martes, 3 de noviembre de 2015

David Carrillo. Un gigante de la caricatura

Hace una semana, el 29 de octubre, David Carrillo González, cumplió 95 años. David es uno de los grandes maestros de la caricatura. Hace unos aos tuve el honor de curar una muestra dedicada a él en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey y hace 5 años, cuando cumplió 90, participar en un gran homenaje en ese mismo museo y con la participación de la UANL que imprimió el folleto que ahora entregamos.
Es una pena que sus colegas no lo hayan recordado públicamente a pesar de que el Museo de la Caricatura sea uno de sus grandes legados.
Este fue el folleto que publicó la UANL, con un texto que escribí al respecto, dedicado a ese gran maestro.












lunes, 2 de noviembre de 2015

El día de muertos: una invención pagana del siglo XX



Día de Muertos, herencia de política de nacionalismo cultural



Síguenos en:

Según indican, la tradición no existía antes del siglo XX, se consolidó hasta después de las obras de José Guadalupe Posada. EFE / ARCHIVO
o    
Ubican al auge de la celebración en el siglo XX
Señala investigador que aunque se dice es tradición prehispánica, no es del todo cierto


CIUDAD DE MÉXICO (02/NOV/2015).- Estudioso de la vida y obra del grabador José Guadalupe Posada (1852-1913), el investigador Agustín Sánchez González aseveró que la tradición del Día de Muertos, como se conoce hoy, es una invención pagana del siglo XX.

Según el investigador, aunque muchos consideran que se trata de una celebración que data de la época prehispánica, eso no es así.

''La clave para entender lo mexicano, es comprender que somos un pueblo multicultural, que viene de lo indígena, pero no de la cultura indígena azteca solamente, sino del mestizaje con otras muchas culturas'', explicó.

El Día de Muertos, continuó, no es más que una invención pagana del siglo XX, construida con la Revolución Mexicana que erigió un discurso nacionalista que buscaba reivindicar a los indígenas como parte única de la nacionalidad, de tal suerte que hay todo un invento para mostrar que nuestras raíces son indígenas.

''Y no es cierto que seamos indígenas, somos un pueblo mestizo, pero la Revolución con José Vasconcelos y Álvaro Obregón construyen un discurso nacionalista donde ponen por encima a los indígenas'', expresó el investigador, quien publica un artículo al respecto en la revista ''Relatos e Historias de México''.

Según sus investigaciones, esta idea del Día de Muertos no existía en el siglo XIX; ''todo eso de Mixquic y lo que hoy se ha vuelto como choteo, no tiene una raíz indígena'', sostuvo.

Para empezar, aclaró, no es Fiesta de Muertos, es Día de Todos los Santos el 1 de noviembre y de los Fieles Difuntos el día dos.

''La gente acudía a los panteones a llorar sus muertos y les hacía altares personales a las familias y nada más. Es falso que esta celebración venga de la época prehispánica, seguramente se retomaron algunos elementos pero toda esta cosa de los muertos, proviene de la tradición europea'', anotó.

Recordó que la célebre Catrina de José Guadalupe Posada, que es la base de todo esto, tampoco tiene rasgos indígenas, es decir, todo lo que hace Posada tiene que ver con las imágenes religiosas que es un poco lo que he escrito en los últimos años.

''No se trata de algo que está bien o mal, sino simplemente aclarar que es una construcción'', comentó Sánchez, quien recordó que en algún tiempo se dijo que Posada era revolucionario y no era así, ''lo que estoy demostrando es cómo se construyen los mitos y se construye una falsa idea de lo mexicano''.

''Es una ideología de lo que la propia Revolución nos generó. Todos dicen, es que nos conquistaron. Y no entendemos y justo la clave para entender a lo mexicano, es comprender que somos un pueblo multicultural'', concluyó.

domingo, 25 de octubre de 2015

La Catrina y las botargas

En 2013 escribí esto:
Calavera publicada en La Patria Ilustrada, periódicio dirigido
 por Ireneo Paz,  abuelo del Premio Nobel, en  1888
.



Estamos a punto de celebrar la Fiesta de Todos Santos y Día de los Fieles Difuntos, una tradición que corresponde al mestizaje mexicano, con aportaciones tradicionales indígenas pero, creo, con una fuerte influencia católica, europea. 


Queda por aclarar e investigar, más allá del "indigenocentrismo", el peso de las danzas macabras renacentistas, más que los viajes al inframundo mesoamericanos. 

En fin, también, queda el gigantesco mito de Posada como un fenómeno dedicado sólo a la muerte y, sobre todo, a la Catrina con una exageración tal, que la han convertido, es real, en la Diva de México (así lo nombró el Municipio de Aguascalientes), y corriendo el riesgo de convertirse en una botarga como el Dr. Simi.

 




viernes, 23 de octubre de 2015

La banalización de la Catrina o la cursi e insípida libertad de "creación"


Hay dibujos tan banales y ñoños, que se convierten en hediondos... 


Diseñadora convierte a las princesas Disney en Catrinas


¡Increíble! Diseñadora convierte a las princesas Disney en Catrinas
POR:Antalí Corona Última actualización 23 / Octubre / 2015


“a doc” (SIC) a la temporada, las princesas de Disney se convirtieron en Catrinas y ¡Lucen fenomenales!

