domingo, 31 de mayo de 2015

A Galopar, de Rafael Alberti

Como sus cabellos de plata, como lo conocí, a Rafael Alberti se le considera miembro de la generación de la Edad de Plata de la literatura española. Hace tiempo encontré este disco con Alberti cantando con Paco Ibañez, ¡¡una maravilla!!


Galope

Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

autógrafo

                       

sábado, 30 de mayo de 2015

El contexto mexicano: los caricaturistas



ARTES GRÁFICAS

El contexto mexicano

“El trabajo de los caricaturistas es muy importante porque son una suerte de conciencia de la sociedad”

No lo duda un instante: el maestro Agustín Sánchez —historiador y estudioso de la caricatura en México— dice que, en nuestro país, los mejores caricaturistas vivieron en el siglo XIX. El más grande de todos ellos se llamó Santiago Hernández. No ha habido desde entonces, sostiene, alguien que estética, política o intelectualmente supere el trabajo de Hernández. Y eso que hoy mismo están en activo artistas del humor gráfico como Naranjo, Helioflores, Rius, Magú, entre otros.
Autor de obras como Historia de la caricatura en México —que escribió junto con Esther Acevedo Valdés—, Gabriel Vargas y Posada: fantasías, calaveras y vida cotidiana (libro-catálogo de la exposición que con el mismo nombre fue montada el año pasado en varias ciudades de España), Agustín Sánchez perfila, a grandes rasgos, la condición de la caricatura y de los caricaturistas en México.
► Un caricaturista es también un artista. Y el arte no debe tener limitaciones. Lo que sí debe tener es responsabilidad. El caricaturista debe saber que no puede insultar, que no puede denigrar, que no puede calumniar. El humor, como todo en la vida, debe tener civilidad. No está de más recordar la frase de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz.”
► El otro día Denisse Dresser decía que empieza sus conferencias diciendo: “Soy antipriista.” Eso es como la actriz de Televisa que se encuera: ya no importa si sabe actuar o no. En una caricatura sucede lo mismo: cuando empiezas a insultar, ya te ganaste a la gente. Porque la gente quiere ver sangre, como en la lucha libre. Esa caricatura no sirve porque no crea conciencia. No tiene mayor impacto más que para lo cutre, para lo burdo, para la risa fácil. La buena caricatura te debe generar un momento de risa, sí, pero también de reflexión.
► La sociedad mexicana, con relación al humor, tiene un problema: se ríe de todo, y ahí se queda. Pero hay que ir más allá de la risa. No basta con que te rías porque alguien se cayó en un hoyo, sino que eso debe provocar una reflexión que lleve a exigir que se tape ese hoyo para que no vuelva a suceder. El humor es tan serio, tan impactante, con tanta fuerza, que sólo debería de ser tomado así: muy en serio y de manera muy objetiva y profesional.
► Lo ocurrido a Charlie Hebdo fue tan grave como el 11 de septiembre en Nueva York. Así, la publicación se convirtió en símbolo de la libertad de expresión, pero también de una lucha ideológica que se está gestando a grandes niveles. Creo que se fueron con la finta de que nadie los pelaba. Para los niveles de lectura de Francia, tenían poco tiraje. Vuelvo al asunto de la responsabilidad: a veces uno no mide la responsabilidad porque cree que no lo están leyendo. Además de que poco se valora el impacto de la caricatura. Así que nunca pensaron que había un sector muy radical realmente molesto con lo que hacían que planeaba acabarlos.
► El trabajo de los caricaturistas es muy importante porque son una suerte de conciencia de la sociedad. Y es todavía más importante en un país como el nuestro donde el analfabetismo alcanza niveles escandalosos, pues la gente puede comprender e identificarse más fácilmente con la imagen que con un texto.
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jueves, 28 de mayo de 2015

