lunes, 21 de julio de 2014

Posada en la mezcladora

    • “Quizá miles de mexicanos han visto miles de obras de Posada y no tienen idea de quién es”. Agustín Sánchez González. (Autor del libro La portentosa vida de José Guadalupe Posada)

“Posada es el constructor de una de las imágenes más fuertes en México; como es La Catrina”. Agustín Sánchez González (Autor de “La portentosa vida de José Guadalupe Posada”).

“Quizá miles de mexicanos han visto miles de obras de Posada y no tienen idea de quién es”. Agustín Sánchez González (Autor del libro La portentosa vida de José Guadalupe Posada)
Agustín Sánchez González, Autor del libro La portentosa vida de #JoséGuadalupePosada. En estos momentos "#LasPosadasDePosada" por Canal 22 México.


“Quizá miles de mexicanos han visto miles de obras de Posada y no tienen idea de quién es”. Agustín Sánchez González. (Autor del libro La portentosa vida de José Guadalupe Posada)








“Posada es el constructor de una de las imágenes más fuertes en México; como es La Catrina”. Agustín Sánchez González (Autor de “La portentosa vida de José Guadalupe Posada”).


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domingo, 20 de julio de 2014

Le dan Posada

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 Publicado: 20 Julio 2014
Parte de la obra del genio en el arte del grabado y cronista de la realidad, se presenta en el Castillo de Santa Catalina, en Cádiz, España,
bajo el título Posada. Fantasías, Calaveras y Vida Cotidiana.
Por Rubén Arizmendi
Maestro del afiche, valiéndose de sus grabados, José Guadalupe Posada criticó la desigualdad social y las injusticias que se vivieron durante el sangriento período conocido como “El porfiriato”, con personajes como los revolucionarios, políticos, militares, bandoleros, borrachos, damas elegantes, charros, toreros y obreros, muchos de ellos en forma de calavera que se convirtió en el sello característico del artista mexicano. Cómo olvidar al Revolucionario, las Calaveras en Bicicleta o a Don Quijote, grabados representativos de Posada y su más célebre personaje: La Catrina. José Guadalupe Posada nació el 2 de febrero de 1852 en Aguascalientes. Desde pequeño, Posada se dedicaba a dibujar y lo hacía con tanta pasión que finalmente convenció a su padre de que le dejara dedicarse al arte. Y lo que mejor se le daba era hacer caricaturas. De este modo, se introdujo en el mundo del periodismo y de la prensa como dibujante, y logró publicar sus primeras viñetas cuando cumplió 19 años. En una genial expresión de la memoria heredada, siempre relacionó a los vivos con los muertos, a tal grado que se le conoció como “el novio de la muerte”.
Muy pronto se reveló como un extraordinario dibujante, contraviniendo sistemáticamente las reglas de la pintura academicista mexicana, aunque sus mejores habilidades estaban en el grabado y, sobre todo, en una nueva técnica introducida en México en 1826 por el italiano Claudio Linati de Prevost: la litografía. La obra artística de Posada permite apreciar su gran ingenio y creatividad, pues los derrocha en cada trazo. Su extensa producción gráfica, estimada en más de 20 mil grabados, realizados en litografía o planchas de metal, podría clasificarse como expresionista, puesto que recrea con extraordinaria imaginación, gran sentido humorístico y profunda capacidad crítica las lacras, miserias y prejuicios de la realidad social y política de su época.
ÉXITO
Hoy, a poco más de 162 años de su natalicio y 101 de su muerte, su magnífica obra convulsiona a los europeos. La cotidianidad del México que un siglo atrás supo ilustrar en todas sus facetas José Guadalupe Posada, toma la sala de San Nicolás del Castillo de Santa Catalina, en Cádiz, España. El padre de las calaveras catrinas que un día descubrió y popularizó Diego Rivera, inunda con su ilustraciones satíricas la fortaleza gaditana, en la primera incursión de su obra en España. Posada. Fantasías, Calaveras y Vida cotidiana, es el título de esta muestra que coordinó el investigador del Instituto Nacional de Bellas Artes, Agustín Sánchez González y que permanecerá en exhibición hasta el 7 de septiembre para luego llevarla a Alcalá de Henares.
Se trata de una selección de 150 imágenes entre las más de 20 mil obras que se calcula comprende su amplia producción, “pues nunca se ha inventariado” y que da comienzo con la exhibición de las primeras caricaturas que publicó a sus 19 años en el periódico local de su tierra natal El Jicote. Una serie de ilustraciones que dan paso al universo de este artista que en su día pasó desapercibido en su México, a pesar de que “todo el mundo, de todas las clases sociales, tenía alguna obra suya en casa sin saberlo”, apunta el investigador. “Hice una curaduría que mostrara que Posada es más que La Catrina, que las calaveras sólo son una parte muy pequeña de su obra y que el impacto que tuvo en la vida de los mexicanos es por el resto de su obra, que es una expresión de vida cotidiana”, explica Sánchez González, también historiador especialista en el estudio de la caricatura mexicana. El investigador Mercurio López, quien coordinó el libro José Guadalupe Posada. Edición conmemorativa, señala que “la vigencia de su obra continúa hasta nuestros días en el arte popular.