La elegante Catrina fue creada en 1947 por Diego Rivera, al plasmarla en su mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central", donde la calavera aparece como acompañante de su también creador, José Guadalupe Posada. Fue el mismo Rivera quien la llamó Catrina, le dio su atuendo característico y la convirtió en la imagen mexicana sobre la muerte.

La idea de convertir a las princesas en hermosas Catrinas, fue de Karen Amador, una diseñadora que vive en Las Vegas, con su marido y recién nacido bebé; desde muy chica mostró interés en el diseño, soñadora y entusiasta, en las clases dibujaba en los márgenes de sus cuadernos y creció con la vieja escuela de la animación Disney.

Mientras que con un brazo carga a su bebé y con el otro dibuja, esta talentosa artista nos demuestra la belleza de nuestra cultura en un día tan especial como “El día de Muertos".

http://www.reporte.com.mx/increible-disenadora-convierte-las-princesas-disney-en-catrinas




miércoles, 21 de octubre de 2015

La banalización de la Catrina


Contrario a lo que se piensa, las calaveras hechas por Posada son muy poquitas, en relación al total de su obra.

No se ha inventariado aun, pero no existen, o se conocen, más de doscientas  calaveras.


Se calcula que Posada realizó alrededor de veinte mil obras o sea....


Menos del uno por ciento de su obra está dedicado a las calaveras.


Así pues, la industria de la Catrina, que como se puede ver en la estampa original que aquí se muestra, se ha convertido en un fenómeno comercial curioso. 


Habrá que estudiar esa historia, esa conversión de algo que en sentido estricto no existió y que ahora se ha vuelto algo tan burdo como las catrinas en tanga, en fiesta de disfraces, y en tantos absurdos y ridículas como "las catrinas que enseñan el vientre"  (curioso que Posada ni cuerpo le dibujara), o como un francés oportunista que hace unos meses presentó un espectáculo de calaveras en caballo, o como la patéticadelegación Cuauhtémoc que busca establecer  Récord guinness, en un festival con nombre anglosajón: Fest Mx.


Lo más ridículo, es que su convocatoria señala que no se aceptará ningún maquillaje que no sea referente a las catrinas. ¿Sabrá el ignorante redactor de esta convocatoria cuál es ese maquillaje?


No pretendo ser un puritano de las festividades pero creo que el fenómeno de la Catrina se está convirtiendo en algo tan burdo que nada tiene que ver, pues, con lo que se supone que se promueve: la tradición nacional que, por otra parte no es tal.

La banalización de la Catrina /2

El discurso nacionalista que comenzó hace poco más de cien años, en pleno porfirismo, tuvo su consolidación mediante  la institucionalización de la Revolución a la par que se realizó construcción de un discurso del imaginario de lo mexicano.


El discurso nacionalista que trajo consigo la revolución se refería a una de las vertienetes de nuestra raza: lo indígena, que se expresó en todos los ámbitos de nuestra vida cultural y sentimental. Más aún, seguimos pensándonos como víctimas, como herederos sólo de ese edén perdido. Cuántas veces hemos escuchado: los españoles nos conquistaron.

Desde la educación, hasta la fiesta se usó el disfraz de indito para pensarlo como mexicano. La raza indígena, como se le decía entonces, ocupó los espacios del cine, el teatro, la música, todo aquello que tenía que ver con ellos la marca de lo nacional. (Recuerdo el concurso de la India Bonita, en 1921, cuya triunfadora fue María Bibiana Uribe, que llegó “acompañada de su abuela, una india pura de raza 'meschica' que no habla español”.

Fenómenos así se repitieron, como la celebración de Quetzálcoatal, en 1930, regalando juguetes y ropa a los niños pobres ocupando el lugar de los Reyes Magos.

El nacionalismo empezó a gestar una serie de estereotipos cuya educación sentimental seguimos padeciendo.

La Catrina y la fiesta de muertos ingresaron por ese lado a nuestras vidas.

Hoy, y en los próximos días, veremos una avalancha de fiestas de muertos y escucharemos decir a diestra y siniestra que son parte de nuestras tradiciones y que, sin embargo, todo esa faramalla resulta bastante cuestionable.

No se sabe en que momento La Catrina se convirtió en un discurso de “crítica a la aristocracia porfirista”, cuando en realidad era una burla al pueblo que no quería asumir su ser y, a su vez, gestó una fiesta de muertos con tintes prehispánicos, cuando las imágenes de Posada se acercan más a la danza macabra, a las calaveras renacentistas europeas o a los horrores goyescos. Su obra está más cerca a Holbein, el Bosco, Durero o Goya que a las deidades prehispánicas.

Las calaveras, en tanto discurso prehispánico no las inventó Posada. 


Sus calaveras tienen que ver más con la obraLa Portentosa vida de la muerte. Emperatriz de los sepulcros, vengadora de los agravios del Altísimo y muy señora de la humana naturaleza, de Fray Joaquín Bolaños, donde se hace una apología de la muerte, se cuenta la vida de la muerte en una serie de 18 grabados, de autor anónimo, cuya figura central es la calavera.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...