El amor en tiempos del chat


Un texto originalmente publicado en Etcétera, vuelve a circular en Reversos

El amor en los tiempos del chat 


FA-ElAmor3
Por Agustín Sánchez González 
Tal parece que en el 2000, Platón, el viejo griego, sigue siendo vigente en muchas cosas del amor; en el Fedro se mantiene al amado al margen de una multitud de relaciones, mientras que hoy, en el mundo virtual y en la vida real, donde hay quien dice que el amor es imposible, ello puede ser factible, pues vivimos en un mundo que cada vez se encierra a sí mismo. Ahora no se busca la media naranja sino la media computadora; media línea en web, en Internet o en el chat. 
Conviene hacer bien el amor era una película futurista donde el sexo se hacía a través de una pastilla; o Barbarella, donde bastaba poner una mano sobre la otra para tener un orgasmo. 
Hoy que la soledad en que vive nuestra sociedad es cada vez mayúscula, parece que resulta más fácil encontrar el amor en Internet. Nuestro nuevo-viejo mundo se caracteriza por tener gente sola, aislada, incapaz de amar, de relacionarse con otros. Hoy se vive la psicosis de andar por las calles, el horror a las masas. 
El miedo a la vida hace que la gente se oculte tras una pantalla, no la de la televisión, completamente pasiva, sino frente a otra más próxima, a la que se le habla, se le insulta y hasta se le ama: la de la computadora, u el ordenador, como le llaman en España que, traducido, puede ser el que ordena. 
La soledad hace que en plena noche de Navidad, el 25 de diciembre, a las dos de la mañana, 134 personas estuvieran chateando por Infosel. 
FA-ElAmor2
Hoy, el mundo vive una locura gracias a la computación. Todo es virtual, hasta el amor, dentro de una pantalla que, apoyada por un CPU, nos abre un universo de posibilidades, de conocimiento y hasta de terapia colectiva. 
Aún más, las computadoras, a través del chat, en Internet, suelen ser un mundo etéreo, a veces soporífero, de la vida cotidiana de un grupo de seres, que a cualquier hora del día se meten, materialmente, en sus pantallas a vivir la vida que no viven. 
Es lugar común hablar de la soledad del hombre en el fin del milenio. Aquellos que pensábamos que nuestro mundo iba a un proceso de socialización, ahora nos damos cuenta que es todo lo contrario: ahora se vive marcado por la soledad extrema. Tal vez el caso que mejor ilustra esto son los chat, que se pueden encontrar en diversos sitios de Internet, como Infosel, To2, CiudadFutura, Todito, StarMedia, etcétera. 
Los chat, en esencia, son una especie de teléfono virtual abierto, por el cual se comunica un grupo de personas desconocidas entre sí. Están abiertos 24 horas al día y cualquiera que esté conectado a Internet puede acceder a él. Desde ese sitio se va a distintos cuartos donde por lo regular se dan conversaciones de lo más triviales, aunque a veces puede uno encontrar gente interesante. 
Para muchos jóvenes y adultos ha sido un medio para abatir la soledad, para ligarse a sus otros, o para descargar su ira contra quien se halle en otra parte del mundo, pues el chat ofrece esa posibilidad: hablar con seres de otras latitudes. 
Es probable que haya gente que se comunique con amigos lejanos o con amores de otros lares, pero me parece que son los menos. 
“En esto del chat, todos sólo quieren ligar y son una bola de mentirosos, nadie te habla con la verdad”, comenta Sofía, 32 años, chilanga que vive en Cancún. 
Las historias de amor, de la calle, también se reproducen en la vida virtual. Hay una catalana que luego de chatearse tres meses con un puertorriqueño, decidió unir su vida a él, sin conocerse más que en foto. 
FA-ElAmor
“Me llamaba Bella, nos chateábamos día y noche, me decía cosas bonitas, dijo amarme; ya que iba a viajar a Puerto Rico, desapareció del chat; le hablé por teléfono pero me dijeron que ahí no vivía. Nadie sabe lo que sentí en ese momento, gracias a él, odié el amor y más por Internet. 
“A los cuatro meses apareció. Dijo que se fue a Nueva York por trabajo; le dije que NY estaba llena de PC así que esa no era excusa. Me pidió perdón, pero nunca le volví a creer, de vez en cuando hablamos, pero soy fría y distante con él; aún sueña con poderme tener algún día, pero el daño que me hizo nunca lo olvidaré. 
“Próximamente viajaré a Puerto Rico a la boda de mi mejor amiga del chat (que es mucho mejor que las que tengo en Barcelona). El quiere verme y cenar conmigo, pero no pasará, porque yo me encargaré de que no pase. No soy vengativa, pero lo que llegué a llorar delante de mi PC sólo lo sé yo, así que esta historia jamás la olvidaré.” 
Desde Cancún, Sofía cuenta que ha conocido historias de gente que se ha llevado grandes chascos. Una mujer de 35 años, de Acapulco, muy lista para los negocios, conoció a una persona de la ciudad de México; se chateaban diario, dos o tres veces al día, nunca se mandaron fotos porque él no quiso, diciendo que eso no era importante, ni saber la edad; sólo le dijo que era un profesionista, que no se preocupara por la edad, que era lo de menos. 