Seguramente su legado permanecerá por muchos años como ejemplo para grabadores, artistas y diseñadores gráficos. Buena parte de sus creaciones se han tornado en íconos de la cultura mexicana. A nivel internacional, cualquiera de sus estampas representa orgullosamente nuestra identidad”. Aunque los grabados con esqueletos y cráneos representan un porcentaje muy pequeño dentro de su obra, en Posada las calaveras constituyen su sello y el motivo de una fama que lo distingue hasta la actualidad.

martes, 15 de julio de 2014

José Guadalupe Posada veranea en Cádiz





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Posada con su hijo, imagen web

lunes, 14 de julio de 2014


JOSÉ GUADALUPE POSADA VERANEA EN CÁDIZ




El mejor y más personal de los  grabadores e ilustradores mejicanos de finales del XIX  y principios del XX justificaba con esta frase por qué le interesaba tanto el tema. Por qué, entre todos los diversos asuntos que trató a lo largo de su vida, creó un estilo único para dibujar las calaveras que los mexicanos pasean el Día de los Difuntos.


La Catrina de Posada, grabado.
Dio un nuevo sentido a la celebración de ese día con sus creación deLA CATRINA. Un dibujo de una calavera  conocida en un principio comoCalavera Garbanceraporque criticaba a los indígenas mejicanos comerciantes de garbanzos que, queriéndose parecer a los europeos, renegaban de sus orígenes y sus costumbres. 


Su calavera tenía la originalidad de estar sólo vestida por un enorme sombrero con plumas de avestruz. Ha llegado a estar íntimamente unida a su ciudad natal (Aguascalientes) y al simbolismo gráfico mejicano. Tal es su importancia y reconocimiento que fue uno de los símbolos que desfiló en la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México. 


En Cádiz, desde el mes pasado y hasta el 7 de
septiembre podemos ver una muestra de
 sus trabajos en el Castillo de Santa Catalina.
 La exposición se titula:




Se puede visitar de lunes a domingo, de 11:00 a 20:30 hrs.

Es tan importante la creación de La Catrina por parte de POSADA que, para conmemorar el centenario del grabado que surgió de sus manos, en 2012 el Ayuntamiento de Aguascalientes organizó un concurso de fotografía titulado La Muerte
Exposición de Cádiz
 donde había de encontrarse protagonismo y diversidad 
a ese exagerado sombrero de La Catrina sobre la calavera
 correspondiente a cada foto.

Las calaveras que dibuja POSADA son también un tipo de versoalusivo a la muerte. Por ello, normalmente van acompañadas con un dibujo  explicativo de sus versos para que las clases populares comprendieran el mensaje (que quizás no supieran leer).

Los artistas de la época supieron de la calidad de los grabados de POSADA, aunque no se tradujo esa apreciación en un pago material considerable.

POSADA fue un hombre que murió pobre, que dibujó hasta su último aliento, pero que tuvo que esperar a que fueran artistas posteriores a su muerte en 1913, gente de
 la talla de Diego Rivera* u Octavio Paz, quienes le 
reivindicaran como se merece por su creación y trabajo.



