jueves, 26 de mayo de 2011

Rinden homenaje a Gabriel Vargas, creador de La Familia Burrón, a un año de su muerte

El Instituto Mora recibió la biblioteca personal del historietista que desdeñó la UAH
Por Ángel Vargas

Periódico La Jornada

Jueves 26 de mayo de 2011, p. 6
A un año exacto de que la calaca se llevó al creador de la entrañable familia Burrón, Gabriel Vargas, su biblioteca personal fue entregada ayer de manera formal al Instituto Mora, cuyas autoridades aprovecharon para rendir un chipocludo homenaje.

El acto consistió en el montaje de una pequeña exposición con ejemplos del trabajo del historietista, así como una mesa redonda sobre su vida y obra en la que participaron su viuda, la periodista Guadalupe Appendini; la que fue su asistente durante casi dos década, Guadalupe López, y el investigador Agustín Sánchez, especialista en caricatura mexicana.


En el contexto del programa, el diputado local Arturo López Cándido, del Partido del Trabajo, confirmó que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó la iniciativa de rendir un homenaje a don Gabriel.


El motivo, explicó, es reconocer “su papel como formador” de varias generaciones de ciudadanos, lo cual hizo mediante La familia Burrón, a lo largo de 60 años de publicación.


El tributo incluye el tiraje de una antología de 10 mil ejemplares de esa historieta, los cuales serán distribuidos de manera gratuita, indicó el legislador, quien aclaró que ya entraron en contacto con la familia del dibujante para tal fin y sólo falta que la ALDF asigne el presupuesto.


Aunque un deseo de Gabriel Vargas fue que su biblioteca personal se donara a la Universidad Autónoma de Hidalgo (UAH) –estado en el que nació en 1915–, Guadalupe Appendini decidió cambiar de destinatario, debido a que ese centro educativo nunca se ocupó de ir por ese acervo de 6 mil libros, así como la colección íntegra de la segunda época de La Familia Burrón.

De ello dio testimonio en entrevista Agustín Sánchez, quien aclaró que la donación al Instituto Mora no incluye bocetos ni dibujos originales, sólo los libros que el maestro utilizaba para consulta o disfrute personal.

“Don Gabriel fue un lector incansable. Antes de los 10 años ya había leído El Quijote y varios clásicos; pertenece a la generación a la que le tocaron las lecturas clásicas promovidas por (José) Vasconcelos”, puntualizó.


“Aunque era autodidacta, no terminó la secundaria, porque él sentía que sabía mucho más; su formación fue sólida gracias a que era un lector voraz.”


Dibujante e historiador


Sobre el destino de los originales de los mil 600 números que integran la segunda época de Los Burrón, precisó que aún se mantiene en poder de Appendini, heredera universal del dibujante.


De acuerdo con el especialista, Gabriel Vargas no sólo fue un gran historietista, sino también un importante historiador: “Un historiador que nos ha legado una imagen de México. Es un lugar común, pero si el país no existiera, él lo hubiera inventado.”


Subrayó el excepcional manejo del lenguaje del dibujante, similar a lo que hizo Luis G. Inclán durante el siglo XIX, de recrear el habla de los mexicanos.


Por último, Agustín Sánchez destacó la urgencia de que más estudiosos aborden la obra de don Gabriel Vargas.


“A pesar de que varios de los grandes intelectuales mexicanos han aceptado su influencia –como Alfonso Reyes, Carlos Monsiváis y Sergio Pitol–, no existen libros suficientes para entender su obra. No hace falta un libro, sino una enciclopedia de La Familia Burrón.”


http://www.jornada.unam.mx/2011/05/26/cultura/a06n2cul

domingo, 15 de mayo de 2011

Hay que conocer la caricatura... para no vivir en un país de caricatura: Agustín Sánchez

Por: Jorge Castañeda Ochoa, Martes, 27 de Septiembre de 2005

Advirtió que en la actualidad hay una crisis de la historia, que se refleja en la falta de una generación jóven y fuerte en caricatura.

Mientras que en México persista esa "especie de analfabetismo social", en el que cada día se lee y estudia menos, se está bajo riesgo de que ese "retrato excepcional de la realidad" de un país, la caricatura periodística, entre en crisis, y con ella la vida política.

Agustín Sánchez, coordinador de exposiciones del Museo de la Caricatura de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas, advirtió que en la actualidad hay una crisis de la historia, que se refleja en la falta de una generación jóven y fuerte en caricatura.

"No se ve hoy día una generación fuerte en caricatura. Estamos a punto de entrar en una crisis, porque no hay jóvenes que tomen la estafeta", reflexionó en entrevista telefónica desde la Ciudad de México, porque "estamos viviendo en una sociedad cada día más ignorante".