La gran decepción ocurrió cuatro meses después: él fue a Acapulco a visitarla, la sorpresa fue mayúscula porque no era lo que ella esperaba: un joven de 19 años. Al verlo, se desconcertó pues podría ser su hijo y, además… traía unas fachas, que contrastaban en exceso con la elegante ropa de ella; así que le dio un palmo en las narices y se encerró a llorar, frente al chat, no sé cuánto tiempo. 
Beatrice, de 24 años, no tiene novio por chat, pero sí conoce una historia rosa; así lo contó: 
“La historia comienza… 
“Es como una telenovela, ja, ja, ja. 
“Era un día soleado, el sol estaba insoportable, había una compu conectada al teléfono… entró en la compu, conoció a un niño, se estuvieron hablando por teléfono; luego se conocieron en persona y se casaron. FIN.” 
El chat está todo el día disponible, por las tardes es frecuente encontrar españoles, dado que allá es noche; por la mañana, aun cuando hay poca gente, nunca faltan los chatanautas
Los amores virtuales, con sus sufrimientos, sinsabores y cachondería, se parecen a los de la vida real sólo que ahí es posible la transformación de los personajes que, escudados en el anonimato, son capaces de comportarse de otra forma. 
El chat tiene una gracia más: la posibilidad de recuperar la escritura; sin embargo, muestra que la vida cibernética, sin lectura, comienza a destruir la ortografía; es frecuente leer barbaridades como ola (de saludo), hay en lugar de ahí; veses, en fin, creo que los jóvenes usuarios ahora sólo leen en Internet y ante iguales; los libros son desconocidos para esos muchachos. 
Decenas de mirones sólo leen lo que otros escriben. Le pregunté a una chica que hacía en un chat dedicado al sexo; me contestó que sólo escucha lo que los demás decían; otra mujer, casada, me contó que su esposo había salido de viaje y estaba ahí para masturbarse. 
En Ciudad Futura es factible encontrar un sitio donde hay historias reales enviadas por los chateros de Chatmanía. Seleccioné algunos títulos: Jamás había hecho una locura por amor. Una mujer cuenta: “Sólo puedo decir que si conocieron en el chat a alguien, que no tengan miedo, que aprendan a confiar, como diría, quizás el destino nos tenga un bonito regalo…”. 
“Hola, mi historia en realidad es casi como cualquiera que se conoce, chatea un rato y se despide, no sin antes, algunas veces, pedir el e-mail, sólo que la diferencia es que yo me enamoré de un lindo chico de 23 años y yo tengo 47, ni siquiera mi voz me ha traicionado ya que no se oye de mi edad, pero yo no podría terminar con esto, ya que lo amo y sé que él también me ama; es una ilusión que no es fácil terminar aunque algunas veces lo he intentado, pero no puedo, nos amamos demasiado, nos extrañamos y nos buscamos siempre, para mí ya no hubo nadie más por este medio y yo sé que ni para él, lo quiero y es una ilusión, tal vez la última para mí, pero no podría ya estar sin él nunca.” 
También hay historias como la de una mujer que descubrió que su marido le era infiel, hablando con él, en el chat: 
“Un día se me ocurrió conectarme a un chat. Entonces me enviaron un privado y cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta de que según los datos que me daba era mi marido desde el lugar de trabajo. Empezé (sic) a sonsacarle en que se diera cuenta; me contó que no quería a su mujer (que era yo, claro), que había tenido varios rollos con chicas en la red a las que había conocido personalmente, etc. Al cabo del rato, le pedí el teléfono, porque tenía mucho interés en conocerle. El halagado me lo dio, el de su móvil, claro. Entonces le llamé, y lo más fino que le dije fue hijo de puta. Me gustaría que me aconsejarais sobre qué hacer con un tipo así.” 
Se han recogido muchas otras historias, estos son algunos títulos: “Estaba undida (sic) y me agarre a un chat”; “Tengo miedo de perder a mi novia por un amor de chat”, “Conocí a mi actual marido en un chat”; “Yo no creía en el amor por Internet”; “Del chat al altar”, etcétera. 
Veinticuatro horas al día la gente pretende comunicarse, frente a la pantalla; más de uno sufre porque al igual que en el mundo real, es ignorado; otros más sueltan su furia y su fobia contra todos. 
Y hay sitios para todos: gays, lesbianas, cuarentones, adolescentes, enamorados, los que buscan sexo virtual, las mujeres u hombres cachondos que se excitan con la pantalla o quienes de verdad buscan a su media pareja o, para decirlo modernamente, a quien les coloque un diskete en su corazoncito. 
Y los nickname a veces son originales, otras veces burdos y los más, que ponen su nombre, apodo o se alucinan con sus héroes: Ricky Martin, Madonna y hasta los hijos de la Coca-Cola se ponen Fox. El otro día recibimos saludos de Manuelito (Mijares). Era Lucerito, que hasta cantó una canción para todos. 
Y del chat se pasa al e-mail, donde puede mantenerse una relación epistolar; o hay quien ha pasado vía directa a la cama. Historias tristes de enamoramientos platónicos también las hay. 
Es un mundo virtual, sin duda, donde cada nickname es una historia  
Agustín Sánchez Gonzálezes historiador e investigador en el INBA. 