Su vida se le fue en el dibujo desde bien pequeño.

Ingresó en la Academia Municipal de Dibujo de su pueblo, Aguascalientes, y allí se vio que tenía potencial para que, en 1868, con apenas 16 años formara parte del taller litográfico de Trinidad Pedroza.

Después de asociarse a su jefe para dedicarse a la
 litografía comercial en León (estado de Guanajuato),
 en 1873 regresa a Aguascalientes para casarse con 
María de Jesús Vela y comprarle la imprenta a Pedroza.

Hizo colaboraciones gráficas en periódicos de la época 
como: El Jicote, La Gacetilla,  La Educación,
 La Patria Ilustrada y la Revista de México.




Se le considera uno de los litografistas más importantes de México.
    Además de colaborar con la prensa también se le conocen carteles políticos, caricaturas, anuncios comerciales,  y unos CUENTOS INFANTILES de los que podemos ver una interesante muestra en esta exposición gaditana.
         Su obra se estima en más de 20.000 grabados en diferentes materiales: planchas de zinc, plomo y acero.




Su sentimiento dramático, cómico, irónico y la precisión de sus trazos popularizó su estilo personal y único en el México de finales del XIX y los periodos revolucionarios de principios del XX. 

Importante es destacar que POSADA nunca se alineó con partido o figura política alguna. Prefirió ser un Pepito Grillo con sus críticas dibujadas, algo que fue en su contra desde el punto de vista monetario, pero que ha significado un legado artístico de primera magnitud.



Su obra, que podéis disfrutar ahora en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz hasta el 7 de septiembre, también la podéis apreciar en estos enlaces:




viernes, 11 de julio de 2014

LIlia Prado. Homenaje a Efraín Huerta

Lilia Prado. "Soy la mujer más feliz de mi vida"

La obra de Posada va más allá de las calaveras

CULTURAS

La obra de Posada va más allá de las calaveras

El ilustrador mexicano José Guadalupe Posada exhibió en sus obras más que simples calaveras. Hoy su trabajo llega a Cádiz, España, como parte de la exposición "Posada. Fantasías, Calaveras y Vida cotidiana".

Redacción
 10.07.2014 Última actualización 10.07.2014
Las obras de José Guadalupe Posadas serán exhibidas en España hasta septiembre. (Cortesía)
Las obras de José Guadalupe Posadas serán exhibidas en España hasta septiembre. (Cortesía)
Diego Rivera tuvo la culpa. Fue él quien comparó el trabajo del ilustrador mexicano José Guadalupe Posada con la calidad del pintor español Goya, situación que obligó al mundo a poner atención en la obra de uno de los mexicanos más destacados del siglo XX, y que ahora tiene una exposición en Cádiz, España.

Coordinada por Agustín Sánchez, investigador del Instituto Nacional de Bellas Artes, la exhibición Posada. Fantasías, Calaveras y Vida cotidiana tiene lugar en el Castillo de Santa Catalina, en Cádiz, España, y estará abierta al público hasta el próximo 7 de septiembre.

Una de las características más llamativas de esta exposición es su vitalidad, misma que condujo a Posada a ser conocido como un genio en el arte del grabado, y le valió convertirse, en palabras de los especialistas, en el cronista de la realidad.

