez, 2018, en octubre 20 me despedía de ella. 
Llegue a la Plaza mayor y escuché una canción muy conocida: Madrid, de mi tocayo Agustín Lara quien la compuso sin conocer la capital española y que se ha convertido, prácticamente, en el himno de esa ciudad.

 "En México se piensa mucho en tí".
Tocaba la Banda Sinfónica del Ayuntamiento.
Debía recoger la maleta a dos calles de ahí, en la Plaza de Oriente, donde estaba hospedado.
Con los aplausos me marchaba lentamente cuando otros acordes me detuvieron: Suspiros de España: 
                     Tierra gloriosa de mi querer
                     tierra bendita de perfume y pasión
España en toda flor a tus pies
suspira un corazón.

Ay de mi pena mortal
porque me alejo España de ti
porque me arrancan de mi rosal

Algunas personas bailaron ese dulce y nostálgico paso doble.
Me marché entonces sin voltear a mirar, para no convertirme en estatua de sal. A lo lejos, seguí escuchando a esa la banda:

En mi corazón
España te miro
y el eco llevará de mi canción
a España en un suspiro.





Privilegios de la vida.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

María Grever: la Madona de la canción

Estaba viendo un video producido por dolce&gabana, de  Cuando vuelva a tu lado, la hermosa canción de María Grever y recordé un texto que publiqué el 16 de diciembre de 2001, ¡hace 17 años!, en el periódico La Jornada. (El video está al final del texto)


Agustín Sánchez González
María Grever: la Madona de la canción
Joaquina de la Portilla Torres falleció hace medio siglo, el 15 de diciembre de 1952, en la ciudad de Nueva York. Quizá ese nombre diga poco a quienes han escuchado a una de las compositoras mexicanas más populares de todos los tiempos: María Grever, autora de piezas clásicas en el mundo entero como Júrame, Cuando vuelva a tu lado, Alma mía, Bésame y Vida mía, entre muchísimas más.
MARIA GREVER-2Recientemente un grupo de investigadores y músicos mexicanos descubrió, también, la autoría de la Grever en música para concierto que, en buena hora, será estrenada en el Festival Internacional Cervantino del próximo año. Se trata de una opereta, Cantarito, descubierta por la cantante Nayeli Nesme y los compositores Alberto Núñez Palacio y Arturo Márquez. (La Jornada, 14 de octubre de 2001.)
La vida de María Grever es poco conocida. La revista Hoy publicó el 10 de enero de 1953 una estupenda remembranza de José M. Sánchez García, autor de una historia del cine mexicano, donde evoca su amistad con la Madona de la canción.
Sánchez García, hace cincuenta años, ya vislumbraba el desconocimiento de la vida de María Grever. Escribe: "Con haber sido tan popular y querida la personalidad de María Grever, poco se sabe de su vida. Es algo extraño, pero cierto, que he podido comprobar con motivo de su fallecimiento. Leí en todos los periódicos muchos elogios, pero poca sustancia biográfica".
Medio siglo después no ha cambiado mucho la situación y sigue pendiente una biografía de esta gran compositora.
 María Grever nació en la Hacienda de Otates, ubicada en León, Guanajuato ?muy cerca de donde hoy se encuentra el aeropuerto?, el 16 de agosto de 1892; a los seis años marchó a Sevilla, España, de donde era originario su padre, Francisco de la Portilla, mientas que su madre, Julia Torres, mexicana de nacimiento, tenía origen hispánico.
María se casó con León A. Grever, de quien tomó el apellido para inmortalizarse como la gran compositora que es.
Según Sánchez García compuso su primera obra, Bésame, antes de "cumplir el segundo lustro de vida, aunque no fue publicada hasta 1925".
Sus primeros éxitos los tuvo con El reo, El ruiseñor y con Vida mía; sin embargo fue con la interpretación de Júrame, en voz de José Mójica, cuando alcanzó su mayor éxito. Esta canción, por cierto, es interpretada por todos los grandes cantantes del mundo.
Por esos años, el bolero comenzaba a convertirse en la música más popular y permanente de nuestro siglo, y María Grever alcanzaba un éxito tras otro, con obras como Una rosa, un besoLamento gitanoCuando vuelva a tu ladoTipitínDame tu amor¿Quién eres tú?Saudades, y muchas más.
Pero no sólo en la canción popular fue grande; ya señalamos el descubrimiento de Nayeli Nesme que señala que María Grever fue alumna de Claude Debussy; se ha señalado que musicalizó varias películas para la 20th Century Fox y la Paramount Pictures.
María formó parte de la pléyade de mujeres compositoras que destacaron en el bolero como en ningún otro género, como Teresa Carreño, Consuelo Velázquez, María Teresa Vera y Carla Blay.
En 1953 Tito Davison realizó la cinta Cuando me vaya, una "biografía muy melodramatizada de María Grever", interpretada por Libertad Lamarque, por la que obtuvo un Ariel en 1955, como premio especial, por sus canciones para la película; también Manuel Esperón ganó un Ariel por la música de fondo, y fueron postuladas Libertad Lamarque, por actuación femenina, y Prudencia Grifell, por papel de cuadro femenino.
De María Grever se ha señalado que su estilo romántico y elegante marcó pauta en el bolero. La intensidad con la que vivió, a la postre, determinó su final. Sánchez García cuenta que al escuchar la interpretación de Nestor Chaires de su canción Vida mía, en el Carnegie Hall, en 1948, se emocionó tanto que le provocó una hemorragia cerebral que devino en parálisis del lado izquierdo. No obstante siguió con su vida: en 1949 vino a México a realizar una serie de conciertos; el ayuntamiento de la ciudad le otorgó la medalla al mérito civil, a una mujer maravillosa, que venía a su país, paralítica.
En noviembre de hace medio siglo fue intervenida quirúrgicamente para extirparle numerosos cálculos biliares, pero a los cinco días entró en agonía y falleció el 15 de diciembre. Nueve días después, el día 24, aquí, en su patria, fue sepultada en el Panteón Español.
Sin embargo, María Grever sigue presente en la música popular y en la vida de quienes cantamos sus canciones hoy, a pesar de medio siglo de ausencia física.

