domingo, 28 de diciembre de 2014

Posada en relatos e historia de México



El mito de José Guadalupe Posada

Artista después de muerto
Por: Agustín Sánchez González
La vida de José Guadalupe Posada parece un equívoco completo: produjo centenares de imágenes que, sin saberlo, se convertirían en el santo y seña de su época. Vivió y murió prácticamente en el anonimato y sólo fue reconocido muchos años después. Nunca llamó Catrina a una de sus calaveras, aunque sí es reconocido como el padre de esa y otras tantas imágenes que nos identifican en el mundo.

Su muerte, hace poco más de cien años, pareció no importar a nadie. El cadáver de don Lupe, cuya acta de defunción señaló alcoholismo como causal, salió de una vecindad marginal de Tepito con rumbo a las tumbas de sexta clase, las únicas gratuitas del panteón de Dolores. Ahí permaneció sin que nadie reclamara sus restos, quedando en el olvido en una fosa común, junto a decenas de calaveras del montón que, como él, fueron olvidadas.

Extraña historia porque, a pesar del anonimato, sus grabados se reproducían por millares en hojas volantes baratas, con noticias de la vida diaria y de la revolución, impresas en el taller del editor Antonio Vanegas Arroyo. La amarga ironía es que su obra más conocida, después llamada Catrina pero cuyo nombre original es “La Garbancera”, comenzó a circular impresa en noviembre de 1913, 11 meses después de su funeral.

Después de un siglo, Posada está más vivo que nunca y su obra sigue presente en las variadas formas en que se reproduce en México y el mundo. Un trabajo que él no hizo para los museos, sino para el acontecer efímero en la ciudad de México, con el fin de que llegara a las manos de alguien y después desapareciera. Eso es lo asombroso: son hojas de papel que, al verlas, las sentimos nuestras, tan nuestras como lo es el arte universal.

José Guadalupe Posada Aguilar nació en 1852. Desde los 19 años y hasta su muerte, a los 61, se desempeñó como impresor, grabador e ilustrador en imprentas, por lo que su vasta obra aún no ha sido medianamente inventariada, pero sabemos que consta de miles de hojas volantes, del trabajo que realizó en 70 periódicos, de las ilustraciones para los 110 libritos de la Biblioteca del Niño Mexicano (impresa en 1900 en Barcelona) y de otra docena de libros.

Posada laboró en tres estados de la República Mexicana e hizo trabajos cuando menos en otros cinco. Su primer trabajo, de 1871, es en el periódico El Jicote, donde publica 11 caricaturas; el último es la Garbancera, en 1913, obra póstuma y también la más famosa.

Su historia es un rompecabezas que está por armarse, aunque muchas de las piezas han sido manipuladas. De Posada sólo conocemos dos fotografías, pero ningún autorretrato. De su vida personal tampoco se sabe gran cosa. En 1957 el historiador Alejandro Topete descubrió muchos datos personales y apenas hace unos años desentrañé otros, al descubrir el nombre y la temprana muerte de su único hijo, Juan Sabino. Son escasas las referencias sobre un artista que está presente en nuestra vida, pero que fue muy poco mencionado mientras estuvo vivo.

En 1886 hay una mención a su trabajo en El Hijo del Ahuizote; en 1888, otra de Arturo Paz en el periódico Juventud Literaria, en el que profetiza que Posada será el “primer caricaturista, el primer dibujante que tendrá México”; y así otras líneas sueltas, como un anuncio en El Fandango, en 1892: “José Guadalupe Posada tiene el honor de ofrecer al público sus trabajos como grabador en metal, madera, toda clase de ilustraciones de libros y periódicos. Igualmente ofrece sus servicios como dibujante de litografía”.

Es curioso. Pareciera que ningún periodista o escritor lo hubiera conocido a pesar de estar en el reducido ambiente editorial, trabajar con ellos –como es el caso del famoso editor Ireneo Paz (abuelo del escritor Octavio Paz)– o en publicaciones donde colaboraban escritores de renombre. Y no es que no hubiera interés de los intelectuales por la caricatura, pero a Posada nadie lo menciona.

