domingo, 21 de mayo de 2017

Muestra "Humorismo gráfico y exilio en México" viajará a Barcelona



 Notimex. 21.05.2017 - 15:51h Tras su paso por el Ateneo Español aquí, la exposición “Humorismo gráfico y el exilio en México” viajará a España para ser exhibida a partir del 15 de junio en Casa de México, en la ciudad de Barcelona, informó su curador Agustín Sánchez González. 

En entrevista, el también investigador del Centro Nacional de Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), adscrito al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), precisó que en total viajan 80 obras, de la autoría de 10 moneros españoles. 

La exhibición corresponde a un proceso de investigación que no se había estudiado en México en torno a la caricatura y el exilio, un tema que sí se revisó en otras disciplinas como el teatro, la danza, la música, la ciencia, pero nunca en la caricatura. 

“Será lo mismo, con la diferencia de que modificamos los formatos de impresión, por aquello del traslado”, dijo al tiempo que detalló que serán obras tamaño oficio, pero con la misma calidad que las presentadas en el Ateneo Español.

El día de la apertura se presentará un texto homónimo publicado en Madrid con el apoyo de la UNAM, en el que se da cuenta de personajes de la exposición como Ernesto Guasp García, caricaturista político que hizo varias portadas de libros, carteles de cine y hasta un programa de televisión; se encuentra también Francisco Rivero Gil, que estuvo varios años en el diario "Excélsior", creador del logo del Ateneo Español.

Artis Gener, mejor conocido como “Tisner”, catalán y primer escenógrafo de la televisión en México; al igual que Ras Martín, quien estuvo mucho tiempo en el diario "Novedades"; Antonio Robles, autor que renovó la literatura infantil en España y que en México realizó una serie de "collages" para la revista "Don Timorato", en los años 40. 

También destaca la obra de Vicente Rojo, quien hace una serie de caricaturas, muchas de ellas dedicadas a Carlos Monsiváis; figura, además, el ilustrador German Horacio, padre del actor mexicano German Robles. Al igual que Ángel Rueda, monero deportivo, quien trabajó al lado del comentarista José Ramón Fernández; así como Sergio Aragonés, considerado como el "gran monstruo" de la caricatura universal, colaborador en la revista "Mad" en Estados Unidos.

Sánchez González refirió que la exposición, forma parte de los festejos por los 40 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y España. “Presentar estas obras en España nos viene bien, pues el humor gráfico en el exilio, es algo que no se ha historiado, de hecho, ni si quiera existía”, comentó el también estudioso e historiador de la vida de José Guadalupe Posada. 

Ver más en: http://www.20minutos.com.mx/noticia/223361/0/muestra-humorismo-grafico-y-exilio-en-mexico-viajara-a-barcelona/#xtor=AD-1&xts=513356

Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández, en Cuéntame cómo pasó

Una de las series más hermosas que he visto, prácticamente desde el primer capítulo, es Cuéntame cómo pasó. El Capítulo 328, de esta semana de mayo fue excepcional, uno de los más hermosos y emotivos en esta larga serie que año con año se ha mantenido.
La muerte de uno de los protagonistas, Miguel Alcántara fue de una gran maestría escénica. En las exequias, su hermano Antonio da lectura a la Elegía a Miguel Sijé, de Miguel Hernández, uno de los grandes poemas de este autor.

Es por ello que lo traigo a esta columna, con el retrato de Juan Echanove, ese grandioso actor que interpretó a Miguel Alcántara, y el poema de Miguel Hernández, además de la interpretación que hace Joan Manuel Serrat de esa majestuosa pieza. 


Elegía a Miguel Sijé


(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.




miércoles, 17 de mayo de 2017

Suave Patria, de Ramón López Velarde

López Velarde visto por Rogelio Naranjo

PROEMIO

Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.

Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.

Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.

Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.

PRIMER ACTO

Patria: tu superficie es el maíz,
tus minas el palacio del Rey de Oros,
y tu cielo, las garzas en desliz
y el relámpago verde de los loros.

El Niño Dios te escrituró un establo
y los veneros del petróleo el diablo.

Sobre tu Capital, cada hora vuela
ojerosa y pintada, en carretela;
y en tu provincia, del reloj en vela
que rondan los palomos colipavos,
las campanadas caen como centavos.

Patria: tu mutilado territorio
se viste de percal y de abalorio.

Suave Patria: tu casa todavía
es tan grande, que el tren va por la vía
como aguinaldo de juguetería.

Y en el barullo de las estaciones,
con tu mirada de mestiza, pones
la inmensidad sobre los corazones.

¿Quién, en la noche que asusta a la rana,
no miró, antes de saber del vicio,
del brazo de su novia, la galana
pólvora de los juegos de artificio?