jueves, 10 de julio de 2014

Euforia internacional por José Guadalupe Posada

  • El investigador Agustín Sánchez coordinó una exposición en el Castillo de Santa Catalina, en Cádiz, que permanecerá en exhibición hasta el 7 de septiembre y luego viajará a Alcalá de Henares
  • Es considerado uno de los artistas mexicanos más importantes de la historia de México
Cuando Diego Rivera equiparó la calidad del trabajo del grabador, ilustrador y periodista mexicano José Guadalupe Posada, con el de Goya, el mundo volteó su mirada al genio nacido en el barrio de San Marcos, en la ciudad de Aguascalientes. Hoy día, asegura el investigador del Instituto Nacional de Bellas Artes, Agustín Sánchez González, existe una euforia internacional por conocer su trabajo, el cual va mucho más allá que el de la famosa Calavera Garbancera.
La vitalidad de la singular obra de Posada queda de manifiesto en la exposición coordinada por Agustín Sánchez: Posada. Fantasías, Calaveras y Vida Cotidiana, que actualmente se exhibe en el Castillo de Santa Catalina, en Cádiz, España, donde permanecerá hasta el 7 de septiembre de 2014.
“Hice una curaduría que mostrara que Posada es más que La Catrina, que las calaveras sólo son una parte muy pequeña de su obra y que el impacto que tuvo en la vida de los mexicanos es por el resto de su obra, que es una expresión de vida cotidiana”, explicó en entrevista Agustín Sánchez González, historiador especialista en el estudio de la caricatura mexicana.
José Guadalupe Posada es considerado uno de los artistas mexicanos más importantes de la historia, un genio en el arte del grabado, un cronista de la realidad y un dibujante “tan culto como socavador de las normas de la sociedad”, a juicio de los especialistas.
El investigador Mercurio López, quien coordinó el libro José Guadalupe Posada. Edición conmemorativa, coeditado en 2013 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Gobierno del Estado de Aguascalientes, en el contexto del centenario de la muerte del artista, señala que José Guadalupe Posada fue en su época un modesto ilustrador de impresos, sin embargo, con el paso de los años su aportación resultó tan significativa que actualmente es considerado como el grabador que influyó a la mayoría de los artistas mexicanos del siglo XX.
“La vigencia de su obra continúa hasta nuestros días en el arte popular. Seguramente su legado permanecerá por muchos años como ejemplo para grabadores, artistas y diseñadores gráficos. Buena parte de sus creaciones se han tornado en íconos de la cultura mexicana. A nivel internacional, cualquiera de sus estampas representa orgullosamente nuestra identidad”, explicó Mercurio López.
José Guadalupe Posada –dice Agustín Sánchez– es autor de más de 20 mil obras. Se le conoce principalmente por La Calavera Garbancera, que luego Diego Rivera renombrara La Catrina y la incluyera en su muralSueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Sin embargo, Posada realizó tal cantidad de ilustraciones, que se atreve a decir que la gran mayoría de los mexicanos tenían en su casa una obra de la autoría del grabador.
“Ya sea a través de los juegos de mesa como la Oca, el Juego de las Gallinas, la Lotería, los Charros Contrabandistas, etcétera. También estaba en los rezos, porque él ilustró cientos de santos, vírgenes, cristos, iglesias; también tenía cuadernillos de amor ilustrados, los cancioneros, que eran muy populares, también estaban ilustrados por él, así como la nota roja y la caricatura política en los periódicos”.
Además, refiere Agustín Sánchez González, está su trabajo como caricaturista político. “Esa parte es muy importante y hay que rescatarla. Hasta ahora tengo localizados 70 periódicos con los que colaboró Posada. Una de las cosas que poco se ha visto es la publicidad y en el libro José Guadalupe Posada. Fantasía, calaveras y vida cotidiana, de Turpin Editores, publicado con el apoyo del Centro de Estudios de México en España, de la UNAM, se conocerá más de este tema”.
El caricaturista del periódico La Jornada, Rafael Barajas El Fisgón, quien es autor del libro Posada: Mito y Mitote. La caricatura política de José Guadalupe Posada y Manuel Alfonso Manilla, señala que Posada fue un hombre de su tiempo, un periodista modesto, defensor de la clase obrera; un artesano que puso su talento al servicio de un público de escasos recursos; un cronista gráfico de extraordinaria sensibilidad que retrató como nadie al pueblo pobre de México, y un artista que fue a contracorriente del canon artístico de su tiempo.
“El arte de Posada es profundamente local; está íntimamente ligado a su tiempo y a su gente y esto lo hace único y universal. Sin embargo, el mensaje universal del artista de Aguascalientes con frecuencia nos impide leer lo que él buscó decir en su momento”, aseguró El Fisgón.
En el libro José Guadalupe Posada. Edición conmemorativa, el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, reconoce la aportación de Posada al arte gráfico de México y el mundo. “Los ecos de Posada son nuestro presente, su ubicación en el tiempo se resuelve con su presencia constante, permanente, en nuestro horizonte visual y, también, con la fiel reminiscencia, cual intenso sueño poblado de calacas y ecos, de una parte de nuestra historia moderna”.
Agustín Sánchez cuenta que en 2013 abrió un blog en Internet sobre la vida y obra de José Guadalupe Posada, y las estadísticas de visita lo han dejado asombrado. “Los números me dicen que no sólo en México lo consultan, sino también usuarios de Alemania, Estados Unidos, Ucrania, Holanda.
“Es decir, hay una euforia por Posada. Es un artista del que se ha ido reconstruyendo una buena parte de su vida y las redes y la tecnología ayudan mucho para que se promueva su trabajo. Siguen siendo las calaveras lo que más se conoce, pero ahí vamos poco a poco logrando que se conozca su trabajo. Falta mucho que revelar sobre Posada, pero creo que en los últimos años se ha dado un gran paso de investigación y creo que va a seguir porque veo a los jóvenes muy interesados en el tema”.
José Guadalupe Posada nació el 2 de febrero de 1852. Ingresó a los 16 años de edad a trabajar en el taller profesional de Trinidad Pedroso, reputado maestro de quien aprendió los principios, métodos y secretos del arte litográfico. En estos primeros años de aprendizaje manifestó una facilidad innata para la caricatura, de tal modo que su mentor logró introducirle en el mundo del periodismo y de la prensa gráfica como dibujante; y logró publicar sus primeras viñetas en el periódico El Jicote(1871), cuando el artista acababa de cumplir los 19 años.

