domingo, 17 de septiembre de 2017

Recupera libro de Agustín Sánchez los horrores del México del siglo XIX

Recupera libro de Agustín Sánchez los horrores del México del siglo XIX


Historias de prostitutas que se mataban entre si, una señora torturadora de niños, o un tipo que al preguntar a un editor cuánto pagaban por la noticia se descubre el saco y está sangrando y... 


Notimex. 17.09.2017 - 13:41h 

Historias de prostitutas que se mataban entre si, una señora torturadora de niños, o un tipo que al preguntar a un editor cuánto pagaban por la noticia se descubre el saco y está sangrando y destripado, son recuperadas en el libro “Crímenes y Horrores en el México del siglo XIX”. 

Se trata de un trabajo del investigador Agustín Sánchez González, quien recoge textos e historias retomadas de diarios de época y lecturas de autores como Guillermo Prieto, Federico Gamboa, Juan de Dios Peza, Francisca Erskine Inglis de Calderón de la Barca, e incluso José Guadalupe Posada, sobre los crímenes que hubo en el siglo XIX, en esta ciudad.
Federico Gamboa

Es un libro que empieza a recoger las historias de crímenes del inicio de la nación mexicana desde 1820, dijo el también estudioso de la vida de José Guadalupe Posada, al tiempo que señaló que vivimos en un país tragicómico. 

“Tenemos historias así, tragicómicas, como la de un señor que en el siglo XIX, observa que en un diario dice que se compran noticias de escándalo y amarillistas, y al preguntar cuánto pagan, un editor responde que depende la noticia. “Entonces se descubre su saco y se observa que le escurre sangre por todas partes y pregunta ¿Cuánto pagan por ésto? Es una historia trágica y cómica, pues el tipo está vendiendo sus tripas para la noticia”, refirió el investigador del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap). 

Entonces, señaló, esa historia es parte de la idiosincrasia mexicana, son testimonios vinculados incluso a Posada con sus hojas volante impresas por Vanegas Arroyo y que se vendían en la calle por toda la ciudad. 

En este texto corregido y aumentado se presentan a decir de su autor, hasta títulos como "La horrorosa historia, del horroroso hijo que mato a su horrorosa madre", o bien noticias raras, dignas del circo romano, como la lucha de un oso contra un toro, o la muerte de un diputado que cae un Jueves Santo en un Sanborns de la zona centro. 

“Son historias de crímenes y corrupción; tenemos la historia de los Bandidos del Río Frio, que sí existieron y que estaban vinculados al asistente personal de Santa Ana y que sabían perfectamente donde iba el dinero que viajaba en transportes a Veracruz. 

“Historias de caricaturistas como Escalante, que muere al caerse de una vía de tren, o como el secuestro del abuelo del monero Audifred, a quien sustraen en el Estado de México”, señaló. 

Comentó que la idea de este libro era recuperar estas historias para mostrar que un país que cambia pero no cambia. 

“Es un importante recuento de las catástrofes cotidianas, de algunos hechos que fueron parte de las leyendas urbanas de México. Son historias que retomé guardó y que cuando surgió la oportunidad de hacer este libro, las recuperé. 

“Es un libro que es el retrato del México del siglo XIX, el México oscuro que deseamos no existiera, con la diferencia de que hoy tenemos crímenes industrializados y masivos, y que están presentes en la vida mexicana”, concluyó.

Ver más en: http://www.20minutos.com.mx/noticia/271163/0/recupera-libro-de-agustin-sanchez-los-horrores-del-mexico-del-siglo-xix/#xtor=AD-1&xts=513356

domingo, 10 de septiembre de 2017

Mi mala reputación: Georges Brassens o la mauvaise réputation

En estos tiempos de ser políticamente correcto, especie de godinez de la política, leer a Georges Brassens es sentir que uno no se irá sólo al infierno de los incorrectos, siempre habrá algunos que me acompañen.