Suave Patria: en tu tórrido festín
luces policromías de delfín,
y con tu pelo rubio se desposa
el alma, equilibrista chuparrosa,
y a tus dos trenzas de tabaco sabe
ofrendar aguamiel toda mi briosa
raza de bailadores de jarabe.

Tu barro suena a plata, y en tu puño
su sonora miseria es alcancía;
y por las madrugadas del terruño,
en calles como espejos se vacía
el santo olor de la panadería.

Cuando nacemos, nos regalas notas,
después, un paraíso de compotas,
y luego te regalas toda entera
suave Patria, alacena y pajarera.

Al triste y al feliz dices que sí,
que en tu lengua de amor prueben de ti
la picadura del ajonjolí.

¡Y tu cielo nupcial, que cuando truena
de deleites frenéticos nos llena!

Trueno de nuestras nubes, que nos baña
de locura, enloquece a la montaña,
requiebra a la mujer, sana al lunático,
incorpora a los muertos, pide el Viático,
y al fin derrumba las madererías
de Dios, sobre las tierras labrantías.

Trueno del temporal: oigo en tus quejas
crujir los esqueletos en parejas,
oigo lo que se fue, lo que aún no toco
y la hora actual con su vientre de coco.
Y oigo en el brinco de tu ida y venida,
oh trueno, la ruleta de mi vida.

INTERMEDIO

(Cuauhtémoc)

Joven abuelo: escúchame loarte,
único héroe a la altura del arte.

Anacrónicamente, absurdamente,
a tu nopal inclínase el rosal;
al idioma del blanco, tú lo imantas
y es surtidor de católica fuente
que de responsos llena el victorial
zócalo de cenizas de tus plantas.

No como a César el rubor patricio
te cubre el rostro en medio del suplicio;
tu cabeza desnuda se nos queda,
hemisféricamente de moneda.

Moneda espiritual en que se fragua
todo lo que sufriste: la piragua
prisionera , al azoro de tus crías,
el sollozar de tus mitologías,
la Malinche, los ídolos a nado,
y por encima, haberte desatado
del pecho curvo de la emperatriz
como del pecho de una codorniz.

SEGUNDO ACTO

Suave Patria: tú vales por el río
de las virtudes de tu mujerío.
Tus hijas atraviesan como hadas,
o destilando un invisible alcohol,
vestidas con las redes de tu sol,
cruzan como botellas alambradas.

Suave Patria: te amo no cual mito,
sino por tu verdad de pan bendito;
como a niña que asoma por la reja
con la blusa corrida hasta la oreja
y la falda bajada hasta el huesito.

Inaccesible al deshonor, floreces;
creeré en ti, mientras una mejicana
en su tápalo lleve los dobleces
de la tienda, a las seis de la mañana,
y al estrenar su lujo, quede lleno
el país, del aroma del estreno.

Como la sota moza, Patria mía,
en piso de metal, vives al día,
de milagros, como la lotería.

Tu imagen, el Palacio Nacional,
con tu misma grandeza y con tu igual
estatura de niño y de dedal.

Te dará, frente al hambre y al obús,
un higo San Felipe de Jesús.

Suave Patria, vendedora de chía:
quiero raptarte en la cuaresma opaca,
sobre un garañón, y con matraca,
y entre los tiros de la policía.

Tus entrañas no niegan un asilo
para el ave que el párvulo sepulta
en una caja de carretes de hilo,
y nuestra juventud, llorando, oculta
dentro de ti el cadáver hecho poma
de aves que hablan nuestro mismo idioma.

Si me ahogo en tus julios, a mí baja
desde el vergel de tu peinado denso
frescura de rebozo y de tinaja,
y si tirito, dejas que me arrope
en tu respiración azul de incienso
y en tus carnosos labios de rompope.

Por tu balcón de palmas bendecidas
el Domingo de Ramos, yo desfilo
lleno de sombra, porque tú trepidas.

Quieren morir tu ánima y tu estilo,
cual muriéndose van las cantadoras
que en las ferias, con el bravío pecho
empitonando la camisa, han hecho
la lujuria y el ritmo de las horas.

Patria, te doy de tu dicha la clave:
sé siempre igual, fiel a tu espejo diario;
cincuenta veces es igual el AVE
taladrada en el hilo del rosario,
y es más feliz que tú, Patria suave.

Sé igual y fiel; pupilas de abandono;
sedienta voz, la trigarante faja
en tus pechugas al vapor; y un trono
a la intemperie, cual una sonaja:
la carretera alegórica de paja.


Petróleo negro ... como el humor




En abril de 2007, dentro de las decenas de publicaciones que he participa-do, colaboré en un suplemen-to cultural llamado Petroleum, donde escribí sobre temas de petróleo y caricatura.