Fue considerado como un precursor del movimiento nacionalista en las artes plásticas por algunos de quienes lo protagonizaron: José Clemente Orozco, Diego Rivera, Francisco Díaz de León y Leopoldo Méndez. En 1933, 20 años después de su muerte, fue redescubierto por el pintor Jean Charlot, quien editó sus planchas y reveló la influencia de Posada sobre artistas de las posteriores generaciones. Gran dibujante, trabajador incansable y un gran técnico del grabado, Posada murió, tan pobre como había nacido, en Ciudad de México, en 1913. Sus restos, que nadie reclamó, fueron sepultados en una fosa común.
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México / Distrito Federal

Mis libros. La crítica. Fidel. Una historia de poder



Morral de libros
Fidel: una historia de poder

El título bien podría sustituirse Historia de una máscara: la de un hombre que ha logrado tenerlo casi todo y que parece desmentir el dicho popular de que “no hay mal que dure cien años”. Pero sí noventa.
Mantenerse en el poder por más de cuarenta años es una ardua empresa: significa pactos, encubrimientos, silencios, condenas, dedazos y favoritismos Luego de la lectura del interesante escrito de Agustín Sánchez González uno llega a la conclusión de que Fidel Velázquez es más que eso: se  trata no de la acción de un solo hombre, sino de toda una empresa, una suerte de sociedad anónima que ha encontrado es este hombre al celoso defensor de un modus vivendi y operandi que nada tiene que envidiar al príncipe de II Gatopardo de Lampedusa. Aquel que decía que todo debe cambiar para que todo siga igual.
Pero allí está Agustín Sánchez contra el olvido, rescatando viejos discursos y dogmas de fe, para ofrecernos la triste evidencia de que la historia parece repetirse lo que se dijo ayer se repite a lo que en el pasado se criticaba.
O quizá Fidel, una historia de poder podría sustituirse también por historia de un deicidio: el autor se confiesa varias veces como incapaz de ser neutral —a pesar de que lo trata pero la historia, aunque haya empezado en 1900, es demasiado reciente y aun en Tlatelolco se siente el olor a muerte...
Adorado, idolatrado, odiado, insultado, vilipendiada: así es Fidel y probablemente este libro corra el mismo destino para los que todo lo saben acerca del líder sindical, quizá no sea más que una sucinta recopilación para los que nada saben sobre Fidel valga esta primera aproximación a una historia de poder que no es otra cosa que la explicación acerca del posible origen de nuestros males.
Afortunadamente, la objetividad no ha vencido a la pasión. Fidel una historia de poder sólo puede haber sido escrita con la sangre y el corazón.


Agustín Sánchez González. Fidel una historia de poder. Colección Espejo de México. Grupo Editorial Planeta. México 1991.

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...