Les regalo la letra La mauvaise réputationde este poeta anarquista y, también, dos versiones de la misma, la de Brassens y la de Paco Ibáñez, en vivo, desde el Olympia de París, a La mala reputación. 

"Dice Paco, de Brassens, que es el Bach de los cantautores"

sábado, 9 de septiembre de 2017

Hablemos de Monitos

Encontré esta nota acerca de la muestra que recién terminó en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey de la que tuve el gusto de hacer la curaduría.

Hablemos de “Monitos”

IMG_9433En la exposición se abordan muchos temas, comenzando con las primeras caricaturas políticas y satíricas en periódicos como El HeraldoEl Universal y Excélsior, a finales de 1917 éstos vendrían a ser los padres de las primeras historietas mexicanas entre las que destaca: “Don Catarino y su Por los siguientes años (los veintes), el periódico El Universal, convocó a muchos artistas para un concurso de historietas del que surgieron muchas publicaciones como “Mamerto y sus conociencias”“Chupamirto”“El señor Pestaña” y de todas las que más terminaría destacando sería la obra de un joven de 19 años llamado Gabriel Vargas“La Familia Burrón”.

Después de estos años, vendría el “boom” de 40 años (1930 – 1970) que levantaría varias casas editoriales y cómics que llegarían para quedarse impresos, no sólo en papel, si no también el corazón y nostalgia de muchos mexicanos

Hablemos de los “Monitos” más destacados en México que son los que se presentan en la exposición:

Los Supersabios

Creada por Germán Butze, esta tira cuenta las aventuras de Pepe y Paco, dos jóvenes inventores científicos que viven muchas aventuras de humor junto a su amigo Panza en la ciudad Picamosco.

Los Supersabios nacieron en 1936 en el periódico Novedades, para después ser publicados en la revista Chamaco y posteriormente por diferentes medios impresos hasta independizarse en 1953 con números quincenales.

Después del triste deceso del señor Butze en 1974 sus hijos continuaron con el cómic basándose en los trabajos anteriores de su padre para mantener su legado.

Un dato curioso es que Los Supersabios es la primera tira cómica mexicana en ser adaptada a la animación en un largometraje dirigido por Anuar Badín en 1978. La película cuenta con un excelente trabajo de voz y una muy buena animación setentera al nivel de excelentes caricaturas clásicas como Scooby DooArchie o Los Picapiedra.

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Don Jilemón y la Familia Burrón



Antes de La Familia P. Luche, la Familia Proud, de Dinosaurios con el simpático bebé Sinclair y hasta de Los Simpsons, existió La Familia Burrón.


Siendo un joven precoz (creativamente hablando) que colaboraba con los principales diarios de MéxicoGabriel Vargas, a sus verdes 16 años, creó La Familia Burrón, obra que reflejaría la vida de la familia clásica mexicana y a la que le dedicaría 80 años de su vida como humorista gráfico.


La Familia Burrón (también llamada “Vida de Perro”) es un fenómeno de los “Monitos” que nació dentro de las páginas de la revista Pepín en 1948 y llegó a tener hasta medio millón de impresiones, siendo el cómic más popular y duradero de México.


El cómic es protagonizado por Regino Burrón, padre de familia, peluquero de profesión y pobre por decepción; Borola Tacuche, esposa de Regino y mujer con aires de riqueza y caché (aunque solo sean los aires); sus hijos o sus “tlaconetes”: el Tecojote (Regino Chico), Macuca y el hijo adoptivo Foforito Cantarranas (apuesto a que te acordaste del Increíble mundo de Gumball).




Chanoc: Aventuras de selva


Después de muchas propuestas rechazadas para llevar esta historia al cine, Ángel Martin de Lucenay, autor del cómic, se dio cuenta que lo mejor que podía hacer era llevar su idea al mundo de la literatura gráfica donde fue muy bien recibida y apoyada por el dibujante Ángel Mora quien se encargó del arte y portadas de la historieta. Por desgracia, Lucenay sólo escribió 20 capítulos debido a que falleció prematuramente, por lo que el joven guionista Pedro Zapiain se encargó, junto con Mora, de sacar el proyecto adelante.

