domingo, 5 de julio de 2015

Salazar Berber: otro genio de la caricatura

Autoretrato del genial caricaturista


En 1958, El Diario de la tarde, donde trabajaba Ricardo Salazar Berber, lo mandó a la policía, es decir, a esa sección del periódico. Ante ello, Salazar propuso hacer cartón deportivo y el editor aceptó.
Por aquella época a pocos moneros se le había ocurrido eso, así que el joven Ricardo comenzó a dibujar con ironía y un humor muy especial.
Muy pronto llegaron al diario decenas de cartas y felicitaciones por su trabajo, sobre todo cuando se le ocurrió publicar semanalmente una tira de 16 columnas, dos planas, para relatar lo que sucedió esa semana. El éxito fue único.
Salazar se convirtió en un fenómeno. Muy pronto sus monos aparecieron en banderines, escudos, ceniceros, gorras, carteles y playeras.
Y como los grandes artistas, su nombre se borró (y sus regalías también), se convirtió en un clásico popular, apreciado y anónimo.
Sus dibujos, estaban en las casas de los coequiperos, en los cuadernos de los niños o en las mochilas, pues algunos vivos hasta calcomanías hicieron.
Cuando realizó las imágenes de cada uno de los equipos de fútbol, su obra ya estaba circulando por todas las calles y por todos los rincones: había revolucionado la iconografía deportiva, en un país que vive de y para el fútbol.
La página del Diccionario biográfico ilustrado de
la caricatura en México,
de Agustín Sánchez González
Su trabajo, es y será una referencia para todos los estudiosos de nuestro deporte. Historiadores, sociólogos, periodistas y demás, tienen en aquellas historias una referencia para estudiar lo que somos y lo que hemos sido.
Salazar Berber ha realizado una importante labor desde hace cuatro décadas; es el creador de las mascotas de todos los equipos de fútbol y tiene una larga carrera como monero.
Fue director del periódico Al Tiro, de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas y colaboró, también, en publicaciones como El Diario de la Tarde, El Heraldo de México, La Afición y El Universal, así como en las revistas Hoy, y Sucesos para todos.
Por desgracia, la caricatura de Salazar Berber, michoacano nacido en Zamora, en 1932, se encuentra relegada. Hace unos años busqué que el gobierno de su estado natal le rindiera un merecido homenaje, pero el esfuerzo fue inútil. Pocas autoridades están dispuestos a homenajear a sus grandes artistas.

La obra de Salazar es de una gran importancia y ya pertenece, por derecho propio, al imaginario colectivo mexicano.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hasta que el pueblo las canta las coplas, coplas no son......decía Machado, y así en todo el país personajes que enaltecieron la comunicación en México son perfectos desconocidos en sus lugares de origen.......valoramos nimiedades y absurdos, enaltecemos y glorificamos al ladrón, al asesino, al bandido......algún día llegara el reconocimiento en Michoacan para Berber...PENA AJENA...

AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ dijo...

Lamentablemente así es. Gracias por su lectura

ADIÓS querido Ziraldo

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