Sólo encontramos algunas noticias más bien personales y aisladas: en enero de 1900, tres periódicos, El ChismeEl Diario del Hogar y El Popular, le dan el pésame por la muerte de su hijo Juan Sabino; o cuando se anuncia que gana cien pesos en la Lotería, en 1908. Pero el día de su fallecimiento, 20 de enero de 1913, pasa desapercibido para todos. Así muere don Lupe. Su nombre desaparece por completo de los diarios; no así sus trabajos, que siguieron circulando en las calles por medio de la imprenta del editor Antonio Vanegas Arroyo.


Esta publicación es un fragmento del artículo “Posada” del autor Agustín Sánchez González y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 68.
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sábado, 27 de diciembre de 2014

Posada en Hoy es arte

2014 fue un año excepcional para mi trabajo: llevar a Posada a España fue una proeza debido a la complejidad para realizarla. 

Gracias a muchas personas, como Alicia Mayer, directora del Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM, o a mis amigos Sergio Hernánez, Manuel Alvarez Junco y José Manuel Martín, logramos que se presentará en Cádiz, Alcalá y en Madrid.

Esta es una entrevista para Hoy es arte.







La fatiga del Cartujo (y la mia también)

Creo que el saber implica un compromiso con la busca de la verdad, con la busca de un mundo mejor. Pero no un compromiso estridente ni neurótico, sino pausado y reflexivo, ajeno al dogmatismo y vinculado a la libertad, la igualdad y la fraternidad. Vaya, a los principios de lo mejor que debería de ser el mundo.

Resulta lamentable leer y escuchar tanta proclama de odio y, a su vez, de un embelesamiento hacía "el pueblo", "el pueblo bueno", como dice nuestra versión woodyanesca de su película Bananas. Cuestionar muchas cosas así me han hecho "perder amigos" (jajajaa) en fb. Por casi ni duermo. 

Quiero dejarles como reflexión de fin de año, un artículo de José Luis Martínez, editor de uno de los mejores suplementos culturales que podemos leer en este país.




La fatiga del cartujo

El Santo Oficio.



JOSÉ LUIS MARTÍNEZ/ DOMINICAL
Ciudad de México
Después de días de vigilia, el cartujo cae de rodillas, clava la mirada en el piso y con los ojos bañados en lágrimas recuerda y repite con voz trémula las palabras de un clásico: “Ya me cansé”.
No puede más con las malas noticias. Por eso se encierra a piedra y lodo en su humilde celda, para escapar aunque sea por un instante de una realidad espantosa.
A veces es bueno alejarse de lo malo y de lo feo, de lo patético, como lo hace con determinación Jesús Valencia Guzmán, delegado en Iztapalapa, quien cotidianamente —quizá con un poco de pena— abandona esa demarcación para dirigirse a su hogar en el exclusivo Pedregal de San Ángel, solo así puede reponerse y continuar su exitosa gestión en una de las zonas con mayores problemas e índices de pobreza en la Ciudad de México.
Iztapalapa no es un buen lugar para la residencia de alguien de la categoría del señor Valencia, postulado por el PRD, PT y MC, ejemplares partidos de izquierda. El monje la ha recorrido muchas veces e incluso ha predicado en el Cerro de la Estrella, desde ahí ha observado la vastedad de sus calles polvosas y casas grises —“la grisura de la pobreza” la llama un amigo—. No, definitivamente no es un sitio para la familia Valencia. Está bien para gobernarlo, para administrar su amplio presupuesto, para mangonear y negociar mejores posiciones políticas, pero no para vivir. Dios lo libre.
En su celda, oscura, húmeda, con paredes desconchadas, el monje reitera en silencio: “Ya me cansé”. No comprende muchas cosas y el esfuerzo lo tiene postrado. Imagina: si en vez de los integrantes del Club de Periodistas de Guerrero, las víctimas de los maestros de la CETEG, de la Asamblea Nacional Popular y del Movimiento Popular Guerrerense hubiesen sido adalides de la prensa progresista, el escándalo sería mundial. Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos estarían pegando gritos en el cielo para exigir justicia y castigo a los culpables, los moneros radicales —siempre tan críticos— estarían lanzando sus certeros dardos contra la ineficacia de las autoridades, los articulistas de los periódicos de izquierda serían implacables en la defensa de los comunicadores. Pero como los agredidos no son de su estatura ideológica, como no son famosos y sus agresores los acusan de “vendidos”, el hecho no ha cobrado su real dimensión. Por eso resulta encomiable la actitud de la CNDH de acompañarlos en sus denuncias ante la procuraduría guerrerense, aunque en muchas otras cosas siguen a merced los vándalos.
El monje está cansado de los farsantes de toda índole: en la prensa, en la política, en la economía, en las protestas donde la irracionalidad enmascarada muestra la terrible indefensión de los ciudadanos, víctimas de muchedumbres bestiales y un sistema podrido. Está cansando y ni quien lo aguante. Pobre hombre, solo la oración podrá consolarlo.
Queridos cinco lectores, enclaustrado y sin embargo con la esperanza de la Navidad, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Nocturno de amor. Xavier Villaurrutia