miércoles, 27 de mayo de 2015

Vencidos. Poema de León Felipe


León Felipe es una de nuestros grandes poetas. Exiliado en México murió en 1968, para ser inmortal. Les comparto un gran poema, leído por él y cantadio por Serrat.
Les regaló, tambuién, una gran caricatura de Ras, otro caricaturista exiliado en México y luego en Venezuela.


VENCIDOS


Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...



Escuchen en la voz de León Felipe





En la voz de Serrat



martes, 26 de mayo de 2015

León Felipe. Un poema

COMO TÚ... -
Poema de León Felipe                 
Dibujo de Elvira gazcón


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...



sábado, 23 de mayo de 2015

Historia de la historia de la caricatura

 UN texto de hace once años

Domingo 22 de octubre de 2006 Num: 607         
Agustín Sánchez González
La historia de la historia de la caricatura













Hasta hace un cuarto de siglo parecía que a nadie importaba el estudio de la caricatura, luego de que a mediados del siglo XX se dio un movimiento con la publicación de una serie de libros hoy convertidos en clásicos y prácticamente imposibles de conseguir, como el de Rafael Carrasco Puente, La caricatura en México (1953), el de Manuel González Ramírez, La caricatura política (1955), y el de Salvador Pruneda, La caricatura como arma política (1958) que reimprimió en 2002 el inehrm, así como los libros de José Guadalupe Zuno (entre 1959 y 1960). Después de ello, sólo Rius retomó ese tema.
Pero en los últimos veinte años la caricatura ha comenzado a tener una mayor presencia en los estudios, tanto académicos –en centros de investigación de todo el país– como periodísticos.
Las investigaciones se han plasmado en obras importantes. Un caso que lamentablemente parece haberse truncado es la colección del círculo de arte, del cnca, que llegó a publicar cinco títulos dedicados a grandes personajes de la caricatura: Posada. Un artista en blanco y negro; José María Villasana, Constantino Escalante, Manuel Manilla; y, además, La caricatura en el siglo XIX.
Asimismo, el cnca publicó hace seis años otro importante libro: Historia de un país en caricatura, realizado por Rafael Barajas, el Fisgón. De este caricaturista-investigador, el fce acaba de publicar su libro El país de los ahuizotes.
Otro trabajo sobre el tema fue la publicación, en 1987, de los dos tomos 70 años de caricatura en El Universal, que este diario regaló a sus suscriptores. Y aunque en sentido estricto no sea sobre la caricatura, en 1998 comenzaron a publicarse los tres tomos de Puros cuentos, de Armando Bartra y Juan Manuel Aurrecoechea, dedicados a los cómics, género hermano de la caricatura y en donde han participado varios caricaturistas. (En la revista Artes de México, en 1972, hubo un primer acercamiento.)
En cuanto a la investigación, en 1997 se publicó el Diccionario biográfico ilustrado de la caricatura en México, del que urge una reedición que corrija innumerables errores y algunas ausencias notables, como la de Marius de Zayas.
La lista de publicaciones es extensa; va desde los trabajos de Emma Helia Bonilla, en los Anales de investigaciones estéticas, o de Esther Acevedo sobre las obras sobre Manilla y Posada, y el de Mercurio López, pasando por los excelentes facsimilares de varios periódicos del siglo XIX, como Gil Blas, La Carabina de Ambrosio, Tío Nonilla o El Padre Cobos, que publicó el Senado de la República en 2000; o el de El Coyote, de la Sucesión Cortina del Valle, en 1999. También en este rubro la lista es muy larga, con autores como Thelma Camacho, Sylvia Navarrete, Antonio Saborit, o los libros de Abel Quezada, que prologó Alfonso Morales, etcétera.
