Posada llega a Madrid
Publicado: 2014-11-15 a las 13:19
Autor: Redacción Digitallpost
El 20 de noviembre, el Instituto de México en España, presenta la exposición 'José Guadalupe Posada, Fantasías, calaveras y vida cotidiana' la cual permanecerá abierta hasta el 16 de enero del 2015. De igual forma, se llevará a cabo la presentación del más reciente libro de Agustín Sánchez González contando con la presencia de Manuel Álvarez Junco y Javier Olivares.
José Guadalupe Posada es el gran ilustrador de lo mexicano. Sus dibujos, mientras vivió, no tuvieron espacio en ningún museo, aunque nunca fue su objetivo; tuvieron un fin mejor: volar por los aires mexicanos, mirarse en las calles, las iglesias, las mesas para el juego, en cartas de amor, cancioneros, periódicos, anuncios… En cada casa, modesta o lujosa, había uno de sus trabajos.
Su obra fue realizada para el momento, para lo efímero y sin embargo, trascendió de tal manera que hoy está más viva que nunca. Impresa en blanco y negro o en tonos multicolores que ilustraron todo lo que los ojos podían mirar. En hojas de papel volando, retrató la tragicomedia mexicana, atrapó el silencio, la marginalidad, la tragedia, el dolor, la risa, la sorna, la carcajada, el miedo, el regocijo, el pecado, la magnificencia, la fe, la miseria, el llanto, el placer, la vida, la muerte, el blanco, lo negro, lo mexicano.
La obra de Posada pertenece a un artista que nunca se pensó como tal. Sus calaveras forman parte de la iconografía nacional, su Catrina es la obra mexicana más conocida en el mundo, pero Posada es más que las calaveras, su temática es vasta.
Su impacto estético fue tal, que la plástica contemporánea no se entiende sin sus líneas que, sin duda, trazaron el arte mexicano. Diego Rivera escribió: “Tan grande como Goya, fue un creador de una riqueza inagotable. Ninguno lo imitará, ninguno lo definirá. Su obra es la obra de arte por excelencia”.
mgr/jcrh
José Guadalupe Posada es el gran ilustrador de lo mexicano. Sus dibujos, mientras vivió, no tuvieron espacio en ningún museo, aunque nunca fue su objetivo; tuvieron un fin mejor: volar por los aires mexicanos, mirarse en las calles, las iglesias, las mesas para el juego, en cartas de amor, cancioneros, periódicos, anuncios… En cada casa, modesta o lujosa, había uno de sus trabajos.
Su obra fue realizada para el momento, para lo efímero y sin embargo, trascendió de tal manera que hoy está más viva que nunca. Impresa en blanco y negro o en tonos multicolores que ilustraron todo lo que los ojos podían mirar. En hojas de papel volando, retrató la tragicomedia mexicana, atrapó el silencio, la marginalidad, la tragedia, el dolor, la risa, la sorna, la carcajada, el miedo, el regocijo, el pecado, la magnificencia, la fe, la miseria, el llanto, el placer, la vida, la muerte, el blanco, lo negro, lo mexicano.
La obra de Posada pertenece a un artista que nunca se pensó como tal. Sus calaveras forman parte de la iconografía nacional, su Catrina es la obra mexicana más conocida en el mundo, pero Posada es más que las calaveras, su temática es vasta.
Su impacto estético fue tal, que la plástica contemporánea no se entiende sin sus líneas que, sin duda, trazaron el arte mexicano. Diego Rivera escribió: “Tan grande como Goya, fue un creador de una riqueza inagotable. Ninguno lo imitará, ninguno lo definirá. Su obra es la obra de arte por excelencia”.
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Fuente: Redacción Digitallpost