En su opinión, para ser caricaturista se tiene que tener una gran cultura, formación, conocimiento del país y de la historia, "porque hacer caricatura es meterse a dar a conocer la historia".

A diferencia de la situación que predomina para la caricatura periodística, explicó que durante el Siglo XIX la obra de los caricaturistas se caracterizó por ser de una visión combativa y crítica ante el poder establecido. "Fue una gente muy luchadora, los caricaturistas han sido un factor fundamental para la lucha por la libertad de expresión en México. A ellos, en buena medida se debe que se hayan logrado las libertades.

Por otro lado, el también investigador en historia de la caricatura de tiempo completo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), recordó que durante el control del "sistema monopartidista" del PRI en el Siglo XX la prensa era muy censurada, controlada y "casi siempre" estaba al servicio del poder.

"Hay que recordar que México vivió prácticamente todo el Siglo XX bajo el control de un sistema monopartidista de lo que Vargas Llosa llamaba la dictadura perfecta, que decía que era democracia pero que en realidad había un gran control de los medios de comunicación".

De ahí la razón por la que "prácticamente" no hay registro de caricatura dura y fuerte contra el Presidente como hay hoy, "que se puede criticar a Fox, y nadie dice nada, porque es una lucha que se ha ganado a pulso por la sociedad".

Arguyó que en el siglo pasado, la crítica política se expresa más con el humor político, que es anónimo, que se constituye en la única vía para evitar la "gran persecución de la caricatura política".

La historia de la caricatura política de México será el eje de la conferencia, parte del ciclo "La caricatura en México, una historia en serio", de Aída Sierra, investigadora de la caricatura del INBA e historiadora del arte, hoy en punto de las 19:30 horas en el Museo de Historia Mexicana, para mayores informes comunicarse al 8345-9898.

http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=30347

sábado, 7 de mayo de 2011

Caricatura del siglo XIX en Guadalajara

Dedican exposición a caricaturista mexicano
El Museo del Periodismo y las Artes Gráficas de Guadalajara mostrará objetos personales, libros y una colección de dibujos del multifacético José Guadalupe Zuno



Notimex | El Universal
19:43

Objetos personales y libros del multifacético José Guadalupe Zuno Hernández (1891-1980) , así como una colección de 40 caricaturas de autores del siglo XIX serán mostradas a partir del próximo 4 de mayo en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (MUPAG) , de esta ciudad.

Bajo el título 'La caricatura en México del siglo XIX, en memoria de José Guadalupe Zuno', que estará vigente hasta el 24 de julio próximo, cuenta con la curaduría de Agustín Sánchez González, investigador de la caricatura mexicana y colaborador del Museo de la Caricatura, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Sánchez González explicó que la caricatura es considerada 'un arte efímero, realizado para el momento y no para la historia; cuando nos enfrentamos a esta muestra, es como llegar a un oasis'.

Indicó que en México se han realizado muy pocas exposiciones de carácter histórico de este género, pues el material de otras épocas es muy escaso, por lo que las paredes del MUPAG vuelven a portar con orgullo un trabajo de gran calidad.

Cabe destacar que durante la segunda mitad del siglo XIX sucedió el momento de mayor esplendor de la caricatura mexicana. En esa época abundaron, como nunca más ha sucedido, las publicaciones de humor y caricatura, pero además, la calidad de los artistas en esos días, no tiene parangón.

Agustín Sánchez González nació en la Ciudad de México en 1956. Es licenciado en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México 
(UNAM), con estudios de maestría en la misma escuela.

Además, es investigador del Centro Nacional de Investigación Documentación e Información de las Artes Plásticas (CENIDIAP) , del Instituto Nacional de Bellas Artes.

José Guadalupe Zuno Hernández (18 de abril de 1891-16 de marzo de 1980) fue un destacado abogado y político mexicano; humanista, visionario, caricaturista, pintor, escritor y maestro.

Fue el fundador de la Universidad de Guadalajara y de la Escuela Politécnica en 1925. Durante su gestión como presidente municipal de Guadalajara impulsó la cultura y las artes en sus diversas modalidades.

Se desempeñó como director de la Facultad de Bellas Artes en Guadalajara, asimismo fue miembro de la comisión de responsabilidades Universidad de Guadalajara y fungió como director del Museo Regional.