En los últimos diez años, además de Rius, que es un fenómeno editorial, otros moneros han publicado buen número de libros, algunos poco agraciados, comoHistoria del humorismo gráfico en México, de Apebas, publicado en España y que resultó una copia del folleto informativo, bastante elemental, del Museo de la Caricatura.
En cuanto a estudios universitarios, en una bibliohemerografía de la caricatura en México realizada en el cenidiasp del inba, inédita, hemos registrado cerca de treinta tesis de diversos grados y de varias escuelas y facultades, tanto de la unam como de la uia y otras universidades.

Los más importantes museos mexicanos han cedido su muros a la caricatura, como el Museo Tamayo con la muestra Abel Quezada. Dibujante; el mam con El mejor de los mundos posibles, de Abel Quezada, y Aire de familia. La Colección de Carlos Monsiváis; el munal con La litografía mexicana del siglo XIX Posada y la prensa ilustrada: signos de modernización y resistencia; el Museo Carrillo Gil con sendos homenajes a Orozco y a Miguel Covarrubias, y el Museo Mural Diego Rivera ha presentado la obra de Posada y de Manilla. En 2005 el Museo de Historia Mexicana, de Monterrey, realizó un exposición-homenaje a David Carrillo, que a los ochenta y cinco años de su edad sigue haciendo caricatura, y este año dedicará otro a Abel Quezada. La lista no es completa pues el espacio no lo permite, pero ello nos muestra el nivel de excelencia que ha ido alcanzado la caricatura. En 1984 la unam también organizó la muestra Humor y Política, en 1994 y, finalmente, está la exposición permanente La caricatura en la historia; historia de la caricatura, en el Museo de la Caricatura, donde se han dado muestras importantes como la de Las moneras llegaron ya, que es la primera en el mundo que rescató la obra de las mujeres caricaturistas; La ilustración periodística de Carlos Neve y los homenajes a caricaturistas como Ernesto Guasp, Alberto Isaac, Guerrero Edwards y Gabriel Vargas.
Éste último, el genial creador de La familia Burrón, ha sido objeto de diversos homenajes por parte de la Cámara de Diputados, la Asamblea Legislativa del df, el Seminario Mexicano de Cultura y la Feria del Libro de Guadalajara. En esta última, desde hace cuatro años se lleva a cabo el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, donde se ha privilegiado más a los autores y a la historieta, sin que haya una presencia académica acorde al nivel de una feria de esa envergadura, ni estudiosos que tengan una obra sólida al respecto, lo que es una verdadera lástima. Al mismo tiempo se ha entregado el Premio de Caricatura La Catrina a cuatro grandes: Aragonés, Quino, Rius y Gabriel Vargas.
En donde ha habido un importante retroceso es en cuanto a las revistas de humor con circulación nacional, pues hoy prácticamente no existe ninguna, luego de que hace pocos años circulaban El Chahuistle, El Chamuco, Chocarreros, Rhumor, La ley de Herodes, Lapiztola y Anfitrión,así como el periódico Al Tiro.
Otras actividades importantes han sido a través de cursos y ciclos de conferencias, como la realizada en el Instituto José María Luis Mora, o en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey.
El uso del ciberespacio comienza a ser utilizado por los caricaturistas. Un sitio como cartonista.com, contiene buena información tomada en su mayoría del Diccionario biográfico ilustrado de la caricatura en México.Existen también varios blogs con información de moneros, lo que permite un acercamiento a su obra. Finalmente, hay que señalar los libros multimedia, como el de José Guadalupe Posada.