Chanoc (que significa “Hombre de rojo” en maya) comenzó a publicarse el 15 de octubre de 1959. Apodado por algunos fanáticos como el “Tarzán mexicano”, la historia trata de un bebé que naufragó en una barca hasta llegar al puerto de Ixtac.

El éxito de la historieta lo llevó a la pantalla grande. Entre 1967 y 1981 se filmaron ocho películas en las que participaron grandes actores mexicanos como Andrés GarcíaChano UretaGermán Valdés(Tin Tan) y su hermano Ramón Valdés (Don Ramón).

Si eres fanático de los cómics como Tarzán de Image cómicsKong: King of Skull Island, o las series de Savage Land de Marvel, te recomiendo buscar ejemplares de este cómic 100% HECHO EN MÉXICO.







Kalimán, Hombre Increíble

A diferencia de los otros “Monitos” de los que hemos hablado, Kalimán no inició su fama e historia como una historieta. No, la primera aparición de Kalimán fue como una radionovela serial el 16 de septiembre de 1963 transmitida por Radio Cadena Nacional Sociedad Anónima, con la dirección Rafael Navarro, los guiones estaban a cargo de Victor Fox y Luis Manuel Pelayo era la voz de Kalimán.
El éxito fue tanto que ayudó a que dos años después se publicara la historieta y posteriormente, en 1972 y 1976, se realizaran dos filmes teniendo a Jeff Cooper como protagonista.
La temática de cómic es sobre el descendiente de una antigua civilización que es encontrado y criado por Abul Pasha, un misterioso príncipe que adopta y nombra al pequeño como heredero del reino de Kalimantan. Por desgracia Abul es asesinado por su primer ministro por lo que Kalimán escapa al Tíbet, donde después de instruirse en las artes marciales y místicas, decide volver para recuperar su reino.
Kalimán es un cómic que ha tenido una ligera controversia entre los fanáticos ya que las historias, personajes y algunos villanos llegan a tener similitudes con personajes de otros cómics. Por ejemplo: villanos como el Loco Rojo es idéntico a Galactus de Marvel Comics y el devorador de planetas o la Araña Negra tiene mucha similitud con el Dr Doom. Mientras a algunas personas les causa conflicto, otros lo tomamos con humor.
Otra cosa que este misterioso superhéroe nos ha dejado son sus catchphrases (frases icónicas de algún personaje) que han sido utilizadas por el público mexicano como: “Serenidad y paciencia” o “No hay fuerza más poderosa que la mente humana, quien domina su mente domina todo”.
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Memín Pinguin
Al igual que la Familia BurrónMemín Pinguin nació en las páginas de Pepín. El año era 1943 apareciendo originalmente con el título de “Almas de Niño” de la mano de la escritora Yolanda Vargas Dulché y el dibujante Alberto Cabrera, lamentablemente la tira no logró el éxito deseado y Memín desapareció de la revista.
Afortunadamente para Vargas, su carrera como escritora se consolidaría con historias de amor llevando algunas de ellas hasta el cine, como la película “Ladronzuela”. Este éxito le ayudó a crear junto con su esposo, Guillermo de la Parra, su propia editorial llamada Argumentos.
Memín volvería hasta 1963 (llevando ese nombre en honor al esposo de Yolanda Vargas) junto con su pandilla formada por CarlangasErnestillo y Ricardo. El cómic trataba los asuntos de la vida cotidiana con algo de comedia, pero siempre con un buen mensaje y lecciones para la juventud mexicana de la mitad de siglo XX.
Esta exposición estará disponible hasta agosto en el Museo de Historia Mexicana, te recomiendo ir pronto (martes y domingo es completamente gratis) para que te empapes de orgullo mexicano y aprendas cómo pequeños dibujos hacen grandes cambios en la historia del país. Te invito que pases un buen tiempo descubriendo que somos un país lleno de ingenio y creatividad, con suerte puede te inspirará a hacer algo grande.
Agradezco como siempre a Café con Leche por el espacio que brinda a su servidor, a ti por leer y a Ana Alejandra Gutierrez Galván por las fotografías de la exposición y el apoyo visual que nos brindó.
Soy Alan Sánchez y en las palabras del señor Leonard Nimoy, les deseo larga vida y prosperidad.
Comentario Editorial: Tuve el honor de asistir a la inauguración de esta exposición y la verdad me encantó. Para llegar a los cómics que actualmente podemos disfrutar, tuvieron que pasar muchas cosas y todo eso lo podrás ver y conocer en “Una Historia Muy Monita”, ¿cuándo la visitas?
Por: Alan Sanch