En 1972 la Universidad de Guadalajara le otorgó el doctorado Honoris Causa debido a su servicio; moriría en 1980 a los 88 años de edad. Sus restos se encuentran en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres en el centro histórico de Guadalajara.

http://www.mexiconews.com.mx/notas/763103.html

miércoles, 4 de mayo de 2011

Buscan revalorar la caricatura. La caricatura en el Siglo XIX





Hoy en el Museo del Periodismo se inaugura la exposición "La Caricatura en México del Siglo 19, en Memoria de José Guadalupe Zuno"

Alejandro Alvarado


Guadalajara, México (4 mayo 2011).- Una de las grandes pérdidas de la humanidad es la memoria, y la caricatura, no sólo en México sino en todo el mundo se ha perdido en un 95 por ciento de su historia, señala el investigador y especialista en el tema, Agustín Sánchez.

Durante muchos años la caricatura ha sido menospreciada, marginada, sin embargo es una documentación importante, es una manera muy seria de ver la historia: no sólo es el momento para hacer reír, reflexionar o enojar, sino también es un testimonio histórico, periodístico, estético y psicológico, agregó.

Hoy en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas se inaugura la exposición "La Caricatura en México del Siglo 19, en Memoria de José Guadalupe Zuno".

"Uno de los primeros personajes que trabajan o intentan hacer un trabajo serio de historia de la caricatura es José Guadalupe Zuno, un personaje que se conoce mucho por su visión política, pero que se conoce poco la faceta tanto como historiador de la caricatura como caricaturista", apuntó Sánchez.

La muestra que se inaugura a las 19:00 horas y permanece montada durante tres meses, se conforma de 40 caricaturas del siglo 19, lo que la hace única en ese sentido.

"Esto es una probadita de cientos, quizá miles de caricaturas que se hicieron en el siglo 19, aquí hacemos una representación de 40, que empieza con una caricatura de 1826 que se llama 'La Tiranía', una alegoría al tirano la hace Claudio Linati, un italiano que llega a México, y que es además el introductor a la litografía.

"Linati, en plena Independencia, en 1826, cuando está la lucha más fuerte entre conservadores y liberales, hace esta caricatura y después de ahí hay un salto, una pérdida de materiales de periódicos, las hemerotecas de México no funcionan, no tienen mucho de estos materiales", lamentó el especialista.

"Una de las caricaturas que están ahí se llaman Los Progresos de la República Mexicana, de 1840, que es un retrato que se puede poner en cualquier momento de México, es un cangrejo que va hacia atrás, o sea el progreso es ir hacia atrás".

El poder de la caricatura

El poder de la caricatura



Nota Homenaje| Artes Visuales| Museo del periodismo.
Exposición de caricaturas del siglo XIX. A.GARCÍA
◦Homenaje a José Guadalupe Zuno
En el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, 40 piezas hechas subrayan la importancia de reírse

GUADALAJARA, JALISCO (04/MAY/2011).- El día de hoy a las 19 horas en el Museo del periodismo y las artes gráficas sucederá algo curioso. Cuando se inaugure la exposición La caricatura en México del siglo XIX, en memoria de José Guadalupe Zuno, el historiador Agustín Sánchez contará eso que llama el “Síndrome de Pedro Infante” que ha sacado de una de las películas del icono de la época de oro del cine nacional.

“Entender cómo es que llegamos a eso, donde la tragedia nacional es entendida como la pérdida de la memoria histórica; es como el síndrome de Pedro Infante, las caricaturas son como el personaje que Pedro Infante interpretó en la película A toda máquina cuando decía, tras un accidente, que cuando más le dolía el dorso era cuando se reía. De eso trata esta exposición, de revisar lo que fuimos mientras nos reímos, aunque a veces nos duela”.

Agustín tiene 20 años expurgando las hemerotecas de todo el país; es un erudito de la caricatura mexicana que sabe de memoria que de 1826 a 1840 hay un vacío histórico porque nadie sabe qué se publicó en esos días. Recita nombres de grandes pintores a los que les daba pena confesar que eran caricaturistas. De las sátiras dibujadas desde que comenzó la imprenta, Sánchez sabe nombres y autores como quien reza una letanía. En esas dos décadas este académico entiende que “la función social de la caricatura tiene que ver más con la función social del arte que con la del periodismo en sí; muchos la consideran como un arte menor y eso es ridículo, es como decir que estás medio embarazado; o es arte o no es arte; ¡tan tan!”.

José Clemente Orozco, el autor de los magníficos murales que hicieron importante al Instituto Cultural Cabañas, fue antes que todo, un caricaturista. “A él le daba pena asumirse como tal, pero su obra eran terriblemente buenas; era muy duro. Ahora los caricaturistas no tienen idea de lo que tienen; pocos o casi nadie conserva la producción que han estado haciendo en todos estos años; esta exposición es para no olvidar”.