https://www.youtube.com/watch?v=N7dl0G65g08

martes, 20 de noviembre de 2018

La suerte en la Galería de los Uffizi


"Que Dios reparta suerte", dice un dicho español y parece que así fue esa mañana dominical de octubre cuando llegamos a Florencia sin reservación de boletos para la Galería de los Uffizi y con la desesperación y angustia por la posible frustración de no ver a Boticceli, a Leonardo o a Caravaggio y todas esas maravillosas imágenes que sólo pueden verse ahí.

Resignado a una larga cola, el azar hizo que ese día coincidiera con un proyecto que acabo de conocer hace un par de días y, por si fuera poco, la entrada era libre y sin colas.

Sin querer, ni enterarnos, formamos parte de un experimentos. Resulta que ese domingo "se probó por primera vez un sistema basado en un algoritmo que recoge información científica —como el tiempo de visita medio, la capacidad de las salas, la época del año y la comparativa histórica...— y social. Este apartado es el que le confiere viveza a la máquina, ya que basa su predicción de espera en asuntos como la meteorología, el impacto de determinadas exposiciones temporales o el perfil de los visitantes", según una nota del diario El País.

Total que pasamos cerca de ocho horas, con breves intervalos para acudir al restaurante que se encuentra en la terraza del museo para comer, tomar café, una copita de vino y un pastelito. No podíamos salir, al días siguiente cerraban el museo, y el martes viajábamos a Venecia, en donde impartiría una conferencia.

Mirar el techo de los pasillos, las esculturas de los laterales, otear las imágenes poco conocidas de Leonardo, todo era un banquete al que difícilmente uno puede asimilar. Recordé una imagen que escribe Eduardo Galeano de un niño que va a conocer el mar y queda tan impresionado que le pide a su padre que le ayude a mirar.

Así quedé tras volver a mirar esas maravillas después de 39 años de que fui por vez primera.

Privilegios de la vida.

Esta es la nota del algoritmo de la galería

https://elpais.com/cultura/2018/10/09/actualidad/1539101816_555709.amp.html?fbclid=IwAR1RrejQl7bkoBOWNglhbsAcXVpmq1a_EZaf4WKZkCdeoS8NvN5GlDjLGN0

domingo, 18 de noviembre de 2018

La Garrapata, última gran revista de caricatura y humor

Hoy domingo 18 de noviembre de 2018, en el suplemento Confabulario podrán leer la historia de la última gran revista de humor en México: La Garrapata, el azote de los bueyes