Xavier Villaurrutia murió un 25 de diciebre de 1950, uno de nuestros poetas mayores. Esta es la ficha del CNL del INBA y luego su poema Nocturno de amor.

Autocaricatura

Nació en la ciudad de México el 27 de marzo de 1903; murió el 25 de diciembre de 1950. Poeta, ensayista, narrador y dramaturgo. Estudió teatro en la Universidad de Yale, becado por la fundación Rockefeller. Fue cofundador del grupo teatral Ulises; profesor de la UNAM; jefe de sección de teatro del Departamento de Bellas Artes; director, con Salvador Novo, de 
Ulises. Miembro del grupo de Los Contemporáneos. Tradujo a Andre Gidé, William Blake, Anton Chéjov, Jules Romains y Lenormand. Guionista coautor de Vámonos con Pancho Villa, Cinco fueron escogidos, La mujer de todos. Autor de los guiones El espectro de la novia, La mujer sin cabeza, Distinto amanecer, La mujer legítima. Colaboró en Contemporáneos, El Hijo Pródigo, Examen, Letras de México. Premio del Concurso de las Fiestas de Primavera 1948 por Canto a la primavera y otros poemas.



Nocturno de amor.


El que nada se oye en esta alberca de sombra
no sé cómo mis brazos no se hieren
en tu respiración sigo la angustia del crimen
y caes en la red que tiende el sueño.
Guardas el nombre de tu cómplice en los ojos
pero encuentro tus párpados más duros que el silencio
y antes que compartirlo matarías el goce
de entregarte en el sueño con los ojos cerrados
sufro al sentir la dicha con que tu cuerpo busca
el cuerpo que te vence más que el sueño
y comparo la fiebre de tus manos
con mis manos de hielo
y el temblor de tus sienes con mi pulso perdido
y el yeso de mis muslos con la piel de los tuyos
que la sombra corroe con su lepra incurable.
Ya sé cuál es el sexo de tu boca
y lo que guarda la avaricia de tu axila
y maldigo el rumor que inunda el laberinto de tu oreja
sobre la almohada de espuma
sobre la dura página de nieve
No la sangre que huyó de mí como del arco huye la flecha
sino la cólera circula por mis arterias
amarilla de incendio en mitad de la noche
y todas las palabras en la prisión de la boca
y una sed que en el agua del espejo
sacia su sed con una sed idéntica
De qué noche despierto a esta desnuda
noche larga y cruel noche que ya no es noche
junto a tu cuerpo más muerto que muerto
que no es tu cuerpo ya sino su hueco
porque la ausencia de tu sueño ha matado a la muerte
y es tan grande mi frío que con un calor nuevo
abre mis ojos donde la sombra es más dura
y más clara y más luz que la luz misma
y resucita en mí lo que no ha sido
y es un dolor inesperado y aún más frío y más fuego
no ser sino la estatua que despierta
en la alcoba de un mundo en el que todo ha muerto.

martes, 23 de diciembre de 2014

Postal navideña de Posada

Una de las imágenes más hermosas de Posada, y vaya que es difícil decidir cuales son las más bellas, es un dibujo realizado para el libro La hora de guardia del Rosario Perpetuo, por un Padre de la Orden de Predicadores, publicada por la Tipografía de Aguilar e Hijos, en 1897.
Dibujos a tinta, con trazos finísimos. 
El toro de este Belén siempre me recuerda a los toros picasianos.
Son trazos que muestran un gran virtuosismo en Posada.