Las caricaturas del siglo XIX abordan temas propios de esos tiempos “En esa época era el tiempo de la lucha de Reforma, tenemos piezas donde se caricaturiza a Benito Juárez; siempre nos dibujan la imagen de Juárez con el pelo relamido, pero antes no era así de ceremonioso. También hay piezas del gobierno de (Antonio López) Santana. Algunas de Lerdo de Tejada, y otras de Porfirio Díaz antes de la Revolución”.

Dentro de la exposición se tiene pensado realizar un homenaje; objetos personales de José Guadalupe Zuno Hernández y libros de su autoría, así como una colección de 40 caricaturas de diversos autores del siglo XIX, conformarán la exposición La caricatura en México del siglo XIX, en memoria de José Guadalupe Zuno. La exposición, que permanecerá hasta el 24 de julio cuenta con la curaduría de Agustín Sánchez González, investigador de la caricatura mexicana y colaborador del Museo de la Caricatura, ubicado en el Real Colegio de Cristo, del Centro Histórico de la Ciudad de México.


Agustín Sánchez González nació en la ciudad de México en 1956. Es licenciado en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con estudios de maestría en la misma escuela, es investigador del Centro Nacional de Investigación Documentación e Información de las Artes Plásticas (CENIDIAP), del Instituto Nacional de Bellas Artes.

http://www.informador.com.mx/cultura/2011/289951/6/el-poder-de-la-caricatura.htm
.

Los caricaturistas se han encargado de menospreciar el género: Agustín Sánchez

Para el curador de La caricatura en México del siglo XIX, es esencial para entender la historia

Los caricaturistas se han encargado de menospreciar el género: Agustín Sánchez

La muestra del Mupag es sólo una "probadita" puesto que es muy escaso el material histórico

CECILIA DURÁN



Ilustraciones de la exposición La caricatura en México del siglo XIX, en memoria de José Guadalupe Zuno que se inaugura hoy a las 19 horas en el Mupag.

 “La caricatura permite ver la historia de una manera distinta. Cuando entendamos la historia a través de la caricatura, vamos a entender cómo somos lo que somos”, aseguró Agustín Sánchez González, curador de la exposición La caricatura en México del siglo XIX, en memoria de José Guadalupe Zuno, que se inaugura hoy en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Mupag).

Objetos personales de José Guadalupe Zuno Hernández y libros de su autoría, así como una colección de 40 dibujos de diversos autores del siglo XIX conforman esta muestra, que es un rescate y al mismo tiempo “apenas una probadita” de la caricatura de los dos últimos siglos.

“Una de las tragedias de la humanidad es la pérdida de la memoria. La historia de la humanidad se ha ido perdiendo. La caricatura en el mundo está perdida en un 95 por ciento. Durante muchos años ha sido menospreciada y sin embargo, es una documentación importante porque mientras nuestro país no conozca su historia, seguirá siendo viejo. Es una manera seria de ver historia, no es sólo para hacernos reír”, dijo el curador, también escritor y colaborador del Museo de la Caricatura e investigador del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de las Artes Plásticas (Cenidiap), del Instituto Nacional de Bellas Artes.

En los cuadros, el público podrá ver personajes de varias épocas, los más recurrentes son Benito Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.

“Se puede hacer lecturas históricas. Se puede ver cómo cambia la visión de Porfirio Díaz o Benito Juárez. La caricatura nos puede ayudar a entender la visión sobre los personajes. Es una gran forma de reflexión porque la risa nos permite pensar, nos permite enojarnos”.

Añadió que la caricatura es un testimonio estético, psicológico, que recién ahora es objeto de estudio. Uno de los primeros personajes que intentó hacer un trabajo serio sobre el género fue José Guadalupe Zuno, caricaturista y un historiador de la caricatura.

“Se han hecho pocas exposiciones. Ésta es apenas una probadita, que empieza con una de 1826, una alegoría de Claudio Linati, introductor de la litografía en México, lo cual fue un suceso porque funcionó como una masificación de la obra. Después de esta caricatura hay un salto, una pérdida de material, hay huecos en la obra. Otra que se muestra es de 1840 que es vigente para cualquier momento de México. Después nos vamos a la época de oro, la época de la Reforma, una ciudad llena de vestigios de personajes, como Guadalajara, que tiene una muestra interesante con la orquesta donde está Constantino Escalante, el padre de la caricatura mexicana”.

Destacó que en México se han realizado muy pocas exposiciones de carácter histórico de este género, pues el material de otras épocas es muy escaso.