Es claro que no es un recuento exhaustivo, es sólo una aproximación de lo que ha sido la caricatura en los últimos veinticinco años, lo cual, por cierto, no es poca cosa.

miércoles, 20 de mayo de 2015

De racismo a racismo y medio

La filtración de la llamada privada de Lorenzo Cordova a puesto en la mesa, nuevamente, tres discusiones:

1. La impunidad con que se manejan quienes graban con absoluto desparpajo las llamadas telefónicas y las filtran a los medios con la misma arbitrariedad.

2. La impunidad del Partido  Verde, a ellos apunta el filtrado, para desviar la atención ante sus fechorías

3. La hipocresía nacional, capaz de burlarse de los muertos del terremoto, de los quemados en San Juanico o de los desaparecidos de Ayozinapa, pero escandalizarse de inmediato ante una grabación en donde "se ataca" a los grupos indígenas.



Es curiosa la caricatura de Helguera, el día de doy, donde pone a Lorenzo Córdova como Custer que dice: "Acepten su kit del verde o ríndanse pinches indios".

Esto viene a cuento porque he escuchado varias veces la grabación y no encuentro NADA que ofenda a los grupos indígenas. Sería tanto como burlarse de Peña Nieto y decir que nos ofenden a TODOS LOS MEXICANOS.

Si se analiza lingüísticamente lo que dijo Lorenzo Córdova se puede ver que menciona a un tipo que habla como indio, se expresa como indio y chantajea pidiendo una diputación a nombre de una etnia que no existe.

Es impresionante como la gente se rasga las vestiduras, desde los que se sienten dueños del país por pertenecer a los "pueblos originarios”, con lo que ello signifque, hasta los que juran y perjuran nunca burlarse de los demás, como un  amigo rockero  que se pitorreaba de que un amigo en común. el rockero Rockdrigo, había muerto por un pasón de cemento (aplastado e¡por el terremoto), hasta los que no cesan de insultar a Cordova en aras del respeto a los indígenas:


Un gringo, no tan viejo, por ejemplo, diciendo: Pueblos indígenas son corazón de la patria. Urge quitarle el poder a monolingues racistas y sus instituciones "democrática.

Un discurso nazi: Norma  @normarsolis2  9 hHace 9 horas #LorenzoCordova PRESIDENTE ARIO DEL INE DENIGRA Y DISCRIMINA A INDIGENAS #TuRenunciarLorenzo =>http://bit.ly/1Bavrbl 

“Indigenistas” Alberto @alberto197040  18 hHace 18 horas Lorenzo Cordova.....tienes que renunciar, en México todos somos indígenas. #INE #LorenzoCordova

En fin, ello me hizo recordar dos cosas: en los años setenta fui a ver al auditorio Che Guevara (tomado por los porros desde hace años, ubicado en mi Facultad de Filosofía y letras) a escuchar cantar a Mercedes Sosa  “Dale tu mano al indio".
 Salimos felices y congraciados con los indígenas. 
Al subir al trolebús, subieron tres indígenas y la cara de asco de mis dos amigos fue de antología.
La segunda: uno de los amores de mi vida era una chica que recaudaba fondos para las indígenas de la Merced. Un día nos encontramos a una de ellas cerca de mi casa, nos dio la mano y ella , mi ex, presuroso me llevó a mi casa que quedaba en la otra esquina, pensé ilusoriamente en la urgencia amorosa pero no, me pidió alcohol para desinfectarse las manos.
Esa doble moral tan made in mexico.