La Garrapata, última gran revista de caricatura y humor


Fundada hace 50 años por Naranjo, Rius, Helioflores y AB, esta publicación rescató la tradición satírica de la prensa mexicana, silenciada durante décadas por el presidencialismo posrevolucionario
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POR AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ
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La tradición de la caricatura en México ha tenido grandes altibajos durante los últimos cien años. Su época de oro fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando un grupo de caricaturistas liberales ejercieron la crítica abierta, sin consideraciones de militancia, ni mucho menos justificando los grandes errores que Benito Juárez cometía, o sus intenciones reeleccionistas.
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Durante esta época destacan dos de las mejores publicaciones de humor que se han realizado en nuestro país: La Orquesta, que tuvo cuatro épocas y se publicó desde 1861 hasta 1877, y El Ahuizote. Estas son parte de una constelación de publicaciones comoEl ImpolíticoEl Padre CobosLa Carabina de Ambrosio, etc. Más de veinte publicaciones se realizaron durante esa segunda parte del siglo XIX.
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Ya en la primera década del XX, con los últimos años del Porfiriato, mostraron también una gran calidad, con El Hijo del AhuizoteEl Ahuizote Jacobino o el Colmillo Público; esta singularidad se refrendó durante el gobierno maderista cuando Multicolor,YpirangaEl Hijo del Ahuizote y otras más hicieron trizas al presidente Francisco I. Madero.
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Pero el presidencialismo que emergió tras el nacimiento del Partido Nacional de la Revolución, en 1929, como un proyecto que buscaba consolidar la no reelección tras el asesinato de Álvaro Obregón, comenzó un estricto control de los medios de comunicación en donde la irreverencia de la caricatura no tenía cabida, mucho menos la caricatura política y, menos aún, la crítica al presidente en turno. El presidente Calles aglutinó a todos los partidos y ejerció un autoritarismo que gestó el llamado Maximato.
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Comenzó entonces una larga sequía de crítica política. Las revistas de humor empezaron a desvanecerse. Fueron escasas y efímeras a tal extremo que durante muchos años sólo aparecieron dibujos de humor blanco, caricaturas personales y costumbristas, todo alejado de la política y censurando cualquier caricatura dedicada al presidente en turno. (Un claro ejemplo es el libro Miguel Alemán. Cartones y caricaturas en donde la zalamería y el halago fácil componen prácticamente la mayor parte del libro).
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Debió empezar la década de los sesenta cuando el sistema político mexicano apretaba más y más para que aparecieran, aunque fuera marginalmente, diversas caricaturas criticando al presidente Díaz Ordaz. Eduardo del Río, Rius, tuvo una destacada participación en esta ruptura, lo que le costaría innumerables despidos en casi todos los diarios de entonces.
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En 1968, año fatídico en México, comenzó una nueva etapa de nuestra historia, la caricatura lo reflejó al mostrar una lectura crítica de un grupo de caricaturistas que abrían una brecha. La revista Por qué?, de Mario Menéndez, insertó una sección que era editada por Rogelio Naranjo y que contó con la presencia de Rius, Helioflores y Vadillo, pero sólo aparecieron cuatro números y el grupo se diluyó.
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Los meses duros que vivió la sociedad mexicana por el Movimiento estudiantil reavivaron las ganas de irrumpir en el escenario periodístico. Apenas había transcurrido un mes de la masacre del 2 de octubre, cuando el 8 de noviembre apareció La Garrapata. El azote de los bueyes en puestos de periódicos, la que ha sido, sin lugar a duda, la última gran revista de humor que sobrevivió sin publicidad y bajo una gran presión de parte del gobierno de Díaz Ordaz, que tenía como cancerbero a quien dos años después ocuparía la presidencia de la república: Luis Echeverría.
Fidel Velázquez, entonces líder eterno de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), central obrera más importante del país en el siglo XX, fue uno de los clientazos de La Garrapata.

Dirigida por un genial cuarteto, AB (Emilio Abdalá), Rogelio Naranjo, Helioflores y Rius, se presentaron ante los lectores con un homenaje al genial Posada en tres ámbitos: al jugar en la portada con uno de sus grabados (Los siete vicios), en el llamado final de la presentación editorial que señala que La Garrapata circularía “bajo la sombra protectora del ilustre aunque subversivo gordo José Guadalupe Posada…” y, por último, un pequeño cráneo (dibujado por Posada) que ilustraba la página.