Esto que tienen ahora, fue el primer escrito y forma parte del rescate de mis textos en la prensa, un tanto anárquico, por cierto, que vengo realizando para que mis trabajos no se pierdan del todo. (Por cierto que el patrocinador desapareció, dejando una gran deuda a la editora y, de pasadita a muchos de los colaboradores)

PETRÓLEO NEGRO COMO EL HUMOR

Los mexicanos padecemos el síndrome de Pedro infante. En una de las escenas de la película ATM/ A toda máquina (Ismael Rodríguez, 1951), tras un terrible accidente, Pedro le pregunta a Luis Aguilar: “Le duele”; "Nomas cuando me río”, responde Aguilar. "Entonces le voy a contar muchas chistes", contesta el único héroe a la altura del séptimo arte.
Solemnes o no, durante cada crisis o ante serios problemas nacionales o mundiales, contestamos con un chiste o una caricatura.
Es curioso, inclusive, como Ramón Ló­pez Velarde, uno de nuestros grandes poe­tas, advirtió: "El Niño Dios te escrituró un establo/ y los veneros de petróleo el diablo", como una broma de humor negro.
Son famosos los cartones de Rogelio Naranjo en contra del derroche petrolero del presidente José López Portillo en cuyo gobierno (1972-1978) se vivió una bonanza petrolera, la cual hizo afirmar a este políti­co que había que irse acostumbrando a la riqueza. Sin embargo, el país terminó en una de las grandes crisis cuyos efectos aún padecemos.
Esta historia de bonanza generó una de las frases cómicas que marcó ese gobierno, cuando señaló: "Defenderé el peso como un perro". A los pocos días la devaluación llegó a límites insospechados.
La crítica incisiva de Naranjo tuvo un impacto fundamental en la ruptura del sis­tema presidencialista mexicano. Sus carica­turas a presidentes desde Luis Echeverría hasta Vicente Fox, pasando por los otros tres, sensibilizaron a la sociedad en la ne­cesidad de modificar el sistema autoritario y presidencial de nuestro país.
Otra manera de humor se dio en 1989 cuando Carlos Salinas de Gortari en uno de sus primeros actos de gobierno encarceló a La Quina, el líder moral del sindicato petrolero.  Palillo, uno de nuestros legendarios cómicos de carpa, aprovechó para montar una obra llamada Presidente sin quina.
Desde 2005, el gobierno de Campeche, a través de su Instituto de Cultura, ha con­vocado a uno de los pocos premios existen­tes de caricatura: el Concurso Nacional de Caricatura "Domingo Pérez Piña", que en su primera edición tuvo como tema "Petró­leo y medio ambiente".
La justificación para ello, además de promover y valorar la caricatura, consis­tió en señalar que el estado de Campeche aporta 70 por ciento de la producción na­cional de este hidrocarburo.
Participaron más de 40 moneros de todo el país, mostrando que la caricatura mexi­cana goza de buena salud. Los tres primeros lugares los ocuparon Art (Arturo Valentín Paz), Davico (David Contreras) y Vimaya (Adán Vite Maya), respectivamente.
Algo que caracteriza a este trío es la calidad y limpieza de su obra. El trabajo de Art, un óleo que muestra la contamina­ción a los animales, bañados en petróleo, con un título elocuente: Derivado del pe­tróleo. Davico, en tinta, dibuja un esque­leto de pescado, cuya columna vertebral está compuesta por barriles de petróleo. Por su parte, Vimaya muestra a un patito que no era feo.

La crítica a la contaminación ambiental es, sin duda, una necesidad; nadie ignora que el petróleo tiene una importancia vi­tal en nuestra economía, pero ha generado algunos accidentes que han roto con el equilibro ecológico y eso, por supuesto, no es ningún chiste.




viernes, 12 de mayo de 2017

Paz, poema de Torres Bodet



Torres Bodet visto por Moreno Villa
Un poeta que poca gente habla es Jaime Torres Bodet, miembro del grupo de Los Contemporáneos. 
Tal vez por eso se le mira poco, cuando se piensa en Villaurrutia, Novo o Cuesta, no obstante, Torres Bodet es un enorme escritor que debiera ser más conocido.
Murió el 13 de mayo de 1974. Buen pretexto para recordar su obra.  Este es su poema 


Paz

          No nos diremos nada. Cerraremos las puertas.
          Deshojaremos rosas sobre el lecho vacío
          y besaré, en el hueco de tus manos abiertas,
         la dulzura del mundo, que se va, como un río...








El dibujo fue tomado de la página http://www.iifilologicas.unam.mx/mirada-libro/Mor_Vill-retr(7).html

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...