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martes, 19 de mayo de 2015

El que este libre de burlas que cuente el primer chiste


Somos una sociedad tan hipócrita, tan doble cara. Nos reímos de todo y de todos. Hace tiempo escribí que teníamos el síndrome de Pedro Infante (Al final de la  película ATM, cuando choca la ambulancia, quedan heridos Pedro Infante y Luis Aguilar y éste le pregunta si le duele: Sölo cuando me río contesta el otro. Entonces le contaré más chistes para que le duela más, dice el único héroe a la altura del Sétimo arte)
Hace un rato le demostré a un amigo que decía que él no hacía chistes ni se burlaba de nadie y sin embargo, cuando murió Rockdrigo González aplastado por el terremoto de 85, que era amigo de ambos, nos reímos del chiste que había muerto de un pasón de cemento.
Tengo más de veinte años estudiando el humor mexicano. Trágico, perro, racista, discriminante, homofóbico, terrorífico. Es lo peor de la humanidad, no sólo de los mexicanos.

Heredamos la mala leche mexica y la mala leche hispana-judía-árabe-africana. Quevedo es nuestro maestro inconsciente, aunque en estas polemicas de fb alguien salió a relucir, de una manera igualmente racista: “NOSOTROS LOS INDIGENAS TENEMOS UNA CULTURA DE RESPETO A TODAS LAS PERSONAS Y NO ACEPTAMOS QUE ALGUIEN QUE DEBE DE SALVAGUARDAR PARTE DE NUESTROS DERECHOS NOS TRATE DE ESA MANERA. MEXICO ES GRANDE EN SU INICIO POR LO QUE NUESTROS ANTEPASADOS INDIGENAS HICIMOS. NOSOTROS SOMOS LOS DUEÑOS ORIGINALES DE ESTA TIERRA Y NO ACEPTAMOS QUE SE NOS TRATE DE ESA MANERA.”.
Tengo más de veinte años estudiando el humor mexicano y uedo afirmar que el 90% de los mexicanos hacemos chistes crueles y el otro 9.9% se caga de la risa.

Así que, el que esté libre de burlas, que cuente el primer chiste.

domingo, 17 de mayo de 2015

El Nuevo


 Otro texto del Cronista de Guardia de la sección cultural de El Universal (Junio 18 de 1994)

Para una nueva de ahora


Se despertó temprano. Apenas si durmió un rato. Fue al baño y probó el agua fría. Al principio fue difícil, después el agua recorrió su cuerpo. Estaba nervioso, era su primer día de trabajo. La noche anterior su madre le había puesto la bastilla al pantalón del uniforme nuevo. Lo cargó en su mochila y marchó presuroso rumbo a la Industrial Vallejo. Esperó el autobús un buen rato. Faltaban diez minutos para las siete de la mañana cuando recibió una tarjeta con su nombre que debía checar en el reloj.
            Le asignaron un casillero. Miró que lo veían sus nuevos compañeros. Entró a la planta. Parecía un hermoso escenario teatral, lleno de un gran colorido. Pastillas amarillas, blancas y rojas. Máquinas pintadas de verde pistache. Hombres y mujeres vestidos de diversos colores. Los mecánicos de azul marino, los obreros de blanco, los supervisores de azul cielo, gris los de intendencia. A los pocos minutos el silencio fue cediendo su lugar a un sonido que nunca olvidaría: chacapum, chacapum.             El supervisor le ordenó sentarse en una banca desde donde debía mirar que las etiquetas llevaran correctamente la marca y el sabor de producto.
            Apenas había transcurrido media hora cuando tuvo deseos de orinar. Los olores de mentol y eucalipto le llenaban los pulmones, le descubrían aromas y le irritaban los ojos. La vejiga le reventaba tiempo después. No podía preguntar a nadie pues estaba aislado de todos. Ni siquiera lograba percibir más allá de las decenas de cajas que pasaban ante sus ojos. Una y otra vez miraba la marca, veía el color que pasaba, cada determinado tiempo, de un color, de un sabor a otro, mientras en su cerebro se mezclaba el sonido permanente.
            Chacapum, chacapum, chacapum. El aroma, el viento, los colores, la vejiga, el sueño de ir al baño, el dolor, los ojos llorosos.
El nuevo, con su uniforme limpio, con su timidez, con su nerviosismo cada que el supervisor le echaba un vistazo.
            La espalda comenzó a dolerle. Al principio pensaba que era demasiado sencillo el trabajo. La vista que ya no reconoce las letras, el movimiento incesante, la vejiga, otra vez.
            Al medio día salió a comer. Antes, corrió a orinar al baño y respiró al subir el cierre de su pantalón.
            Vuelve al trabajo. Al encender la máquina se llenó los dedos de grasa. Busca algo con que limpiarse y siente un frío en el asiento. También tiene grasa. Se ha manchado el uniforme nuevo. Se indigna, busca al supervisor y se queja:
-          ¿Y qué? ¿Pensabas que te salvarías del bautizo?
            Cabizbajo vuelve a sentarse, a esperar la hora de salida, a aguantar la vejiga. Es el nuevo.