Durante la primera etapa de La Garrapata, con el cuarteto de moneros dirigiendo, se publicaron 32 números (casi un año) en donde hubo, como se tituló una de sus secciones, escrita por el cantante Óscar Chávez, “de chile de dulce y de manteca”.
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Cabe destacar que desde el primer número aparecieron verdaderas joyas de nuestra caricatura: La historia de Nanylko-Tatanilko, de Naranjo, que retrataba la masacre del 2 de octubre; la incursión de El hombre de negro, de Helioflores; AB, por su parte, presentó una historieta llamada Zócalo panteones. Justamente este número se publicó en fechas del Día de muertos y por eso dibujaron una sección denominada “A cada quien su tumba”, con un espléndido ejercicio de monumento mortuorio acorde a varios personajes de la política nacional. También apareció aquí El Pequeño Rius Ilustrado, que años después convertiría en libro.
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La Garrapata fue, además de una maravilla de obra de arte de la caricatura, una revista temeraria, capaz de enfrentar con gran inteligencia a un gobierno represor cuya tradición de control de medios fue uno de los gritos de protesta en las manifestaciones en el 68.
¡Entrenle que es mole de olla!, grito de la batalla de los cuatro directores irresponsables de La Garrapata. El azote de los bueyes


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Mucho que decir de la última gran revista de humor en nuestra historia. Números memorables como cuando dibujaron a Fidel Velázquez visto por los grandes pintores, o la publicación de una memorable entrevista a Octavio Paz realizada por Jean Wetz, corresponsal de Le Monde que nadie más publicó en México.
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Importantes intelectuales y artistas como Carlos Monsiváis, Oscar Chávez y Eduardo Lizalde, entre otros, tuvieron presencia en estas páginas.
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Se extraña ese catorcenario de humor y malas mañas que terminó en octubre de 1969 cuando caricaturizó a dos de los prominentes tapados (Luis Echeverría y Antonio Ortiz Mena). Ese número fue fundamental, sin duda, para que en los meses posteriores, ya con el primero en la presidencia, empezara a romperse el tabú y se iniciara una fuerte crítica al presidente en turno. Hubo dos épocas más, que en otro momento comentaremos.
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Después de La Garrapata no ha vuelto a existir una revista de esos tamaños estéticos y políticos —y con un carácter independiente—, ajeno a la publicidad oficial o a la militancia partidista y que viva de sus lectores. Su otro logro fue romper con muchos tabúes al criticar al ejército y a la policía. El presidente aún siguió incólume, pero como señalé, en el penúltimo número, con doble portada, se dio el primer aviso, sin duda, de lo que vendría.
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FOTO: Portada del número 3 de La garrapata. El azote de los bueyes./ Colección: Agustín Sánchez González.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Ziraldo, uno de los mejores caricaturistas del mundo


Me acabo de encontrar un tesoro: una caricatura que me hizo Ziraldo, hace nueve años, cuando le fue entregado el Premio Quevedo de Humor Gráfico, uno de los galardones más serios e importantes del mundo, digamos que como el Premio Cervantes, de Literatura y que han ganado artistas como Mingote, Quino o Forges.

Ziraldo cumplió 87 años el pasado 25 de octubre y hace 9, cuando recibió el premio Quevedos, el periódico El País lo presentó como El niño loco y feliz de Brasil.





Ziraldo es un gran caricaturista y un maravillo ilustrado de historias infantiles. "Soy un autor para niños, viejo. NO un viejo que escribe para niños", se presentó así, alguna vez.

Un año antes había estado con él en Barcelona, en Casa de las Américas, en un evento de humorismo gráfico en Iberoamérica, donde también estuvo otro gran caricaturista colombiano, Vladdo, que también me hizo una caricatura.

En esa semana que estuvimos en Alcalá de Henares, en 2009, fuimos a comer pollo y ahí, en una servilleta, me dibujó. 

Privilegios de la vida. 


jueves, 15 de noviembre de 2018

Poema Exilio, de Ida Vitale, Premio Cervantes 2018


Dibujo Víctor Meneses


Exilios


…tras tanto acá y allá yendo y viniendo.
Francisco de Aldana

Están aquí y allá: de paso,
en ningún lado.
Cada horizonte: donde un ascua atrae.
Podrían ir hacia cualquier fisura.
No hay brújula ni voces.

Cruzan desiertos que el bravo sol
o que la helada queman
y campos infinitos sin el límite
que los vuelve reales,
que los haría de solidez y pasto.

La mirada se acuesta como un perro,
sin siquiera el recurso de mover una cola.
La mirada se acuesta o retrocede,
se pulveriza por el aire
si nadie la devuelve.
No regresa a la sangre ni alcanza
a quien debiera.

Se disuelve, tan solo.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...