martes, 5 de septiembre de 2017

Santiago Hernández: de Niño héroe a genial caricaturista

Un texto que publiqué en La Jornada Semanal, el 10 de agosto de 2008, hace casi diez años.




Santiago Hernández:
de Niño Héroe a caricaturista genial

Agustín Sánchez González


Las horas en palacio, publicado en
La Orquesta, 12 de mayo de 1869
Como casi nunca ha sucedido con los caricaturistas en la historia, la muerte de Santiago Hernández tuvo un gran impacto informativo; fue noticia, inclusive, en la primera plana de El Imparcial que señaló: “Desde niño se enseñó a defender a la patria”, lo cual resulta sorprendente, pues Hernández fue un crítico político como pocos y, en cambio, este diario era vocero del porfirismo.
También La Patria le dio ocho columnas: “Muerte de un veterano. El último superviviente de los defensores de Chapultepec”; en ese mismo tenor informaban otros periódicos como El Chisme.
Curiosamente, la prensa de su época destacó su historia, pero habrían de pasar muchas décadas para que alguien escribiera sobre su vida y obra, pues también, como la mayoría de los grandes caricaturistas, su biografía apenas se conoce.
En 1954, el grabador Erasto Cortés, uno de los pocos artistas que mantuvo una preocupación por escribir sobre sus colegas, publicó el 1 de agosto de 1954 en El Nacional, un artículo llamado “Santiago Hernández. Gran litógrafo mexicano.” Entonces señaló: “Muy poco se ha escrito sobre este extraordinario litógrafo.”
Es curioso, pues a pesar de la reivindicación de muchos de nuestros artistas, su vida sigue siendo un misterio no obstante las decenas de imágenes que aún existen, y que ahora en una feliz coincidencia pueden apreciarse en el Museo Erasto Cortés, en Puebla, dentro de la exposición Caricatura mexicana del siglo XIXuna colección perteneciente a la Fundación de Arte y Música Multicultural de Northridge (MCMAFN), con sede en California, Estados Unidos, donde podrán verse también obras de Constantino Escalante, Jesús Alamilla y Alejandro Casarín, entre otros.
Santiago Hernández, nacido el 25 de julio de 1832, desde niño tuvo una intensa actividad social, destacando su presencia a los trece años en el ataque y toma del convento de San Francisco, y al año siguiente participando en la defensa del Castillo de Chapultepec ante los invasores estadunidenses.
La nota necrológica sólo destaca la parte militar y heroica, minimizando y olvidando otro aspecto fundamental para su vida: su gran calidad estética que lo llevó a convertirse en uno de los más importantes caricaturistas de nuestro país. “Más tarde cambió la milicia por el lápiz, y como caricaturista colaboró en diversos periódicos de aquella época.”
Su obra comenzó a destacar cuando pintó al óleo los retratos de los Niños Héroes; autodidacta, a la muerte de su padre comenzó a ganarse la vida pintando cuadros, naturalezas muertas, retratos a lápiz e impartiendo clases.
El México caótico que le tocó vivir lo llevó a luchar en diversos frentes, criticando a los conservadores aliados a las potencias imperialistas, pero también a los liberales, con una honestidad combativa ajena a la complacencia política y al dogmatismo tan imperante aún en nuestros días. Ni siquiera Benito Juárez, a quien rendía gran admiración, se salvó de críticas terribles cuando cometió errores o cuando Hernández pensó que Juárez se equivocaba.