domingo, 10 de mayo de 2015

Once de mayo

De mi paso por El Universal, en la época que don Paco Taibo coordinaba esa maravillosa y añorada sección cultural. Increíble, es de hace 25 años.






Doña Mariana no sabe por dónde empezar.

Hay platos tirados por doquier. Alguien quemó la alfombra con el cigarro.

Se detiene a mirar la figurita de porcelana que le rompió uno de sus nietos.

Está preocupada por el pleito de Carlos, su hijo mayor, con Raúl, el esposo de su hija. Pero siempre es así. Nunca se han podido ver y cada fiesta familiar en que éstos se encuentran, se convierte en un pleito.

Solita, mira la foto de su desaparecido esposo. Lo extraña. Sabe que de haber vivido podría evitar esas absurdas cotidianas. También sigue preocupada pues le dijeron que su hijo menor se droga. Piensa que debe vigilarlo más de cerca, no dejarlo salir tanto y hacerse obedecer.

Pero ¿cómo? Nunca le hace caso, la insulta, y sus hijos mayores tampoco reparan en ello.

Se siente extraña con tanto plato en el fregadero; hace mucho que no hay tantos, pues ya sólo habitan, en la enorme casa, ella y su Luismi, que casi nunca va a comer, que casi nunca está y que, cuando llega, se encierra en su recámara y le habla sólo para pedirle dinero o pedirle compre los productos que a él le gustan. Es un NINI de sesenta años.

Doña Mariana a veces ni come, ni ganas le da hacer de comer para ella sola.

Por ello el 10 de mayo estaba contenta cocinándoles a sus hijos. Hizo varios platillos, se esmeró y esperó ansiosa los regalos.

Pero después se decepcionó. Primero porque le rompieron la figurita de porcelana que su finado marido le regaló cuando eran novios y, al llamar la atención a su nieto, la hija le armó un escándalo; luego vino el pleito del yerno y del hijo, que casi se agarraron a golpes.
Hoy es once de mayo y no está muy segura si es bueno o malo el día de las madres.
Pero al final de cuentas siempre ha sido así. Cuando vivía el esposo eran los pleitos por los hijos y el tiradero de siempre y los regalos que no sirven de nada o que, más bien, eran para la familia: un refrigerador, una lavadora, una licuadora; un aparato de sonido que nunca pudo escuchar, pues sus hijos lo usaban todo el día, lo mismo sucedió, en 1970, cuando le regalaron un televisor, el que sólo podía ver cuando no había futbol, sobre todo ese año que coincidía con el campeonato mundial.
Se entristece un poco al recordar todo. Y como cada once de mayo se lamenta no haber ido al panteón a dejarle flores a su madre.
Suspira mientras empieza a recoger la recámara y mira el perfume que le regaló su hija para poderlo usar todas las mañanas que ella pasa por su bendición. 

La etiqueta es clara: “Mamá lo merece todo”.


Sonríe entonces.

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