“No hay originales porque están perdidos. En cualquier hemeroteca no hay originales, los caricaturistas se han encargado de menospreciar la caricatura. Ninguno guarda su material, no hay valoración de su propio trabajo. Durante muchos años se le consideró un arte menor. Por eso no hay estudios de caricatura hasta los años 90”.

La inauguración de la exposición es hoy a las 19 horas en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (avenida Alcalde 225, zona Centro). Permanecerá vigente hasta el 24 de julio.

http://www.lajornadajalisco.com.mx/2011/05/04/index.php?

Crónicas de lecturas interrumpidas

publicado por Camilo Ayala Ochoa el abril 5, 2011 a las 3:00a

Ver el blog de Camilo Ayala Ochoa

http://www.illac.com.mx/profiles/blog/list?q=agust%C3%ADn+s%C3%A1nchez




Nuestros miedos nos acompañan siempre y se aprovechan de cualquier descuido. A veces surge en la noche una sombra más oscura o el silencio que nos cobija es tan absoluto que escuchamos nuestra sangre fluir. Es entonces cuando lo inenarrable nos recuerda que existe.




El tiempo se distiende cuando la pasas bien con los amigos y tomas tres tarros de cerveza oscura después del trabajo; pero se hace de noche y tengo que correr para alcanzar el metrobús. Quizá sea la lluvia pertinaz, la hora tardía o los dos factores pero el transporte viene casi vacío.




Saco un libro para pasar el viaje. Se trata de Terribilísimas historias de crímenes y horrores en la Ciudad de México en el siglo XIX del historiador Agustín Sánchez González, publicado en 2006. Es una obra de lectura rápida integrada por sucesos violentos ocurridos desde 1822 plasmados con la atmósfera en las que fueron dados a conocer por la prensa de sus días. Hay asesinatos, suicidios, ultrajes y comportamientos bárbaros.




Varios personajes infames desfilan por las páginas del libro. La mayor part e de las historias son tristes como la del marido que es condenado a muerte y mata a su esposa durante una visita en la prisión, para no dejarla tan joven a sus posibles rivales; la de un niño que vendió su padre y tiene que trabajar día y noche a latigazos; la del jefe del Estado Mayor de Santa Anna que aprovechaba la información privilegiada para comandar a una banda de asaltantes de diligencias.




Un nombre destaca. Se trata de Francisco Guerrero El Chalequero, que gustaba de degollar a sus víctimas por los rumbos de Peralvillo y abandonar los cadáveres en Río Consulado. No se sabe si le decían de ese modo porque vestía con chalecos de agujetas, pantalones estrechos y fajas de colores o porque ultrajaba a las prostitutas, las tomaba a la fuerza, es decir, como todavía dicen en los barrios mexicanos: “a chaleco”.




El Chalequero fue denunciado por sus vecinos y condenado a muerte en 1888, el mismo año en el que Jack el Destripador traía en jaque a Scotland Yark en Londres, pena que se le conmutó por la prisión en San Juan de Ulúa. Hombre feroz donde los haya, salió para seguir matando. En 1908 se le volvió a arrestar por prácticamente decapitar a una anciana y nuevamente su sentencia fue la horca. Sin embargo, el asesino no murió por las manos del verdugo, falleció de tuberculosis.




Agustín Sánchez González no menciona que un alias de El Chalequero fue Antonio Prida y que alrededor de veinte mujeres fueron abiertas por su navaja. Hay también un dato equivocado en cuanto a que dice que el criminal murió en su celda de la cárcel de Belén, siendo en verdad que falleció en el Hospital Juárez.




De pronto, me siento observado. Sólo vamos el conductor y seis pasajeros. Soy el penúltimo del autobús porque, a unos cuantos metros, un hombre va dormido en la última fila. Miro la calle por las ventanas de enfrente, pero encuentro en el vidrio impregnado de vaho y que en su parte externa escurre lluvia, la silueta de un rostro que me observa. Es una cara de odio de ojos desorbitados y dientes que se aprietan. Viaja junto con nosotros y no es posible que sea un reflejo.




Giro al frente santiguándome. La persona más cercana es un joven que trata de calmar su frío jugando en el celular. Todo es normal. Regreso a la ventana y el mismo rostro voltea a verme y grita algo. Me paro. Quiero advertir a los demás; pero algo me hace dar de nuevo un vistazo. No está.




Ya no pude leer. Unas pocas estaciones después, salí a la noche y me fui caminando volteando continuamente por encima del hombro.


http://www.illac.com.mx/profiles/blog/list?q=agust%C3%ADn+s%C3%A1nchez

Por el fin de los caudillos

  No a los caudillos, si a la pluralidad Agustín Sánchez González Se les mira por las calles en pequeños grupos, portan un chaleco con l...