Con este dibujo, sólo quiero desear Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Posada por NCI, Canal Cultural Español para Iberoamérica


En noticias culturales iberoamericanas, del canal NCI, apareció este reportaje de mi exposición Posada, fantasías, calaveras y vida cotidiana que actualmente se sigue presentando en la Embajada de México en Madrid y que se podrá visitar hasta el 16 de enero de 2015








lunes, 22 de diciembre de 2014

Muestra de 103 grabados de José Guadalupe Posada se presentó con gran éxito en Alcalá de Henares, España


PERIÓDICO OPCIONES


Muestra de 103 grabados de José Guadalupe Posada se presentó con gran éxito en Alcalá de Henares, España

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Muestra de 103 grabados de José Guadalupe Posada se presentó con gran éxito en Alcalá de Henares, España
La exposición Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana, integrada por 103 grabados originales de José Guadalupe Posada provenientes de diversas colecciones particulares se presentó con gran éxito en la Sala Antonio López del Antiguo Hospital de Santa María la Rica de Alcalá de Henares, España.
La curaduría de la muestra, la cual ya fue exhibida en Cádiz y posteriormente se presentará en Madrid, fue realizada por Agustín Sánchez, investigador del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y especialista en la obra y la vida del artista aguascalentense.
“Cuando me invitaron a hacer la muestra en España pensé que debía tener ciertas características. Se trata de una exposición nueva, pensada para España. El discurso está más relacionado con Goya, con la vida cotidiana, por eso el título de la misma. Hay una influencia muy fuerte de Goya en Posada. Además, mi intención fue demostrar que Posada es mucho más que la Catrina y las calaveras.
“Quise mostrar en España a un Posada vinculado a la vida cotidiana; un artista que plasmó la identidad mexicana, algo que muy pocos autores han captado como él; que retrató a los mexicanos de una forma tan precisa: nuestras virtudes y nuestros defectos, los dolores, los amores, las tragedias, los horrores, lo religioso”, señaló en entrevista el autor del Diccionario biográfico ilustrado de la caricatura mexicana.
La muestra albergada del 22 de junio al 7 de septiembre 2014 en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz, contó con el apoyo de la Universidad de Alcalá y el Centro de Estudios Mexicanos en España de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La exposición es el resultado de la suma de voluntades de diversas instituciones, pues también es parte de mi trabajo como investigador del INBA.” Su periodo de exhibición en Alcalá culminará a fines de octubre. Posteriormente, de noviembre a diciembre, se presentará en la Embajada de México en España, en Madrid.
Entre las 103 piezas se encuentran algunas conocidas y otras que casi no se han exhibido, como una caricatura que hizo para La Patria Ilustrada. “Están también algunas de las obras que se imprimieron en offset hace cincuenta años, en Aguascalientes, que son de las primeras obras de Posada, cuando tenía 19 años; así como una estampa dedicada al atentado a Alfonso XIII. Hay, además, juegos de mesa y estampas religiosas.”
Existen propuestas para que se exhiba en dos ciudades más en España, así como en Colombia y en Estados Unidos. “Existe un interés creciente en todo el mundo por Posada, quien trazó de alguna manera las líneas para el desarrollo del arte moderno y contemporáneo en México. Por citar a algunos artistas, Francisco Toledo o Diego Rivera tienen una fuerte influencia de Posada. Rivera dijo alguna vez que le debía todo a Posada.”
Un día después de la inauguración, se dió a conocer en la Imprenta Municipal de Madrid el libro editado a propósito de la exposición, bajo el mismo título. “No quisimos que fuera un catálogo ni un libro de arte, sino un volumen de divulgación de la obra de Posada. Fue publicado recientemente por Turpin, con el apoyo de la UNAM y la Universidad Autónoma de Aguascalientes. En México se presentará el 9 de octubre, en la Feria del Libro Universitario de Aguascalientes.
“Tengo más de 20 años trabajando sobre la obra de Posada. En 1997 publiqué mi primer libro sobre él. Tengo cuatro libros dedicados a él, y numerosos artículos. He hecho la curaduría de diversas muestras de Posada, alrededor de ocho, en recintos como el Museo Nacional de la Estampa, el Centro Cultural Clavijero en Morelia, el Museo de Historia Mexicana de Monterrey, la Casa de la Primera Imprenta y el Museo del Periodismo de Guadalajara.”

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...