Tenemos dos ejemplos; en uno Juárez se asoma al Espejo de la conciencia pública, realizado luego de que el gobierno juarista promulgó las bases orgánicas que le otorgaban poderes extraordinarios. En el espejo está un Santa Anna con nariz de payaso y con un pendón señalando la séptima base. Ese es sería el futuro, señala Santiago Hernández con su cartón: terminar pareciéndose al dictador.
Hernández, al contrario de la mayoría de los caricaturistas, jamás subordinó su simpatía política a la crítica sin tregua, todo lo contrario: cada error político era cuestionado, inclusive de una manera radical.
En Las horas en palacio, Hernández dibuja a un inusual presidente y su gran salario, donde se cuenta cómo pasan las horas Juárez y su gabinete.
Ello no significó jamás que Santiago Hernández fuera un antijuarista, todo lo contrario, ya que no solamente defendió a la patria con el lápiz, pues llegó a tomar las armas ya como adulto al ser perseguido por las huestes de Maximiliano. Entonces se suma a las tropas del guerrillero Nicolás Romero hasta que puede volver a usar su lápiz, en 1865.
Sus dones artísticos fueron intensos; Erasto Cortés señala que “como caricaturista muestra el contenido de su vasta imaginación, ligada a un profundo conocimiento de la litografía. Utilizó la caricatura como arma eficiente para ironizar acertadamente, con alegre expresión convertida en lenguaje de grandes alcances”.
Para Alfredo Guati no hay duda de que Santiago Hernández es el más importante caricaturista mexicano. Sus trabajos claman con urgencia un estudio serio de su vida y obra.
En 1868 Constantino Escalante sufrió un grave accidente y muere; entonces Hernández lo sustituye en La Orquesta, y en ese momento se puede mirar su consolidación como caricaturista, aunque ya desde 1862 había participado en La Pluma Roja La Jácara.
Además de las anteriores, tuvo una presencia importante en innumerables periódicos, como El Palo de Ciego, La Máscara, El Espectro, Juan Diego, Rascatripas, La Pluma Roja, El Ahuizote, El Hijo del Ahuizote, entre otros.
Asociado a Hesiquio Iriarte, Hernández ilustró muchas de las obras escritas por Vicente Riva Palacio, como El libro rojo, Monja, Casada, Virgen y mártir, Martín Garatuza, Piratas del Golfo, Memorias de un impostor, Los ceros, etcétera; también ilustró otras obras importantes, como Historia del ferrocarril mexicano Hombres ilustres mexicanos, El Episcopado mexicano.
No existe un inventario de su obra; es una pena que genios como este hombre esperen el registro y la creación de una biografía que nos permita entender mejor una época tan compleja como la que le tocó vivir.

lunes, 4 de septiembre de 2017

El bueno para el 18

Me pregunta acerca de quién será el bueno para el 2018. Como este país no fácil de entender (es imposible), mejor les contesté con un chiste:

Llegó un señor a un palenque y quiso apostar. No tenía idea de los contendientes y preguntó a un personaje que parecía saber mucho de ellos: ¿Quién es el bueno?
La respuesta fue: el colorado.
Apostó todo lo que llevaba con la vana intención de hacerse rico en ese momento.
El colorado quedó peor que si hubiera caído de un edificio de treinta metros. Perdió.
Fue a reclamar al tipo que le dijo que el bueno era el colorado.
- Pos si,era bueno, muy bueno, pero el giro es un hijo de la changada.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...